Escándalo por un acto en Diputados para derogar la vacunación obligatoria Por Nora Bär
"Parece mentira que estemos discutiendo esto, generar una grieta en torno de las vacunas es un tanto extraño... Nos encontramos con que cualquier opinólogo habla como si fuera un científico experimentado. Si bien [quienes las cuestionan] son un grupo minoritario, [ese mensaje] se expande a través de las redes. Más allá de los medios colaboren, sería deseable que el gobierno nacional tomara un rol un poco más activo, porque es preocupante".
Así inició Daniel Gollán, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados de la Nación una reunión conjunta con la Comisión de Acción Social y Salud Pública, presidida por Pablo Yedlín, en respuesta a la conferencia organizada por la diputada "Marilú" Quiroz para promover falacias de todo tipo y un proyecto de ley que derogue su obligatoriedad. "Había mucha inquietud en la comunidad científica por el hecho de que los antivacunas pudieran expresarse en el congreso de la Nación. Esta reunión no pertenece a un partido político. La enorme mayoría de los diputados banca las vacunas. No hay un ministro de Salud que no esté a favor", afirmó Gollán.
Yedlín coincidió: "La Argentina tiene un calendario de vacunas extenso que cubre las necesidades de bebés, niños, adolescentes, embarazadas, adultos mayores y personal de salud, y las coberturas son una preocupación. Si uno observa las de este último año, descendieron mucho".
En la cabecera de la sala estaba también el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak. Subrayó que la validación institucional del discurso antivacunas es muy peligrosa. "Lo estamos viendo en los Estados Unidos, donde incluso un ministro desmantela programas de vacunación. En nuestro país, la vacunación es ley y no puede ponerse en tela de juicio -subrayó-. Es preocupante que desde el Ministerio de Salud de la Nación nos dijeran que si un año se vacuna solo el 70% al año próximo van a comprar inmunizaciones solo para ese número de personas. Justo al revés de lo que hay que hacer: si un año en lugar de 100 se vacunan 70, al año siguiente hay que comprar 130".
El funcionario destacó los problemas que enfrenta su jurisdicción con la provisión de vacunas. No tienen stock disponible de la inmunización contra Covid: las dosis vencieron el 21 de este mes y se estarían entregando recién la primera semana de diciembre. En la última entrega recibieron solo un tercio de las dosis programadas de triple viral, hay faltantes de Gammaglobulina antirrábica humana desde octubre y la próxima entrega está prevista para diciembre, también se recibieron stocks parciales de la vacuna contra la fiebre amarilla, que se reserva para las provincias del Norte, con alto riesgo. El incumplimiento de entregas alcanza también a la vacuna contra la varicela y otras.
"Pero además -puntualizó-, se desmanteló el Programa Nacional de Salud Escolar, que se ocupaba de realizar evaluaciones clínicas, oftalmológicas, odontológicas, fonoaudiológicas, y verificar los esquemas de vacunación en escuelas. Nosotros en PBA lo estamos rearmando". Y concluyó: "En esto no se trata solo de invertir, sino que hay que sentarse a trabajar articuladamente", destacó.
La doctora Ángela Gentile explicó cuáles son las tareas de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) entre las cuales se cuenta formular recomendaciones en base a evidencias. "Lo primero que uno mira en las vacunas es la seguridad -comentó-. Y luego se va avanzando para ver si son eficaces. Es una toma de decisión técnica respaldada por múltiples actores, somos más de 30 personas [entre miembros centrales, asociados y representantes de las jurisdicciones]. En general, son vacunas que se usan en América latina avaladas por la OPS". Y subrayó: "Las vacunas protegen más allá del número de vacunados".
