Opinión

Los enfrentamientos en la Escuela 1: una crónica de lo que no debería pasar para no olvidar

Por Lucrecia Falón*.

Algunos padres y madres, no todos, que envían a sus hijos a la escuela pública Nº 1, ubicada cerca del centro de la ciudad, que se distingue porque no usan guardapolvo blanco, sino un uniforme que cuesta mucho más y en la que pocas maestras estaban haciendo paro, estaban tranquilos. Parecía que la crisis no les tocaba, porque el director informaba periódicamente la cantidad de cursos que tenían clases. No es que ahí estaba todo bien. Bastante seguido tenían que suspender clases por problemas edilicios.

Es la misma escuela en la que una maestra descalificó a sus colegas docentes en lucha con un tono despectivo tratándolas de "paraguayas" y que manifestó que amaba a Ávila, el gremialista de la patota que agredió a docentes en rutas 3 y 26. Otro maestro dijo que les estudiantes de las "800" que luchan por sus derechos nunca van a ser docentes por las cosas que les meten en la cabeza.

Pasaron semanas de paros, sin obtener ningún tipo de soluciones del gobierno. Los estudiantes del ISFD Nº 802 comenzaron una ocupación pacífica. Sus profesores no cobran, no tienen obra social, las escuelas tienen problemas edilicios. Elles no pueden hacer sus prácticas y residencias, porque el sistema educativo en general está en crisis.

El Instituto no tiene edificio propio, toman clases por largas horas en sillas y mesas pequeñas del Nivel Primario. Tienen el mismo derecho a estudiar en condiciones dignas que les estudiantes de cualquier escuela del Estado Provincial. La falta de un espacio adecuado genera muchas dificultades en el funcionamiento que requiere una institución de nivel superior.

Un grupo de padres de la Escuela Nº 1, con la presencia del Director, fueron a pedir el desalojo de la escuela, rompieron el candado de la escuela y arrancaron violentamente los carteles de los estudiantes en defensa de sus derechos y de la educación pública. Lo lamentable es que hicieron participar a sus hijxs de este hecho. Posiblemente ellos, que perdieron pocas clases, vuelvan al aula con docentes que no cobran el salario pero igual trabajan. Un detalle que quizás hasta ahora no importó mucho a sus padres y madres, porque antes no salieron a reclamar y solidarizarse con les docentes.Tal vez sigan con los problemas edilicios. Seguramente no van a olvidarse de esa experiencia en la que rompían carteles de otros estudiantes y docentes con sus abuelas y madres. No vamos a olvidar que lo hicieron con quienes dicen que los docentes toman de rehenes a les niñes.

Se llegó a esta triste situación de enfrentamientos entre padres, docentes y estudiantes porque el Gobernador no se sienta a dialogar con les trabajadores y no tiene decisiones políticas para plantear soluciones reales. Tomó la decisión de que la variable de ajuste sean los/as trabajadores/as, no quiere discutir la renta de las multinacionales y los porcentajes de retención por la explotación de nuestros recursos. Mientras toda la comunidad y la sociedad chubutense no acordemos en defender firmemente el financiamiento de la educación pública, que se la deje de considerar un gasto, las políticas neoliberales seguirán haciendo estragos en el derecho de enseñar y de aprender de las futuras generaciones.

*Docente en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.