Exclusivo EES

La pesca bordea el abismo, crisis terminal en Madryn

Puerto Madryn – Rawson. EES 120

 

La situación de la pesca en la ciudad de Madryn es insostenible. Tras años de desidia, negociados y oscuros manejos políticos que se remontan a los tiempos del ex gobernador Carlos Maestro y se acentuaron en los años dasnevistas, la crisis explotó en el rostro de funcionarios nacionales, provinciales y municipales. El cierre sistemático de industrias del sector y la pérdida extraordinaria de puestos de trabajo proyecta graves consecuencias sociales. Se suman aparentes maniobras de vaciamiento, cuya mecánica es generar deudas a empresas fantasmas para deshacerse de activos. Con una Harengus quebrada como caso testigo, todas las sirenas suenan en torno al desguace de Alpesca. Una realidad de la que nadie quiere hacerse cargo.

 

El economista Juan Carlos de Pablo definió a Argentina diciendo que “no es un país cíclico, sino ciclónico” (1). La metáfora encaja en la breve e intensa historia de la pesca en Puerto Madryn.  La diferencia semántica entre ciclo y ciclón no es menor si consideramos que los ciclos son devenires lógicos de cualquier emprendimiento industrial: épocas de bonanza y épocas de malaria. El abc de la economía radica en aprovechar los buenos momentos para cuando los malos vuelvan. Ahora, cuando las previsiones no hacen sino profundizar los quiebres naturales de un ciclo, tenemos como consecuencia un ciclón.

La realidad en el sector pesquero es compleja, pero no muy difícil de comprender. Una suma de desastres protagonizados por todos los sectores contribuyeron para llegar a este resultado: empresas quebradas, trabajadores desocupados, proveedores amotinados por falta de pagos, desguaces de activos y políticas tibias en una acalorada discusión que necesita de dos elementos que nunca tuvo: tiempo y planificación. En esta realidad desgarrada, la justicia desestimó con un fallo inédito uno de los pilares de la política estratégica de la pesca de Chubut.

 

Números y costos

 

La inflación que elevó el costo de insumos básicos, la caída de los precios internacionales y la crisis mundial, especialmente en Europa, que permitió la caída de la demanda, son claves para comprender la gravedad de la situación.

Entre los insumos con incremento exponencial está el gasoil, que desde 2003 aumentó más del doble. Hay que sumarle el incremento  -entre 100% y 360% - del cartón corrugado y el polietileno, importantes para procesamiento y embalaje.

Según CAIPA (Cámara de la Industria Pesquera) la caída en el precio del langostino osciló entre el 30% y el 40%. Entre los reclamos recurrentes del empresariado está el aumento constante de la estiba – cuesta unos $100 mil pesos para un mínimo es de 100 toneladas, cuando la mayoría de los barcos apenas llegan a cargar 70 toneladas–, la liberación de topes salariales para cargas sociales (aproximadamente, las cargas sociales ascienden a 2000 dólares), el ausentismo crónico (alrededor del 25%), la ausencia de financiamiento crediticio para las exportaciones, los porcentajes abrumadores de los derechos de exportación (comúnmente llamadas retenciones), el atraso en el cobro de los reintegros de impuestos, que llegan a demorar hasta diez meses y la ley 26.341 (sancionada en diciembre de 2007) que establece que los vales por almuerzo sean incorporados al salario (remunerativo) incrementando el costo bimestral en un 10%.

 

Pérdidas y desinversión

 

Desde lo natural, el recurso desde viene ofreciendo buena pesca, pero el principal problema es la caída del precio internacional, como en el caso del langostino.

En el primer semestre se exportó un 7% más que en su equivalente de 2011, pero la entrada de dólares disminuyó el 1% (Ver tabla 1). A esto se sumó el incremento de los costos internos que, en muchos casos, está en dólares, no sólo para las empresas sino también para los proveedores.

Como muestra el gráfico, la caída de las exportaciones de pescados fue del 19,5% y la entrada de dólares también cayó un 16,7%. No se han podido establecer políticas anticíclicas que anticiparan una fluctuación en este sentido. El aumento de los insumos en los proveedores tiene como consecuencia problemas en la cadena de pagos.

En Madryn, con el antecedente de Harengus y la actualidad de Alpesca, no son pocos los proveedores que pretenden organizarse en una Cámara que evite que las empresas concursen y finiquiten los pagos. Algunos de los últimos cheques emitidos por Alpesca S.A. fueron rebotados y algunas empresas proveedoras pasaron a engrosar la deuda de más de $5 millones que la pesquera tiene en sus pasivos. Algunos talleres no logran cobrar deudas de pesqueras que alcanzan hasta $1,5 millones.

Desde la política se habla de “cuidar” puestos de trabajo, pero no de reactivar la cadena de pagos,  y con barcos sin pescar y plantas sin procesar difícilmente se pueda generar dinero para salir de esta crisis.

