Los agujeros asoman en las palabras: retórica electoral en una campaña sin épica ni ideas"Amo tanto las palabras... Las inesperadas...
Las que glotonamente se esperan,
se escuchan, hasta que de pronto caen".
Pablo Neruda
Por Davy Figueiras.
Sin mucho que decir, con ideas abatidas o vencidas antes de pronunciarse frente a una crisis que urge.
Con la mirada puesta en una estrategia nacional especulativa y de supervivencia más que en los problemas provinciales, la campaña ha desarrollado un perfil retórico poco creativo y pobre en contenidos. Tanto oficialismo como oposición buscan padrinazgos políticos externos, mostrando su falta de autonomía.
A diferencia de otros escenarios, donde la palabra cobraba fuerza para surcar un horizonte político, hoy los candidatos deambulan en la desgana retórica ante una sociedad fragmentada en intereses y dificultades.
Linares y Papaiani: con voz prestada
Bajo el protectorado de Cristóbal López, Carlos Linares se impuso como el candidato del Frente de Todos en la provincia
Su lealtad y su militancia K le permitieron colocarse al frente de la lista a pesar de su deslucida performance en la campaña para gobernador de 2019. Por ese entonces, Linares había limitado su propuesta en tres ejes: obra pública, créditos para la producción y refinanciación de la deuda.
Linares fue uno de los pocos peronistas que no se sumó al avance mi explícito, a pesar de los lineamientos que bajaban de Casa Rosada. Pese a que ese tema suele ser evitado, poco y nada se conoce de las propuestas del exintendente para estas PASO. Se limita hasta ahora pragmáticamente a mostrar el apoyo de Nación, aunque el presidente está pasando su peor momento desde que asumió.
Así lo confirma la visita del Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, y de Turismo y Deportes, Matías Lammens, que arribaron a la provincia para mostrar su acompañamiento a los candidatos del Frente de Todos. También Linares aprovecha su línea directa con la vice presidenta para mostrarse en videoconferencias que no aportan contenidos sino cercanía simbólica.
La legitimidad de los candidatos está dada por la Casa Rosada, lo que produce un doble efecto correlativo. Por un lado se vacía el discurso vernáculo, que es reemplazado por la palabra presidencial o por el oráculo twitero de Cristina.
La retórica importada termina generalizando y nacionalizando el discurso, lastimado por la caída abrupta de la imagen presidencial.
Massoni y Puratich: vacunas y fuerza bruta
Las dificultades del gobierno de Arcioni no le permitieron al gobernador contar con variedad ni cantidad de candidatos. Por ello, no resultó descabellado proponer a los únicos que podían llegar a producir algún tipo de efecto, al menos por su ultravisibilidad.
La mano dura y la concepción "relativa" del cumplimiento de los derechos humanos han sido una constante en el accionar del Ministro de Seguridad. Eso acerca su propuesta a reducir la edad de imputabilidad, actualizar las leyes -léase, hacerlas más duras-, violencia de género y narcomenudeo. La estrategia de Massoni es simple y evidente: busca rescatar algunos votos de la derecha para evitar que estos terminen escurriéndose en manos de los candidatos de la oposición.
Puratich, por su lado, surfeó con discreto éxito el plan de vacunación nacional que no tuvo mayores dificultades en la provincia. Lo que en otro contexto hubiera parecido escaso en torno a la gestión, la urgencia lo vuelve suficiente.
Ongarato y Menna: elogio a la generalidad
Sin desentonar con un contexto desértico en propuestas, los candidatos de Juntos solo se limitan a proponer cuestiones generales de bienestar, pero sin mayores detalles. Un verdadero elogio a la generalidad.
Hace pocos días, Menna propuso como lema de campaña impulsar la creación de puestos de trabajo favoreciendo la producción, algo que parece más atinado para un cargo Ejecutivo que legislativo. Curiosa decisión, dado que hace años que está en funciones y su trayectoria legislativa poco y nada tuvo que ver con estas propuestas.
Ongarato, por su parte, también contribuyó a esta disociación entre propuesta ejecutiva para cargo legislativo afirmando que se deben crear las condiciones de empleo para los chubutenses.
Torres y Romero: lo que la gente quiere escuchar
Torres construyó su discurso de campaña con un eje protagónico en los últimos años en Chubut: la educación. Su llegada a medios nacionales le permitió dar a conocer los problemas estructurales de Chubut: sueldos atrasados, años de clases perdidas, ahogo financiero, deuda a estatales, aumentos desmedidos a funcionarios políticos, entre otros.
Torres se convirtió lentamente en la cara con mayor vidriera de la oposición. Consciente de que la ciudadanía se identifica en el reflejo de lo que impone la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, supo explorar esa zona para crecer en las encuestas y ser uno de los candidatos a ganar la elección o pelear voto a voto con la lista de Linares.
El desarrollo territorial de Torres no pasó desapercibido para las estructuras nacionales de su partido. Hace unos días, contó con el apoyo de Patricia Bulrich, quien viajó hasta el sur para sacarse la famosa foto del "padrino porteño".
El discurso de Torres se funda en la debilidad del gobierno provincial, cada vez más deslegitimado. Capital que está siendo aprovechado para intentar dar el batacazo en una provincia que hace varios años cuenta con hegemonía peronista, del pelaje que sea. Das Neves dejó una losa que -guste o no al PJ- cuesta levantar.
