Milei es el cuco o qué: sobre el voto arrastrado, los votos arrastre y los fantasmas de Alsogaray y AllendePor Alejandro Bermejo*
"Una ciudad donde todos opinan/y hasta se forma una selección en cada esquina".
Chico Novarro (Cantata a Buenos Aires)
Las listas del 73 se formaron entre gallos y medianoche, en congresos amañados y medio tramposos, y aparecieron candidatos raros, variopintos, con historias impresentables, mezclados con combatientes de la tribuna y de los otros. Eran tan heterogéneas las listas, tan mezcladas en las que se elegiría todo el staff político de la Nación, incluidos los senadores -era la primera vez que se elegía a los próceres del Senado con el voto popular- que empezaron los rumores boca a boca: "ponemos al Tío y allí abajo elegimos otra cosa". El resultado fue tal vez el primer susto de la casta, porque la campaña era "Votar la boleta completa!" y "La boleta no se corta".
El voto arrastre y los colgados
O sea que el voto arrastre es tan viejo como la democracia en la Argentina. Siempre los políticos con pocos votos se las arreglaron para colgar su lista o colgarse en la lista de alguien con más peso (con más votos quiero decir). Y aparecieron las listas sábanas (en realidad nunca desaparecieron) las colectoras, las leyes de lema y todos esos engendros de los que hablábamos las semana pasada .
La actitud opuesta a esas tendencias fue la famosa "ley de tachas" que fue usada en algunas provincias e incluso en una de ellas tuvo alcance constitucional. Los desastres de su aplicación fueron tan grandes que se regresó a las antiguas y desprestigiadas listas sábanas que ocasionaban menos problemas.
Hacia dónde voy? Paciencia, amigo lector.
Hemos hablado del efecto arrastre en el sentido de "me cuelgo de la lista con más chances" , pero también existe la lectura opuesta que es "ni en pedo voy pegado a esa lista".
El arrastre al revés
Los gobernadores (peronistas y de los otros, pero sobre todo los peronistas que son mayoría y hacen más ruido) al ver la caída en las chances electorales de los candidatos a presidente (cuando se sepa quiénes son) que competirán a partir de Agosto, en las PASO y en octubre y noviembre en la primera y segunda vuelta decidieron por el arrastre opuesto. Separaron las elecciones. "No fuera a ser que el candidato a Presidente me lleve hasta el fondo."
Algunos pensaron en separar las elecciones para evitar el arrastre del cisne negro de estas elecciones, el libertario Milei que en un escenario donde se votan todas las instancias podía favorecer a sus candidatos, con su enorme intención de voto, a lo largo y ancho de todo el país.Y aparecen los razonamientos sobre que sucede ahora después de las elecciones de La Rioja donde su candidato a gobernador solo llegó a un 16 % de los votos emitidos.
Milei: cuco o qué
Así como en un mundial todos los argentinos son virtuales DT de la selección, en épocas electorales todos somos cientistas políticos o analistas políticos como dicen los pies de pantallas de los canales de TV.
No era que Milei era el cuco de la elección que iba a desplazar a una de las coaliciones del balotaje? Se preguntan los analistas improvisados, sin poner en tela de juicio lo que decían hace menos de una semana, cuando lo ponderaban , y sin pensar que así como hay amores distintos, hay instancias distintas.
Una cosa es querer votar a Milei para presidente y otra muy diferente es votar a alguien que acompañe lo acompañe para gobernador. Por ejemplo. Si Milei tiene en Chubut casi un 30 % de intención de voto, no significa que ese porcentaje se traslade automáticamente al candidato a gobernador que encabece a los libertarios en Chubut.
Las agendas provinciales son diferentes a la agenda nacional, se juegan cosas distintas y cada provincia tiene su propia historia y es tan grande pensar que caen los oficialismos (por lo que pasó en Neuquén) o que los oficialismos se fortalecen (por La Rioja y Jujuy) .
Es necesario analizar cada caso por separado y no ceder a la tentación de hacer proyecciones que suenan a definitivas, cuando en realidad son solo proyecciones probabilísticas sujetas a un margen de error considerable.
Porque el sistema político argentina fue históricamente bi partidista. La crisis del 2001 lo que hizo fue implosionar a los dos partidos mayoritarios pero rápidamente lograron el armado de dos coaliciones más políticas que ideológicamente . Este formato bi coali cioanista ha permitido desde el 2003 que las instituciones sobrevivan a todas las crisis económicas y sociales de los últimos 20 años incluso sobrevirá a la crisis que todos los analistas económicos vaticinan para los próximos meses.
En cierta manera el discurso de Milei apunta a este hecho, las instituciones están sólidas políticamente, no en la economía y la clase dirigente, la casta según el libertario, refugiada en esa solidez no arriesga a perder ninguno de sus privilegios , recordemos que en la Pandemia, todos los sectores hicieron un ajuste a sus ingresos, menos el sector Estatal.
Para qué sirve una tercera fuerza
La presencia de una tercera fuerza política en el escenario renueva las esperanzas en la política, en cierta manera (la izquierda en sus distintas formas siempre ha estado presente , pero los 3 o 4 puntos electorales sólo le han permitido tener un bloque de diputados nacionales más testimonial que políticamente posible)
Durará esta tercera fuerza? O sucederá lo mismo que con la UCD, el PI y otros que se animaron a ir por fuera de los grandes partidos? O terminará absorbido como les sucedió a los herederos de Alsogaray y del Bisonte Allende?
