Economía
Arcioni intenta maniobrar con un déficit de $500 millones por mes y el endeudamiento pasó los $26.000 millones Por Marcelo García (Exclusivo/EES).
La dimensión de la crisis económica de Chubut se refleja en el crecimiento del déficit, que en 2017 llegó a $6.232 millones; mientras el endeudamiento supera los $26.000 millones. La combinación de déficit y endeudamiento torna muy difícil a la situación provincial y complica las posibles soluciones.
2017 fue el año en que se disparó notablemente el déficit fiscal de Chubut, llegando a 6.232 millones de pesos. Arrancó ese año pasado con 300 millones de pesos mensuales, trepó a los 600 millones y cerró con un promedio de 519 millones de pesos cada treinta días.
Buena parte de las soluciones transitorias alos problemas financieros llegó desde septiembre pasado con aportes del gobierno nacional, que financió a Chubut de manera extraordinaria con entre 500 y 700 millones de pesos mensuales.
El déficit se genera porque la provincia recauda menos de lo que se gasta, naturalmente. Sin embargo, a eso debe agregarse una cuestión clave: se potenció el aumento del endeudamiento provincial. En 2017 la deuda provincial llegó a 26.100 millones de pesos, que vencen en los próximos 10 años. A esta fecha, supera los 1.450 millones de dólares; cifra que representa el 70% del presupuesto provincial de todo 2017.
Intento de reducción
El gobierno provincial proyecta reducir el déficit a casi 4.500 millones de pesos para este 2018 y espera poder bajarlo a 2.300 millones a fines de 2019, buscando achicar 200 millones de pesos anuales en gasto público y considerando un aumento de 100 millones mensuales por ingresos de regalías petroleras. La hipótesis podría ser factible, aunque asoma como de compleja concreción.
Las regalías se achicaron en 1.500 millones de pesos en 2017, y para este año no se observa un panorama alentador ya que las operadoras anunciaron inversiones por valores similares a los del año pasado. Por esa razón resulta difícil que se produzca un aumento como el que proyecta la gestión de Arcioni. A ese panorama complicado se le debe adosar la variabilidad que tenga el precio internacional del petróleo.
La gestión de Arcioni proyecta para 2018 una recaudación total de 7.100 millones de pesos por regalías. La cifra representaría un aumento de 23% respecto de los 5.757 millones obtenidos el año pasado.
La suba del crudo y la escalada del dólar podrían ayudar a la Administración provincial a alcanzar esa meta de regalías, pero al mismo tiempo cada vez que se aprecia el billete estadounidense se encarecen los costos del endeudamiento chubutense.
La secuencia del déficit provincial chubutense arrancó en 2011 con un negativo de 235 millones de pesos, para 2014 había ascendido a 1.069 millones y cerró la gestión de Martín Buzzi con un desfasaje de 2.507 millones en 2015.
En tanto, la gestión del fallecido Mario Das Neves concluyó 2016 con un déficit de 3.425 millones y el gobernador Arcioni finalizó 2017 con los 6.232 millones de pesos mencionados.
Endeudamiento descontrolado
La deuda pública chubutense supera los 26.100 millones de pesos, estableciéndose cerca de los 1.450 millones de dólares y mostrando una fuerte suba durante el año pasado. El 88% del endeudamiento fue realizado en dólares, el 10% en pesos y el 2% restante en otras monedas.
Tamaña magnitud de endeudamiento, la disparada del déficit provincial y la imposibilidad de Arcioni de lograr la aprobación del Pacto Fiscal y la Emergencia en la Legislatura encendió en febrero pasado las alertas por la posibilidad de que se declare un default o reestructuración compulsiva de la deuda pública.
Esa alerta de los mercados parece haberse disipado, esencialmente debido a que el pago está asociado a los ingresos por regalías petroleras.
Según la consultora Balanz Capital, "la deuda habría ascendido a US$ 1.445 millones hacia fines del tercer trimestre de 2017, lo que implica un crecimiento del 11,5% con respecto al cierre de 2016. Tomando dicha estimación, el ratio de deuda/PBG asciende a 19,5%, levemente inferior al 20,4% con el que finalizó en 2016".
Afrontar el pago de los vencimientos de la deuda provincial es otro de los grandes problemas que tiene la gestión de Arcioni, ya que como consecuencia del déficit se busca refinanciar los vencimientos. De ahí que esté proponiendo la nacionalización de la deuda y la extensión a 20 años de los plazos de los pagos anuales.
