Vasconcelos: "Hay un agotamiento del régimen que se expresa en la baja votación, las fuerzas tradicionales intentan reciclarse sin cambios de fondo"En la última elección legislativa, el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U) ganó tres bancas en la Cámara de Diputados (dos en la Provincia de Buenos Aires y una banca en CABA). Además, en Chubut se posicionó como la quinta fuerza de la provincia, con el 5,13% de los votos. En algunas localidades de la Comarca Andina escaló al cuarto lugar. En diálogo con El Extremo Sur, Santiago Vasconcelos -diputado provincial que fue candidato a legislador nacional en la última elección- analizó el escenario político provincial, signado por la connivencia de poderes y la falta de apoyo de algunas fuerzas a los reclamos sociales del territorio.
El diputado provincial Santiago Vasconcelos, único representante de la izquierda en la Legislatura del Chubut, habló de las distintas problemáticas que atraviesan las localidades provinciales y parecen haber incidido en el resultado electoral: la subejecución de la ayuda para los incendios en la Comarca, la falta de oportunidades y empleo en la zona del Valle y los despidos del sector petrolero en Comodoro Rivadavia.
Más allá de la coyuntura, sostuvo que es necesaria una transformación del sistema político. En esta línea, apuntó contra la mayoría automática del oficialismo en la Legislatura y su rol en la designación de jueces, fiscales y miembros del Superior Tribunal: "Hay una convivencia absoluta entre los tres poderes de Estado que están finalmente dominados por el oficialismo de turno durante 4 años". Además, subrayó que "las fuerzas tradicionales intentan de alguna forma reciclarse sin cambiar este su planteo de fondo" y que la izquierda hoy se posiciona como una oposición sólida a los gobiernos provincial y nacional.
¿Cómo analizás los resultados de la izquierda? A nivel nacional hubo una buena elección y en Chubut se posicionaron como quinta fuerza.
En Chubut fue quinta fuerza, en algunos lugares fue cuarta. De todas formas si nos parece una muy buena elección tanto a nivel nacional como como también en la provincia porque superamos un poco también lo que hemos sacado cuando en las elecciones provinciales donde logramos por primera vez la primera banca. Y además porque recibimos mucho apoyo de muchos sectores en en lucha, además aparecemos como una fuerza consolidada en crecimiento y que va abriéndose camino, en una situación en la que es una fuerza que es todo muy a pulmón. Es decir, de nosotros nadie vio gigantografías por toda la provincia, sino que es todo sin recursos, a pulmón y boca a boca, militancia. Entonces en ese escenario nos parece muy buen resultado y además es como una plataforma para todo lo que se viene en estos tiempos: la reforma laboral, el intento de la entrega del uranio, el pacto con Estados Unidos. Una buena votación de la izquierda ubica en mejor situación para las luchas que se vienen.
En algunas regiones de la provincia incluso se consolidaron como cuarta fuerza. ¿A qué adjudicás ese apoyo?
En Lago Puelo fue un poco más el 12%, en Epuyén 10%, en Las Golondrinas 15%, que fue el lugar donde más votación tuvimos. En toda la región de la Comarca Andina fue muy buena la votación y que además tiene que ver con toda una intervención nuestra en esa región, el apoyo a la lucha de los vecinos en relación a las víctimas de los incendios. Así que bueno, tiene que ver con nuestra intervención y también con un descontento muy grande que hay este con el Gobierno provincial, sobre todo en esa región.
Al menos en Chubut, ¿hay un crecimiento del apoyo social y electoral al Frente de Izquierda en los últimos años?
Sí y también tiene que ver por un lado con nuestra intervención concreta, el apoyo a las distintas luchas y con nuestro rol en la Legislatura que muchos han destacado como la única oposición real, y que ha actuado siempre de forma independiente a las distintas fuerzas políticas, independiente a todos los pactos que allí se llevan adelante, entonces también hay un reconocimiento a nuestra labor ahí.
A grandes rasgos, fue una elección donde pesó mucho el componente nacional. ¿Creés que tuvieron su incidencia también las problemáticas locales?