Incertidumbre y good show.
*Sociólogo.
Por Alejandro Bermejo*
"Una ciudad donde todos opinan/y hasta se forma una selección en cada esquina".
Chico Novarro (Cantata a Buenos Aires)
Las listas del 73 se formaron entre gallos y medianoche, en congresos amañados y medio tramposos, y aparecieron candidatos raros, variopintos, con historias impresentables, mezclados con combatientes de la tribuna y de los otros. Eran tan heterogéneas las listas, tan mezcladas en las que se elegiría todo el staff político de la Nación, incluidos los senadores -era la primera vez que se elegía a los próceres del Senado con el voto popular- que empezaron los rumores boca a boca: "ponemos al Tío y allí abajo elegimos otra cosa". El resultado fue tal vez el primer susto de la casta, porque la campaña era "Votar la boleta completa!" y "La boleta no se corta".
El voto arrastre y los colgados
O sea que el voto arrastre es tan viejo como la democracia en la Argentina. Siempre los políticos con pocos votos se las arreglaron para colgar su lista o colgarse en la lista de alguien con más peso (con más votos quiero decir). Y aparecieron las listas sábanas (en realidad nunca desaparecieron) las colectoras, las leyes de lema y todos esos engendros de los que hablábamos las semana pasada .
La actitud opuesta a esas tendencias fue la famosa "ley de tachas" que fue usada en algunas provincias e incluso en una de ellas tuvo alcance constitucional. Los desastres de su aplicación fueron tan grandes que se regresó a las antiguas y desprestigiadas listas sábanas que ocasionaban menos problemas.
Hacia dónde voy? Paciencia, amigo lector.
Hemos hablado del efecto arrastre en el sentido de "me cuelgo de la lista con más chances" , pero también existe la lectura opuesta que es "ni en pedo voy pegado a esa lista".
El arrastre al revés
Los gobernadores (peronistas y de los otros, pero sobre todo los peronistas que son mayoría y hacen más ruido) al ver la caída en las chances electorales de los candidatos a presidente (cuando se sepa quiénes son) que competirán a partir de Agosto, en las PASO y en octubre y noviembre en la primera y segunda vuelta decidieron por el arrastre opuesto. Separaron las elecciones. "No fuera a ser que el candidato a Presidente me lleve hasta el fondo."
Algunos pensaron en separar las elecciones para evitar el arrastre del cisne negro de estas elecciones, el libertario Milei que en un escenario donde se votan todas las instancias podía favorecer a sus candidatos, con su enorme intención de voto, a lo largo y ancho de todo el país.Y aparecen los razonamientos sobre que sucede ahora después de las elecciones de La Rioja donde su candidato a gobernador solo llegó a un 16 % de los votos emitidos.
Milei: cuco o qué
Así como en un mundial todos los argentinos son virtuales DT de la selección, en épocas electorales todos somos cientistas políticos o analistas políticos como dicen los pies de pantallas de los canales de TV.
No era que Milei era el cuco de la elección que iba a desplazar a una de las coaliciones del balotaje? Se preguntan los analistas improvisados, sin poner en tela de juicio lo que decían hace menos de una semana, cuando lo ponderaban , y sin pensar que así como hay amores distintos, hay instancias distintas.
Una cosa es querer votar a Milei para presidente y otra muy diferente es votar a alguien que acompañe lo acompañe para gobernador. Por ejemplo. Si Milei tiene en Chubut casi un 30 % de intención de voto, no significa que ese porcentaje se traslade automáticamente al candidato a gobernador que encabece a los libertarios en Chubut.
Las agendas provinciales son diferentes a la agenda nacional, se juegan cosas distintas y cada provincia tiene su propia historia y es tan grande pensar que caen los oficialismos (por lo que pasó en Neuquén) o que los oficialismos se fortalecen (por La Rioja y Jujuy) .
Es necesario analizar cada caso por separado y no ceder a la tentación de hacer proyecciones que suenan a definitivas, cuando en realidad son solo proyecciones probabilísticas sujetas a un margen de error considerable.
Porque el sistema político argentina fue históricamente bi partidista. La crisis del 2001 lo que hizo fue implosionar a los dos partidos mayoritarios pero rápidamente lograron el armado de dos coaliciones más políticas que ideológicamente . Este formato bi coali cioanista ha permitido desde el 2003 que las instituciones sobrevivan a todas las crisis económicas y sociales de los últimos 20 años incluso sobrevirá a la crisis que todos los analistas económicos vaticinan para los próximos meses.
En cierta manera el discurso de Milei apunta a este hecho, las instituciones están sólidas políticamente, no en la economía y la clase dirigente, la casta según el libertario, refugiada en esa solidez no arriesga a perder ninguno de sus privilegios , recordemos que en la Pandemia, todos los sectores hicieron un ajuste a sus ingresos, menos el sector Estatal.
Para qué sirve una tercera fuerza
La presencia de una tercera fuerza política en el escenario renueva las esperanzas en la política, en cierta manera (la izquierda en sus distintas formas siempre ha estado presente , pero los 3 o 4 puntos electorales sólo le han permitido tener un bloque de diputados nacionales más testimonial que políticamente posible)
Durará esta tercera fuerza? O sucederá lo mismo que con la UCD, el PI y otros que se animaron a ir por fuera de los grandes partidos? O terminará absorbido como les sucedió a los herederos de Alsogaray y del Bisonte Allende?
Incertidumbre y good show.
*Sociólogo.