La inflación sigue desbocada y nadie logra frenar a los voraces formadores de precios
Otra vez la inflación vuelve a mostrarse como el mayor problema para enfrentar en la Argentina y recargadamente en la Patagonia. Los precios no paran de subir y la disparada en este 2021 ya muestra una contundente superación de las proyecciones efectuadas por el Gobierno nacional para todo el año. La inflación patagónica llegó al 3,7% el mes pasado, acumuló un 39,9% en nueve meses y alcanzó el 53,5% en todo el último año.
El informe del INDEC reveló que la suba de precios se mantiene constante más allá de las PASO y los intentos del Gobierno nacional por hacer descender los niveles inflacionarios. Ya sin muchos argumentos que justifiquen una nueva desbocada de los precios, todo parece venirles bien a los formadores de precios y los comercializadores para mantener la suba constante que deteriora el poder adquisitivo de los consumidores.
La gestión de Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán habían proyectado que para todo el 2021 la inflación sería del 29%, pero en los primeros nueve meses del año ya llegó al 37% de promedio en todo el país; pero en la Patagonia el acumulado anual es del 39,9%.
La nueva suba de precios de septiembre tuvo su epicentro en rubros que en su gran mayoría no tiene justificación en la estacionalidad ni en las subas del dólar o de los precios internacionales.
Sólo la voracidad empresaria por acaparar ganancia en base a la suba de precios, en medio de una profunda crisis económica y el deterioro constante de lo salarios, puede hacer entender las constantes disparadas inflacionarias.
Los rubros que más subieron en la Patagonia durante septiembre fueron: 9,1% las prepagas de medicina privada; los cigarrillos 6,6%; las frutas 5,8%; la recreación y cultura el 5,7%; los alquileres 5,5%; y la yerba con el café subieron el 5,5%.
En los últimos doce meses los precios que más crecieron en la región fueron: los aceites el 73,4%, bebidas alcohólicas 72,1%; las prendas de vestir el 71,7%; la yerba y el café un 70,9%; las carnes un 67,2%; y los medicamentos el 59,9%.