¿A Torres lo perjudicó o lo benefició que lo atacaran por "joven" e "inexperto" en la campaña?Por Alejandro Bermejo*
Si existiera el decálogo del consultor político, diría en su mandato principal: "Si el candidato gana, es por su carisma y la confianza que despertó en el elector; si pierde es responsabilidad del consultor de campaña". Más allá de ese antiguo chiste que le escuché a un legendario consultor de campañas electorales brasilero, la realidad funciona más o menos así. Hoy la dirigencia peronista se está planteando si hicieron lo correcto al contratar a un consultor cordobés, sin antecedentes de trabajo en la Patagonia y si la campaña agresiva (en algunos casos bastante cerca del agravio) le hizo ganar o perder votos a Luque/Sastre.
Ya en los noventa se planteaba si las campañas agresivas suman o restan votos en el momento de recuento, si hacerlas o no hacerlas es realmente útil y, en caso de decidirse por una, cual es el límite al que hay que llegar.
Se recuerda, por ejemplo, aquella campaña de Lula en Brasil, donde se imprimieron miles de remeras con la cara de un niño al que el paulista no reconocía como propio.
¿Perdió Lula solamente porque no reconoció a un hijo o simplemente porque Fernando Cardozo no solo era un intelectual reconocido en todo el mundo, sino que también había sido un exitoso ministro de Economía que había salido del cepo cambiario y domado la inflación que hacía temblar a la economía brasileña? Las malas lenguas opositoras dicen que Fernando Cardozo es el ejemplo que quiere imitar nuestro Sergio Massa, deteniendo la inflación y postulándose como Presidente. Hasta ahora no pudo frenar la inflación, pero tampoco se le conoce ningún libro, ni tratado; ni siquiera una servilleta con un poema. Tampoco a Larreta ni a Bullrich, claro está.
El primer problema es plantear si la agresividad ayuda o no en la campaña y hasta dónde puede hacer perder lo que se espera ganar.
El ariete central
El segundo problema es si el ariete que se utiliza será interpretado de la misma manera por todo el universo electoral. En aquella oportunidad la paternidad no reconocida resultaba algo no aceptado tanto por hombres como por mujeres de las clases trabajadoras de la sociedad brasilera, que vieron en esa conducta una falla humana difícil de aceptar.
Pasada la elección se demostró que tal niño no reconocido no existía. Pero ya era tarde. Una operación muy similar -ligada a un destacado dirigente de la política chubutense y ligada a un episodio verificado- estuvo a punto de ser instalada en la última campaña electoral.
En nuestro caso, las acusaciones a Torres eran duales -equívocas, diría Ferrater Mora -. Se lo acusaba de "no tener experiencia en el gobierno" y por otro lado "de ser demasiado joven".
Ahora bien, ¿ser joven es un demérito para toda la sociedad en términos electorales? En términos generales la juventud es un valor, que en estos años aparenta ser casi universal.
A Torres se lo atacaba por inexperto, o sea por ser joven. O por ser joven y -por lo tanto- inexperto.
Es posible que, para muchos votantes, la crítica haya sido contraproducente. Tal vez, porque resonaba en su cabeza "Los Salieris de Charly", donde León Gieco canta: "Dicen la juventud no tiene / Para gobernar experiencia suficiente / Menos mal, que nunca la tenga / Experiencia de robar / Menos mal, que nunca la tenga / Experiencia de mentir".
Una adivinanza para el lector
Estimado lector: si ha llegado hasta acá sepa que es el momento de responder una simple adivinanza: ¿Cuáles son los dos políticos argentinos que más cargos han ocupado en la Administración Pública y que por lo tanto más experiencia tienen?
Adivinó: Alberto Fernández y Aníbal Fernández.
¿Ud. los votaría frente a semejante experiencia acumulada?
Paradojas y errores
Volvamos a la seriedad. Chubut es una provincia difícil para hacer política, mucho más para hacer una campaña electoral, ya que es muy diversa tanto en los problemas que afronta cada región y cada sector social como en características sociológicas e históricas.
Concentrarse en una región ha sido el error más repetido a lo largo de la historia electoral. Hemos hablado mucho de esto en artículos anteriores; por lo que no haremos el análisis nuevamente.
El domingo pudimos observar que ese error se repitió y una vez más modificó un resultado electoral. Todo parece indicar que las "acusaciones" contra el gobernador electo basadas en su "inexperiencia" y juventud resultaron un boomerang. Al fin y al cabo, Luque solo tiene diez años más que el mandatario electo, y podría haber enarbolado su propia juventud como argumento de campaña.