Sí, yo creo también que la elección estuvo bastante nacionalizada, pero al mismo tiempo, la tercera posición de Torres es un voto que expresa cierta bronca hacia el Gobierno provincial justamente por esta estas problemáticas, incluso en algunos casos entiendo que algunos votantes atribuyeron más responsabilidad al Gobierno provincial que al Gobierno nacional de la situación que se está viviendo. Y las problemáticas van dependiendo de las zonas. En la cordillera, el tema de los incendios y de la falta de ayuda, incluso de la subejecución de la ayuda que que había para esas zonas, pero además también obviamente la cuestión del nuevo embate del Gobierno provincial y el Gobierno nacional en relación a la megaminería, el intento de meter el uranio. Incluso muy cerca de las elecciones pasó esto de que lo sacaron a Torres a los silbidos en Esquel. Después está la muy fuerte la cuestión de los despidos, la falta de empleo, los bajos salarios, sobre todo los despidos en la región de Comodoro y Sarmiento, en relación a los trabajadores del petróleo que son miles de despedidos que aún al día de hoy siguen sin hacerse efectivas esas promesas de alguna reactivación o de que sean absorbidos por alguna otra empresa. Y la zona más del mar y del Valle, la cuestión de los bajos salarios, del problema de la salud, la educación, la falta de empleo, de oportunidades, en general fueron esas problemáticas y obviamente la cuestión de las jubilaciones aparecía fuertemente en los distintos lugares.
¿Cuál es el rol de la izquierda en el mapa político que se consolidó en Chubut después de la elección? Hablabas, por ejemplo, de una "auténtica oposición".
Sí, porque de hecho el peronismo, si bien se ha logrado consolidar en estas elecciones como la principal fuerza opositora en el sentido de que fue quien más captó el voto opositor, lo que fue su labor al interior de la Legislatura fue de acuerdos permanentes con el Gobierno provincial en cuestiones muy sensibles y que han permitido justamente la avanzada de Torres contra la población. En la primera de todas las sesiones, por ejemplo, cuando recién asumimos, se pusieron de acuerdo para otorgarle a Torres en todas las comisiones de la Legislatura quórum propio y mayoría automática. Es decir, una especie de superpoderes, en la parte de diputados también lo tienen gracias al peronismo en las comisiones y también en relación a el presupuesto de ajuste, el Comando Unificado represivo que después fue el que protagonizó los allanamientos en la cordillera contra la población mapuche, la cuestión del nuevo endeudamiento, la asunción de jueces y fiscales que una y otra vez están ligados a grandes escándalos provinciales. Ahora al momento de las elecciones de alguna forma intentan exacerbar su carácter opositor para disimular justamente el enorme colaboracionismo que ocurre al interior de la Legislatura y que muchas veces queda medio tapado, porque nosotros somos la única fuerza que lo denuncia. Muchas veces no logramos que el conjunto de la población conozca todos esos entretejidos que se hacen entre distintas fuerzas tradicionales tanto en la Legislatura como a nivel nacional.
¿Considerás que hubo grandes ausentes en las campañas? Sobre todo problemáticas que parecían muy presentes en la movilización social.
No solamente a nivel discursivo en la campaña o en el programa sino que también está la ausencia profunda de todos estos espacios en las luchas concretas, es decir, cuando la gente sale efectivamente a las calles a luchar porque ya agotó todas las vías administrativas y nadie le está dando pelota. La gente está en las calles y ahí, para nosotros, es fundamental que un diputado o una fuerza política acompañe estos procesos justamente porque se están enfrentando a un gobierno, a un Estado que no solamente no les da respuesta, sino que incluso la respuesta que les da es la persecución, la represión, la criminalización de la protesta. Por lo tanto una fuerza política que pretenda transformar esta realidad tiene que necesariamente estar presente acompañando cada uno de los reclamos.
¿Creés que existe, en este sentido, una distancia de ciertos espacios políticos con las realidades concretas de la población?
Sí, pero creo que es una distancia consciente, es decir, eligen no participar, no es una cuestión de ni de comodidad ni de distracción, sino que es una política consciente de nuestro punto vista, porque efectivamente esta provincia viene de haber sido gobernada por todo un sector muy vinculado al peronismo y fue la que estuvo persiguiendo a la población con el tremendo ajuste y el intento de meter la minería por parte de Arcioni, al cual después lo premiaron con un un puesto en el ParlaSur porque lo pusieron en las boletas nacionales en las elecciones del 2023. Con lo cual evidentemente ellos fueron parte de políticas de ajuste y represivas cuando fueron Gobierno, por lo tanto hay una cuestión que los hermana con el gobierno de Torres, incluso con el gobierno de Milei, y que hace que estén limitados a la hora de poder acompañar el proceso de lucha. Obviamente yo me refiero a la dirigencia. Hay sectores que se referencian con el peronismo de base que sí salen a luchar, pero yo me refiero a lo que son las direcciones, quienes han sido gobierno y se proponen ahora como reemplazo.
