Falleció Bolcich, el físico nuclear que soñó con el desarrollo del hidrógeno en la PatagoniaEl ámbito científico despidió este sábado a una de sus voces más activas en el desarrollo de las energías renovables en Argentina. A los 78 años falleció en Bariloche el físico nuclear Juan Carlos Bolcich, reconocido por sus investigaciones sobre energía, ambiente y tecnologías vinculadas al hidrógeno, área en la que dejó una marca decisiva tanto a nivel nacional como internacional.
El camino del padre del hidrógeno en Argentina
Bolcich nació en la ciudad bonaerense de Necochea el 27 de agosto de 1947. Cursó sus primeros años universitarios en Ingeniería en la Universidad Nacional de La Plata entre 1967 y 1969, pero su interés por la física lo llevó a trasladarse a San Carlos de Bariloche para estudiar en el Instituto Balseiro. Allí obtuvo la Licenciatura en Física en 1972 y, diez años después, el Doctorado en Física. Trabajó en la División de Física de Metales y Materiales Nucleares del Centro Atómico Bariloche, donde se consolidó como investigador en temas energéticos y ambientales.
"Su tesis estuvo centrada en el estudio del efecto del hidrógeno en las aleaciones de circonio, de gran importancia en los reactores nucleares", señalaron Marcos Sade, jefe del Departamento Ciencia de Materiales de la Gerencia de Física del Centro Atómico Bariloche, y Francisco Lovey, doctor en Física, investigador principal de la Comisión Nacional de Energía Atómica y profesor del Instituto Balseiro.
Ambos recordaron además que en esa etapa fue clave su actividad en gestión. "Con su incansable despliegue colaboró fuertemente en la construcción del edificio de Ciencia y Tecnología Dr. Daniel Esparza inaugurado en 1995. Además, luchó para obtener fondos y conseguir la adquisición de aparatos y máquinas para los laboratorios del nuevo edificio", expresaron.
En su repaso, destacaron también su mirada sobre el desarrollo tecnológico del país. "En lo aquí mencionado se vislumbra claramente la voluntad de Juan Carlos dirigida a usar el conocimiento para desarrollos tecnológicos en la Argentina y su clara percepción de la importancia de lograr la infraestructura adecuada tanto en lo concerniente a capacidad edilicia, de equipamiento y también de recursos humanos". Como ejemplo, mencionaron que defendía la idea de que para desarrollar materiales específicos era imprescindible poder fabricarlos. En esa línea gestionó la compra de un horno de inducción para producir aleaciones de alto punto de fusión, e incluso impulsó que el diseño del edificio contemplara desde el inicio el espacio donde algún día se instalaría.
Según relataron Sade y Lovey, luego orientó su trabajo a explorar el uso del hidrógeno como vector energético. En 1997 logró hacer funcionar un automóvil empleando únicamente hidrógeno gaseoso como combustible. Una de sus ideas centrales era obtener hidrógeno mediante electrólisis de agua utilizando fuentes renovables como parques eólicos o solares. "Se lo llama verde porque no genera emisiones en su proceso de obtención y tampoco durante su combustión", detallaron. También participó activamente en la redacción de los aspectos técnicos de la modificatoria de la Ley 26.123, que regula y promueve el uso del hidrógeno como vector de energía en Argentina.
Un legado marcado por la ciencia
Su trayectoria profesional estuvo marcada por una convicción profunda: promover la investigación y la aplicación del hidrógeno como vector energético. Fundó y presidió la Asociación Argentina de Hidrógeno y más tarde la Asociación Internacional para la Energía del Hidrógeno. En 1998 encabezó la conferencia mundial de Hidrógeno, un hito para el sector. Desde 2012 ocupaba la vicepresidencia para Latinoamérica de la International Association for Hydrogen Energy (IAHE).
En Río Negro, Bolcich fue una de las figuras centrales en los avances del proyecto de Hidrógeno Verde impulsado por la provincia, aportando datos, asesoramiento técnico y una visión estratégica que lo convirtieron en referente clave del tema. Su predisposición para divulgar conocimiento científico y participar de debates públicos lo llevó también a colaborar con instituciones educativas, organismos de investigación y medios de comunicación.
La dirección del Instituto Balseiro expresó su pesar ante la noticia. "El Instituto Balseiro comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Juan Carlos Bolcich, egresado y Profesor de este instituto, ocurrido este sábado 15 de noviembre en la ciudad de Bariloche. Expresamos nuestras condolencias a su esposa, hijos, nietos, familiares, colegas y amigos", señaló la institución en un comunicado.
Por su parte, la Universidad Tecnológica Nacional, sede Bariloche, también destacó su aporte: "La UTN Bariloche expresa su profundo dolor por el fallecimiento de Juan Carlos Bolcich, actor fundamental en la creación de la Extensión Áulica Bariloche en el año 2005. Su compromiso y visión fueron claves para el desarrollo de la universidad pública tecnológica en nuestra región".
"Juan Carlos quería cambiar al mundo, desde su perspectiva más humana, que a nadie le falte casa, trabajo y comida. El hidrógeno para él fue y será siempre un medio de energía para que la gente pueda generar trabajo, tener su casa y comida de calidad", expresaron sus familiares.
