Frenar las consecuencias de la lluvia demanda $40 mil millones: necesidades y estrategias para que Comodoro salga del barro Durante la madrugada del 22 de marzo la lluvia volvió a mostrar la demanda de infraestructura pluvial de Comodoro, a 8 años de un temporal histórico del que surgieron decenas de promesas por realizaciones "de fondo". Del 2017 a la fecha, algunas de las obras proyectadas no se finalizaron y las lluvias muestran mayor intensidad. Frente a la negativa constante de Nación de aportar los fondos necesarios, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, en conjunto con Provincia, buscará otras vías de financiamiento externo para obtener 40.000 millones de pesos para las obras necesarias.
De aquel barro a estos charcos
El temporal del 2017 quedó incrustado en la memoria local: con 399 milímetros caídos en 10 días -lo mismo que llueve en todo un año-, el temporal dejó como saldo más de 3 mil evacuados, 2 mil viviendas afectadas, 2 fallecidos y 200 mil afectados.
"La tormenta que afectó a Comodoro es de recurrencia milenaria. No hay registros sobre un fenómeno de este alcance. El impacto sin embargo es más intenso en la actualidad y se relaciona también con la actividad industrial en esta zona. Comodoro creció sobre antiguos cañadones y zonas anegadas, sobre las que se construyeron caminos, casas y hasta se desarrolló la actividad petrolera. La caída de grandes volúmenes de agua provocó que el sedimento y el barro sean arrastrados hacia la ciudad y quedara depositado en el casco urbano", explicó ese año el geólogo José Paredes, en diálogo con La Nación.
Aunque este temporal fue el de mayor magnitud en los últimos años, se habían registrado eventos similares en 2010 y 2011: para 2017 ya eran evidentes las consecuencias de un rápido crecimiento demográfico sumado a los cambios climáticos y la falta de planificación.
Obras clave de la infraestructura hídrica
El pasado 22 de marzo, a días de cumplirse ocho años del histórico temporal, la ciudad atravesó una alerta amarilla con precipitaciones que alcanzaron los 30 milímetros durante la madrugada, repitiendo las imágenes que circulan por redes cada vez que se produce una leve acumulación de agua.
La mayoría de las obras hídricas -que están inconclusas o requieren mejoras- superaron su capacidad. Uno de los puntos más afectados fue el canal de la Avenida Roca, que ya estaba desbordado pasadas las 9:30.
Zona Norte también sufrió el temporal, con partes especialmente complicadas como la Avenida Fray Luis Beltrán y la calle Petrolero San Lorenzo, que se saturaron porque los desagües no dieron abasto.
A la fecha son varias las obras clave que prometieron dar respuesta a un problema de larga data, pero se encuentran paralizadas o a la espera de reformas para aumentar su capacidad.
El canal evacuador de la Roca fue inaugurado en 2009, con el objetivo de dar respuesta a la falta de drenaje de la lluvia en los barrios Juan XXIII y Pueyrredón, lo que provocaba frecuentes anegamientos en la zona. Con una inversión de 8 millones de pesos y un tramo subterráneo de 1.2000 metros, la obra prometía ser una "solución de fondo" ante las inclemencias climáticas.
Sin embargo, el rápido crecimiento habitacional, sumado a condiciones climáticas cada vez más intensas y la falta de planificación a largo plazo, hicieron que el pluvial resultara insuficiente para contener el agua.
Cada vez que se registra una rápida acumulación superior a unos 20 milímetros, el desborde genera inconvenientes sobre los barrios aledaños. Al igual que otras obras hídricas de la ciudad, la ampliación de la capacidad del canal pronto se volvió una urgencia.
En 2020, el entonces intendente Juan Pablo Luque anunció el ensanche del canal en todas sus intersecciones, desde Avenida Lisandro de la Torre hasta Avenida Chile. De esta forma, se duplicaría el volumen de agua que transporta el pluvial, que pasaría de tener 3 metros de profundidad por 2 de ancho, evitando que rebalse.