Cuando la izquierda consiguió un lugar histórico en la Legislatura en 2023 se llevó adelante la práctica de las bancas rotativas, como una suerte de cambio de las reglas instituidas del quehacer político. ¿Es necesario modificar ciertas prácticas del sistema político tal y como ha sido planteado hasta ahora?
Profundamente. Nosotros planteamos la necesidad de un cambio total del régimen político en su conjunto porque es un régimen que de democrático tiene poco, es decir, en términos de la Constitución Provincial, por ejemplo, esto de que la fuerza del oficialismo tiene mayoría automática en la Legislatura por 4 años -porque no hay renovación intermedia a nivel provincial- implica que la Legislatura se convierta en una escribanía del Gobierno de turno. Y al mismo tiempo es la Legislatura la que designa a los jueces, los fiscales, los miembros del Superior Tribunal, con lo cual hay una connivencia absoluta entre los tres poderes de Estado que están finalmente dominados por el oficialismo de turno durante 4 años. Pero además es un régimen que está al servicio de los intereses de los grandes grupos empresariales, que son los que financian las campañas de los partidos tradicionales y que después obviamente obtienen sus beneficios. Lo cierto es que en esta provincia sistemáticamente las políticas fueron para beneficiar a los grandes sectores como la las patronales del petróleo, la patronal pesquera, la patronal de Aluar, los Benetton. Y eso se viene profundizando aún más con rebajas de regalías y demás negociados por delante como el caso del fracking. Entonces es un régimen de carácter poco democrático que tiene que ver con beneficiar a un puñadito. Porque los grandes grupos económicos son un puñadito de ricos frente a las grandes mayorías, donde la pobreza crece, el desempleo crece, las problemáticas de salud crecen.
Algo de esa idea de la modificación del sistema parece estar presente en una parte del electorado, sobre todo cuando apoya discursos que apuntan a la casta política, o en el caso de Chubut, a los "privilegios" de los fueros. ¿Hay un sentido de cambio profundo en esa retórica o es más bien superficial?
Hay dos cuestiones ahí: una que los privilegios reales no los quisieron atacar ninguno de los gobiernos, de hecho yo fui el único que se opuso a un aumento que hubo para diputados provinciales y fui el único también que presentó un proyecto para que los diputados provinciales cobren como un director de escuela, obviamente elevando el sueldo de los docentes para que un salario cubra la canasta familiar. Ese proyecto nadie lo quiso ni nombrar y cuando lo presenté fue fuertemente resistido. Entonces, por un lado eso: los privilegios reales no los quieren tocar para nada. Por otro lado está la habilidad que tuvo Milei, en mi punto de vista, cuando habla de este discurso anti casta. Primero, Milei no atacó nada de eso, de hecho, está lleno de denuncias por todos lados y tiene en sus gabinetes a los mismos que han estado en los distintos gobiernos, pero además lo que hizo Milei hábilmente fue disimular a quiénes representan esos políticos capitalistas, es decir, esa casta. Son los emisarios de los grandes grupos económicos. Y esa parte la disimula. Todo este aparato está armado en función de beneficiarlos. Incluso un poco pasa cuando se habla de la dictadura, pocas veces se pone de relieve quiénes fueron los beneficiarios de la dictadura, que son los mismos grandes grupos económicos que hoy en día siguen siendo los beneficiarios de este régimen democrático que tiene poco de democrático. Los que quedan eximidos de las problemáticas y que no son señalados son siempre los que se enriquecen y los que, por ejemplo, ahora promueven la reforma laboral que es para el beneficio de los grupos empresariales, no para los trabajadores.
En los últimos años se habla, tanto en la política nacional como provincial, de una tendencia de renovación, generalmente encabezada por perfiles outsiders y jóvenes. En Chubut, ¿se puede hablar, efectivamente, de un cambio estructural o es simplemente un cambio de forma?