En este año y el que viene, Chubut deberá afrontar el pago de 9.454 millones de pesos de vencimientos de la deuda; distribuidos en 6.454 millones que corresponden al Fideicomiso Chubut y diferentes bonos de endeudamiento y3.000 millones de pesos en Letras del Tesoro.
Chubut deberá enfrentar el pago de 2.235 millones de pesos en 2020; 3.138 millones vencen en 2021 y hasta 2026 el acumulado de vencimientos de deuda pública provincial alcanzará los 11.224 millones de pesos con un promedio anual de 2.244 millones.
Es muy válido tener en cuenta que todos estos valores pueden variar en función de la cotización del dólar.
Sin salidas fáciles a la vista
La combinación de déficit y endeudamiento genera un complejo panorama financiero para Chubut, que deberá encontrar una salida de fondo para evitar una profunda crisis económica o social.
Del profundo déficit en el que se ha ingresado solo se podría salir por tres vías diferentes. La primera se vincula a un fuerte incremento de la recaudación. La segunda se relaciona con un ajuste que sirva para recortar abruptamente el gasto público. La tercera se traduce en la continuidad del endeudamiento provincial.
La primera de las opciones no tiene grandes posibilidades de viabilidad, ya que no es previsible un marcado incremento de los ingresos por regalías petroleras, especialmente por el corrimiento de las prioridades de las compañías petroleras para concretar sus mayores inversiones en Vaca Muerta. Tampoco habría que esperar un aumento considerable de los ingresos coparticipados por Nación, ni tampoco un notorio aumento de la recaudación de los impuestos provinciales;ya que varios irán decreciendo en su incidencia como consecuencia del Pacto Fiscal.
La segunda opción se vincula a la aplicación de un fuerte ajuste del gasto, que podría contemplar despidos de empleados públicos y achatamiento de los porcentajes de las negociaciones paritarias para evitar que los salarios superen la inflación e incrementen los gastos. Naturalmente, políticas de este tipo chocarán con la resistencia gremial e indudablemente podrían desatar una crisis política de mayores proporciones como consecuencia del aumento de la conflictividad social.
La tercera vía es la del endeudamiento, que has sido la elegida durante los últimos años, incluyendo las gestiones de Buzzi y Das Neves. Es evidente que la provincia tiene un escaso margen de maniobra para seguir tomando deuda, debido a los 26.100 millones de pesos de endeudamiento existente y al aumento del déficit público. La posibilidad de un default sobrevuela las arcas chubutenses, y por eso el gobierno actual busca refinanciarla deuda con Nación para correr los vencimientos hacia las próximas dos décadas.
De concretarse esta posibilidad sería presumible que Nación le hiciera pagar al gobierno de Arcioni un alto costo político, que podría derivar en grandes conflictos provinciales. La búsqueda de un delicado equilibrio será una delgada línea roja para Arcioni si la gestión de Macri sigue presionando para imponer la minería,perseguir a grupos mapuches en Chubut y concentrar el ajuste en un severo achicamiento del Estado provincial.
Por Marcelo García (Exclusivo/EES).
La dimensión de la crisis económica de Chubut se refleja en el crecimiento del déficit, que en 2017 llegó a $6.232 millones; mientras el endeudamiento supera los $26.000 millones. La combinación de déficit y endeudamiento torna muy difícil a la situación provincial y complica las posibles soluciones.
2017 fue el año en que se disparó notablemente el déficit fiscal de Chubut, llegando a 6.232 millones de pesos. Arrancó ese año pasado con 300 millones de pesos mensuales, trepó a los 600 millones y cerró con un promedio de 519 millones de pesos cada treinta días.
Buena parte de las soluciones transitorias alos problemas financieros llegó desde septiembre pasado con aportes del gobierno nacional, que financió a Chubut de manera extraordinaria con entre 500 y 700 millones de pesos mensuales.
El déficit se genera porque la provincia recauda menos de lo que se gasta, naturalmente. Sin embargo, a eso debe agregarse una cuestión clave: se potenció el aumento del endeudamiento provincial. En 2017 la deuda provincial llegó a 26.100 millones de pesos, que vencen en los próximos 10 años. A esta fecha, supera los 1.450 millones de dólares; cifra que representa el 70% del presupuesto provincial de todo 2017.
