Patagonia

Avanza la mercantilización de la naturaleza en Río Negro: Fin a 40 años de protección de la fauna nativa

Por Susana Lara (Especial para EES)

Mientras el mundo avanza a comprender y vivir respetando a la naturaleza como sujeto de derecho, desde la provincia se inaugura la comercialización de la vida silvestre que está en grave peligro de extinción. Esta variante reactualiza la imagen sangrienta de la matanza de elefantes en África para la explotación de sus colmillos de marfil.

Río Negro avanzó en la mercantilización de la naturaleza con una ley que va más lejos que la apertura a la exportación de especies nativas que dispuso el Gobierno nacional en marzo. En la última sesión legislativa, la mayoría automática del oficialismo aprobó una ley que eliminó la figura del guardafaunas, aprobó la comercialización y hasta exportación de fauna silvestre, dejó desprotegidas especies nativas emblemáticas como el guanaco, avestruz, pudú-pudú y dejó desdibujada la diferencia entre cotos de caza con especies exóticas (como el de los Emiratos en la cordillera) y criaderos de especies nativas. Y, de especial interés para los laboratorios genéticos, habilitó la comercialización de material genético, esperma y óvulos de especies silvestres, incluidas las endémicas como la mojarrita desnuda y la ranita de Challhuaco, de acuerdo a lo que se desprende de la lectura del texto aprobado el 3 de julio pasado, aunque no se mencionó el potencial interés de los laboratorios en este nuevo marco de libre mercado para la naturaleza.

Años de campaña contra los presuntos daños de las cuadrillas de guanaco a la ganadería ovina extensiva en la Patagonia tuvieron su premio con esta ley que envió el gobernador Alberto Weretilneck con acuerdo de ministros para imponerla en única vuelta. El oficialismo aprobó por mayoría un nuevo régimen provincial "de gestión integral de fauna silvestre" que permite la explotación económica de especies nativas, aumenta el riesgo de especies endémicas, desmanteló el cuerpo actual de guardafaunas, la competencia del sector se la quitó a Medio Ambiente y se la otorgó a Desarrollo, entre otros aspectos preocupantes que surgen de la nueva ley que terminó con la ley Q Nº 2056 de 1985 

La magnitud de los alcances de esta nueva norma merecía un debate social que no tuvo.

Mientras el mundo avanza a comprender y vivir respetando a la naturaleza como sujeto de derecho, desde esta provincia se inaugura la comercialización de la vida silvestre que, en caso, está en grave peligro de extinción. Esta variante reactualiza la imagen sangrienta de la matanza de elefantes en África para la explotación de sus colmillos de marfil. Nuevos mecanismos neocoloniales. Otras medidas tomadas este año, como la tasa por guías de Tránsito de Productos, Subproductos y Derivados de la Fauna Silvestre, dan cuenta de esta concepción científicamente discutible en que considera especies silvestres a las exóticas, tales como el visón y jabalí, equiparados con los zorros, entre otras nativas.

Algunas pocas precisiones

En el debate previo en comisiones, Magdalena Odarda (del bloque Vamos con Todos), hizo un pedido de informes sobre aspectos que no precisaba el proyecto del Ejecutivo ni lxs vocerxs del oficialismo. El Gobierno informó que el cuerpo actual de guardafaunas lo integran cinco trabajadores, para cubrir con tres vehículos 203.013 km2. Río Negro es la cuarta provincia argentina de mayor superficie. Es su responsabilidad el control de 14 cotos de caza privados. Es decir, el lento y progresivo desmantelamiento del cuerpo de guardafaunas convierte en un simple trámite su transformación en inspectores de actividades comerciales, como establece la nueva ley.

La caza es una actividad económica en el territorio muy poco analizada, de la que hay muy poca documentación disponible, excepto de la provincia de La Pampa y otros distritos donde tiene una inserción y reconocimiento social más extendido. Hay quienes sostienen que la cacería es un deporte con especies exóticas. Como sea, es una renta en el espacio de la naturaleza, actividad humana en tensión con la vida silvestre (flora y fauna) y los usos tradicionales del territorio. Ni la legislación ni las prácticas políticas reconocen todavía que esta caza es incomparable a la captura del guanaco, avestruz y avutarda, por ejemplo, para autoconsumo en el caso de la gente del pueblo mapuche-tehuelche y la población criolla rural que vive de forma tradicional.

Patagonia cazada

En el caso de la Patagonia, los debates públicos han sido muy escasos y superficiales: los remates y adjudicaciones de los cotos dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y Lanín, la actividad no reglamentada dentro de la Isla Victoria en colisión con el funcionamiento de la escuela albergue, la compra fraudulenta del Parque Diana en 1997 (San Martín de los Andes, Neuquén) y, ahora, el coto de los capitales de los EAU en la zona del río Alto Chubut (Río Negro) en tierras en conflicto con el pueblo mapuche-tehuelche.

Los cotos privados actualmente habilitados son:

. cinco en el departamento Bariloche: FutannTüe del fideicomiso Amaike en el paraje El Foyel, río Alto Chubut; Río Foyel; Rio Villegas; El Ñandú; y El Cóndor;

. dos en el departamento Pilcaniyeu: Limay Sur y Cerro David (en estancia La Florinda, gestionado por la misma empresa que El Ñandú);

. tres en el departamento Adolfo Alsina: Peumayén en Guardia Mitre, El porrón y Loma Blanca;

. uno en el departamento Conesa: San Benito;

. dos en Pichi Mahuida: La Luna y El Aguila, ambos en cercanías de Río Colorado.

. uno en departamento Avellaneda: La Celestina (en Pomona, Valle Medio).

Al cierre de esta nota, la nueva ley todavía no estaba cargada al sistema de la Legislatura.