Yo creo que hay un agotamiento del régimen, la gente un poco expresa esto en la baja votación. Lo cierto es que cada vez estamos peor, y ese agotamiento que se percibe; bueno, las fuerzas tradicionales intentan de alguna forma reciclarse sin cambiar su planteo de fondo. El propio Torres es una expresión de esto. Un gobernador joven que intenta de alguna forma ser una cara nueva y en eso gasta muchísimo dinero para intentar proyectarse a nivel provincial y a nivel nacional como esta especie de figura de renovación, pero nuestra advertencia es que el problema no son las caras visibles que se reciclan, sino que el problema es el régimen social. Nosotros somos la única fuerza que se planteó en las elecciones y que se plantea todos los días abiertamente en lucha por el socialismo, en lucha por un gobierno de trabajadores, es decir, la transformación completa del régimen social capitalista que es el que nos está hundiendo en la miseria y que si no se ataca a esos intereses, desde nuestro punto de vista, no hay salida posible, porque no hay salida posible de la mano con el FMI, no hay salida posible de la mano de los grandes empresarios que son los que se benefician y que vienen hundiendo al país. Por eso es una renovación de las caras, pero no de los planteos y en ese sentido para nosotros es justamente la izquierda la fuerza joven que viene a plantear algo radicalmente diferente a todos los que nos vienen gobernando, e independientemente de a quién le toque encarar este una campaña, una elección, bueno, nosotros planteamos una salida colectiva, no de la mano de un líder, sino efectivamente una transformación social profunda del gobierno de trabajadores. No nos quedamos esperando hasta las elecciones del 2027, sino que desde ahora mismo seguimos enfrentando en las calles la situación que se está viviendo y la principal cuestión que se viene y que está anunciada es esta reforma laboral nefasta que viene a intentar liquidar a ese 50% de la población que aún queda con trabajos en blanco y bajo convenio colectivo. Quieren generalizar la precarización laboral al 100% de los trabajadores. Así que bueno, está la necesidad de organizarse, enfrentarlo como lo hicieron los del Garrahan. Si la CGT fuera democrática, hoy en día al frente de la CGT deberían estar los del Garrahan y serían los que podrían llevarnos a una victoria frente a todos estos atropellos.
En la última elección legislativa, el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U) ganó tres bancas en la Cámara de Diputados (dos en la Provincia de Buenos Aires y una banca en CABA). Además, en Chubut se posicionó como la quinta fuerza de la provincia, con el 5,13% de los votos. En algunas localidades de la Comarca Andina escaló al cuarto lugar. En diálogo con El Extremo Sur, Santiago Vasconcelos -diputado provincial que fue candidato a legislador nacional en la última elección- analizó el escenario político provincial, signado por la connivencia de poderes y la falta de apoyo de algunas fuerzas a los reclamos sociales del territorio.
El diputado provincial Santiago Vasconcelos, único representante de la izquierda en la Legislatura del Chubut, habló de las distintas problemáticas que atraviesan las localidades provinciales y parecen haber incidido en el resultado electoral: la subejecución de la ayuda para los incendios en la Comarca, la falta de oportunidades y empleo en la zona del Valle y los despidos del sector petrolero en Comodoro Rivadavia.
Más allá de la coyuntura, sostuvo que es necesaria una transformación del sistema político. En esta línea, apuntó contra la mayoría automática del oficialismo en la Legislatura y su rol en la designación de jueces, fiscales y miembros del Superior Tribunal: "Hay una convivencia absoluta entre los tres poderes de Estado que están finalmente dominados por el oficialismo de turno durante 4 años". Además, subrayó que "las fuerzas tradicionales intentan de alguna forma reciclarse sin cambiar este su planteo de fondo" y que la izquierda hoy se posiciona como una oposición sólida a los gobiernos provincial y nacional.
¿Cómo analizás los resultados de la izquierda? A nivel nacional hubo una buena elección y en Chubut se posicionaron como quinta fuerza.