"Amo tanto las palabras... Las inesperadas...
Las que glotonamente se esperan,
se escuchan, hasta que de pronto caen".
Pablo Neruda
Por Davy Figueiras.
Sin mucho que decir, con ideas abatidas o vencidas antes de pronunciarse frente a una crisis que urge.
Con la mirada puesta en una estrategia nacional especulativa y de supervivencia más que en los problemas provinciales, la campaña ha desarrollado un perfil retórico poco creativo y pobre en contenidos. Tanto oficialismo como oposición buscan padrinazgos políticos externos, mostrando su falta de autonomía.
A diferencia de otros escenarios, donde la palabra cobraba fuerza para surcar un horizonte político, hoy los candidatos deambulan en la desgana retórica ante una sociedad fragmentada en intereses y dificultades.
Linares y Papaiani: con voz prestada
Bajo el protectorado de Cristóbal López, Carlos Linares se impuso como el candidato del Frente de Todos en la provincia
Su lealtad y su militancia K le permitieron colocarse al frente de la lista a pesar de su deslucida performance en la campaña para gobernador de 2019. Por ese entonces, Linares había limitado su propuesta en tres ejes: obra pública, créditos para la producción y refinanciación de la deuda.
Linares fue uno de los pocos peronistas que no se sumó al avance mi explícito, a pesar de los lineamientos que bajaban de Casa Rosada. Pese a que ese tema suele ser evitado, poco y nada se conoce de las propuestas del exintendente para estas PASO. Se limita hasta ahora pragmáticamente a mostrar el apoyo de Nación, aunque el presidente está pasando su peor momento desde que asumió.
Así lo confirma la visita del Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, y de Turismo y Deportes, Matías Lammens, que arribaron a la provincia para mostrar su acompañamiento a los candidatos del Frente de Todos. También Linares aprovecha su línea directa con la vice presidenta para mostrarse en videoconferencias que no aportan contenidos sino cercanía simbólica.
La legitimidad de los candidatos está dada por la Casa Rosada, lo que produce un doble efecto correlativo. Por un lado se vacía el discurso vernáculo, que es reemplazado por la palabra presidencial o por el oráculo twitero de Cristina.
La retórica importada termina generalizando y nacionalizando el discurso, lastimado por la caída abrupta de la imagen presidencial.
Massoni y Puratich: vacunas y fuerza bruta
Las dificultades del gobierno de Arcioni no le permitieron al gobernador contar con variedad ni cantidad de candidatos. Por ello, no resultó descabellado proponer a los únicos que podían llegar a producir algún tipo de efecto, al menos por su ultravisibilidad.
La mano dura y la concepción "relativa" del cumplimiento de los derechos humanos han sido una constante en el accionar del Ministro de Seguridad. Eso acerca su propuesta a reducir la edad de imputabilidad, actualizar las leyes -léase, hacerlas más duras-, violencia de género y narcomenudeo. La estrategia de Massoni es simple y evidente: busca rescatar algunos votos de la derecha para evitar que estos terminen escurriéndose en manos de los candidatos de la oposición.
Puratich, por su lado, surfeó con discreto éxito el plan de vacunación nacional que no tuvo mayores dificultades en la provincia. Lo que en otro contexto hubiera parecido escaso en torno a la gestión, la urgencia lo vuelve suficiente.
Ongarato y Menna: elogio a la generalidad
Sin desentonar con un contexto desértico en propuestas, los candidatos de Juntos solo se limitan a proponer cuestiones generales de bienestar, pero sin mayores detalles. Un verdadero elogio a la generalidad.
Hace pocos días, Menna propuso como lema de campaña impulsar la creación de puestos de trabajo favoreciendo la producción, algo que parece más atinado para un cargo Ejecutivo que legislativo. Curiosa decisión, dado que hace años que está en funciones y su trayectoria legislativa poco y nada tuvo que ver con estas propuestas.
Ongarato, por su parte, también contribuyó a esta disociación entre propuesta ejecutiva para cargo legislativo afirmando que se deben crear las condiciones de empleo para los chubutenses.
Torres y Romero: lo que la gente quiere escuchar
Torres construyó su discurso de campaña con un eje protagónico en los últimos años en Chubut: la educación. Su llegada a medios nacionales le permitió dar a conocer los problemas estructurales de Chubut: sueldos atrasados, años de clases perdidas, ahogo financiero, deuda a estatales, aumentos desmedidos a funcionarios políticos, entre otros.
Torres se convirtió lentamente en la cara con mayor vidriera de la oposición. Consciente de que la ciudadanía se identifica en el reflejo de lo que impone la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, supo explorar esa zona para crecer en las encuestas y ser uno de los candidatos a ganar la elección o pelear voto a voto con la lista de Linares.
El desarrollo territorial de Torres no pasó desapercibido para las estructuras nacionales de su partido. Hace unos días, contó con el apoyo de Patricia Bulrich, quien viajó hasta el sur para sacarse la famosa foto del "padrino porteño".
El discurso de Torres se funda en la debilidad del gobierno provincial, cada vez más deslegitimado. Capital que está siendo aprovechado para intentar dar el batacazo en una provincia que hace varios años cuenta con hegemonía peronista, del pelaje que sea. Das Neves dejó una losa que -guste o no al PJ- cuesta levantar.