Esto implicó una inversión de más de 90 millones de pesos y un período de finalización que no superaría los 6 meses. A la fecha, la obra está ejecutada en un 75% y hasta hace poco, con las consecuencias del temporal a la vista, no había precisiones sobre su culminación.
En mayo del 2024, con un temporal de dimensiones similares al que se vivió el pasado sábado, el canal volvió a mostrar su incapacidad de contención. Durante la última lluvia, fue una de las primeras obras afectadas por la acumulación de agua.
En diálogo con Radio del Sur, el secretario de Gobierno, Sergio Bohe, reconoció que las inundaciones se debieron a la coincidencia de fuertes lluvias con marea alta, aunque también reconoció que la capacidad de evacuación del canal de la Avenida Roca quedó rápidamente saturada.
Y argumentó que el escenario frecuente de la ciudad desbordada se debe principalmente al aumento significativo de lluvias en los últimos años así como la densificación urbana -especialmente en Zona Sur- que ha modificado la forma en que el agua se drena.
En este sentido, reconoció las obras que ha impulsado la Municipalidad -como el Reservorio y la mejora de pluviales en algunos barrios-, pero advirtió que se necesitan más inversiones para solucionar el problema de fondo, por lo que señaló que actualmente se están buscando fondos nacionales e internacionales para financiar las obras pendientes, en el marco de un proceso "lento y complejo".
En declaraciones recientes, el intendente Othar Macharashvili remarcó la necesidad de avanzar con el canal evacuador, aunque precisó que el municipio no puede financiar la obra, por lo que se decidió "salir a buscar fondos nacionales y provinciales y tomar créditos con garantías mixtas". En este sentido, adelantó que se reunirá con autoridades provinciales para "gestionar por distintas vías la llegada de fondos".
"El objetivo es que antes de fin de año se comience con la obra, más allá de los plazos de ejecución, que es algo que nos excede. Una de las vías alternativas es solicitar un préstamo bancario porque hablamos de una obra que nos demandará 10 millones de dólares", expresó.
A la par del canal evacuador, el pluvial de la Avenida Chile es otro gran pendiente en materia de infraestructura. Se licitó y adjudicó a principios del 2023, y el año pasado Nación invirtió 200 millones de pesos para la realización, aunque nunca se inició. Prevé un sistema de descarga al mar, con un canal de 4 metros de ancho por 2 de alto, que debe atravesar la avenida Yrigoyen y trasladar el agua de lluvia hacia la costa.
Si bien la obra está paralizada, la situación se complejiza aún más por una decisión reciente del Ministerio de Economía de Nación que ordena dejar sin efecto los programas de su órbita que "no responden a los criterios de eficiencia en el funcionamiento del sector público que este contexto requiere". La resolución de la cartera alude a "Argentina Hace", una iniciativa lanzada por la gestión de Alberto Fernández en 2020 para ejecutar trabajos de infraestructura en 2300 municipios en todo el país.
Ante la falta de avances de la obra, las alternativas son la devolución del dinero, la finalización del proyecto en 120 días o el financiamiento con fondos propios del municipio y la Provincia. La última alternativa ha sido la más debatida en el último año, frente a la paralización de inversiones de Nación y la urgencia de avanzar con obras hídricas para contener futuras inundaciones.
"La obra había sido contratada por Nación y el pago del anticipo lo hizo directamente a la empresa, tengo entendido que la contratista ya habría iniciado la devolución de este anticipo, porque la obra está parada y rescindida", detalló Macharasvili y remarcó que desde hace meses se iniciaron reclamos en conjunto con el Estado nacional para que la reactivación de las obras. "Hasta hoy no tenemos buenas noticias. Esperemos que en los próximos meses podamos tener ese financiamiento, porque no podemos hacer este tipo de obras con fondos propios", agregó.
