El oscuro recuerdo de De los Santos en Comodoro: usó su saber médico para torturarEl médico Fermín de los Santos no integra la lista de imputados en el megajuicio de La Perla, pero fue identificado como "colaborador" por parte de uno de los principales responsables del centro clandestino, el capitán (R) Héctor Vergez, en el inicio del megajuicio que se lleva a cabo en Córdoba. Vergez declaró el 27 de febrero pasado y ubicó a De los Santos como un médico secuestrado en La Perla de quien dijo que "se hizo un colaborador" y que luego "se fue a vivir a Neuquén".
Varios de los testigos-víctimas lo señalaron como partícipe en las sesiones de tortura. Aquí el Ejército lo presentó como médico en el hospital de Chos Malal en la década del 80 y ejerció también en Centenario, en tanto que en el Castro Rendón se especializó en pediatría. Con la democracia, la Asociación de Profesionales de Neuquén buscó infructuosamente y durante décadas, que el ministerio de Salud de Neuquén o un comité de ética le diera de baja la matrícula a de los Santos. Actualmente ejerce como pediatra en Comodoro Rivadavia, según aclaró Noemí Alemany, de la asociación neuquina e integrante de la Corriente por los Derechos Humanos.
"Los conocimientos médicos que todos nosotros hacemos para prolongar la vida y darle bienestar a la gente, él los usó para torturar y matar, no se le puede permitir que sea médico", insistió Alemany. Sobrevivientes del centro clandestino como Graciela Geuna y Pablo Gustavo Contempomi lo identificaron en las sesiones de tortura, aplicando la "picana" o midiendo con el estetoscopio, la fortaleza de la víctima. En la denuncia a la Apdh en 1984, no sólo la firmaron Geuna y Contempomi, sino también Liliana Callizo y Teresa Meschiati, quien declaró como testigo de cargo el miércoles en la megacausa que se debate en Córdoba, en la segunda semana de la etapa testimonial. Geuna, Contempomi, Callizo y Meschiati aportaron sus denuncias desde los primeros años de democracia, luego ante fueros internacionales cuando en Argentina imperaban las leyes del Punto Final y Obediencia Debida, y con la reapertura de las causas penales, insistieron en la identificación de los responsables del centro clandestino cordobés.
El médico de los Santos fue suspendido de su cargo de médico hace dos décadas en Neuquén cuando trabajaba en el Castro Rendón por la gestión realizada por los profesionales de la Asociación; luego el pediatra le ganó un abultado juicio a la provincia por esto. Hubo una primera declaración suya ante la Conadep con la presencia del obispo Jaime de Nevares y de "Coco" Mantilaro en la que dio testimonio sobre el funcionamiento de La Perla y sus responsables, pero cuando esto se conoció, personal de Inteligencia -presumían los médicos- lo fue a buscar al hospital de Centenario y a su regreso (tres días después), se desdijo de todos sus dichos. Desde la asociación de profesionales se investigó que hasta el título de médico habría sido logrado de manera irregular, ya que en la Universidad de Córdoba rindió tres materias como cirugía, pediatría y ginecología en una misma semana y con altas calificaciones, todo mientras estaba en La Perla.
"Lo que nos queda después de tantos años es que de los Santos fue hasta un infiltrado en Montoneros, en La Perla él muestra una real afinidad ideológica, se mimetizó con las prácticas de los grupos de tareas, se recibe de médico estando detenido-desaparecido", describió Alemany. Agregó que la tortura "es una situación límite que no me puedo poner a juzgar esas conductas, en La Perla hubieron muchos quebrados que con el advenimiento de la democracia desnudaron lo que fue el centro clandestino, colaboraron para buscar la verdad, su testimonio fue importantísimo para el juicio de las juntas e hicieron todos los aportes que se necesitaron ante la Justicia; de los Santos hizo una declaración ante la Conadep de la cual luego se desdijo, y dice que en La Perla no hubo torturas, que no se maltrataba a la gente, que no hubo desaparecidos; se desdice del horror porque era colaborador", insistió.
Con el juicio en marcha actualmente en Córdoba la situación del pediatra reabrió la polémica. "Hay que llegar a hacer Justicia, este personaje ha sido siempre de los servicios de información, seguramente después siguió dándoles informes a los servicios sobre todos nosotros, qué militancia teníamos, qué hacíamos; pero en especial es una burla a sus compañeros que desaparecieron y fueron torturados", dijo Alemany. Agregó que en la búsqueda de Justicia "bajemos un poco las responsabilidades de los que tuvieron colaboración directa en la tortura. Como médica me siento ofendida de que un tipo pueda ejercer la medicina igual que yo habiendo estado en una mesa de tortura", finalizó.
