Patagonia

"En la Patagonia pasamos a un mercado laboral de mucha inestabilidad, esta crisis es mucho más compleja que otras que hemos vivido"

Un informe reciente del Observatorio de Economía de la UNPSJB muestra en cifras concretas el impacto de la crisis del mercado laboral formal en la región: en los últimos dos años se destruyeron 26.000 puestos de trabajo en Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chubut, escenario que se ve agravado por las políticas del Gobierno nacional, el declive en la producción de hidrocarburos y los despidos en el sector petrolero. César Herrera, economista y director del Observatorio, dialogó con El Extremo Sur y explicó en detalle las consecuencias sociales de esta coyuntura económica.

El economista se refirió a "crisis en tiempos diferentes" en las distintas provincias, con una pérdida de puestos de trabajo en Santa Cruz y Tierra del Fuego muy marcada a partir de diciembre del 2023, que empieza a verse hoy en Chubut, con una destrucción de 10.000 puestos de trabajo en los últimos seis meses. Habló de una "crisis estructural multifacética" en la Patagonia, con "múltiples dimensiones complicándose todas juntas al mismo tiempo".

Por otro lado, repasó algunos índices regionales y subrayó que en los conglomerados de Río Gallegos, Río Grande y Ushuaia así como en Trelew-Rawson se aprecian cifras de presión laboral varios puntos por encima de la media nacional. Según señaló, en Comodoro hay mayor incertidumbre: a pesar de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares que no ha detectado un aumento elevado de la desocupación, "vemos la destrucción de puestos de trabajo y lo que sucede en el campo cada vez que se publicita una posibilidad de un trabajo, donde hay 300, 400 personas y esto indica desde la práctica una necesidad de tener un puesto de trabajo formal".

En una entrevista reciente con este medio señalabas que todavía no se veía la crisis del sector petrolero reflejada en los números. Uno de los últimos informes del Observatorio analizó el mercado laboral patagónico, lo que hoy permite contar con un panorama más preciso. ¿Cuáles son algunos de los principales hallazgos?

Lo que estamos viendo es una aceleración de lo que está sucediendo en el mercado laboral con cuestiones muy propias en muy poco tiempo. Por ejemplo, podemos ver que la crisis en las tres provincias de la Patagonia Sur viene en tiempos diferentes. Nosotros vemos la destrucción de puestos de trabajo a partir de diciembre del 2023, noviembre del 2023 en algunas provincias. Eso como una caída de los puestos laborales fundamentalmente en Santa Cruz y Tierra del Fuego en el primer semestre de 2024, con una recuperación del empleo en el segundo semestre del 2024 en ambas sin llegar al máximo anterior, o sea, una recuperación leve, pero recuperación al fin y una caída no tan pronunciada en el primer semestre de 2025, pero importante para sus mercados laborales. En Chubut no se dio similar. Cayó un poco el primer trimestre del 2024, el segundo subió, el tercero cayó, el cuarto subió y se dio el máximo en el último trimestre del 2024, primero del 2025, desde ahí en diciembre podríamos decir que se dio un máximo de empleo, pero desde ahí se destruyeron 10.000 puestos de trabajo en 6 meses. Parecía que la crisis no había llegado a Chubut, pero se destruyeron 10.000 puestos de trabajo. Estos son puestos de trabajo privados y públicos registrados, que capitan obra social y jubilación, son puestos de trabajo formales. Cuando analizamos la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) sobre estos hallazgos nos encontramos que la estadística registra en Santa Cruz, fuertemente Río Gallegos, un mercado laboral complejo con mucha presión, lo que significa que hay ocupados que quieren cambiar de trabajo, subocupados que quieren trabajar más y desocupados que quieren trabajar. Entonces, esas tres grandes categorías lo que hacen es presionar al mercado laboral. O sea, hay mucha más gente buscando trabajo. Tanto en Río Gallegos como en Río Grande y Ushuaia, nos encontramos que la presión en el mercado laboral es superior a la que se registra en el total de Argentina. En el país está en el 29% y en esos lugares está arriba del 31%. Otro aglomerado que está con mucha presión laboral es Trelew-Rawson en la provincia de Chubut. Pero la paradoja es que Comodoro Rivadavia, a pesar de que todavía no están los datos concretos pero se estima que los despidos en el sector petrolero cuentan alrededor de 4000 a 5000 directos y después otro tanto de indirecto, se mantiene con una tasa de desocupación baja que creció del 1.2% al 2%. Pero ese 2% del segundo trimestre del 2025 es inferior al 2% generado en el segundo trimestre del 2024, cuando yo decía que lo que veía era que los puestos de trabajo formales habían subido en ese momento. Era como que la EPH registró en ese momento la suba, en el segundo trimestre no registra la suba y eso es motivo de investigación, porque estamos tratando de buscar qué pasa también con esta salida de miles de personas.