Los reservorios pendientes
Además de las grandes inversiones que requieren los canales evacuadores de la Avenida Roca y Avenida Chile, los vecinos también reclaman por la finalización de obras de pluviales y reservorios en distintos barrios, que son cada vez más necesarios en la medida en que se registran cambios en la intensidad de las lluvias y la capacidad de drenaje de la ciudad.
Ver: El Municipio de Comodoro avanza con obras hídricas para reducir el impacto de las lluvias
Luego del temporal del 2017, se proyectaron cinco reservorios de aguas pluviales en distintos barrios. A la fecha, sólo uno fue construido. El Reservorio 4 "Aº Las Quintas - Zona Sur de la ciudad de Comodoro Rivadavia" fue licitado en 2020 e inaugurado en 2023.
El presupuesto oficial, con fondos gestionados ante el Gobierno nacional, fue de $151.616.766,49. Y según precisó el entonces secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Maximiliano López, luego de la licitación, "se trata de una obra de ingeniería que no es típica su realización en Comodoro y será la más grande que tendrá en marcha la ciudad. Está pensada con una recurrencia de 100 años y tiene que ver con el cambio climático; por esto para la elaboración del proyecto se evaluaron una serie de parámetros para darle forma a todo el sistema pluvial de la zona sur".
Y detalló que "Comodoro tiene 7 cuencas y esta fue elegida para concretar los trabajos porque es la más grande y en la que mayor velocidad toma el agua, por eso se explica lo sucedido en 2017. Estos reservorios frenarán el agua con barro que viene de la zona alta, evitando el deterioro de la cuenca y que el barro baje hacia los barrios donde está consolidada la ciudad. Esta obra hidráulica permitirá que todos los vecinos que viven aguas abajo, desde Malvinas Argentinas hasta Moure, Cerro Solo, San Cayetano, Pueyrredón, Roca y Juan XXIII, puedan efectivamente dormir más tranquilos".
La obra funciona como una trampa de agua y barro para atenuar los efectos de las lluvias cada vez más intensas que se registran en los últimos años. Sin embargo, resalta la ausencia de los otros cuatro que debían construirse en zonas Sur y Norte.
A casi una década del temporal que azotó a la ciudad, todavía queda pendiente la construcción de dos reservorios al oeste de la avenida Fray Luis Beltrán, en el trayecto entre barrio Saavedra y Mosconi, así como canales en el barrio Laprida y los kilómetros 14 y 17.
En 2021, la cartera provincial de Infraestructura -entonces a cargo de Gustavo Aguilera- anunció que se estaba gestionando ante Nación la segunda etapa del pluvial del barrio Mosconi, que recorrerá desde la rotonda del camino Roque González hasta Petrolero San Lorenzo y Ruta 3, donde se empalmará con la primera etapa, ya finalizada.
Sin presupuesto y con Estado nacional ausente
Tras el temporal de la semana pasada, el ministro de Infraestructura, Hernán Tórtola, se refirió a la situación de las obras hídricas en Comodoro y la preocupante falta de financiamiento nacional.
"Las obras existentes funcionaron. Pero como dijeron el gobernador y el intendente en conferencia de prensa, hay obras faltantes. Se habían licitado, se habían pagado anticipos y después por decisión del Gobierno nacional se tuvieron que bajar porque se desfinanciaron", resaltó en declaraciones radiales.
Luego de una reunión de los gabinetes provincial y municipal explicó que se acordó "trazar una agenda conjunta, establecer prioridades en cuanto a qué obras faltan y son fundamentales para los vecinos de Comodoro Rivadavia. En primera instancia, se retomará el diálogo con Nación respecto de esas obras. En caso de negativa, buscaremos el mecanismo para poder empezarlas, con ingenio financiero y creatividad".
En 2022, el presupuesto para las obras faltantes en materia hídrica ascendía a los 6.600 millones de pesos. Actualmente, el municipio estimó que serán necesarios 40.000 millones de pesos, que incluyen una de las obras indispensables: la descarga al mar desde el cruce de las avenidas Roca y Nación.
