El conflicto de la pesca sigue sin solución: Marcha de antorchas de marineros y sus familiasLas calles de Puerto Madryn volvieron a ser el epicentro de una nueva marcha de marineros y sus familiares pidiendo que los empresarios saquen los barcos a pescar. A diferencia de las anteriores movilizaciones se decidió realizar una propuesta con antorchas para utilizarla como luz de esperanza en el pedido para que el conflicto quedé atrás y se pueda reanudar las actividades laborales.
La realidad es compleja y angustiante. Hay marineros que llevan nueve meses sin tener ingresos porque no navegan desde la finalización de la temporada 2024 de langostino. Esto hizo que el dinero que se ganó se haya consumido y que en este comienzo del mes de julio tengan que hacer malabares para intentar tener alimentos.
La realidad es que las familias buscan alternativas para sobrevivir. Desde allí que el reclamo más escuchado en la marcha fue el pedido para volver a trabajar pero con una condición: no a la baja.
La situación difiere parcialmente si se trata de un marinero efectivo a uno de relevo. El primero cobra un salario garantizado que ronda los 500 mil pesos, en tanto que los segundos no perciben ningún monto mientras están en tierra.
En la actualidad el escenario es complejo. El lunes el secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro, estuvo en el acampe de la ruta provincial 1 en el acceso al parquero pesquero. Allí diálogo con los trabajadores y les reconoció que no existe comunicación con los empresarios, quienes se mantienen firmes en su postura de realizar una modificación en el convenio colectivo que implicaría la baja del mismo.
Por ahora, las familias siguen movilizándose por las calles de la ciudad del Golfo con la expectativa que este conflicto pueda terminarse y la actividad vuelva en su plenitud aunque no existen parámetros concretos que permitan avizorar esa salida.
Fuente: Jornada
Las calles de Puerto Madryn volvieron a ser el epicentro de una nueva marcha de marineros y sus familiares pidiendo que los empresarios saquen los barcos a pescar. A diferencia de las anteriores movilizaciones se decidió realizar una propuesta con antorchas para utilizarla como luz de esperanza en el pedido para que el conflicto quedé atrás y se pueda reanudar las actividades laborales.
La realidad es compleja y angustiante. Hay marineros que llevan nueve meses sin tener ingresos porque no navegan desde la finalización de la temporada 2024 de langostino. Esto hizo que el dinero que se ganó se haya consumido y que en este comienzo del mes de julio tengan que hacer malabares para intentar tener alimentos.
La realidad es que las familias buscan alternativas para sobrevivir. Desde allí que el reclamo más escuchado en la marcha fue el pedido para volver a trabajar pero con una condición: no a la baja.
La situación difiere parcialmente si se trata de un marinero efectivo a uno de relevo. El primero cobra un salario garantizado que ronda los 500 mil pesos, en tanto que los segundos no perciben ningún monto mientras están en tierra.
En la actualidad el escenario es complejo. El lunes el secretario de Pesca del SOMU, Juan Navarro, estuvo en el acampe de la ruta provincial 1 en el acceso al parquero pesquero. Allí diálogo con los trabajadores y les reconoció que no existe comunicación con los empresarios, quienes se mantienen firmes en su postura de realizar una modificación en el convenio colectivo que implicaría la baja del mismo.
Por ahora, las familias siguen movilizándose por las calles de la ciudad del Golfo con la expectativa que este conflicto pueda terminarse y la actividad vuelva en su plenitud aunque no existen parámetros concretos que permitan avizorar esa salida.
Fuente: Jornada