Lo que perdimos en el camino: algunas conclusiones de la elección legislativa en Chubut Al comparar los números de 2023 con los del pasado 26 de octubre, en Chubut queda claro que a la marea de LLA solo la detuvo la existencia de una tercera fuerza que le restó votos del mismo río donde pescan los libertarios. El PJ, en tanto, perdió más de 22 mil votos desde la última elección general.
La polarización está declarada en todo el país. Luego de las últimas elecciones, La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo -con sus diferentes denominaciones- son las fuerzas en pugna que quedaron de pie a partir del fracaso de Provincias Unidas. La unión de seis gobernadores argentinos -entre ellos el chubutense Ignacio Torres- había entrevisto la posibilidad de que esta vez se consolidara una tercera vía, lo cual no ocurrió. Así como no pudo interceder Horacio Rodríguez Larreta hace dos años, tampoco se pudo esta vez, cuando fueron más los que prefirieron renovarle la esperanza al pseudo rocker que funge como Presidente.
La tercera fuerza y el diario del lunes
Sin embargo, en la provincia de Chubut la existencia de una tercera fuerza sirvió para ponerle un freno al despegue de la lista violeta, ya que los 64 mil votos de Despierta Chubut le hubieran permitido superar los 153 mil sufragios de haber ido juntos quienes solo difieren en temas de formas.
Si así lo hubieran hecho -como en los otros distritos que gobierna la prole de Mauricio Macri-, hasta bien pudo haber retenido su banca Ana Clara Romero, a quien solo le quedó el consuelo de que, en su lacrimógeno video, María Eugenia Vidal la mencionara lamentando que la abogada comodorense ya no pueda invocar en el Congreso nacional sus principios republicanos.
De hecho, la fuerza provincial que encabeza el gobernador Ignacio Torres viene perdiendo votos desde aquel 30 de julio de 2023 en que él se consagró ganador. Expone así que es su nombre el que arrastra, como había pasado dos años antes en las legislativas que lo llevaron al Senado.
Torres fue electo gobernador con 117.628 votos y ahora la fuerza que lo representó obtuvo poco más de la mitad de aquella cifra. Claro que también había bajado en las PASO de 2023, cuando Patricia Bullrich y Larreta sacaron 76.603 que cayeron a 70.717 en las generales donde la hoy ministra se quedó afuera del balotaje. El último domingo de octubre, Despierta Chubut perdió otros 6 mil votos.
El dilema de la fuerza provincial es que comparte electorado con LLA, donde quedó claro que el gran elector es Javier Milei. Y sin necesidad de visitar Chubut. A Maira Frías le alcanzó un video con el Presidente para ser la más votada en las últimas legislativas, aunque sus 89.982 votos son muchos menos que los 120.297 que obtuvo Milei en las generales de octubre de 2023. Y ni hablar de los 195.543 que le sumaron los chubutenses en el balotaje con Sergio Massa.
Un peronismo ante su gran hora
Para el peronismo, en tanto, el problema es mayor porque se le juntan peligrosamente piso y techo electoral y no aparece a la vista un campo orégano para ir a buscar más votos. Esto, sin considerar las triquiñuelas de cada elección, donde se acentúan diferencias regionales y partidarias que llevan a la presentación de candidaturas que le restan hasta un 10 por ciento de potenciales votos, como pasó con Alfredo Béliz en esta ocasión.
Sin unidad interna y concentrando su fuerza en Comodoro Rivadavia, Esquel y otras localidades regionales más pequeñas, en esta oportunidad fue más que meritoria la actuación de Juan Pablo Luque, quien tal vez hizo una campaña más dedicada que hace dos años, cuando quiso ser gobernador.
Sin embargo, entre una elección y otra el exintendente de Comodoro perdió 22.500 votos, ya que hace dos años sumó 111.415 y ahora totalizó 88.908. De todos modos, esta cifra fue más alta que la que reunió el peronismo en las PASO de 2023, cuando Massa y Juan Grabois juntos apenas sumaron 71.830.
Por otra parte, el peronismo del futuro debe lidiar con un tema que no es menor: la pérdida de acompañamiento sindical para sus candidatos orgánicos. Pasó en 2021 con el poderoso sindicato petrolero y se reiteró ahora con los camioneros de Jorge Taboada, dolidos aún por haberse quedado afuera de las listas nacionales de 2019 a última hora.