Este proyecto consta de un caño pluvial subterráneo de 4 metros de ancho por 3 de alto, que llegaría hasta Francisco Behr, según precisó el secretario de Infraestructura de Comodoro Rivadavia, Luis Romero.
"Hacer los giros a 90 grados es muy complejo porque hay que romper la energía para generar ese giro. No se puede hacer a cielo abierto para no afectar a las calles. El conducto de hormigón armado va por debajo. Y son dimensiones importantes, para soportar todo el caudal de agua que viene del río Las Quintas", detalló.
Explicó que este canal subterráneo formaría parte de un sistema que incluye la reformulación del canal de Avenida Roca y la construcción de al menos otros dos reservorios en la Zona Oeste, que se sumarían al que ya está funcionando. Los cálculos incluirían, además, al pluvial de la Avenida Chile.
"Si hacemos la obra de descarga al mar y la rectificación de todo el canal Roca, soportaría con creces todo el caudal y (la avenida) Chile podría funcionar con el pluvial que tiene actualmente", dijo Romero, "si no tenemos eso, todas las demás acciones no van a funcionar, es como poner una manguera gruesa en medio y una finita en la punta".
En un encuentro reciente en la Asociación Vecinal del barrio Juan XXIII el municipio presentó el proyecto "Sistema de Desagües pluviales" que incluye las seis obras a gran escala que se deben realizar y los trabajos a corto plazo a ejecutar para mitigar el impacto del agua.
Romero destacó la obra de descarga al mar como prioritaria "para empezar a caminar en soluciones porque nos permitirá mejorar un sector muy crítico en la sección y ahí en más trabajar en la rectificación del canal Roca, la rectificación de un canal a cielo abierto en calle Chile, nuevas captaciones en Kennedy y Congreso y Chile, más bocas para incorporar al sistema de pluviales".
Según señalaron desde el municipio, las obras ya cuentan con un proyecto ejecutivo, por lo que el próximo paso será encontrar financiamiento nacional o internacional.
Las propuestas del campo científico
La falta de presupuesto no es el único obstáculo a la hora de rediseñar la infraestructura hídrica de la ciudad. En general, se habla de obras "parche" que rápidamente agotan su capacidad. Las voces de la ciencia y la técnica vienen advirtiendo la incidencia de los cambios climáticos en la planificación urbana y la necesidad de contar con estrategias a largo plazo.
En 2017, se publicó "Comodoro Rivadavia y la catástrofe de 2017: visiones múltiples para una ciudad en riesgo", un estudio conjunto en el que participaron una decena de investigadores de la UNPSJB quienes analizaron las variadas causas del desastre, así como posibles respuestas a mediano y largo plazo. Entre otras cosas, se propuso un plan integral de drenaje para evitar futuras inundaciones.
"Como geólogo, he seguido muchos de estos eventos catastróficos a lo largo del país, y casi siempre la razón del desastre es la baja escala de planificación territorial, que no considera los eventos históricos por una cuestión de costos y tiempo. En el caso de Comodoro Rivadavia vemos que con fuertes lluvias, las inundaciones serán episodios recurrentes y si no se toman medidas, la ciudad volverá a colapsar. Es hora de que los técnicos (ingenieros civiles, hidráulicos, geólogos, arquitectos, expertos en riesgo ambiental y juristas) se constituyan en un grupo de trabajo multidisciplinario y lleven adelante un plan organizado para reconstruir y hacer segura la ciudad", escribió Jorge Albeiro en 2017, en una nota titulada "Comodoro Rivadavia: qué hay que hacer para evitar otro desastre".
El especialista advirtió que es necesario considerar ciertos puntos para repensar una infraestructura local que no desborde con las lluvias, como el análisis de los registros históricos y la trayectoria de la corriente en los últimos eventos climáticos, la vigilancia de los cauces actuales, la realización un relevamiento topográfico y un mapa de riesgos y de vulnerabilidad de la población, la forestación de laderas y el establecimiento de un sistema de alertas tempranas con sitios primarios de evacuación y atención.