*Sociólogo.
Por Alejandro Bermejo*
Si existiera el decálogo del consultor político, diría en su mandato principal: "Si el candidato gana, es por su carisma y la confianza que despertó en el elector; si pierde es responsabilidad del consultor de campaña". Más allá de ese antiguo chiste que le escuché a un legendario consultor de campañas electorales brasilero, la realidad funciona más o menos así. Hoy la dirigencia peronista se está planteando si hicieron lo correcto al contratar a un consultor cordobés, sin antecedentes de trabajo en la Patagonia y si la campaña agresiva (en algunos casos bastante cerca del agravio) le hizo ganar o perder votos a Luque/Sastre.
Ya en los noventa se planteaba si las campañas agresivas suman o restan votos en el momento de recuento, si hacerlas o no hacerlas es realmente útil y, en caso de decidirse por una, cual es el límite al que hay que llegar.
Se recuerda, por ejemplo, aquella campaña de Lula en Brasil, donde se imprimieron miles de remeras con la cara de un niño al que el paulista no reconocía como propio.
¿Perdió Lula solamente porque no reconoció a un hijo o simplemente porque Fernando Cardozo no solo era un intelectual reconocido en todo el mundo, sino que también había sido un exitoso ministro de Economía que había salido del cepo cambiario y domado la inflación que hacía temblar a la economía brasileña? Las malas lenguas opositoras dicen que Fernando Cardozo es el ejemplo que quiere imitar nuestro Sergio Massa, deteniendo la inflación y postulándose como Presidente. Hasta ahora no pudo frenar la inflación, pero tampoco se le conoce ningún libro, ni tratado; ni siquiera una servilleta con un poema. Tampoco a Larreta ni a Bullrich, claro está.
El primer problema es plantear si la agresividad ayuda o no en la campaña y hasta dónde puede hacer perder lo que se espera ganar.
El ariete central
El segundo problema es si el ariete que se utiliza será interpretado de la misma manera por todo el universo electoral. En aquella oportunidad la paternidad no reconocida resultaba algo no aceptado tanto por hombres como por mujeres de las clases trabajadoras de la sociedad brasilera, que vieron en esa conducta una falla humana difícil de aceptar.
Pasada la elección se demostró que tal niño no reconocido no existía. Pero ya era tarde. Una operación muy similar -ligada a un destacado dirigente de la política chubutense y ligada a un episodio verificado- estuvo a punto de ser instalada en la última campaña electoral.
En nuestro caso, las acusaciones a Torres eran duales -equívocas, diría Ferrater Mora -. Se lo acusaba de "no tener experiencia en el gobierno" y por otro lado "de ser demasiado joven".
Ahora bien, ¿ser joven es un demérito para toda la sociedad en términos electorales? En términos generales la juventud es un valor, que en estos años aparenta ser casi universal.
A Torres se lo atacaba por inexperto, o sea por ser joven. O por ser joven y -por lo tanto- inexperto.
Es posible que, para muchos votantes, la crítica haya sido contraproducente. Tal vez, porque resonaba en su cabeza "Los Salieris de Charly", donde León Gieco canta: "Dicen la juventud no tiene / Para gobernar experiencia suficiente / Menos mal, que nunca la tenga / Experiencia de robar / Menos mal, que nunca la tenga / Experiencia de mentir".
Una adivinanza para el lector
Estimado lector: si ha llegado hasta acá sepa que es el momento de responder una simple adivinanza: ¿Cuáles son los dos políticos argentinos que más cargos han ocupado en la Administración Pública y que por lo tanto más experiencia tienen?
Adivinó: Alberto Fernández y Aníbal Fernández.
¿Ud. los votaría frente a semejante experiencia acumulada?
Paradojas y errores
Volvamos a la seriedad. Chubut es una provincia difícil para hacer política, mucho más para hacer una campaña electoral, ya que es muy diversa tanto en los problemas que afronta cada región y cada sector social como en características sociológicas e históricas.
Concentrarse en una región ha sido el error más repetido a lo largo de la historia electoral. Hemos hablado mucho de esto en artículos anteriores; por lo que no haremos el análisis nuevamente.
El domingo pudimos observar que ese error se repitió y una vez más modificó un resultado electoral. Todo parece indicar que las "acusaciones" contra el gobernador electo basadas en su "inexperiencia" y juventud resultaron un boomerang. Al fin y al cabo, Luque solo tiene diez años más que el mandatario electo, y podría haber enarbolado su propia juventud como argumento de campaña.
*Sociólogo.