Kicillof evalúa la emisión de una cuasimoneda en la provincia de Buenos AiresEl directorio del Bapro evaluó, superficialmente, la posibilidad de apelar a ese recurso. Las provincias las descartan y hasta las consideran un "delirio".
Javier Milei recién había dado el batacazo en las PASO de agosto, cuando en una reunión del directorio del Banco Provincia se puso sobre la mesa el tema de las cuasimonedas. El discurso del entonces candidato presidencial sobre eliminar las transferencias a las provincias se había vuelto, por primera vez, una posibilidad real luego de que el economista que no superaba el tercer lugar en las encuestas, fue el más votado en la primera vuelta. La discusión ese día giró en torno a la factibilidad: qué chances jurídicas y técnicas existen para la emisión de una moneda local que pueda sortear problemas de liquidez.
Fuentes que participaron de ese encuentro afirmaron a Letra P que la conversación no prosperó más allá de un análisis superficial. La conclusión a la que llegaron es que se trata de una medida demasiado riesgosa, con un peligro de devaluación muy alto y dudas sobre si habría un acuerdo con la Nación (que en ese entonces, empezaba a presumirse libertaria), para que se pudieran utilizar para pagar impuestos nacionales.
Después del 10 de diciembre, cuando los gobernadores entraron en alerta luego de que Milei anunciara que las transferencias discrecionales se disminuirían fuerte, el mandatario bonaerense Axel Kicillof no descartó el escenario de tener su propia moneda. "Buenos Aires tiene la particularidad que le quedó la potestad de emitir moneda, que no es lo mismo que una cuasimoneda", explicó en declaraciones radiales y agregó: "Lo que le pedí al Presidente es que nos diera un panorama sobre qué están estimando ellos que va a pasar el año que viene". Días atrás, su ministro de Gobierno, Carlos Bianco aseguró que, de momento, el tema "no está sobre la mesa".
La última experiencia de cuasimonedas se dio en medio de la crisis económica, política y social de 2001, que marcó el fin de la convertibilidad. Se trata de recursos que aparecen cuando hay problemas de liquidez, dado que el Estado necesita hacer frente a obligaciones y no quiere estirar el déficit fiscal. Consiste en la emisión de títulos de la deuda pública que tienen circulación como medio de pago. Buenos Aires, entonces, emitió el Patacón.
En un contexto como el actual, en el que la administración libertaria no definió con cuántos recursos contarán las distintas jurisdicciones y todavía se debate la reincorporación del impuesto a las Ganancias, el fantasma de las cuasimonedas reaparece.
Negativa en las provincias
Letra P hizo un repaso por varias provincias. En Córdoba, el gobierno de Martín Llaryora prefiere mantenerse alejado de cualquier consideración sobre la emisión de cuasimonedas. Este medio trasladó la consulta al ministro de Finanzas de la provincia, Guillermo Acosta, sin respuesta. Admitir la mera posibilidad atentaría contra la construcción del relato del exgobernador Juan Schiaretti de una provincia fuerte y superavitaria. El titular del Panal ya avisó que el proceso de transición-independencia de sus antecesores le llevará por lo menos dos años de gestión. Además, en términos políticos, la sociedad con su mentor sigue siendo necesaria para lograr un anclaje en el gobierno de Milei.
En 2001, la provincia de Córdoba se sumó a la ola de emisión de cuasimonedas con los Lecor como instrumento de pago legal, apto para la cancelación de obligaciones de cualquier naturaleza del sector público provincial. Su aceptación fue masiva en comercios y para el pago de servicios.
El presidente del Centro Estudios Economía, Sociedad y Tecnología (Ceesyt), Diego Dequino, recuerda que el contexto de la emisión de los Lecor y otros similares estaba marcado por un Banco Central que emitía dinero solo contra reservas (la convertibilidad regía), es decir la entidad monetaria tenía una política monetaria restrictiva porque las reservas cayeron durante 2001. No obstante, plantea diferencias con el contexto actual.
"En 2001 la crisis vino de la periferia al centro, desde municipios a provincias y a la nación. Hoy la situación es inversa, la crisis comienza por la Nación y baja a las provincias y pronto a los municipios", comparó el experto.
En Mendoza, "ni lo han pensado". En Tierra del Fuego su constitución lo prohíbe. Jujuy respondió con un determinante "no"; al igual que Salta. En Neuquén no está en agenda y en Río Negro hasta les parece "un delirio". Santa Fe y Entre Ríos tampoco lo proyectan, por el momento.
En Casa Rosada la premisa es desalentar este tipo de medidas. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, llamó a las provincias a tener "responsabilidad fiscal"; y a "poner la caja en orden y entender que generar el déficit implica, a nivel nacional, pedir asistencia al Banco Central, a la máquina de imprimir billetes generando inflación, o endeudarnos eternamente hasta colapsar en una crisis". En ese sentido, calificó de "dañinas" esas alternativas.
* Con informes de José Maldonado, Yanina Passero, Ariel Boffeli y Pablo Fornero.
