Patagonia

Sabato cambió el final de "Sobre héroes y tumbas" en Neuquén

Por Ana María de Mena

Desde que se publicó en 1961 "Sobre héroes y tumbas", en San Martín de los Andes se comentó con frecuencia que Sabato modificó el final de la novela gracias a la influencia del paisaje en su ánimo, durante una estadía en los Andes neuquinos. Eran comentarios sin testimonio que los avalara.

En la juventud, Sabato había transitado por la estepa y la cordillera en un jeep con su amigo Lucas A. Tortorelli. Dice en "La resistencia": "Tuvimos la emoción de recorrer con él, por la Patagonia, lugares tan impresionantes como los bosques petrificados, los de arrayanes, y aquellos otros donde se yerguen árboles milenarios". En Chubut y Santa Cruz hay bosques petrificados y en Río Negro bosques de arrayanes. En cuanto a los "árboles milenarios", hay araucarias neuquinas y alerces chubutenses.

Sabato estuvo con ese ingeniero forestal que podía llevarlo por caminos conocidos y por sendas infrecuentes que conducían a sitios vírgenes, no expuestos a la acción humana ni a la depredación.

Fue Tortorelli, cuando estuvo al frente de la Administración de Parques Nacionales (1953/1956 y 1958/1960), quien facilitó que Sabato y su esposa se alojaran en la seccional Epulafquen del Parque Nacional Lanín, a fines de los años ‘50.

En esa visita, Matilde Kusminsky Richter y Don Ernesto tuvieron como anfitrión a Carlos Lozada Acuña, Intendente del Parque, quien los guiaba en los paseos y les comentaba las costumbres de la vida en la cordillera.

El matrimonio y Lozada Acuña con su señora Juana van Westen, se frecuentaron. Ellos hicieron varios recorridos, inclusive llegaron a Chubut y pasearon por el lago Futalaufquen. También compartieron almuerzos y cenas en casa de la familia Lozada. La corrección y amabilidad de los anfitriones contribuyeron a cimentar una amistad que se mantuvo en el tiempo a través de correspondencia postal y comunicaciones telefónicas. Y cuando Don Carlos iba a Buenos Aires, visitaba la casa de Santos Lugares donde residían los Sabato.

Carlos Lozada Acuña y Juana van Westen, queridos vecinos sanmartinenses, fueron anfitriones del matrimonio Sabato.

Carlos Lozada Acuña y Juana van Westen, queridos vecinos sanmartinenses, fueron anfitriones del matrimonio Sabato.

Un hombre atribulado

Son conocidas las preocupaciones del autor de "El túnel", que llegó a quemar algunos manuscritos y sentía preocupación por los vaivenes del mundo que lo abrumaban asiduamente. La fluctuación anímica se notaba en él con frecuencia, lo manifestó en numerosos reportajes y también en las cartas que escribió.

En los años ‘50 en nuestro país hubo conflictos políticos y sociales, y seguramente, la preocupación lo acompañó al sur. En esa oportunidad traía los originales de su segunda novela, que planeaba terminar.

La seccional Epulafquen donde se alojó está en un hermoso bosque con ventanas que dan al lago Huechulafquen y dejan ver el volcán Lanín, bellísimas postales de la zona.

Se desempeñaba allí el guardaparque Antonio Saavedra, un hombre bonachón y atento con los visitantes. Rubén Landaeta, su sobrino, suele contar que el tío narraba que les llamaban mucho la atención al escritor y a Matilde, las alacenas surtidas de frascos con dulces caseros de frutas lugareñas, que disfrutaban en los desayunos que preparaba la señora de Saavedra.

La Patagonia incontaminada

En "Sobre héroes y tumbas", el sur aparece como un destino deseado, una utopía. La investigadora Luciana Andrea Mellado, analizó el tema en la literatura de Sabato y afirma:

"Utopía que nace, frecuentemente, de una operación confrontativa que opone Buenos Aires como ciudad feroz, a la Patagonia entendida como un territorio de posibilidades que se caracteriza no tanto en términos positivos, por lo que ‘es', sino negativos, por lo que ‘no tiene': es el lugar donde no habría corrupción, ni caos mundano, ni masificación».

"Martín, el protagonista de la novela de Sabato, resiste a la tentación del suicidio y emprende luego de su fracaso en la Babilonia porteña un viaje hacia el sur del país"

Un párrafo de la novela dice en el Capítulo VI:

"Luego volvió a su cuarto y se tiró sobre la cama. Quedó mirando el techo y luego sus ojos recorrieron las paredes hasta detenerse en la ilustración de Billiken que tenía pegada con chinches desde su infancia: Belgrano haciendo jurar la bandera azul y blanca a sus soldados en el cruce del río Salado».