Fuente: LMNeuquén
El ámbito científico despidió este sábado a una de sus voces más activas en el desarrollo de las energías renovables en Argentina. A los 78 años falleció en Bariloche el físico nuclear Juan Carlos Bolcich, reconocido por sus investigaciones sobre energía, ambiente y tecnologías vinculadas al hidrógeno, área en la que dejó una marca decisiva tanto a nivel nacional como internacional.
El camino del padre del hidrógeno en Argentina
Bolcich nació en la ciudad bonaerense de Necochea el 27 de agosto de 1947. Cursó sus primeros años universitarios en Ingeniería en la Universidad Nacional de La Plata entre 1967 y 1969, pero su interés por la física lo llevó a trasladarse a San Carlos de Bariloche para estudiar en el Instituto Balseiro. Allí obtuvo la Licenciatura en Física en 1972 y, diez años después, el Doctorado en Física. Trabajó en la División de Física de Metales y Materiales Nucleares del Centro Atómico Bariloche, donde se consolidó como investigador en temas energéticos y ambientales.
"Su tesis estuvo centrada en el estudio del efecto del hidrógeno en las aleaciones de circonio, de gran importancia en los reactores nucleares", señalaron Marcos Sade, jefe del Departamento Ciencia de Materiales de la Gerencia de Física del Centro Atómico Bariloche, y Francisco Lovey, doctor en Física, investigador principal de la Comisión Nacional de Energía Atómica y profesor del Instituto Balseiro.
Ambos recordaron además que en esa etapa fue clave su actividad en gestión. "Con su incansable despliegue colaboró fuertemente en la construcción del edificio de Ciencia y Tecnología Dr. Daniel Esparza inaugurado en 1995. Además, luchó para obtener fondos y conseguir la adquisición de aparatos y máquinas para los laboratorios del nuevo edificio", expresaron.
En su repaso, destacaron también su mirada sobre el desarrollo tecnológico del país. "En lo aquí mencionado se vislumbra claramente la voluntad de Juan Carlos dirigida a usar el conocimiento para desarrollos tecnológicos en la Argentina y su clara percepción de la importancia de lograr la infraestructura adecuada tanto en lo concerniente a capacidad edilicia, de equipamiento y también de recursos humanos". Como ejemplo, mencionaron que defendía la idea de que para desarrollar materiales específicos era imprescindible poder fabricarlos. En esa línea gestionó la compra de un horno de inducción para producir aleaciones de alto punto de fusión, e incluso impulsó que el diseño del edificio contemplara desde el inicio el espacio donde algún día se instalaría.
Según relataron Sade y Lovey, luego orientó su trabajo a explorar el uso del hidrógeno como vector energético. En 1997 logró hacer funcionar un automóvil empleando únicamente hidrógeno gaseoso como combustible. Una de sus ideas centrales era obtener hidrógeno mediante electrólisis de agua utilizando fuentes renovables como parques eólicos o solares. "Se lo llama verde porque no genera emisiones en su proceso de obtención y tampoco durante su combustión", detallaron. También participó activamente en la redacción de los aspectos técnicos de la modificatoria de la Ley 26.123, que regula y promueve el uso del hidrógeno como vector de energía en Argentina.
Un legado marcado por la ciencia
Su trayectoria profesional estuvo marcada por una convicción profunda: promover la investigación y la aplicación del hidrógeno como vector energético. Fundó y presidió la Asociación Argentina de Hidrógeno y más tarde la Asociación Internacional para la Energía del Hidrógeno. En 1998 encabezó la conferencia mundial de Hidrógeno, un hito para el sector. Desde 2012 ocupaba la vicepresidencia para Latinoamérica de la International Association for Hydrogen Energy (IAHE).
En Río Negro, Bolcich fue una de las figuras centrales en los avances del proyecto de Hidrógeno Verde impulsado por la provincia, aportando datos, asesoramiento técnico y una visión estratégica que lo convirtieron en referente clave del tema. Su predisposición para divulgar conocimiento científico y participar de debates públicos lo llevó también a colaborar con instituciones educativas, organismos de investigación y medios de comunicación.
La dirección del Instituto Balseiro expresó su pesar ante la noticia. "El Instituto Balseiro comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Juan Carlos Bolcich, egresado y Profesor de este instituto, ocurrido este sábado 15 de noviembre en la ciudad de Bariloche. Expresamos nuestras condolencias a su esposa, hijos, nietos, familiares, colegas y amigos", señaló la institución en un comunicado.
Por su parte, la Universidad Tecnológica Nacional, sede Bariloche, también destacó su aporte: "La UTN Bariloche expresa su profundo dolor por el fallecimiento de Juan Carlos Bolcich, actor fundamental en la creación de la Extensión Áulica Bariloche en el año 2005. Su compromiso y visión fueron claves para el desarrollo de la universidad pública tecnológica en nuestra región".
"Juan Carlos quería cambiar al mundo, desde su perspectiva más humana, que a nadie le falte casa, trabajo y comida. El hidrógeno para él fue y será siempre un medio de energía para que la gente pueda generar trabajo, tener su casa y comida de calidad", expresaron sus familiares.
Fuente: LMNeuquén