Al comparar los números de 2023 con los del pasado 26 de octubre, en Chubut queda claro que a la marea de LLA solo la detuvo la existencia de una tercera fuerza que le restó votos del mismo río donde pescan los libertarios. El PJ, en tanto, perdió más de 22 mil votos desde la última elección general.
La polarización está declarada en todo el país. Luego de las últimas elecciones, La Libertad Avanza (LLA) y el peronismo -con sus diferentes denominaciones- son las fuerzas en pugna que quedaron de pie a partir del fracaso de Provincias Unidas. La unión de seis gobernadores argentinos -entre ellos el chubutense Ignacio Torres- había entrevisto la posibilidad de que esta vez se consolidara una tercera vía, lo cual no ocurrió. Así como no pudo interceder Horacio Rodríguez Larreta hace dos años, tampoco se pudo esta vez, cuando fueron más los que prefirieron renovarle la esperanza al pseudo rocker que funge como Presidente.
La tercera fuerza y el diario del lunes
Sin embargo, en la provincia de Chubut la existencia de una tercera fuerza sirvió para ponerle un freno al despegue de la lista violeta, ya que los 64 mil votos de Despierta Chubut le hubieran permitido superar los 153 mil sufragios de haber ido juntos quienes solo difieren en temas de formas.
Si así lo hubieran hecho -como en los otros distritos que gobierna la prole de Mauricio Macri-, hasta bien pudo haber retenido su banca Ana Clara Romero, a quien solo le quedó el consuelo de que, en su lacrimógeno video, María Eugenia Vidal la mencionara lamentando que la abogada comodorense ya no pueda invocar en el Congreso nacional sus principios republicanos.
De hecho, la fuerza provincial que encabeza el gobernador Ignacio Torres viene perdiendo votos desde aquel 30 de julio de 2023 en que él se consagró ganador. Expone así que es su nombre el que arrastra, como había pasado dos años antes en las legislativas que lo llevaron al Senado.
Torres fue electo gobernador con 117.628 votos y ahora la fuerza que lo representó obtuvo poco más de la mitad de aquella cifra. Claro que también había bajado en las PASO de 2023, cuando Patricia Bullrich y Larreta sacaron 76.603 que cayeron a 70.717 en las generales donde la hoy ministra se quedó afuera del balotaje. El último domingo de octubre, Despierta Chubut perdió otros 6 mil votos.
El dilema de la fuerza provincial es que comparte electorado con LLA, donde quedó claro que el gran elector es Javier Milei. Y sin necesidad de visitar Chubut. A Maira Frías le alcanzó un video con el Presidente para ser la más votada en las últimas legislativas, aunque sus 89.982 votos son muchos menos que los 120.297 que obtuvo Milei en las generales de octubre de 2023. Y ni hablar de los 195.543 que le sumaron los chubutenses en el balotaje con Sergio Massa.
Un peronismo ante su gran hora
Para el peronismo, en tanto, el problema es mayor porque se le juntan peligrosamente piso y techo electoral y no aparece a la vista un campo orégano para ir a buscar más votos. Esto, sin considerar las triquiñuelas de cada elección, donde se acentúan diferencias regionales y partidarias que llevan a la presentación de candidaturas que le restan hasta un 10 por ciento de potenciales votos, como pasó con Alfredo Béliz en esta ocasión.
Sin unidad interna y concentrando su fuerza en Comodoro Rivadavia, Esquel y otras localidades regionales más pequeñas, en esta oportunidad fue más que meritoria la actuación de Juan Pablo Luque, quien tal vez hizo una campaña más dedicada que hace dos años, cuando quiso ser gobernador.
Sin embargo, entre una elección y otra el exintendente de Comodoro perdió 22.500 votos, ya que hace dos años sumó 111.415 y ahora totalizó 88.908. De todos modos, esta cifra fue más alta que la que reunió el peronismo en las PASO de 2023, cuando Massa y Juan Grabois juntos apenas sumaron 71.830.
Por otra parte, el peronismo del futuro debe lidiar con un tema que no es menor: la pérdida de acompañamiento sindical para sus candidatos orgánicos. Pasó en 2021 con el poderoso sindicato petrolero y se reiteró ahora con los camioneros de Jorge Taboada, dolidos aún por haberse quedado afuera de las listas nacionales de 2019 a última hora.