El manuscrito de 1984 en el que sobrevivientes de La Perla denuncian a De los Santos como uno de los torturadores
El médico Fermín de los Santos no integra la lista de imputados en el megajuicio de La Perla, pero fue identificado como "colaborador" por parte de uno de los principales responsables del centro clandestino, el capitán (R) Héctor Vergez, en el inicio del megajuicio que se lleva a cabo en Córdoba. Vergez declaró el 27 de febrero pasado y ubicó a De los Santos como un médico secuestrado en La Perla de quien dijo que "se hizo un colaborador" y que luego "se fue a vivir a Neuquén".
Varios de los testigos-víctimas lo señalaron como partícipe en las sesiones de tortura. Aquí el Ejército lo presentó como médico en el hospital de Chos Malal en la década del 80 y ejerció también en Centenario, en tanto que en el Castro Rendón se especializó en pediatría. Con la democracia, la Asociación de Profesionales de Neuquén buscó infructuosamente y durante décadas, que el ministerio de Salud de Neuquén o un comité de ética le diera de baja la matrícula a de los Santos. Actualmente ejerce como pediatra en Comodoro Rivadavia, según aclaró Noemí Alemany, de la asociación neuquina e integrante de la Corriente por los Derechos Humanos.
"Los conocimientos médicos que todos nosotros hacemos para prolongar la vida y darle bienestar a la gente, él los usó para torturar y matar, no se le puede permitir que sea médico", insistió Alemany. Sobrevivientes del centro clandestino como Graciela Geuna y Pablo Gustavo Contempomi lo identificaron en las sesiones de tortura, aplicando la "picana" o midiendo con el estetoscopio, la fortaleza de la víctima. En la denuncia a la Apdh en 1984, no sólo la firmaron Geuna y Contempomi, sino también Liliana Callizo y Teresa Meschiati, quien declaró como testigo de cargo el miércoles en la megacausa que se debate en Córdoba, en la segunda semana de la etapa testimonial. Geuna, Contempomi, Callizo y Meschiati aportaron sus denuncias desde los primeros años de democracia, luego ante fueros internacionales cuando en Argentina imperaban las leyes del Punto Final y Obediencia Debida, y con la reapertura de las causas penales, insistieron en la identificación de los responsables del centro clandestino cordobés.
El médico de los Santos fue suspendido de su cargo de médico hace dos décadas en Neuquén cuando trabajaba en el Castro Rendón por la gestión realizada por los profesionales de la Asociación; luego el pediatra le ganó un abultado juicio a la provincia por esto. Hubo una primera declaración suya ante la Conadep con la presencia del obispo Jaime de Nevares y de "Coco" Mantilaro en la que dio testimonio sobre el funcionamiento de La Perla y sus responsables, pero cuando esto se conoció, personal de Inteligencia -presumían los médicos- lo fue a buscar al hospital de Centenario y a su regreso (tres días después), se desdijo de todos sus dichos. Desde la asociación de profesionales se investigó que hasta el título de médico habría sido logrado de manera irregular, ya que en la Universidad de Córdoba rindió tres materias como cirugía, pediatría y ginecología en una misma semana y con altas calificaciones, todo mientras estaba en La Perla.
"Lo que nos queda después de tantos años es que de los Santos fue hasta un infiltrado en Montoneros, en La Perla él muestra una real afinidad ideológica, se mimetizó con las prácticas de los grupos de tareas, se recibe de médico estando detenido-desaparecido", describió Alemany. Agregó que la tortura "es una situación límite que no me puedo poner a juzgar esas conductas, en La Perla hubieron muchos quebrados que con el advenimiento de la democracia desnudaron lo que fue el centro clandestino, colaboraron para buscar la verdad, su testimonio fue importantísimo para el juicio de las juntas e hicieron todos los aportes que se necesitaron ante la Justicia; de los Santos hizo una declaración ante la Conadep de la cual luego se desdijo, y dice que en La Perla no hubo torturas, que no se maltrataba a la gente, que no hubo desaparecidos; se desdice del horror porque era colaborador", insistió.
Con el juicio en marcha actualmente en Córdoba la situación del pediatra reabrió la polémica. "Hay que llegar a hacer Justicia, este personaje ha sido siempre de los servicios de información, seguramente después siguió dándoles informes a los servicios sobre todos nosotros, qué militancia teníamos, qué hacíamos; pero en especial es una burla a sus compañeros que desaparecieron y fueron torturados", dijo Alemany. Agregó que en la búsqueda de Justicia "bajemos un poco las responsabilidades de los que tuvieron colaboración directa en la tortura. Como médica me siento ofendida de que un tipo pueda ejercer la medicina igual que yo habiendo estado en una mesa de tortura", finalizó.
El manuscrito de 1984 en el que sobrevivientes de La Perla denuncian a De los Santos como uno de los torturadores