Norman Briski: "Por nosotros"Por Norman Briski
Está claro, es evidente que los 30.000 nuestros 30.000 (que son nombres, son palabras, son abrazos) para que hoy tengamos un nazi-sionista con su complicidad civil, en otro tiempo, la libertadora. Por eso y mucho más sentimos el genocidio al pueblo Palestino, de la bestia del imperio en sus últimos estertores de sus "democráticas" sucursales. Sentimos y sabemos entonces que expresar nuestro dolor es nuestro y este dolor que no debilite la posibilidad de resistir y atacar. Tenemos que aprender que el pueblo Palestino nos devolvió con su lucha la dignidad a todo el planeta y que la calidad subversiva de todos los movimientos con sus maneras y sus nuevos lenguajes nos entrega, nos resucita buscando ponernos de pie saber dónde estamos y planear no solo nuestra capacidad crítica (ejemplo: repagar la deuda al Fondo Monetario Internacional ¿y cuanto va a costar pagar las indemnizaciones de todas la víctimas de la pobreza?) nuestras prioridades que es saber que tenemos cerca para accionar solidariamente como urgencia, a los pibes y pibas del hambre, a gestionar de todas maneras alimentos y en esos vínculos expresar la denuncia del porque no hay capitalismos mejores o peores. Y que somos, sin querer queriendo, los que sostenemos el sistema que fabrica la pobreza. La rebeldía es potencia, es puntería, es la guía, es conocimiento y estar cerca quiere decir que la nieve se derrite con la razón, con la emoción de estar vivo para no solo sobrevivir. Brazos largos para todos los colores que construyen la victoria. Seguro que me perfecciono escribiendo y que mi consistencia tambalea por el consumo de la cotidianidad pero admitir que somos contradictorios mueve montañas
Por Norman Briski
Está claro, es evidente que los 30.000 nuestros 30.000 (que son nombres, son palabras, son abrazos) para que hoy tengamos un nazi-sionista con su complicidad civil, en otro tiempo, la libertadora. Por eso y mucho más sentimos el genocidio al pueblo Palestino, de la bestia del imperio en sus últimos estertores de sus "democráticas" sucursales. Sentimos y sabemos entonces que expresar nuestro dolor es nuestro y este dolor que no debilite la posibilidad de resistir y atacar. Tenemos que aprender que el pueblo Palestino nos devolvió con su lucha la dignidad a todo el planeta y que la calidad subversiva de todos los movimientos con sus maneras y sus nuevos lenguajes nos entrega, nos resucita buscando ponernos de pie saber dónde estamos y planear no solo nuestra capacidad crítica (ejemplo: repagar la deuda al Fondo Monetario Internacional ¿y cuanto va a costar pagar las indemnizaciones de todas la víctimas de la pobreza?) nuestras prioridades que es saber que tenemos cerca para accionar solidariamente como urgencia, a los pibes y pibas del hambre, a gestionar de todas maneras alimentos y en esos vínculos expresar la denuncia del porque no hay capitalismos mejores o peores. Y que somos, sin querer queriendo, los que sostenemos el sistema que fabrica la pobreza. La rebeldía es potencia, es puntería, es la guía, es conocimiento y estar cerca quiere decir que la nieve se derrite con la razón, con la emoción de estar vivo para no solo sobrevivir. Brazos largos para todos los colores que construyen la victoria. Seguro que me perfecciono escribiendo y que mi consistencia tambalea por el consumo de la cotidianidad pero admitir que somos contradictorios mueve montañas