"La Bandera inmaculada pensó».

"Y también volvieron a su mente palabras claves de su existencia: frío, limpieza nieve, soledad, Patagonia"

"Irse lejos, el sur frío y nítido, pensaba Martín mirando el retrato de Gardel en frac..."

"... un mundo sucio y pegajoso mientras repasaba con rabia callada un vaso cualquiera y repetía: hacerme el favor, huir hacia un mundo limpio, frío, cristalino".

Julio Forcat, otro investigador subraya:

"Después de la muerte de A. en el incendio de El Mirador, Martín decide suicidarse, a menos que Dios le dé un signo de su existencia: Hortensia Paz asume para Martín la forma de una respuesta divina y decide seguir viviendo y viajar hacia el sur, a la Patagonia, símbolo del futuro y las reservas espirituales y materiales argentinas".

Por otra parte, María Rosa Lojo, reconocida estudiosa de la obra de Sabato, escribió: "Sobre héroes y tumbas, la novela icónica de Ernesto Sábato, viaja por el tiempo y por el espacio, en un eje norte/sur cuyo final (esperanzado) se encuentra en la Patagonia: el sur como territorio aún abierto, posibilidad utópica, espacio cósmico donde los que llegan de las monstruosas ciudades (o de la monstruosa Buenos Aires) pueden reencontrarse a sí mismos y rearmar su vida. Al contrario del norte (Salta-Jujuy, quebrada de Humahuaca) donde han transcurrido las batallas del pasado, la cruenta guerra civil, el asesinato de Lavalle, el sur, que parece limpio de violencia, representa el futuro. Para 1961, año en que se publicó la novela, aún no había entrado en el imaginario social y literario el gran debate sobre las matanzas de la Conquista del Desierto y la sangre que corrió por los territorios sureños. Pero en la novela, el sur patagónico, en apariencia incontaminado, es el horizonte de paz y de progreso donde dos varones de la clase trabajadora, un adulto (el camionero Bucich) y un joven en formación (Martín del Castillo), están inscribiendo una nueva épica nacional en su aventura personal".

En las alusiones a la región, Sabato utiliza adjetivos que remiten a lo incontaminado, como limpio, nítido, cristalino.

En un reportaje de 1988 el escritor comentó que los autores no gobiernan el destino de sus personajes y ofreció como ejemplo al protagonista de "Sobre héroes y tumbas": «El chico, por más que hice para que se suicidara, se encerró en la habitación de un hotel y esperó que Dios le salvara. Yo quería que se matara, pero en la madrugada decidió marcharse a la Patagonia. Evidentemente, Dios debió presentársele de alguna manera, pero yo no lo sé».

Lozada Acuña tenía seguridad de ese cambio. Su hija Juliana María sostiene:"Sabato le comentó a mi padre que Sobre Héroes y Tumbas tuvo un final optimista gracias a la buena influencia en su ánimo de una estadía en Epulafquen".

La palabra del autor

Mario, su hijo cineasta, comentó a la autora de esta nota: "Mi padre, estuvo un tiempo en San Martín de los Andes. Y dijo que allá escribió parte de ‘Sobre héroes y tumbas'. Que tenía un deslumbramiento por la Patagonia, áspera, solitaria e iniciática queda manifiesto en las últimas líneas de la novela. Sé que le gustaba mucho el lugar".

En 2013 el hallazgo de dos cartas del escritor entre los libros del Intendente del Parque -por la amabilidad de Juliana y Cristina Lozada a pedido de la autora de esta nota- esclarece sobre el tema.

Una, fechada el 24 de agosto de 1994, manuscrita con pulso tembloroso y algunas enmiendas, cuando el escritor tenía ochenta y tres años dice:

"Qué emoción querido Carlos, por su hermosa carta que tanto nos ha conmovido a Matilde y a mí. Muchas veces -cuántas- nos hemos preguntado qué sería de ustedes. Y nunca pensé que podía haberle escrito a San Martín de los Andes!