Durante la madrugada del 22 de marzo la lluvia volvió a mostrar la demanda de infraestructura pluvial de Comodoro, a 8 años de un temporal histórico del que surgieron decenas de promesas por realizaciones "de fondo". Del 2017 a la fecha, algunas de las obras proyectadas no se finalizaron y las lluvias muestran mayor intensidad. Frente a la negativa constante de Nación de aportar los fondos necesarios, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, en conjunto con Provincia, buscará otras vías de financiamiento externo para obtener 40.000 millones de pesos para las obras necesarias.
De aquel barro a estos charcos
El temporal del 2017 quedó incrustado en la memoria local: con 399 milímetros caídos en 10 días -lo mismo que llueve en todo un año-, el temporal dejó como saldo más de 3 mil evacuados, 2 mil viviendas afectadas, 2 fallecidos y 200 mil afectados.
"La tormenta que afectó a Comodoro es de recurrencia milenaria. No hay registros sobre un fenómeno de este alcance. El impacto sin embargo es más intenso en la actualidad y se relaciona también con la actividad industrial en esta zona. Comodoro creció sobre antiguos cañadones y zonas anegadas, sobre las que se construyeron caminos, casas y hasta se desarrolló la actividad petrolera. La caída de grandes volúmenes de agua provocó que el sedimento y el barro sean arrastrados hacia la ciudad y quedara depositado en el casco urbano", explicó ese año el geólogo José Paredes, en diálogo con La Nación.
Aunque este temporal fue el de mayor magnitud en los últimos años, se habían registrado eventos similares en 2010 y 2011: para 2017 ya eran evidentes las consecuencias de un rápido crecimiento demográfico sumado a los cambios climáticos y la falta de planificación.
Obras clave de la infraestructura hídrica
El pasado 22 de marzo, a días de cumplirse ocho años del histórico temporal, la ciudad atravesó una alerta amarilla con precipitaciones que alcanzaron los 30 milímetros durante la madrugada, repitiendo las imágenes que circulan por redes cada vez que se produce una leve acumulación de agua.
La mayoría de las obras hídricas -que están inconclusas o requieren mejoras- superaron su capacidad. Uno de los puntos más afectados fue el canal de la Avenida Roca, que ya estaba desbordado pasadas las 9:30.
Zona Norte también sufrió el temporal, con partes especialmente complicadas como la Avenida Fray Luis Beltrán y la calle Petrolero San Lorenzo, que se saturaron porque los desagües no dieron abasto.
A la fecha son varias las obras clave que prometieron dar respuesta a un problema de larga data, pero se encuentran paralizadas o a la espera de reformas para aumentar su capacidad.
El canal evacuador de la Roca fue inaugurado en 2009, con el objetivo de dar respuesta a la falta de drenaje de la lluvia en los barrios Juan XXIII y Pueyrredón, lo que provocaba frecuentes anegamientos en la zona. Con una inversión de 8 millones de pesos y un tramo subterráneo de 1.2000 metros, la obra prometía ser una "solución de fondo" ante las inclemencias climáticas.
Sin embargo, el rápido crecimiento habitacional, sumado a condiciones climáticas cada vez más intensas y la falta de planificación a largo plazo, hicieron que el pluvial resultara insuficiente para contener el agua.
Cada vez que se registra una rápida acumulación superior a unos 20 milímetros, el desborde genera inconvenientes sobre los barrios aledaños. Al igual que otras obras hídricas de la ciudad, la ampliación de la capacidad del canal pronto se volvió una urgencia.
En 2020, el entonces intendente Juan Pablo Luque anunció el ensanche del canal en todas sus intersecciones, desde Avenida Lisandro de la Torre hasta Avenida Chile. De esta forma, se duplicaría el volumen de agua que transporta el pluvial, que pasaría de tener 3 metros de profundidad por 2 de ancho, evitando que rebalse.
