La IA en la vida cotidiana y su regulaciónPor Jaime Richart
Mucho se especula sobre el uso y regulación de la IA.
Mientras se barajan fórmulas de regulación que me imagino no van a ir mucho más allá de la obligatoriedad de registrarse el usuario como es preceptivo en la mayoría de las aplicaciones y programas, el asunto principal del uso de la IA en la vida cotidiana es la confrontación en la vida real. En materia de salud, de patologías; en materia de derecho, de juridicidad; en materia científica y tecnológica... está siempre el riesgo de discrepancia entre dos o más especialistas: médicos, abogados, científicos, licenciados, respecto a un caso concreto.
En tiempos en que prevalece el todo vale, que puede decirnos cualquier cosa el médico o el abogado para salir del paso, que el modo de ver el mismo caso dos o más médicos, abogados, expertos... puede ser distinto, y con frecuencia ocurre esto ¿cómo resolver discrepancias si no con el criterio de la IA? ¿cómo resolver distintos pareceres sobre un caso jurídico entre dos bufetes de abogados, antes de recurrir a la Justicia? ¿qué hacer un paciente con su salud en festividades, en vacaciones de verano, en un momento dado, o cuando son imprecisas las expectativas o el diagnóstico? ¿Consultar a un tercer profesional, si es posible, si está a mano? ¿No será crucial en estos casos la IA?
Careciendo la inteligencia artificial de emociones, de ambición, de vanidad, de soberbia, de temor a equivocarse, de fatiga mental, de debilidades humanas, en fin, difícilmente se puede convencernos de que será un error confiar más en la IA que en el profesional de turno, aparte cualquier otra objeción.
De modo que difícil se pone la cosa cuando tanto se insiste en la necesidad de regular la IA o el uso de la IA. Pues, a mi juicio, no hay término medio: o se usa o no se usa. Regular algo, supone imponer limitaciones a un comportamiento. Pero en este caso, ¿qué clase de limitación es posible -sin caer en el absurdo-, que no sea el registro del usuario de la IA? Porque si a la IA se la trata como si fuese otro juego más informático ¿de qué se está hablando? ¿qué es preciso regular?
Fuente: Rebelión
Por Jaime Richart
Mucho se especula sobre el uso y regulación de la IA.
Mientras se barajan fórmulas de regulación que me imagino no van a ir mucho más allá de la obligatoriedad de registrarse el usuario como es preceptivo en la mayoría de las aplicaciones y programas, el asunto principal del uso de la IA en la vida cotidiana es la confrontación en la vida real. En materia de salud, de patologías; en materia de derecho, de juridicidad; en materia científica y tecnológica... está siempre el riesgo de discrepancia entre dos o más especialistas: médicos, abogados, científicos, licenciados, respecto a un caso concreto.
En tiempos en que prevalece el todo vale, que puede decirnos cualquier cosa el médico o el abogado para salir del paso, que el modo de ver el mismo caso dos o más médicos, abogados, expertos... puede ser distinto, y con frecuencia ocurre esto ¿cómo resolver discrepancias si no con el criterio de la IA? ¿cómo resolver distintos pareceres sobre un caso jurídico entre dos bufetes de abogados, antes de recurrir a la Justicia? ¿qué hacer un paciente con su salud en festividades, en vacaciones de verano, en un momento dado, o cuando son imprecisas las expectativas o el diagnóstico? ¿Consultar a un tercer profesional, si es posible, si está a mano? ¿No será crucial en estos casos la IA?
Careciendo la inteligencia artificial de emociones, de ambición, de vanidad, de soberbia, de temor a equivocarse, de fatiga mental, de debilidades humanas, en fin, difícilmente se puede convencernos de que será un error confiar más en la IA que en el profesional de turno, aparte cualquier otra objeción.
De modo que difícil se pone la cosa cuando tanto se insiste en la necesidad de regular la IA o el uso de la IA. Pues, a mi juicio, no hay término medio: o se usa o no se usa. Regular algo, supone imponer limitaciones a un comportamiento. Pero en este caso, ¿qué clase de limitación es posible -sin caer en el absurdo-, que no sea el registro del usuario de la IA? Porque si a la IA se la trata como si fuese otro juego más informático ¿de qué se está hablando? ¿qué es preciso regular?
Fuente: Rebelión