Intento de reducción
El gobierno provincial proyecta reducir el déficit a casi 4.500 millones de pesos para este 2018 y espera poder bajarlo a 2.300 millones a fines de 2019, buscando achicar 200 millones de pesos anuales en gasto público y considerando un aumento de 100 millones mensuales por ingresos de regalías petroleras. La hipótesis podría ser factible, aunque asoma como de compleja concreción.
Las regalías se achicaron en 1.500 millones de pesos en 2017, y para este año no se observa un panorama alentador ya que las operadoras anunciaron inversiones por valores similares a los del año pasado. Por esa razón resulta difícil que se produzca un aumento como el que proyecta la gestión de Arcioni. A ese panorama complicado se le debe adosar la variabilidad que tenga el precio internacional del petróleo.
La gestión de Arcioni proyecta para 2018 una recaudación total de 7.100 millones de pesos por regalías. La cifra representaría un aumento de 23% respecto de los 5.757 millones obtenidos el año pasado.
La suba del crudo y la escalada del dólar podrían ayudar a la Administración provincial a alcanzar esa meta de regalías, pero al mismo tiempo cada vez que se aprecia el billete estadounidense se encarecen los costos del endeudamiento chubutense.
La secuencia del déficit provincial chubutense arrancó en 2011 con un negativo de 235 millones de pesos, para 2014 había ascendido a 1.069 millones y cerró la gestión de Martín Buzzi con un desfasaje de 2.507 millones en 2015.
En tanto, la gestión del fallecido Mario Das Neves concluyó 2016 con un déficit de 3.425 millones y el gobernador Arcioni finalizó 2017 con los 6.232 millones de pesos mencionados.
Endeudamiento descontrolado
La deuda pública chubutense supera los 26.100 millones de pesos, estableciéndose cerca de los 1.450 millones de dólares y mostrando una fuerte suba durante el año pasado. El 88% del endeudamiento fue realizado en dólares, el 10% en pesos y el 2% restante en otras monedas.
Tamaña magnitud de endeudamiento, la disparada del déficit provincial y la imposibilidad de Arcioni de lograr la aprobación del Pacto Fiscal y la Emergencia en la Legislatura encendió en febrero pasado las alertas por la posibilidad de que se declare un default o reestructuración compulsiva de la deuda pública.
Esa alerta de los mercados parece haberse disipado, esencialmente debido a que el pago está asociado a los ingresos por regalías petroleras.
Según la consultora Balanz Capital, "la deuda habría ascendido a US$ 1.445 millones hacia fines del tercer trimestre de 2017, lo que implica un crecimiento del 11,5% con respecto al cierre de 2016. Tomando dicha estimación, el ratio de deuda/PBG asciende a 19,5%, levemente inferior al 20,4% con el que finalizó en 2016".
Afrontar el pago de los vencimientos de la deuda provincial es otro de los grandes problemas que tiene la gestión de Arcioni, ya que como consecuencia del déficit se busca refinanciar los vencimientos. De ahí que esté proponiendo la nacionalización de la deuda y la extensión a 20 años de los plazos de los pagos anuales.
En este año y el que viene, Chubut deberá afrontar el pago de 9.454 millones de pesos de vencimientos de la deuda; distribuidos en 6.454 millones que corresponden al Fideicomiso Chubut y diferentes bonos de endeudamiento y3.000 millones de pesos en Letras del Tesoro.
Chubut deberá enfrentar el pago de 2.235 millones de pesos en 2020; 3.138 millones vencen en 2021 y hasta 2026 el acumulado de vencimientos de deuda pública provincial alcanzará los 11.224 millones de pesos con un promedio anual de 2.244 millones.
Es muy válido tener en cuenta que todos estos valores pueden variar en función de la cotización del dólar.
Sin salidas fáciles a la vista
La combinación de déficit y endeudamiento genera un complejo panorama financiero para Chubut, que deberá encontrar una salida de fondo para evitar una profunda crisis económica o social.
Del profundo déficit en el que se ha ingresado solo se podría salir por tres vías diferentes. La primera se vincula a un fuerte incremento de la recaudación. La segunda se relaciona con un ajuste que sirva para recortar abruptamente el gasto público. La tercera se traduce en la continuidad del endeudamiento provincial.
La primera de las opciones no tiene grandes posibilidades de viabilidad, ya que no es previsible un marcado incremento de los ingresos por regalías petroleras, especialmente por el corrimiento de las prioridades de las compañías petroleras para concretar sus mayores inversiones en Vaca Muerta. Tampoco habría que esperar un aumento considerable de los ingresos coparticipados por Nación, ni tampoco un notorio aumento de la recaudación de los impuestos provinciales;ya que varios irán decreciendo en su incidencia como consecuencia del Pacto Fiscal.