Esto implicó una inversión de más de 90 millones de pesos y un período de finalización que no superaría los 6 meses. A la fecha, la obra está ejecutada en un 75% y hasta hace poco, con las consecuencias del temporal a la vista, no había precisiones sobre su culminación.
En mayo del 2024, con un temporal de dimensiones similares al que se vivió el pasado sábado, el canal volvió a mostrar su incapacidad de contención. Durante la última lluvia, fue una de las primeras obras afectadas por la acumulación de agua.
En diálogo con Radio del Sur, el secretario de Gobierno, Sergio Bohe, reconoció que las inundaciones se debieron a la coincidencia de fuertes lluvias con marea alta, aunque también reconoció que la capacidad de evacuación del canal de la Avenida Roca quedó rápidamente saturada.
Y argumentó que el escenario frecuente de la ciudad desbordada se debe principalmente al aumento significativo de lluvias en los últimos años así como la densificación urbana -especialmente en Zona Sur- que ha modificado la forma en que el agua se drena.
En este sentido, reconoció las obras que ha impulsado la Municipalidad -como el Reservorio y la mejora de pluviales en algunos barrios-, pero advirtió que se necesitan más inversiones para solucionar el problema de fondo, por lo que señaló que actualmente se están buscando fondos nacionales e internacionales para financiar las obras pendientes, en el marco de un proceso "lento y complejo".
En declaraciones recientes, el intendente Othar Macharashvili remarcó la necesidad de avanzar con el canal evacuador, aunque precisó que el municipio no puede financiar la obra, por lo que se decidió "salir a buscar fondos nacionales y provinciales y tomar créditos con garantías mixtas". En este sentido, adelantó que se reunirá con autoridades provinciales para "gestionar por distintas vías la llegada de fondos".
"El objetivo es que antes de fin de año se comience con la obra, más allá de los plazos de ejecución, que es algo que nos excede. Una de las vías alternativas es solicitar un préstamo bancario porque hablamos de una obra que nos demandará 10 millones de dólares", expresó.
A la par del canal evacuador, el pluvial de la Avenida Chile es otro gran pendiente en materia de infraestructura. Se licitó y adjudicó a principios del 2023, y el año pasado Nación invirtió 200 millones de pesos para la realización, aunque nunca se inició. Prevé un sistema de descarga al mar, con un canal de 4 metros de ancho por 2 de alto, que debe atravesar la avenida Yrigoyen y trasladar el agua de lluvia hacia la costa.
Si bien la obra está paralizada, la situación se complejiza aún más por una decisión reciente del Ministerio de Economía de Nación que ordena dejar sin efecto los programas de su órbita que "no responden a los criterios de eficiencia en el funcionamiento del sector público que este contexto requiere". La resolución de la cartera alude a "Argentina Hace", una iniciativa lanzada por la gestión de Alberto Fernández en 2020 para ejecutar trabajos de infraestructura en 2300 municipios en todo el país.
Ante la falta de avances de la obra, las alternativas son la devolución del dinero, la finalización del proyecto en 120 días o el financiamiento con fondos propios del municipio y la Provincia. La última alternativa ha sido la más debatida en el último año, frente a la paralización de inversiones de Nación y la urgencia de avanzar con obras hídricas para contener futuras inundaciones.
"La obra había sido contratada por Nación y el pago del anticipo lo hizo directamente a la empresa, tengo entendido que la contratista ya habría iniciado la devolución de este anticipo, porque la obra está parada y rescindida", detalló Macharasvili y remarcó que desde hace meses se iniciaron reclamos en conjunto con el Estado nacional para que la reactivación de las obras. "Hasta hoy no tenemos buenas noticias. Esperemos que en los próximos meses podamos tener ese financiamiento, porque no podemos hacer este tipo de obras con fondos propios", agregó.
Los reservorios pendientes
Además de las grandes inversiones que requieren los canales evacuadores de la Avenida Roca y Avenida Chile, los vecinos también reclaman por la finalización de obras de pluviales y reservorios en distintos barrios, que son cada vez más necesarios en la medida en que se registran cambios en la intensidad de las lluvias y la capacidad de drenaje de la ciudad.