En este escenario con miles de despidos de la industria hidrocarburífera, ¿se podría proyectar un aumento de la informalidad?

Sin dudas. Ya se detectó la encuesta a nivel global, detectó una informalidad que pasó del 38% al 43%. Hay una clara tendencia de destrucción de puestos formales para ir a puestos informales. Esto se detecta en varios estudios realizados por grupos de estudio, algunas consultoras, el mismo INDEC muestra un incremento de la informalidad en Argentina. A nivel nacional, caen 230.000 puestos de trabajo, en el orden de 16.000 empresas que cerraron. Nosotros teníamos un mercado más estable hacia algunos meses, y pasamos a un mercado laboral de muchísima inestabilidad y de serios interrogantes para el futuro, estos 26.000 empleos serían casi un 8%, 9% de los 230.000 que se perdieron a nivel nacional. Entonces es muy importante lo que está sucediendo en Patagonia con epicentro en los lugares que ya venían con problemas, como Río Grande, Río Gallegos y Trelew, pero también con incertidumbre en otros. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, según las cifras de la EPH no tenemos problemas, pero vemos la destrucción de puestos de trabajo y lo que sucede en el campo cada vez que se publicita una posibilidad de un trabajo hay 300, 400 personas y esto indica desde la práctica una necesidad de tener un puesto de trabajo formal.

El informe señala, también, el retroceso de la obra pública en Chubut. ¿Cómo incide esto en el mercado laboral de la provincia?

El Gobierno de Chubut siguió haciendo un conjunto de obras, pero no de amplia magnitud. Las obras de amplia magnitud se esperan en este momento preelectoral, por ejemplo, como reparaciones de la Ruta 40, reparación de la Ruta 3 u obras más emblemáticas. La construcción ya venía bastante vapuleada desde el inicio del gobierno de Milei, donde hay dos cuestiones: la falta de obra pública a nivel nacional, que había dejado al gremio de la construcción muy complicado en la provincia de Chubut. Esto se da en el primer trimestre del año 2024, y no se recupera. Vemos que la obra nueva, que en este caso es privada y que nosotros registramos en el primer cuatrimestre del año 2025, ante estos nuevos anuncios, reparaciones de rutas, algunas obras que se venían postergando y que se alimentan de este momento preelectoral, puede ser que tengan algún gradiente de salida. No sé si para todos, evidentemente que no. Acá en Comodoro Rivadavia el gremio dice tener más de 2.000 trabajadores en una bolsa de trabajo y entonces va a ser muy difícil que sean absorbidos con este conjunto de obras.

¿Cómo describirías el panorama económico de la Patagonia en los términos en los que se refieren en el informe, en tanto crisis estructural multifacética?