La segunda opción se vincula a la aplicación de un fuerte ajuste del gasto, que podría contemplar despidos de empleados públicos y achatamiento de los porcentajes de las negociaciones paritarias para evitar que los salarios superen la inflación e incrementen los gastos. Naturalmente, políticas de este tipo chocarán con la resistencia gremial e indudablemente podrían desatar una crisis política de mayores proporciones como consecuencia del aumento de la conflictividad social.
La tercera vía es la del endeudamiento, que has sido la elegida durante los últimos años, incluyendo las gestiones de Buzzi y Das Neves. Es evidente que la provincia tiene un escaso margen de maniobra para seguir tomando deuda, debido a los 26.100 millones de pesos de endeudamiento existente y al aumento del déficit público. La posibilidad de un default sobrevuela las arcas chubutenses, y por eso el gobierno actual busca refinanciarla deuda con Nación para correr los vencimientos hacia las próximas dos décadas.
De concretarse esta posibilidad sería presumible que Nación le hiciera pagar al gobierno de Arcioni un alto costo político, que podría derivar en grandes conflictos provinciales. La búsqueda de un delicado equilibrio será una delgada línea roja para Arcioni si la gestión de Macri sigue presionando para imponer la minería,perseguir a grupos mapuches en Chubut y concentrar el ajuste en un severo achicamiento del Estado provincial.
La dimensión de la crisis económica de Chubut se refleja en el crecimiento del déficit, que en 2017 llegó a $6.232 millones; mientras el endeudamiento supera los $26.000 millones. La combinación de déficit y endeudamiento torna muy difícil a la situación provincial y complica las posibles soluciones.
2017 fue el año en que se disparó notablemente el déficit fiscal de Chubut, llegando a 6.232 millones de pesos. Arrancó ese año pasado con 300 millones de pesos mensuales, trepó a los 600 millones y cerró con un promedio de 519 millones de pesos cada treinta días.
Buena parte de las soluciones transitorias alos problemas financieros llegó desde septiembre pasado con aportes del gobierno nacional, que financió a Chubut de manera extraordinaria con entre 500 y 700 millones de pesos mensuales.
El déficit se genera porque la provincia recauda menos de lo que se gasta, naturalmente. Sin embargo, a eso debe agregarse una cuestión clave: se potenció el aumento del endeudamiento provincial. En 2017 la deuda provincial llegó a 26.100 millones de pesos, que vencen en los próximos 10 años. A esta fecha, supera los 1.450 millones de dólares; cifra que representa el 70% del presupuesto provincial de todo 2017.
Intento de reducción
El gobierno provincial proyecta reducir el déficit a casi 4.500 millones de pesos para este 2018 y espera poder bajarlo a 2.300 millones a fines de 2019, buscando achicar 200 millones de pesos anuales en gasto público y considerando un aumento de 100 millones mensuales por ingresos de regalías petroleras. La hipótesis podría ser factible, aunque asoma como de compleja concreción.
Las regalías se achicaron en 1.500 millones de pesos en 2017, y para este año no se observa un panorama alentador ya que las operadoras anunciaron inversiones por valores similares a los del año pasado. Por esa razón resulta difícil que se produzca un aumento como el que proyecta la gestión de Arcioni. A ese panorama complicado se le debe adosar la variabilidad que tenga el precio internacional del petróleo.
La gestión de Arcioni proyecta para 2018 una recaudación total de 7.100 millones de pesos por regalías. La cifra representaría un aumento de 23% respecto de los 5.757 millones obtenidos el año pasado.
La suba del crudo y la escalada del dólar podrían ayudar a la Administración provincial a alcanzar esa meta de regalías, pero al mismo tiempo cada vez que se aprecia el billete estadounidense se encarecen los costos del endeudamiento chubutense.
La secuencia del déficit provincial chubutense arrancó en 2011 con un negativo de 235 millones de pesos, para 2014 había ascendido a 1.069 millones y cerró la gestión de Martín Buzzi con un desfasaje de 2.507 millones en 2015.
En tanto, la gestión del fallecido Mario Das Neves concluyó 2016 con un déficit de 3.425 millones y el gobernador Arcioni finalizó 2017 con los 6.232 millones de pesos mencionados.
