Patagonia

Epuyén: ¿el operativo policial fue para encubrir a denunciados por violación y pedofilia?

En la mañana del día sábado 20, el pueblo amaneció con una pegatina generalizada de afiches en los lugares más visibles y públicos. Los carteles se trataban de fotos con la cara y prontuario de acosadores, abusadores, pedófilos y violadores que actúan en la zona.

Pocos minutos luego de hacerse visibles los carteles-denuncia, para sorpresa de muches, la policía del Chubut procedió a realizar un operativo que incluyó móviles y mucho personal para destruir uno por uno cada cartel, de cada pared y de cada poste.

Surge la pregunta acerca de quién ordenó tan raudo operativo, por qué siempre las fuerzas públicas cubren a los victimarios, hasta cuándo la red de complicidades, silencio y amedrentamiento seguirá revictimizando.

Esto acontece en Epuyen y en otras partes del país no sólo como sostén de la violencia patriarcal, sino que todo el andamiaje estatal, por fuera de toda consideración ética y moviéndose en un contexto de impunidad legal y paralegal, suele estar destinado a proteger por dinero cualquier accionar y a que los supuestos representantes del pueblo embolsen jugosos negociados a sus espaldas.

En Epuyen, este esquema alcanza el paroxismo con el gobierno municipal de Antonio Reato, que asumió desde el FpV y hoy es el intendente de la Comarca más cercano a Arcioni. Desde la oscuridad de las cuentas y subsidios para asistir a las víctimas del último brote de hanta virus, que dejara como saldo 11 muertes y el mismo hospital vaciado de siempre; el apoyo desde las sombras y en plena crisis de hanta a la instalación de una mina artesanal de oro (Mina Puma); los loteos por fuera de las reglamentaciones;, la connivencia con la asfaltera Hidraco, que sin siquiera habilitación comercial, violando incluso disposiciones provinciales y talando más de un centenar de cipreses sigue a la vera de la RN 40 sólo a base de corrupción.

La lista de irregularidades y atropellos es demasiado larga, sólo no puede dejar de mencionarse la impunidad de un gobierno municipal que avala y respalda la apología de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar entre sus funcionarios.

Pese a todo, el pueblo de Epuyen se organiza en Colectivas y asambleas, marcha, denuncia y articula con los otros pueblos de la Comarca para construir auténtica justicia y acabar con las redes de complicidad y encubrimiento.

Fuente: ANRed