Ver: El Municipio de Comodoro avanza con obras hídricas para reducir el impacto de las lluvias
Luego del temporal del 2017, se proyectaron cinco reservorios de aguas pluviales en distintos barrios. A la fecha, sólo uno fue construido. El Reservorio 4 "Aº Las Quintas - Zona Sur de la ciudad de Comodoro Rivadavia" fue licitado en 2020 e inaugurado en 2023.
El presupuesto oficial, con fondos gestionados ante el Gobierno nacional, fue de $151.616.766,49. Y según precisó el entonces secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Maximiliano López, luego de la licitación, "se trata de una obra de ingeniería que no es típica su realización en Comodoro y será la más grande que tendrá en marcha la ciudad. Está pensada con una recurrencia de 100 años y tiene que ver con el cambio climático; por esto para la elaboración del proyecto se evaluaron una serie de parámetros para darle forma a todo el sistema pluvial de la zona sur".
Y detalló que "Comodoro tiene 7 cuencas y esta fue elegida para concretar los trabajos porque es la más grande y en la que mayor velocidad toma el agua, por eso se explica lo sucedido en 2017. Estos reservorios frenarán el agua con barro que viene de la zona alta, evitando el deterioro de la cuenca y que el barro baje hacia los barrios donde está consolidada la ciudad. Esta obra hidráulica permitirá que todos los vecinos que viven aguas abajo, desde Malvinas Argentinas hasta Moure, Cerro Solo, San Cayetano, Pueyrredón, Roca y Juan XXIII, puedan efectivamente dormir más tranquilos".
La obra funciona como una trampa de agua y barro para atenuar los efectos de las lluvias cada vez más intensas que se registran en los últimos años. Sin embargo, resalta la ausencia de los otros cuatro que debían construirse en zonas Sur y Norte.
A casi una década del temporal que azotó a la ciudad, todavía queda pendiente la construcción de dos reservorios al oeste de la avenida Fray Luis Beltrán, en el trayecto entre barrio Saavedra y Mosconi, así como canales en el barrio Laprida y los kilómetros 14 y 17.
En 2021, la cartera provincial de Infraestructura -entonces a cargo de Gustavo Aguilera- anunció que se estaba gestionando ante Nación la segunda etapa del pluvial del barrio Mosconi, que recorrerá desde la rotonda del camino Roque González hasta Petrolero San Lorenzo y Ruta 3, donde se empalmará con la primera etapa, ya finalizada.
Sin presupuesto y con Estado nacional ausente
Tras el temporal de la semana pasada, el ministro de Infraestructura, Hernán Tórtola, se refirió a la situación de las obras hídricas en Comodoro y la preocupante falta de financiamiento nacional.
"Las obras existentes funcionaron. Pero como dijeron el gobernador y el intendente en conferencia de prensa, hay obras faltantes. Se habían licitado, se habían pagado anticipos y después por decisión del Gobierno nacional se tuvieron que bajar porque se desfinanciaron", resaltó en declaraciones radiales.
Luego de una reunión de los gabinetes provincial y municipal explicó que se acordó "trazar una agenda conjunta, establecer prioridades en cuanto a qué obras faltan y son fundamentales para los vecinos de Comodoro Rivadavia. En primera instancia, se retomará el diálogo con Nación respecto de esas obras. En caso de negativa, buscaremos el mecanismo para poder empezarlas, con ingenio financiero y creatividad".
En 2022, el presupuesto para las obras faltantes en materia hídrica ascendía a los 6.600 millones de pesos. Actualmente, el municipio estimó que serán necesarios 40.000 millones de pesos, que incluyen una de las obras indispensables: la descarga al mar desde el cruce de las avenidas Roca y Nación.