Roberto Debbag, presidente de la Comisión Latinoamericana de Vacunología dijo que en la región hay tres países que son los más dañados: Argentina, Bolivia y México. "Hoy hay un sesgo cognitivo de una diputada que va a producir un daño en la infancia -afirmó-. Solía decirse que las vacunas salvan vidas. Ahora decimos que salvan vidas y dan vida, porque se sabe que tienen un efecto específico que permite vivir más y saludablemente en otros aspectos. Tenemos una muy buena ley, pero en la Argentina no existe una política pública que permita a las poblaciones más vulnerables ser vacunadas. En los últimos dos años no hubo una política activa para vacunar".
Algo similar opinó Adolfo Rubinstein, director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, y ex ministro de Salud de la Nación. "Para mí el debate sobre si las vacunas son buenas o malas está saldado -confirmó-. Se dio en las primeras décadas del Siglo XX o incluso antes. Sí me parece importante entender cuál es la razón por la que bajaron las coberturas a este nivel crítico. Y hay muchas causas. Para mí, hubo un fuerte relajamiento de las conductas de vacunación y, por otro lado, la actitud del gobierno nacional es muy controvertida. Porque detrás de estoy hay un cuestionamiento de las políticas públicas a favor de la inmunización. El alineamiento son el secretario de Salud de los Estados Unidos, abiertamente antivacunas desde hace mucho, le hace muy mal a la discusión pública".
Por su parte el diputado Esteban Paulón agradeció a los presentes "por venir a ratificar que el agua moja", bromeó. "No me extraña que estemos discutiendo hoy si las vacunas funcionan o no, porque vivimos en un país que vuelve a debates que pensábamos ya superados. Ayer me tocó participar en uno que pretende que el sistema educativo vuelva a antes de Sarmiento (y la Ley 1420, de 1884). No repitamos los errores del pasado. Aprendamos de lo que funcionó. Mejoremos", instó.
"Como enfermera me tocó enfrentar las consecuencias de las políticas de vacunación de los distintos gobiernos -intervino la diputada Vilma Ripoll-. Nosotros votamos tres leyes (la de discapacidad, la del Garrahan y la de financiamiento universitario). Después el gobierno dijo que no las financiaba y listo. Pero las cosas no terminan ahí. Ayer vinieron a vernos madres del Garrahan. Sacaron la cuenta y hay 100 pibes que se van a morir porque el Andis les niega prótesis para cirugías. Y hay otra consecuencia igualmente grave: se fueron los mejores profesionales del Garrahan. Eso no se recupera más. Que no haya venido [el ministro Mario] Lugones cuando lo convocamos es terrible, porque quiere decir que no le importa nada. Ni siquiera las muertes por el fentanilo. No puede ser. Es grave. Si con las vacunas van a hacer lo mismo que con el Garrahan..."
María Cecilia Ibañez, diputada de La Libertad Avanza, afirmó que "en la política nacional no hay un alineamiento en contra de las vacunas. Desde el bloque oficialista no existe ningún proyecto de ley para que las vacunas no sean obligatorias" y aclaró que Quiroz (que se hizo conocida hace algunos días porque cumple puntualmente con aplicar la vacuna contra la aftosa a sus vacas, pero propone eliminar el deber de vacunar a chicos y adolescentes) no es del "oficialismo", sino del PRO.
Mientras tanto...
En simultáneo, en el auditorio de la planta baja del Anexo de Diputados se realizaba un denominado "Ateneo científico: ¿qué contienen realmente las vacunas COVID-19?", que resultó ser una feria de curiosidades bizarras propia de los siglos XVIII o XIX, y cuyos disertantes pasaban de las conspiraciones "satánicas" a la lectura de trabajos incomprobables, la "magnetización" posvacunación (con representación en vivo) o la impostación de términos técnicos que no hacían más que ilustrar su flagrante desconocimiento. A tal punto, que un "profesor" llegó a decir que "aumentan las muertes en todos los países con alta vacunación", que "billonarios como Bill Gates, Soros o Rotschild" quieren reducir la población mundial, que "sociedades secretas responden a un monocomando" y que "todas las vacunas están hechas con células de bebés abortados". La homeópata Chinda Brandolino afirmó que según un estudio realizado por ella misma uno de cada tres chicos que se vacuna tiene autismo... Sin comentarios...