En Chubut fue quinta fuerza, en algunos lugares fue cuarta. De todas formas si nos parece una muy buena elección tanto a nivel nacional como como también en la provincia porque superamos un poco también lo que hemos sacado cuando en las elecciones provinciales donde logramos por primera vez la primera banca. Y además porque recibimos mucho apoyo de muchos sectores en en lucha, además aparecemos como una fuerza consolidada en crecimiento y que va abriéndose camino, en una situación en la que es una fuerza que es todo muy a pulmón. Es decir, de nosotros nadie vio gigantografías por toda la provincia, sino que es todo sin recursos, a pulmón y boca a boca, militancia. Entonces en ese escenario nos parece muy buen resultado y además es como una plataforma para todo lo que se viene en estos tiempos: la reforma laboral, el intento de la entrega del uranio, el pacto con Estados Unidos. Una buena votación de la izquierda ubica en mejor situación para las luchas que se vienen.
En algunas regiones de la provincia incluso se consolidaron como cuarta fuerza. ¿A qué adjudicás ese apoyo?
En Lago Puelo fue un poco más el 12%, en Epuyén 10%, en Las Golondrinas 15%, que fue el lugar donde más votación tuvimos. En toda la región de la Comarca Andina fue muy buena la votación y que además tiene que ver con toda una intervención nuestra en esa región, el apoyo a la lucha de los vecinos en relación a las víctimas de los incendios. Así que bueno, tiene que ver con nuestra intervención y también con un descontento muy grande que hay este con el Gobierno provincial, sobre todo en esa región.
Al menos en Chubut, ¿hay un crecimiento del apoyo social y electoral al Frente de Izquierda en los últimos años?
Sí y también tiene que ver por un lado con nuestra intervención concreta, el apoyo a las distintas luchas y con nuestro rol en la Legislatura que muchos han destacado como la única oposición real, y que ha actuado siempre de forma independiente a las distintas fuerzas políticas, independiente a todos los pactos que allí se llevan adelante, entonces también hay un reconocimiento a nuestra labor ahí.
A grandes rasgos, fue una elección donde pesó mucho el componente nacional. ¿Creés que tuvieron su incidencia también las problemáticas locales?
Sí, yo creo también que la elección estuvo bastante nacionalizada, pero al mismo tiempo, la tercera posición de Torres es un voto que expresa cierta bronca hacia el Gobierno provincial justamente por esta estas problemáticas, incluso en algunos casos entiendo que algunos votantes atribuyeron más responsabilidad al Gobierno provincial que al Gobierno nacional de la situación que se está viviendo. Y las problemáticas van dependiendo de las zonas. En la cordillera, el tema de los incendios y de la falta de ayuda, incluso de la subejecución de la ayuda que que había para esas zonas, pero además también obviamente la cuestión del nuevo embate del Gobierno provincial y el Gobierno nacional en relación a la megaminería, el intento de meter el uranio. Incluso muy cerca de las elecciones pasó esto de que lo sacaron a Torres a los silbidos en Esquel. Después está la muy fuerte la cuestión de los despidos, la falta de empleo, los bajos salarios, sobre todo los despidos en la región de Comodoro y Sarmiento, en relación a los trabajadores del petróleo que son miles de despedidos que aún al día de hoy siguen sin hacerse efectivas esas promesas de alguna reactivación o de que sean absorbidos por alguna otra empresa. Y la zona más del mar y del Valle, la cuestión de los bajos salarios, del problema de la salud, la educación, la falta de empleo, de oportunidades, en general fueron esas problemáticas y obviamente la cuestión de las jubilaciones aparecía fuertemente en los distintos lugares.
¿Cuál es el rol de la izquierda en el mapa político que se consolidó en Chubut después de la elección? Hablabas, por ejemplo, de una "auténtica oposición".
Sí, porque de hecho el peronismo, si bien se ha logrado consolidar en estas elecciones como la principal fuerza opositora en el sentido de que fue quien más captó el voto opositor, lo que fue su labor al interior de la Legislatura fue de acuerdos permanentes con el Gobierno provincial en cuestiones muy sensibles y que han permitido justamente la avanzada de Torres contra la población. En la primera de todas las sesiones, por ejemplo, cuando recién asumimos, se pusieron de acuerdo para otorgarle a Torres en todas las comisiones de la Legislatura quórum propio y mayoría automática. Es decir, una especie de superpoderes, en la parte de diputados también lo tienen gracias al peronismo en las comisiones y también en relación a el presupuesto de ajuste, el Comando Unificado represivo que después fue el que protagonizó los allanamientos en la cordillera contra la población mapuche, la cuestión del nuevo endeudamiento, la asunción de jueces y fiscales que una y otra vez están ligados a grandes escándalos provinciales. Ahora al momento de las elecciones de alguna forma intentan exacerbar su carácter opositor para disimular justamente el enorme colaboracionismo que ocurre al interior de la Legislatura y que muchas veces queda medio tapado, porque nosotros somos la única fuerza que lo denuncia. Muchas veces no logramos que el conjunto de la población conozca todos esos entretejidos que se hacen entre distintas fuerzas tradicionales tanto en la Legislatura como a nivel nacional.
