Las 4 películas de Disney que habría que cancelar (y por qué)
SPUTNIK.
Tras el lanzamiento de Disney Plus, se reavivó la discusión en torno a si ciertas películas deberían o no ser canceladas por reproducir estereotipos de género, racismo y otros tipos de violencia. Hay algunos consensos sobre las películas clásicas, pero, ¿las nuevas están libres de discriminación?
Cómo las películas clásicas de Disney representan a las mujeres, personas no blancas y queer, desde hace décadas está en los debates feministas, colectivos de derechos humanos y algunos intelectuales, pero tras el reciente lanzamiento de Disney Plus, el servicio de streaming de vídeo de The Walt Disney Company, esa discusión se ha vuelto global.
Ya en la tercera década del siglo XXI, es necesario reconocer que algunos elementos de las películas de Disney -fundada en 1923-, simplemente no son adecuadas para que niños, niñas y adolescentes las vean, principalmente las clásicas. Y de hecho, Disney en parte lo hace.
En su plataforma de streaming, películas como Dumbo (1941) y Peter Pan (1953) aparecen en la sección de adultos e incluyen una advertencia: "pueden incluir representaciones culturales anticuadas".
En esas películas, lanzadas en los años 30, las mujeres son representadas como amas de casa, sumisas a los deseos de los hombres que aparecen como sostén de la familia. Se trata de mujeres jóvenes, de tez blanca, bellas e inocentes, que no hacen más que esperar a que un hombre caucásico las rescate de su miserable vida, despierte y rompa hechizos.
Estos estereotipos sobre los roles de género son perjudiciales para las niñas y niños que los ven. Ellas sueñan con castillos y príncipes, mientras que ellos sueñan con tener poder y salvar a mujeres.
¿Qué películas clásicas de Disney deberían cancelarse?
Pensemos en las tres películas más conocidas de Disney: Blancanieves (1937), Cenicienta (1950) y La Bella Durmiente (1959). Allí el tema recurrente es el poder del beso del amor verdadero.
Blancanieves
Pero detengámonos en el icónico beso de Blancanieves: el príncipe devuelve literalmente a la vida a la protagonista con un beso. ¡Pero Blancanieves está inconsciente! Esa escena hoy se interpreta como un acto no consentido y de agresión, y por ello feministas en todo el mundo están pidiendo que se modifique.
Pero desafortunadamente, las mujeres continúan teniendo menos voz que los hombres. En Frozen, por ejemplo, el 59% de las líneas son habladas por hombres. Las mujeres tenían más voz en las primeras películas de Disney que en estas, manteniendo el 60% de las líneas de Cenicienta y el 71% de las de La Bella Durmiente.