"Macri ya fue; no sé si creerle más a él o a Cristina"; lapidaria definición de Cimadevilla"Macri ya fue". Con esta lapidaria frase, el histórico dirigente de la Unión Cívica Radical Mario Cimadevilla aportó un dato más para ratificar el divorcio de amplios sectores del partido con la alianza Cambiemos y su distanciamiento del gobierno de Mauricio Macri. Pero fue más allá en declaraciones radiales y aseguró: "Hoy no sé si creerle más a Macri o creerle más a Cristina".
Paralelamente la concejal de Trelew Florencia Rossi le cambió el nombre a su bloque. Ya no se llamará Cambiemos (con el que llegó a ocupar la banca) sino Unión Cívica Radical. Se lo comunicó a la presidenta del cuerpo Leyla Lloyd y ya lo había hecho por escrito al partido.
Para fundamentar la decisión dijo que "las medidas del gobierno de Mauricio Macri no tienen nada que ver con la esencia del radicalismo". También dijo que "son muchos los dirigentes y militantes de Chubut que no están de acuerdo con seguir en Cambiemos".
Las dos situaciones se producen a un mes de las elecciones provinciales las que no hace mucho tiempo hacían soñar al radicalismo y a su alianza en recuperar el poder que perdieron en 2003 a manos de Mario Das Neves. Las recientes PASO les dieron un baño de realidad a esas esperanzas. Gustavo Menna, el candidato, apenas alcanzó el 14 por ciento de los votos. Y tras esos comicios comenzó a recibir este tipo de cachetazos que lo alejan cada vez más de la posibilidad de llegar al sillón de Fontana 50.
Un amor que terminó mal
Cimadevilla había comenzado bien su relación con el gobierno de Macri. Fue nombrado como titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA. Pero su paso por el gobierno nacional no duró mucho tiempo. Y terminó mal. Cimadevilla se fue dando un portazo y acusando a Macri y al ministro de Justicia Daniel Garavano de "encubrir a sus amigos". Hizo un extenso informe que tuvo una importante repercusión nacional. Nunca se lo vio cómodo a Cimadevilla en su puesto, donde llegó por compromisos partidarios tras finalizar su paso por el senado nacional.
La soledad
Menna parece quedarse cada vez más solo para enfrentar una elección que a la luz de los hechos está fuertemente polarizada entre el actual gobernador Mariano Arcioni y el intendente de Comodoro Rivadavia Carlos Linares.
Las esperanzas de volver al poder que el radicalismo tuvo en los comienzos de 2019 se desvanecieron cuando se abrieron las urnas de las PASO del 7 de abril.
Gustavo Menna la sigue peleando pero no solo tiene que convencer a extraños. También a los propio, que de a uno comienzan a darle la espalda. Nadie es dueño de los votos de nadie, pero expresiones como la de Cimadevilla y decisiones como la de Rossi tienen peso político y tal vez electivo.
La dirigencia está haciendo todo el esfuerzo para que la UCR de Chubut con o sin aliados deba esperar un nuevo turno electoral para aspirar a conducir los destinos de la provincia.
"Macri ya fue". Con esta lapidaria frase, el histórico dirigente de la Unión Cívica Radical Mario Cimadevilla aportó un dato más para ratificar el divorcio de amplios sectores del partido con la alianza Cambiemos y su distanciamiento del gobierno de Mauricio Macri. Pero fue más allá en declaraciones radiales y aseguró: "Hoy no sé si creerle más a Macri o creerle más a Cristina".
Paralelamente la concejal de Trelew Florencia Rossi le cambió el nombre a su bloque. Ya no se llamará Cambiemos (con el que llegó a ocupar la banca) sino Unión Cívica Radical. Se lo comunicó a la presidenta del cuerpo Leyla Lloyd y ya lo había hecho por escrito al partido.
Para fundamentar la decisión dijo que "las medidas del gobierno de Mauricio Macri no tienen nada que ver con la esencia del radicalismo". También dijo que "son muchos los dirigentes y militantes de Chubut que no están de acuerdo con seguir en Cambiemos".
Las dos situaciones se producen a un mes de las elecciones provinciales las que no hace mucho tiempo hacían soñar al radicalismo y a su alianza en recuperar el poder que perdieron en 2003 a manos de Mario Das Neves. Las recientes PASO les dieron un baño de realidad a esas esperanzas. Gustavo Menna, el candidato, apenas alcanzó el 14 por ciento de los votos. Y tras esos comicios comenzó a recibir este tipo de cachetazos que lo alejan cada vez más de la posibilidad de llegar al sillón de Fontana 50.
Un amor que terminó mal
Cimadevilla había comenzado bien su relación con el gobierno de Macri. Fue nombrado como titular de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA. Pero su paso por el gobierno nacional no duró mucho tiempo. Y terminó mal. Cimadevilla se fue dando un portazo y acusando a Macri y al ministro de Justicia Daniel Garavano de "encubrir a sus amigos". Hizo un extenso informe que tuvo una importante repercusión nacional. Nunca se lo vio cómodo a Cimadevilla en su puesto, donde llegó por compromisos partidarios tras finalizar su paso por el senado nacional.
La soledad
Menna parece quedarse cada vez más solo para enfrentar una elección que a la luz de los hechos está fuertemente polarizada entre el actual gobernador Mariano Arcioni y el intendente de Comodoro Rivadavia Carlos Linares.
Las esperanzas de volver al poder que el radicalismo tuvo en los comienzos de 2019 se desvanecieron cuando se abrieron las urnas de las PASO del 7 de abril.
Gustavo Menna la sigue peleando pero no solo tiene que convencer a extraños. También a los propio, que de a uno comienzan a darle la espalda. Nadie es dueño de los votos de nadie, pero expresiones como la de Cimadevilla y decisiones como la de Rossi tienen peso político y tal vez electivo.
La dirigencia está haciendo todo el esfuerzo para que la UCR de Chubut con o sin aliados deba esperar un nuevo turno electoral para aspirar a conducir los destinos de la provincia.