En este espectáculo organizado por la diputada Quiroz y que congregó a numerosas personas enfervorizadas que saludaban con aplausos a los expositores, se proyectaron videos apócrifos y se escuchó enumerar una larga lista de trabajos de misteriosos personajes desconocidos para la comunidad científica internacional; es decir, para decenas de miles de investigadores que trabajan en colaboración en todo el planeta para llegar a consensos sobre qué evidencias son válidas y qué significan para la salud pública.
Pero sin duda uno de los momentos culminantes de la jornada fue la presentación del "hombre imantado". De profesión, jardinero. Lo hicieron subir al escenario y sacarse la remera para mostrar que supuestamente se le pegaban objetos de metal al cuerpo.
"¡Dos dosis de Astra-Zeneca!" -exclamó ampulosamente, como quien quiere hipnotizar al público con un pase de magia, la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, mientras el señor se adhería al pecho plaquitas de metal y hasta un celular que cada tanto se le caían. "A mí esto antes no me pasaba", confirmaba el "hombre imán".
Diblasi basó su presentación en un trabajo en el que dice haber "analizado" todas las vacunas contra el Covid disponibles en el mercado y haber encontrado por lo menos 55 elementos químicos no declarados. "Se publicó en una revista creada en 2020, abiertamente antivacunas y cuyo editor, un tal John Oller, no sólo no es experto en vacunas, sino que ni siquiera es médico, bioquímico, ni biólogo. Es experto en lingüística", apunta Rodrigo Quiroga, doctor en ciencias químicas y profesor de bioinformática en la Universidad Nacional de Córdoba.
El trabajo en cuestión fue revisado por especialistas en química analítica del Conicet, cuyas apreciaciones llevaron a iniciarles un sumario a los autores. "En primer lugar, no interesan los elementos, sino los compuestos químicos -explicó Roberto Etchenique, investigador del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae), del Conicet, presente en la reunión de las comisiones de Ciencia y Tecnología, y de Salud-. El carbono es fundamental para la vida y el nitrógeno es el principal constituyente del aire. Si yo detecto carbono y nitrógeno, no parece que esté detectando nada peligroso. Sin embargo, cuando un carbono se une a un nitrógeno, que se escribe CN en el lenguaje químico, eso es cianuro, y puede matar en minutos. Lo que importa es cómo están unidos los elementos químicos y no qué átomos hay. Este trabajo estudia qué átomos hay. Pero además los mide mal. Tengo acá recopilado lo que midió de elementos químicos presentes en las vacunas. Uno de ellos es el sodio y otro el potasio, elementos muy conocidos que están en todo análisis de sangre, de orina, de lo que sea. La mitad de las muestras le dan cero de potasio, lo cual es imposible. Hay otras que dan números que equivalen a una salmuera de 150 gramos por litro. Es más o menos seis veces más de lo que se utiliza para hacer análisis de dolor agudo inyectando soluciones de cloruro de sodio muy concentradas a voluntarios. Una locura. En la mitad de las muestras no encuentran ningún elemento... Eso es lo que les tendría que haber llamado la atención. ¡Tendrían que encontrar 70! Se ve que en alguno de los pasos de la manipulación las muestras perdieron toda capacidad de ser analizadas. Cuando uno ve este tipo de trabajos, el problema está en que las personas que los hacen no son profesores de química analítica. Y entonces leen esto y se lo creen. Es grave, porque está en juego la vida de la gente. Por leer estas cosas pueden morir chicos, adultos o adultos mayores. Es un trabajo que si se hubiera presentado en mi facultad no me hubiera llegado, porque lo hubieran eliminado en los trabajos prácticos".
En fin, ver para creer.
