Política

Educación: el criterio mercantil y cortoplacista de Trotta y los funcionarios macristas

Por Federico Lorenz

En agosto de 2020 renunció la viceministra de Educación, Adriana Puiggrós, que es la que podría haber aportado algún contrapeso al criterio mercantil y electoral, cortoplacista, del ministro de Educación de la Nación, experto en decir nada y aparentemente dejar conformes a todos. En el Ministerio hay cuadros técnicos de primer nivel, con años de experiencia, y me pregunto cuál habrá sido el espacio que tuvieron para trabajar.

La escena de ayer es lo contrario de lo que se espera de un Ministerio de Educación: un apriete mediático lleva a ceder a la presión de padres justamente preocupados pero que son el combustible ideal para forzar el regreso a edificios y condiciones de trabajo que no estaban en condiciones antes de la pandemia. Desde agosto hasta aquí, los protocolos que se elaboraron no alcanzan a ser más que recomendaciones que terminan con la frase de que "cada jurisdicción resolverá de acuerdo a su realidad". Verbigracia, empecemos a dejar de hablar de educación pública incluyente e igualadora, porque lo que se refuerza con esta acción es el proceso inverso.

Podrían habernos ayudado a darle forma pedagógica a lo que intuitivamente armamos desde nuestras diferentes realidades, podrían haber canalizado nuestras ansias de volver a las escuelas y colegios con alguna imaginación, recogiendo experiencias de las múltiples que colegas en todo el país desplegaron a pesar incluso de de las recomendaciones.

Pero eso pide dos cosas: generosidad, para escuchar, y grandeza, para imaginar hacia donde se va. Y es pedir demasiado. Lo opuesto, mezquindad y pequeñez, es lo que lleva a la foto de ayer, el "efecto Blumberg" en la educación, en un contexto de pandemia. Han puesto a los padres contra los docentes, han puesto a los chicos en el medio, para salvar sus estructuras partidarias y sus lugares de poder. Eso socialmente se paga. Pero como tal vez electoralmente no, fueron por la foto. Y no es un tema meramente de "izquierda o derecha", sino de las formas de la representación política. La política está yendo por otro lado, y muchos autoritarios van a pescar en esas aguas.