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Yemen, la guerra sucia que manipulan Estados Unidos y sus aliados

Recientemente el conflicto en Yemen, que tiene lugar desde hace años en este país del sur de la península arábiga, se ha vuelto a intensificar. En enero al menos 70 personas murieron y cientos resultaron heridas en un ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudita a una prisión en el norte del país.

Considerada como una guerra subsidiaria entre Arabia Saudita e Irán, tiene dividido a Yemen en dos facciones. Su origen no es solo de índole económica o religiosa, sino que se trata también de una lucha por la supremacía en la región, las reservas de petróleo sin explotar y el acceso al Mar Rojo, que implica el control del Canal de Suez.

Saná, la antigua capital de la República de Yemen, se considera entretanto uno de los lugares más inaccesibles del planeta. Desde hace seis años la ciudad está controlada por el movimiento político-militar hutí que se hace llamar Ansar Allah. Sin embargo, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos quieren que el presidente yemení en el exilio vuelva a ocupar su cargo. Consideran a los rebeldes hutíes, pertenecientes a la jurisprudencia islámica zaidí, como disidentes y herejes que amenazan el wahabismo. Con el apoyo del armamento proporcionado por Occidente, bombardean sin descanso el norte del país en esta guerra sucia. Además, un estricto embargo está matando de hambre a la población. Alrededor de 400.000 niños corren grave peligro de morir de hambre. Sin embargo, el mundo mira hacia otro lado.

Fuente: DW