Fuente: Letra P
El directorio del Bapro evaluó, superficialmente, la posibilidad de apelar a ese recurso. Las provincias las descartan y hasta las consideran un "delirio".
Javier Milei recién había dado el batacazo en las PASO de agosto, cuando en una reunión del directorio del Banco Provincia se puso sobre la mesa el tema de las cuasimonedas. El discurso del entonces candidato presidencial sobre eliminar las transferencias a las provincias se había vuelto, por primera vez, una posibilidad real luego de que el economista que no superaba el tercer lugar en las encuestas, fue el más votado en la primera vuelta. La discusión ese día giró en torno a la factibilidad: qué chances jurídicas y técnicas existen para la emisión de una moneda local que pueda sortear problemas de liquidez.
Fuentes que participaron de ese encuentro afirmaron a Letra P que la conversación no prosperó más allá de un análisis superficial. La conclusión a la que llegaron es que se trata de una medida demasiado riesgosa, con un peligro de devaluación muy alto y dudas sobre si habría un acuerdo con la Nación (que en ese entonces, empezaba a presumirse libertaria), para que se pudieran utilizar para pagar impuestos nacionales.
Después del 10 de diciembre, cuando los gobernadores entraron en alerta luego de que Milei anunciara que las transferencias discrecionales se disminuirían fuerte, el mandatario bonaerense Axel Kicillof no descartó el escenario de tener su propia moneda. "Buenos Aires tiene la particularidad que le quedó la potestad de emitir moneda, que no es lo mismo que una cuasimoneda", explicó en declaraciones radiales y agregó: "Lo que le pedí al Presidente es que nos diera un panorama sobre qué están estimando ellos que va a pasar el año que viene". Días atrás, su ministro de Gobierno, Carlos Bianco aseguró que, de momento, el tema "no está sobre la mesa".
La última experiencia de cuasimonedas se dio en medio de la crisis económica, política y social de 2001, que marcó el fin de la convertibilidad. Se trata de recursos que aparecen cuando hay problemas de liquidez, dado que el Estado necesita hacer frente a obligaciones y no quiere estirar el déficit fiscal. Consiste en la emisión de títulos de la deuda pública que tienen circulación como medio de pago. Buenos Aires, entonces, emitió el Patacón.
En un contexto como el actual, en el que la administración libertaria no definió con cuántos recursos contarán las distintas jurisdicciones y todavía se debate la reincorporación del impuesto a las Ganancias, el fantasma de las cuasimonedas reaparece.
Negativa en las provincias
Letra P hizo un repaso por varias provincias. En Córdoba, el gobierno de Martín Llaryora prefiere mantenerse alejado de cualquier consideración sobre la emisión de cuasimonedas. Este medio trasladó la consulta al ministro de Finanzas de la provincia, Guillermo Acosta, sin respuesta. Admitir la mera posibilidad atentaría contra la construcción del relato del exgobernador Juan Schiaretti de una provincia fuerte y superavitaria. El titular del Panal ya avisó que el proceso de transición-independencia de sus antecesores le llevará por lo menos dos años de gestión. Además, en términos políticos, la sociedad con su mentor sigue siendo necesaria para lograr un anclaje en el gobierno de Milei.
En 2001, la provincia de Córdoba se sumó a la ola de emisión de cuasimonedas con los Lecor como instrumento de pago legal, apto para la cancelación de obligaciones de cualquier naturaleza del sector público provincial. Su aceptación fue masiva en comercios y para el pago de servicios.
El presidente del Centro Estudios Economía, Sociedad y Tecnología (Ceesyt), Diego Dequino, recuerda que el contexto de la emisión de los Lecor y otros similares estaba marcado por un Banco Central que emitía dinero solo contra reservas (la convertibilidad regía), es decir la entidad monetaria tenía una política monetaria restrictiva porque las reservas cayeron durante 2001. No obstante, plantea diferencias con el contexto actual.
"En 2001 la crisis vino de la periferia al centro, desde municipios a provincias y a la nación. Hoy la situación es inversa, la crisis comienza por la Nación y baja a las provincias y pronto a los municipios", comparó el experto.
En Mendoza, "ni lo han pensado". En Tierra del Fuego su constitución lo prohíbe. Jujuy respondió con un determinante "no"; al igual que Salta. En Neuquén no está en agenda y en Río Negro hasta les parece "un delirio". Santa Fe y Entre Ríos tampoco lo proyectan, por el momento.
En Casa Rosada la premisa es desalentar este tipo de medidas. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, llamó a las provincias a tener "responsabilidad fiscal"; y a "poner la caja en orden y entender que generar el déficit implica, a nivel nacional, pedir asistencia al Banco Central, a la máquina de imprimir billetes generando inflación, o endeudarnos eternamente hasta colapsar en una crisis". En ese sentido, calificó de "dañinas" esas alternativas.
* Con informes de José Maldonado, Yanina Passero, Ariel Boffeli y Pablo Fornero.
Fuente: Letra P