Fuente: El Destape
Por Nora Bär
"Parece mentira que estemos discutiendo esto, generar una grieta en torno de las vacunas es un tanto extraño... Nos encontramos con que cualquier opinólogo habla como si fuera un científico experimentado. Si bien [quienes las cuestionan] son un grupo minoritario, [ese mensaje] se expande a través de las redes. Más allá de los medios colaboren, sería deseable que el gobierno nacional tomara un rol un poco más activo, porque es preocupante".
Así inició Daniel Gollán, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados de la Nación una reunión conjunta con la Comisión de Acción Social y Salud Pública, presidida por Pablo Yedlín, en respuesta a la conferencia organizada por la diputada "Marilú" Quiroz para promover falacias de todo tipo y un proyecto de ley que derogue su obligatoriedad. "Había mucha inquietud en la comunidad científica por el hecho de que los antivacunas pudieran expresarse en el congreso de la Nación. Esta reunión no pertenece a un partido político. La enorme mayoría de los diputados banca las vacunas. No hay un ministro de Salud que no esté a favor", afirmó Gollán.
Yedlín coincidió: "La Argentina tiene un calendario de vacunas extenso que cubre las necesidades de bebés, niños, adolescentes, embarazadas, adultos mayores y personal de salud, y las coberturas son una preocupación. Si uno observa las de este último año, descendieron mucho".
En la cabecera de la sala estaba también el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak. Subrayó que la validación institucional del discurso antivacunas es muy peligrosa. "Lo estamos viendo en los Estados Unidos, donde incluso un ministro desmantela programas de vacunación. En nuestro país, la vacunación es ley y no puede ponerse en tela de juicio -subrayó-. Es preocupante que desde el Ministerio de Salud de la Nación nos dijeran que si un año se vacuna solo el 70% al año próximo van a comprar inmunizaciones solo para ese número de personas. Justo al revés de lo que hay que hacer: si un año en lugar de 100 se vacunan 70, al año siguiente hay que comprar 130".
El funcionario destacó los problemas que enfrenta su jurisdicción con la provisión de vacunas. No tienen stock disponible de la inmunización contra Covid: las dosis vencieron el 21 de este mes y se estarían entregando recién la primera semana de diciembre. En la última entrega recibieron solo un tercio de las dosis programadas de triple viral, hay faltantes de Gammaglobulina antirrábica humana desde octubre y la próxima entrega está prevista para diciembre, también se recibieron stocks parciales de la vacuna contra la fiebre amarilla, que se reserva para las provincias del Norte, con alto riesgo. El incumplimiento de entregas alcanza también a la vacuna contra la varicela y otras.
"Pero además -puntualizó-, se desmanteló el Programa Nacional de Salud Escolar, que se ocupaba de realizar evaluaciones clínicas, oftalmológicas, odontológicas, fonoaudiológicas, y verificar los esquemas de vacunación en escuelas. Nosotros en PBA lo estamos rearmando". Y concluyó: "En esto no se trata solo de invertir, sino que hay que sentarse a trabajar articuladamente", destacó.
La doctora Ángela Gentile explicó cuáles son las tareas de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) entre las cuales se cuenta formular recomendaciones en base a evidencias. "Lo primero que uno mira en las vacunas es la seguridad -comentó-. Y luego se va avanzando para ver si son eficaces. Es una toma de decisión técnica respaldada por múltiples actores, somos más de 30 personas [entre miembros centrales, asociados y representantes de las jurisdicciones]. En general, son vacunas que se usan en América latina avaladas por la OPS". Y subrayó: "Las vacunas protegen más allá del número de vacunados".
Roberto Debbag, presidente de la Comisión Latinoamericana de Vacunología dijo que en la región hay tres países que son los más dañados: Argentina, Bolivia y México. "Hoy hay un sesgo cognitivo de una diputada que va a producir un daño en la infancia -afirmó-. Solía decirse que las vacunas salvan vidas. Ahora decimos que salvan vidas y dan vida, porque se sabe que tienen un efecto específico que permite vivir más y saludablemente en otros aspectos. Tenemos una muy buena ley, pero en la Argentina no existe una política pública que permita a las poblaciones más vulnerables ser vacunadas. En los últimos dos años no hubo una política activa para vacunar".