¿Considerás que hubo grandes ausentes en las campañas? Sobre todo problemáticas que parecían muy presentes en la movilización social.
No solamente a nivel discursivo en la campaña o en el programa sino que también está la ausencia profunda de todos estos espacios en las luchas concretas, es decir, cuando la gente sale efectivamente a las calles a luchar porque ya agotó todas las vías administrativas y nadie le está dando pelota. La gente está en las calles y ahí, para nosotros, es fundamental que un diputado o una fuerza política acompañe estos procesos justamente porque se están enfrentando a un gobierno, a un Estado que no solamente no les da respuesta, sino que incluso la respuesta que les da es la persecución, la represión, la criminalización de la protesta. Por lo tanto una fuerza política que pretenda transformar esta realidad tiene que necesariamente estar presente acompañando cada uno de los reclamos.
¿Creés que existe, en este sentido, una distancia de ciertos espacios políticos con las realidades concretas de la población?
Sí, pero creo que es una distancia consciente, es decir, eligen no participar, no es una cuestión de ni de comodidad ni de distracción, sino que es una política consciente de nuestro punto vista, porque efectivamente esta provincia viene de haber sido gobernada por todo un sector muy vinculado al peronismo y fue la que estuvo persiguiendo a la población con el tremendo ajuste y el intento de meter la minería por parte de Arcioni, al cual después lo premiaron con un un puesto en el ParlaSur porque lo pusieron en las boletas nacionales en las elecciones del 2023. Con lo cual evidentemente ellos fueron parte de políticas de ajuste y represivas cuando fueron Gobierno, por lo tanto hay una cuestión que los hermana con el gobierno de Torres, incluso con el gobierno de Milei, y que hace que estén limitados a la hora de poder acompañar el proceso de lucha. Obviamente yo me refiero a la dirigencia. Hay sectores que se referencian con el peronismo de base que sí salen a luchar, pero yo me refiero a lo que son las direcciones, quienes han sido gobierno y se proponen ahora como reemplazo.
Cuando la izquierda consiguió un lugar histórico en la Legislatura en 2023 se llevó adelante la práctica de las bancas rotativas, como una suerte de cambio de las reglas instituidas del quehacer político. ¿Es necesario modificar ciertas prácticas del sistema político tal y como ha sido planteado hasta ahora?
Profundamente. Nosotros planteamos la necesidad de un cambio total del régimen político en su conjunto porque es un régimen que de democrático tiene poco, es decir, en términos de la Constitución Provincial, por ejemplo, esto de que la fuerza del oficialismo tiene mayoría automática en la Legislatura por 4 años -porque no hay renovación intermedia a nivel provincial- implica que la Legislatura se convierta en una escribanía del Gobierno de turno. Y al mismo tiempo es la Legislatura la que designa a los jueces, los fiscales, los miembros del Superior Tribunal, con lo cual hay una connivencia absoluta entre los tres poderes de Estado que están finalmente dominados por el oficialismo de turno durante 4 años. Pero además es un régimen que está al servicio de los intereses de los grandes grupos empresariales, que son los que financian las campañas de los partidos tradicionales y que después obviamente obtienen sus beneficios. Lo cierto es que en esta provincia sistemáticamente las políticas fueron para beneficiar a los grandes sectores como la las patronales del petróleo, la patronal pesquera, la patronal de Aluar, los Benetton. Y eso se viene profundizando aún más con rebajas de regalías y demás negociados por delante como el caso del fracking. Entonces es un régimen de carácter poco democrático que tiene que ver con beneficiar a un puñadito. Porque los grandes grupos económicos son un puñadito de ricos frente a las grandes mayorías, donde la pobreza crece, el desempleo crece, las problemáticas de salud crecen.