Este proyecto consta de un caño pluvial subterráneo de 4 metros de ancho por 3 de alto, que llegaría hasta Francisco Behr, según precisó el secretario de Infraestructura de Comodoro Rivadavia, Luis Romero.
"Hacer los giros a 90 grados es muy complejo porque hay que romper la energía para generar ese giro. No se puede hacer a cielo abierto para no afectar a las calles. El conducto de hormigón armado va por debajo. Y son dimensiones importantes, para soportar todo el caudal de agua que viene del río Las Quintas", detalló.
Explicó que este canal subterráneo formaría parte de un sistema que incluye la reformulación del canal de Avenida Roca y la construcción de al menos otros dos reservorios en la Zona Oeste, que se sumarían al que ya está funcionando. Los cálculos incluirían, además, al pluvial de la Avenida Chile.
"Si hacemos la obra de descarga al mar y la rectificación de todo el canal Roca, soportaría con creces todo el caudal y (la avenida) Chile podría funcionar con el pluvial que tiene actualmente", dijo Romero, "si no tenemos eso, todas las demás acciones no van a funcionar, es como poner una manguera gruesa en medio y una finita en la punta".
En un encuentro reciente en la Asociación Vecinal del barrio Juan XXIII el municipio presentó el proyecto "Sistema de Desagües pluviales" que incluye las seis obras a gran escala que se deben realizar y los trabajos a corto plazo a ejecutar para mitigar el impacto del agua.
Romero destacó la obra de descarga al mar como prioritaria "para empezar a caminar en soluciones porque nos permitirá mejorar un sector muy crítico en la sección y ahí en más trabajar en la rectificación del canal Roca, la rectificación de un canal a cielo abierto en calle Chile, nuevas captaciones en Kennedy y Congreso y Chile, más bocas para incorporar al sistema de pluviales".
Según señalaron desde el municipio, las obras ya cuentan con un proyecto ejecutivo, por lo que el próximo paso será encontrar financiamiento nacional o internacional.
Las propuestas del campo científico
La falta de presupuesto no es el único obstáculo a la hora de rediseñar la infraestructura hídrica de la ciudad. En general, se habla de obras "parche" que rápidamente agotan su capacidad. Las voces de la ciencia y la técnica vienen advirtiendo la incidencia de los cambios climáticos en la planificación urbana y la necesidad de contar con estrategias a largo plazo.
En 2017, se publicó "Comodoro Rivadavia y la catástrofe de 2017: visiones múltiples para una ciudad en riesgo", un estudio conjunto en el que participaron una decena de investigadores de la UNPSJB quienes analizaron las variadas causas del desastre, así como posibles respuestas a mediano y largo plazo. Entre otras cosas, se propuso un plan integral de drenaje para evitar futuras inundaciones.
"Como geólogo, he seguido muchos de estos eventos catastróficos a lo largo del país, y casi siempre la razón del desastre es la baja escala de planificación territorial, que no considera los eventos históricos por una cuestión de costos y tiempo. En el caso de Comodoro Rivadavia vemos que con fuertes lluvias, las inundaciones serán episodios recurrentes y si no se toman medidas, la ciudad volverá a colapsar. Es hora de que los técnicos (ingenieros civiles, hidráulicos, geólogos, arquitectos, expertos en riesgo ambiental y juristas) se constituyan en un grupo de trabajo multidisciplinario y lleven adelante un plan organizado para reconstruir y hacer segura la ciudad", escribió Jorge Albeiro en 2017, en una nota titulada "Comodoro Rivadavia: qué hay que hacer para evitar otro desastre".
El especialista advirtió que es necesario considerar ciertos puntos para repensar una infraestructura local que no desborde con las lluvias, como el análisis de los registros históricos y la trayectoria de la corriente en los últimos eventos climáticos, la vigilancia de los cauces actuales, la realización un relevamiento topográfico y un mapa de riesgos y de vulnerabilidad de la población, la forestación de laderas y el establecimiento de un sistema de alertas tempranas con sitios primarios de evacuación y atención.