 

Recortes, quiebras y olvido

 

Entre las empresas que quebraron en Puerto Madryn están SM&S (48 trabajadores), Poseidón (más de 200), Procesadora Neptuno (80), Entre Mareas (60). Otras atraviesan serias dificultades, como Conarpesa, que al cierre de esta edición tiene tomada la planta y pasó de 400 a 100 empleados, e Iberpesca, que despidió a 45 de sus 90 empleados.

En Comodoro Rivadavia, Arbumasa quebró. Llegó a tener 150 empleados. Barilari también. En 2008 tuvo 280 empleados efectivos y 150 contratados.

La historia sigue con Marítima San Jorge en Viedma, Camaronera Patagónica y Pesquera Austral en San Antonio Oeste o Tramar en Sierra grande. Son, apenas, un puñado de ejemplos.

 

Harengus, Alpesca, idéntico destino

 

Desde que el Grupo Baldino se hizo cargo de Alpesca, muchos anticiparon su final, y los rumores de vaciamiento arreciaron en el ambiente. El desastre se instaló con la mujer que se prendió fuego a lo bonzo en la puerta de la empresa, mientras algunos dirigentes acusaban a la pesquera por la venta de dos barcos a la empresa marplatense Maronti S.A. y Buenos Aires Pesca S.A.

Las especulaciones tenían fundamento: a ambas se les atribuye la titularidad al mismo grupo Baldino. Es más, tanto Maronti (CUIT: 33-70923155-9) y Buenos Aires Pesca S.A. (CUIT: 30-70871966-4) comparten el mismo domicilio fiscal: Triunvirato 1064, Mar del Plata Sur 7600 Buenos Aires, según consta en las actas de inscripción de AFIP.

El caso de Harengus es emblemático. No sólo está en quiebra, sino que carece de activos para afrontar las deudas. Llegó a tener 500 empleados y fue una de las líderes en producción y comercialización.

En 2009 –antes de que el juez Luis Mures decretara la quiebra– la deuda de la empresa era de $ 54.743.206,39. De este monto, $ 27.438.467,21 pertenecía a deudas concursales quirografarias, $ 5.145.706,50 a deudas laborales y el resto del pasivo a otros acreedores privilegiados.

 

Un fallo inesperado

 

Apenas se conoció el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró inconstitucionales cuatro artículos de la ley de pesca provincial, el gobernador Martín Buzzi salió a reclamar que las empresas firmen un acuerdo voluntario. El gesto es desafiante, porque convoca a a los empresarios a aceptar algo que vienen rechazando durante diez años. El Subsecretario de Pesca, Luis Pérez, -el ex jefe de Personal de Alpesca que basa su capital político en la aceptación de los empresarios– se sintió en un callejón sin salida y puso su renuncia a disposición. Al cierre de esta edición, algunos empresarios se animaban a pronosticar que “va a permanecer en el cargo”. Resulta difícil que suceda, según dirigentes cercanos a Buzzi.

 

(1)  De Pablo, Juan Carlos, 200 años de economía argentina, Zeta, 2011.

 

 

Harengus y Bulgheroni

 

En un estatuto firmado en la provincia de Santa Fe el 31-09-1993, Alejandro Pedro Bulgueroni y Mario Fernando López Olaciregui figuran como directores titulares y socios de la empresa TECINVER S.A., que luego, “para simplificar tareas y gestiones administrativas”, cambió su denominación a INVERTEC S.A., con domicilio legal en Buenos Aires.

TECINVER S.A. figuraba como Sociedad Controlante de Harengus S.A con una participación de capital del 0,57 y el 57% de los votos y TOMA PROJECT S.P.A con una participación del capital del 0,10 y el 10%. También aparecía como sociedad vinculante (comercializadora) la empresa EUROFROZEN FOOD S.A., con domicilio en Italia.

 

 

Damián Santos (San Isidro)

“Para poder tener una función social las empresas deben ganar plata”

 

POR DIEGO CACCIAVILLANI

Puerto Madryn

Especial para EES

 

 

Damián Santos, gerente general de San Isidro -una de las empresas pesqueras que goza de cierta estabilidad, al menos si la comparamos con Alpesca y la quebrada Harengus- reclama medidas “urgentes “ante una realidad adversa que viene arrastrando fracaso tras fracaso.

 

¿Qué ha cambiado en estos últimos años en el sector?

Nada, la situación es la misma, aunque va empeorando con el tiempo. No se hizo nada para mejor la situación.

 

Se observa que no falta recurso y se está pescando bien, pero aún las empresas padecen graves problemas económicos y financieros, ¿cómo se explica esto?

Este año muestra que habiendo mucho recurso, como en el caso de los tangoneros, la flota operó con el 50% o 60%; es decir que muchos barcos no salieron a pescar aún sabiendo que había recurso, no salieron a pescar.

 

¿Por qué sucedió esto?