"Un abrazo grande para ustedes. Sabato"

La otra es del 1° de marzo de 1968, está escrita a máquina con tinta roja y firmada de puño y letra, dice:

"Nunca supe si recibió el ejemplar de HÉROES que le mandé apenas salió, tal como se lo prometí, ya que en el hermoso lugar de Huechulaufquen escribí una de las partes decisivas del libro. Mándeme noticias sin falta... Un afectuoso recuerdo. Sabato."

En el espacio para la postdata agrega: "Mi dirección particular es así: Ernesto Sabato Santos Lugares Pcia. de Bs. As."

A propósito del libro, cuenta Juliana Lozada: "Sabato le mandó a mi padre un disco llamado ‘Romance de la muerte de Juan Lavalle' interpretado en la parte narrativa por él y musicalizado por Falú. Esa parte de ‘Sobre héroes y tumbas' era la que más le gustaba a mi papá. Se lo comentó a Sabato y como respuesta le mandó el disco".

Un gesto que testimonia la amistad y el aprecio por Don Carlos.

Otros lazos cordilleranos

En 1991 la Prof. María Celia Maglione, Directora del Centro Cultural Amancay de San Martín de los Andes, promovió una tarea con escolares que tuvieron como eje algunos textos de Sabato. Ella envió al escritor los resultados.

Ese año el "Swiftgate", el lavado de narcodólares por familiares del Presidente, su velocidad en una Ferrari Testarossa, la venta a la Nación de leche en mal estado y personajes públicos que importaron autos para discapacitados para eludir impuestos, fueron temas preocupantes. Esos hechos y un atentado nunca aclarado hacia el Dr. Raúl Alfonsín, debieron conmocionar el ánimo de Sabato. Así se traduce en la respuesta que envió al Centro Cultural:

"Millones de gracias, querida María Celia, por su hermosa carta y por los trabajos, muchos de los cuales son muy buenos. En medio de tanta podredumbre, tristeza y angustia, es gente como ustedes, la que salvará nuestra nación, las que la sacarán del pantano asqueroso en que se debate. No sé si esta carta le llegará, porque en su carta no está una dirección exacta, pero espero que sí. Sería para mí muy triste que no llegara este mensaje de cariño y de amor."

Llegó esa misiva de octubre de 1991 escrita en medio de la amargura y deja notar el "... mensaje de cariño y de amor", destinado a la gente de la Patagonia a la que estaba destinada.

En la decana de las bibliotecas populares sanmartinenses hay una foto del escritor autografiada, enmarcada, cuya dedicatoria es: "Por intermedio de la querida amiga Rosa Plänsoen, a la Biblioteca Popular ‘9 de julio' con mi afecto. E.Sabato". Es otro testimonio del vínculo del autor con la localidad cordillerana, fechado en diciembre de 1992.

Rosa Plansöen y el Prof. Eduardo Bedetti organizaron una evocación en esa biblioteca, el 14 de junio de 2008. Consistió en invitar al público para que contaran la vinculación con el escritor y su obra y firmar un pergamino como saludo de su cumpleaños número noventa y seis. Tuvo tal adhesión que se le enviaron tres pergaminos. Un tiempo después, llegó a Rosa el agradecimiento proveniente del asistente del escritor que entonces ya estaba ciego.

Gracias a la generosidad de Cristina, Juliana y Guillermo Lozada, que autorizaron a esta periodista para divulgar las cartas, en noviembre de 2013 fueron difundidas en la Biblioteca Popular 9 de Julio en el marco de la Feria Regional del Libro. Al finalizar, la escritora Maricarmen Delgado comentó que en una ocasión vio al autor de "Uno y el universo" y su esposa inmersos en una pileta de las Termas de Copahue y le preguntó "¿Usted es quien yo creo?" y Sabato contestó "El mismo que viste y calza". Maricarmen replicó "Por lo que veo, no calza", arrancando risas generales.

Sutileza al margen, hay otras termas más cercanas a Santos Lugares, pero el escritor eligió las de Neuquén.

Vale subrayar que la reiterada predilección del escritor por la Patagonia, fue motivo de viajes y también inspiración de un final esperanzado para "Sobre héroes y tumbas", una novela fundamental de la literatura argentina.

El sobre con la caligrafía del entonces anciano autor de "El túnel".

El sobre con la caligrafía del entonces anciano autor de "El túnel". El domicilio del escritor era conocido y no precisaba incluir en el sobre el nombre de la calle. Santos Lugares está asociado a él invariablemente.

(*) Reseña del artículo "Sabato y la Patagonia" publicado en "La última palabra es del viento", ed.Legislatura del Neuquén, 1919.

Fuente: Más Neuquén