Endeudamiento descontrolado
La deuda pública chubutense supera los 26.100 millones de pesos, estableciéndose cerca de los 1.450 millones de dólares y mostrando una fuerte suba durante el año pasado. El 88% del endeudamiento fue realizado en dólares, el 10% en pesos y el 2% restante en otras monedas.
Tamaña magnitud de endeudamiento, la disparada del déficit provincial y la imposibilidad de Arcioni de lograr la aprobación del Pacto Fiscal y la Emergencia en la Legislatura encendió en febrero pasado las alertas por la posibilidad de que se declare un default o reestructuración compulsiva de la deuda pública.
Esa alerta de los mercados parece haberse disipado, esencialmente debido a que el pago está asociado a los ingresos por regalías petroleras.
Según la consultora Balanz Capital, "la deuda habría ascendido a US$ 1.445 millones hacia fines del tercer trimestre de 2017, lo que implica un crecimiento del 11,5% con respecto al cierre de 2016. Tomando dicha estimación, el ratio de deuda/PBG asciende a 19,5%, levemente inferior al 20,4% con el que finalizó en 2016".
Afrontar el pago de los vencimientos de la deuda provincial es otro de los grandes problemas que tiene la gestión de Arcioni, ya que como consecuencia del déficit se busca refinanciar los vencimientos. De ahí que esté proponiendo la nacionalización de la deuda y la extensión a 20 años de los plazos de los pagos anuales.
En este año y el que viene, Chubut deberá afrontar el pago de 9.454 millones de pesos de vencimientos de la deuda; distribuidos en 6.454 millones que corresponden al Fideicomiso Chubut y diferentes bonos de endeudamiento y3.000 millones de pesos en Letras del Tesoro.
Chubut deberá enfrentar el pago de 2.235 millones de pesos en 2020; 3.138 millones vencen en 2021 y hasta 2026 el acumulado de vencimientos de deuda pública provincial alcanzará los 11.224 millones de pesos con un promedio anual de 2.244 millones.
Es muy válido tener en cuenta que todos estos valores pueden variar en función de la cotización del dólar.
Sin salidas fáciles a la vista
La combinación de déficit y endeudamiento genera un complejo panorama financiero para Chubut, que deberá encontrar una salida de fondo para evitar una profunda crisis económica o social.
Del profundo déficit en el que se ha ingresado solo se podría salir por tres vías diferentes. La primera se vincula a un fuerte incremento de la recaudación. La segunda se relaciona con un ajuste que sirva para recortar abruptamente el gasto público. La tercera se traduce en la continuidad del endeudamiento provincial.
La primera de las opciones no tiene grandes posibilidades de viabilidad, ya que no es previsible un marcado incremento de los ingresos por regalías petroleras, especialmente por el corrimiento de las prioridades de las compañías petroleras para concretar sus mayores inversiones en Vaca Muerta. Tampoco habría que esperar un aumento considerable de los ingresos coparticipados por Nación, ni tampoco un notorio aumento de la recaudación de los impuestos provinciales;ya que varios irán decreciendo en su incidencia como consecuencia del Pacto Fiscal.
La segunda opción se vincula a la aplicación de un fuerte ajuste del gasto, que podría contemplar despidos de empleados públicos y achatamiento de los porcentajes de las negociaciones paritarias para evitar que los salarios superen la inflación e incrementen los gastos. Naturalmente, políticas de este tipo chocarán con la resistencia gremial e indudablemente podrían desatar una crisis política de mayores proporciones como consecuencia del aumento de la conflictividad social.
La tercera vía es la del endeudamiento, que has sido la elegida durante los últimos años, incluyendo las gestiones de Buzzi y Das Neves. Es evidente que la provincia tiene un escaso margen de maniobra para seguir tomando deuda, debido a los 26.100 millones de pesos de endeudamiento existente y al aumento del déficit público. La posibilidad de un default sobrevuela las arcas chubutenses, y por eso el gobierno actual busca refinanciarla deuda con Nación para correr los vencimientos hacia las próximas dos décadas.
De concretarse esta posibilidad sería presumible que Nación le hiciera pagar al gobierno de Arcioni un alto costo político, que podría derivar en grandes conflictos provinciales. La búsqueda de un delicado equilibrio será una delgada línea roja para Arcioni si la gestión de Macri sigue presionando para imponer la minería,perseguir a grupos mapuches en Chubut y concentrar el ajuste en un severo achicamiento del Estado provincial.