Algo de esa idea de la modificación del sistema parece estar presente en una parte del electorado, sobre todo cuando apoya discursos que apuntan a la casta política, o en el caso de Chubut, a los "privilegios" de los fueros. ¿Hay un sentido de cambio profundo en esa retórica o es más bien superficial?
Hay dos cuestiones ahí: una que los privilegios reales no los quisieron atacar ninguno de los gobiernos, de hecho yo fui el único que se opuso a un aumento que hubo para diputados provinciales y fui el único también que presentó un proyecto para que los diputados provinciales cobren como un director de escuela, obviamente elevando el sueldo de los docentes para que un salario cubra la canasta familiar. Ese proyecto nadie lo quiso ni nombrar y cuando lo presenté fue fuertemente resistido. Entonces, por un lado eso: los privilegios reales no los quieren tocar para nada. Por otro lado está la habilidad que tuvo Milei, en mi punto de vista, cuando habla de este discurso anti casta. Primero, Milei no atacó nada de eso, de hecho, está lleno de denuncias por todos lados y tiene en sus gabinetes a los mismos que han estado en los distintos gobiernos, pero además lo que hizo Milei hábilmente fue disimular a quiénes representan esos políticos capitalistas, es decir, esa casta. Son los emisarios de los grandes grupos económicos. Y esa parte la disimula. Todo este aparato está armado en función de beneficiarlos. Incluso un poco pasa cuando se habla de la dictadura, pocas veces se pone de relieve quiénes fueron los beneficiarios de la dictadura, que son los mismos grandes grupos económicos que hoy en día siguen siendo los beneficiarios de este régimen democrático que tiene poco de democrático. Los que quedan eximidos de las problemáticas y que no son señalados son siempre los que se enriquecen y los que, por ejemplo, ahora promueven la reforma laboral que es para el beneficio de los grupos empresariales, no para los trabajadores.
En los últimos años se habla, tanto en la política nacional como provincial, de una tendencia de renovación, generalmente encabezada por perfiles outsiders y jóvenes. En Chubut, ¿se puede hablar, efectivamente, de un cambio estructural o es simplemente un cambio de forma?
Yo creo que hay un agotamiento del régimen, la gente un poco expresa esto en la baja votación. Lo cierto es que cada vez estamos peor, y ese agotamiento que se percibe; bueno, las fuerzas tradicionales intentan de alguna forma reciclarse sin cambiar su planteo de fondo. El propio Torres es una expresión de esto. Un gobernador joven que intenta de alguna forma ser una cara nueva y en eso gasta muchísimo dinero para intentar proyectarse a nivel provincial y a nivel nacional como esta especie de figura de renovación, pero nuestra advertencia es que el problema no son las caras visibles que se reciclan, sino que el problema es el régimen social. Nosotros somos la única fuerza que se planteó en las elecciones y que se plantea todos los días abiertamente en lucha por el socialismo, en lucha por un gobierno de trabajadores, es decir, la transformación completa del régimen social capitalista que es el que nos está hundiendo en la miseria y que si no se ataca a esos intereses, desde nuestro punto de vista, no hay salida posible, porque no hay salida posible de la mano con el FMI, no hay salida posible de la mano de los grandes empresarios que son los que se benefician y que vienen hundiendo al país. Por eso es una renovación de las caras, pero no de los planteos y en ese sentido para nosotros es justamente la izquierda la fuerza joven que viene a plantear algo radicalmente diferente a todos los que nos vienen gobernando, e independientemente de a quién le toque encarar este una campaña, una elección, bueno, nosotros planteamos una salida colectiva, no de la mano de un líder, sino efectivamente una transformación social profunda del gobierno de trabajadores. No nos quedamos esperando hasta las elecciones del 2027, sino que desde ahora mismo seguimos enfrentando en las calles la situación que se está viviendo y la principal cuestión que se viene y que está anunciada es esta reforma laboral nefasta que viene a intentar liquidar a ese 50% de la población que aún queda con trabajos en blanco y bajo convenio colectivo. Quieren generalizar la precarización laboral al 100% de los trabajadores. Así que bueno, está la necesidad de organizarse, enfrentarlo como lo hicieron los del Garrahan. Si la CGT fuera democrática, hoy en día al frente de la CGT deberían estar los del Garrahan y serían los que podrían llevarnos a una victoria frente a todos estos atropellos.