Trump dice que Israel perderá su apoyo si anexiona CisjordaniaEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que Israel no se anexará Cisjordania y advirtió que el país hebreo "perdería el apoyo estadounidense" si decidiera hacerlo.
En una entrevista reciente, el mandatario insistió en que "eso no sucederá" y recalcó que "no puede hacerse ahora", declaraciones que llegan un día después de que el Parlamento israelí aprobara en primera lectura un proyecto para formalizar la anexión de ese territorio palestino ocupado.
Sin embargo, mientras Washington intenta presentarse como mediador de paz, las fuerzas israelíes continúan sus ataques sobre la Franja de Gaza, los cuales han dejado cientos de víctimas civiles y destruido gran parte de la infraestructura.
Esta realidad deja al descubierto la doble moral del Gobierno estadounidense, que mantiene su financiamiento y respaldo a Israel aun frente a las denuncias por crímenes de guerra.
Trump afirmó que planea "visitar Gaza pronto" y que su Administración busca relanzar los lazos de la entidad sionista de Israel con el mundo árabe, declaraciones que contrastan con la posición históricamente cómplice de Washington, que durante décadas ha vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU las resoluciones que piden detener la agresión israelí.
Lejos de actuar como un intermediario neutral, Estados Unidos continúa como el principal garante político y militar del régimen sionista, con el suministro de armamento, fondos y respaldo diplomático.
El mandatario relató su conversación con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, para convencerlo de respaldar la propuesta, a quien, según dijo, le advirtió que "no puede luchar contra el mundo. Puedes librar batallas individuales, pero el mundo está en tu contra».
No obstante, la administración Trump ha respaldado cada una de las ofensivas israelíes en Gaza y bloqueado cualquier intento de sanción internacional contra Tel Aviv.
El jefe de la Casa Blanca reconoció que el bombardeo israelí contra negociadores de Hamás en Qatar, a inicios de septiembre, "complicó" los esfuerzos de mediación, aunque se limitó a calificarlo como un "error táctico". A pesar de que ese ataque violó la soberanía de un país aliado y puso en peligro las negociaciones, Washington evitó condenar a Israel y reafirmó su respaldo incondicional.
Mientras tanto, los ataques israelíes sobre Gaza no se han detenido ni un solo día desde la firma del alto el fuego. Los informes de organizaciones humanitarias señalan que la población palestina enfrenta un colapso total de los servicios básicos, escasez de alimentos y energía, y miles de desplazamientos forzados.
 
Aunque Trump insiste en que su objetivo es ampliar los Acuerdos de Abraham y promover la cooperación económica entre Israel y los países árabes, la realidad demuestra lo contrario: la ocupación y el exterminio en Gaza continúan bajo la mirada y el financiamiento de Washington, que se presenta ante el mundo como mediador de paz.
Fuente: TeleSUR
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que Israel no se anexará Cisjordania y advirtió que el país hebreo "perdería el apoyo estadounidense" si decidiera hacerlo.
En una entrevista reciente, el mandatario insistió en que "eso no sucederá" y recalcó que "no puede hacerse ahora", declaraciones que llegan un día después de que el Parlamento israelí aprobara en primera lectura un proyecto para formalizar la anexión de ese territorio palestino ocupado.
Sin embargo, mientras Washington intenta presentarse como mediador de paz, las fuerzas israelíes continúan sus ataques sobre la Franja de Gaza, los cuales han dejado cientos de víctimas civiles y destruido gran parte de la infraestructura.
Esta realidad deja al descubierto la doble moral del Gobierno estadounidense, que mantiene su financiamiento y respaldo a Israel aun frente a las denuncias por crímenes de guerra.
Trump afirmó que planea "visitar Gaza pronto" y que su Administración busca relanzar los lazos de la entidad sionista de Israel con el mundo árabe, declaraciones que contrastan con la posición históricamente cómplice de Washington, que durante décadas ha vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU las resoluciones que piden detener la agresión israelí.
Lejos de actuar como un intermediario neutral, Estados Unidos continúa como el principal garante político y militar del régimen sionista, con el suministro de armamento, fondos y respaldo diplomático.
El mandatario relató su conversación con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, para convencerlo de respaldar la propuesta, a quien, según dijo, le advirtió que "no puede luchar contra el mundo. Puedes librar batallas individuales, pero el mundo está en tu contra».
No obstante, la administración Trump ha respaldado cada una de las ofensivas israelíes en Gaza y bloqueado cualquier intento de sanción internacional contra Tel Aviv.
El jefe de la Casa Blanca reconoció que el bombardeo israelí contra negociadores de Hamás en Qatar, a inicios de septiembre, "complicó" los esfuerzos de mediación, aunque se limitó a calificarlo como un "error táctico". A pesar de que ese ataque violó la soberanía de un país aliado y puso en peligro las negociaciones, Washington evitó condenar a Israel y reafirmó su respaldo incondicional.
Mientras tanto, los ataques israelíes sobre Gaza no se han detenido ni un solo día desde la firma del alto el fuego. Los informes de organizaciones humanitarias señalan que la población palestina enfrenta un colapso total de los servicios básicos, escasez de alimentos y energía, y miles de desplazamientos forzados.
Aunque Trump insiste en que su objetivo es ampliar los Acuerdos de Abraham y promover la cooperación económica entre Israel y los países árabes, la realidad demuestra lo contrario: la ocupación y el exterminio en Gaza continúan bajo la mirada y el financiamiento de Washington, que se presenta ante el mundo como mediador de paz.
Fuente: TeleSUR