En líneas generales, vemos el modelo sobre el cual venía creciendo la Patagonia. En Chubut y Santa Cruz, se repartía la renta de la Cuenca del Golfo San Jorge hacia los centros de gobierno, tanto Rawson como Río Gallegos. Por otro lado, el modelo de turismo incipiente con algunos lugares consolidados como Puerto Madryn, El Calafate y Ushuaia, que hoy tiene complicaciones por el hecho del tipo de cambio apreciado, lo que hace que haya más turismo emisivo que turismo receptivo. Y el modelo de un Estado presente en el empleo, más equilibrado en Chubut, con 50/50 entre empleo público y privado, Santa Cruz 60/40 y Tierra del Fuego más o menos la misma proporción, que hoy se ha profundizado, porque el Estado registra más empleos en el sector privado. También vemos la falla de numerosas obras, algunas de las cuales hubieran repercutido favorablemente en la región y que por razones geopolíticas están paradas y prácticamente tienen la posibilidad de no hacerse. Entonces lo único que queda es Aluar, pero también empieza a crujir ante lo que tiene que ver con la imposición de aranceles por parte de Donald Trump en Estados Unidos. Entonces, uno mira el turismo, la producción manufacturera que estaba atada a los hidrocarburos, el retiro de YPF y demás, que hace que tengamos múltiples dimensiones complicándose todas al mismo tiempo y lo que a mí me sorprende, pero puede ser que sea también una apreciación personal, es la rapidez, porque parecía que no pasaba nada. Hasta el año pasado vos mirabas las cosas y decías "esto está más o menos igual". Si bien en el discurso podías decir que estaba mal, en estos meses realmente se ha producido una hecatombe muy rápida, extremadamente rápida y esa hecatombe va ser difícil que uno la pueda sacar en el corto plazo.

¿Cómo evaluás la respuesta del arco político frente a esta rápida escalada de la crisis?

Esto es opinión mía: yo no noto que las autoridades estén con el mismo nivel de preocupación que denotan los números. Es como "bueno, sí, tenemos un problema" pero no se sabe muy bien la cuantía, recién ahora hay algún conjunto de reuniones para ver qué pasa con el empleo petrolero, pero hay posibilidades ahí de reemplazarlo, pareciera que la búsqueda va por el uranio, que no tiene licencia social. De repente veo por parte del poder político una calma que no está acorde con las vivencias que tienen las personas, que no le alcanza su poder adquisitivo y a su vez está con riesgo de perder el puesto de trabajo, la informalidad realmente se nutre de esos puestos de trabajo formales. Esta idea de ser el gran emprendedor y de hacer todos los cursos tiene mucho que ver con el contexto, si no hay nadie que te compre está muy difícil, con lo cual estamos ante una situación que requeriría, a mi juicio, que se juntaran los poderes públicos y dijeran "¿cómo abordamos multidimensionalmente esta crisis?". Y ni siquiera hay eso, sino que hay reuniones intrasectoriales. La crisis es rápida. Es bastante más compleja que otras que hemos vivido y sin embargo, no hay una respuesta del tejido político social, educativo y científico-tecnológico ante la magnitud de la crisis que se avecina.

Ante la crisis de los modelos económicos y concretamente del sector petrolero en el sur de la Patagonia, ¿es posible pensar en la diversificación económica?

Si uno ve cuál es la salida que se propone para la crisis petrolera, sería ampliar la minería en la provincia de Chubut, que no tiene consenso social. Entonces es muy difícil que eso se produzca. Segundo, no tiene el reemplazo de los puestos de empleo que se están perdiendo. Tercero, realmente se ha perdido bastante tiempo. Aparece esta idea de que todos somos culpables de no haber pensado la diversificación, en esencia es verdad, pero ¿cuál es el grado? Porque también están los políticos. Me llama poderosamente la atención ese recurso discursivo, de decir, bueno, acá estamos, no nos hemos diversificado, todos somos culpables, pero no, hay una cadena de sucesiones, de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, en la Municipalidad de Sarmiento, en la Municipalidad de Río Mayo, en la Municipalidad de Camarones, la Municipalidad de Caleta Olivia, hay una sucesión de años de trabajo público que ameritaría por lo menos mirar. Decir que todos somos culpables es minimizar el problema hacia atrás y no convocar a mesas conjuntas con rigor y ponerse al frente de todo para una defección hacia el futuro. Realmente vamos a estar complicados en ese sentido.