El problema tiene una arista interna y otra externa. Los costos están por las nubes, con una inflación muy grande en pesos y en dólares, y seguimos liquidando a un dólar, incluyendo los derechos de exportación, a $4.20. La externa es que cuesta mucho vender. Hoy, para “ranchear” un barco, se necesita $1 millón entre combustible y víveres, y no sacás un barco si no sabés que podés vender el recurso. La ecuación económico- financiera va mal.

 

¿Cómo ve el futuro de Alpesca?

Igual que cuando se hizo cargo esta gente. Siempre dije que cuando alguien se hace cargo de una empresa que tiene una connotación social importante, lo menos que se tiene que pedir es un plan de sostenibilidad. Porque en ese entonces y también ahora, la empresa es insostenible. No me refiero a las intenciones, sino en la situación en la que está, porque está perdiendo activos -como le pasó a Harengus– y eso deja desprotegida a la gente.

 

¿Cuáles son las medidas inmediatas que se deberían tomar para enfrentar esta crisis que empeora?

 

Un tema clave es la asistencia financiera a Alpesca, que ¡¿estaría bien porque están en juego muchos puestos de trabajo y tiene ¡incumbencia social. Ahora, ¿alguien sabe cuál es la factibilidad para que devuelvan esa plata?

 

¿Esa asistencia termina en un agujero negro?

Si no se mejora la ecuación económica que llevó a la empresa a necesitar esa ayuda financiera, esa plata no se devolverá.

 

¿Cómo se mejoraría esa ecuación financiera?

Readecuando la estructura de costos. Las empresas tienen costos muy grandes. Los derechos de exportación ya no se llevan las ganancias sino el capital, se llevan los barcos. Toda empresa que vende un barco es porque se lo está llevando impositivamente el Estado. Hay que bajar la carga impositiva de las empresas cargas sociales, derechos de exportación, las devoluciones de IVA– pero no se debe recaer en lo mismo: que se piense en la falacia de que las empresas se llevan el recurso y además le bajan impuestos.

 

¿Está de acuerdo con la ‘función social’ de las empresas?

Sí, debe ser lo único que acuerdo con los políticos. Las empresas deben tener una función social, pero para poder tenerla deben ganar plata. Hay que armar una estructura de costos que les permita a las empresas tener rentabilidad. Se logra bajando la carga impositiva y con un acuerdo con los sindicatos.

 

¿Está conforme con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró inconstitucional artículos de la Ley n° 5639?

Desde que se promulgó esa ley cuestionamos su legitimidad, pero lo hicimos en los ámbitos que creímos lógicos, en los compartimientos del Estado. No lo llevamos a la Justicia, como hicieron otros. Observo esto con mucha tristeza, porque hay muchas empresas que han quebrado al amparo de una ley inconstitucional y mucha gente ha perdido su trabajo.

 

¿Cuántos trabajadores han perdido su puesto de trabajo en los últimos cinco años?

Según estudios privados, en ese período perdieron su trabajo entre 3000 y 4500 trabajadores directos de la pesca. A esto hay que sumarle los indirectos.

 

Estamos hablando del 5% de la población de Puerto Madryn

Sí, y si consideramos quiénes son sostén de familia, llegamos al 20%. Veo con tristeza cómo tomaron este fallo los dirigentes políticos, que cuestionan sin argumentos un fallo de una de las cortes más prestigiosas que tuvo la democracia. También oí que este fallo va a ser el fin de la pesca, en vez de considerarlo como una oportunidad histórica para cambiar el rumbo.

 

Una de las cuestiones que más se les critica al empresariado es que reclaman cambios cuando en otros tiempos han tenido ganancias extraordinarias.

Yo escuché eso muchas veces, pero nadie me lo mostró. ¿De qué empresa estamos hablando o de qué nivel de ganancias extraordinarias? Hablar en el aire y para la tribuna es muy lindo, pero nadie muestra algo que respalde eso. La mayoría de las empresas que ha tenido años de ganancia, y no digamos extraordinarias, han reinvertido el dinero por ejemplo, en la modernización de las plantas que no hay en otros lugares. Esa es una de las mentiras que más daño le hacen a la situación.

 

Son argumentos que se escuchan desde los sindicatos.

No, algo peor: yo las escuché de los gobernantes. Tenemos los balances abiertos, la pesca no tiene muchos costos, está el combustible, la mano de obra y la parte impositiva. Con eso es posible calcular la situación real de cuánto cuesta producir un kilo de langostino y a cuánto se puede vender.

 

¿En cuánto se achicó el margen de rentabilidad?

Es difícil definirlo año por año. Tuvimos años muy buenos como 2003 y 2004 y muy malos como el 2005. 2006 y 2007 fueron años normales y desde 2008 hasta ahora hubo un incremento monstruoso de los costos. A partir de esta ley aumentó casi cien veces el costo del langostino.

 

¿Y la dirigencia?

Sólo escucho explicaciones vacías de contenido. Ni en los años de Das Neves ni en lo que va el gobierno actual se enunció una sola política pesquera. La flota amarilla está igual o peor que nosotros. Estamos en una situación crítica y no veo a nadie trabajando para salir de esta situación.