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Colombia: la represión del gobierno de Duque ya provocó tres muertos y casi 300 heridos

El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, confirmó que tres manifestantes murieron y se registraron 273 heridos en las protestas que se iniciaron el jueves pasado contra las políticas del Gobierno del presidente Iván Duque, que culminaron con un histórico cacerolazo. Bogotá está bajo toque de queda, algo que no ocurría desde 1977. Anteriormente se había establecido la "ley seca".

«Las autoridades han confirmado la muerte de dos personas en Buenaventura, en medio de los disturbios, y una más en Candelaria, ambos en los departamentos del Valle del Cauca», dijo Trujillo en rueda de prensa, quien añadió que entre los heridos se encuentran «148 militares, 122 civiles y tres policías».

El ministro detalló que las dos personas que fallecieron en Buenaventura murieron «en una intención de saqueo» a un centro comercial durante la noche, lugar al que la fuerza pública acudió «a hacerle frente».

Según dijo, en ese operativo policial para detener el «saqueo», resultaron heridos un intendente de la Policía y un infante de Marina.

Trujillo, además, informó que 98 fueron detenidas y otras 207 fueron conducidas a estaciones de Policía; también, se hicieron 53 allanamientos.

El funcionario indicó que, producto de la jornada de protestas de este jueves, la Inspección de la Policía Nacional abrió 11 indagaciones preliminares en Bogotá, Manizales, Valle, Cali y Cartagena «ante denuncias de posibles irregularidades en el proceder de miembros de la Policía».

Las declaraciones del ministro de Defensa se producen luego de que en varias ciudades, los manifestantes denunciaron abusos de la policía a las protestas pacíficas.

Toque de queda en Bogotá

El alcalde Enrique Peñalosa anunció tras determinar el toque de queda en la capital del país que «tenemos casi 4.000 soldados en diferentes puntos, policía de distintas fuerzas, 230 capturados. Hemos sido cuidadosos, tenemos toda la información sobre quién está cometiendo actos de vandalismo y de saqueos

Contradictoriamente, la decisión fue tomada luego de que el propio alcalde manifestara en varias ocasiones que no habría toque de queda porque consideraba que "hay una presencia efectiva del cuerpo policial en la ciudad" y que los brotes de violencia que se registraron se habían aislado y controlado a tiempo.

Desde de las 4:00 de la mañana se presentaron los primeros bloqueos, que escalaron hasta los enfrentamientos y terminaron generando represión por diferentes puntos de la ciudad. A la ley seca se sumó el toque de queda.

Durante horas de la tarde se presentan enfrentamientos en varios puntos al sur de Bogotá.

Desde muy temprano, el pasado viernes 22 de noviembre se presentaron enfrentamientos entre las fuerzas represivas y manifestantes en Bogotá, como secuela del paro nacional que se adelantó el jueves en diferentes ciudades del país, y que terminó siendo una jornada histórica en Bogotá, tanto por el sonoro cacerolazo en toda la ciudad como por las corridas y brutal represión que se presentaron en el centro.

Un grupo de manifestantes bloqueó el acceso al Portal de Las Américas (Avenida Ciudad de Cali con Av. Villavicencio) por lo cual los buses fueron detenidos y no se permitió el ingreso ni salida de los articulados. Al lugar llegó el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) e intentó dispersar a los protestantes utilizando gases lacrimógenos.

Aunque hubo momentos de mucha tensión, el robo de un bus del SITP por un nutrido grupo de encapuchados en el sector de Meissen, en Ciudad Bolívar, que posteriormente usaron para tumbar el portón de un supermercado que fue saqueado, se convirtió en uno de los hechos que puso en alerta máxima a las autoridades.

Fuente: Resumen Latinoamericano.