Algo similar opinó Adolfo Rubinstein, director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, y ex ministro de Salud de la Nación. "Para mí el debate sobre si las vacunas son buenas o malas está saldado -confirmó-. Se dio en las primeras décadas del Siglo XX o incluso antes. Sí me parece importante entender cuál es la razón por la que bajaron las coberturas a este nivel crítico. Y hay muchas causas. Para mí, hubo un fuerte relajamiento de las conductas de vacunación y, por otro lado, la actitud del gobierno nacional es muy controvertida. Porque detrás de estoy hay un cuestionamiento de las políticas públicas a favor de la inmunización. El alineamiento son el secretario de Salud de los Estados Unidos, abiertamente antivacunas desde hace mucho, le hace muy mal a la discusión pública".
Por su parte el diputado Esteban Paulón agradeció a los presentes "por venir a ratificar que el agua moja", bromeó. "No me extraña que estemos discutiendo hoy si las vacunas funcionan o no, porque vivimos en un país que vuelve a debates que pensábamos ya superados. Ayer me tocó participar en uno que pretende que el sistema educativo vuelva a antes de Sarmiento (y la Ley 1420, de 1884). No repitamos los errores del pasado. Aprendamos de lo que funcionó. Mejoremos", instó.
"Como enfermera me tocó enfrentar las consecuencias de las políticas de vacunación de los distintos gobiernos -intervino la diputada Vilma Ripoll-. Nosotros votamos tres leyes (la de discapacidad, la del Garrahan y la de financiamiento universitario). Después el gobierno dijo que no las financiaba y listo. Pero las cosas no terminan ahí. Ayer vinieron a vernos madres del Garrahan. Sacaron la cuenta y hay 100 pibes que se van a morir porque el Andis les niega prótesis para cirugías. Y hay otra consecuencia igualmente grave: se fueron los mejores profesionales del Garrahan. Eso no se recupera más. Que no haya venido [el ministro Mario] Lugones cuando lo convocamos es terrible, porque quiere decir que no le importa nada. Ni siquiera las muertes por el fentanilo. No puede ser. Es grave. Si con las vacunas van a hacer lo mismo que con el Garrahan..."
María Cecilia Ibañez, diputada de La Libertad Avanza, afirmó que "en la política nacional no hay un alineamiento en contra de las vacunas. Desde el bloque oficialista no existe ningún proyecto de ley para que las vacunas no sean obligatorias" y aclaró que Quiroz (que se hizo conocida hace algunos días porque cumple puntualmente con aplicar la vacuna contra la aftosa a sus vacas, pero propone eliminar el deber de vacunar a chicos y adolescentes) no es del "oficialismo", sino del PRO.
Mientras tanto...
En simultáneo, en el auditorio de la planta baja del Anexo de Diputados se realizaba un denominado "Ateneo científico: ¿qué contienen realmente las vacunas COVID-19?", que resultó ser una feria de curiosidades bizarras propia de los siglos XVIII o XIX, y cuyos disertantes pasaban de las conspiraciones "satánicas" a la lectura de trabajos incomprobables, la "magnetización" posvacunación (con representación en vivo) o la impostación de términos técnicos que no hacían más que ilustrar su flagrante desconocimiento. A tal punto, que un "profesor" llegó a decir que "aumentan las muertes en todos los países con alta vacunación", que "billonarios como Bill Gates, Soros o Rotschild" quieren reducir la población mundial, que "sociedades secretas responden a un monocomando" y que "todas las vacunas están hechas con células de bebés abortados". La homeópata Chinda Brandolino afirmó que según un estudio realizado por ella misma uno de cada tres chicos que se vacuna tiene autismo... Sin comentarios...
En este espectáculo organizado por la diputada Quiroz y que congregó a numerosas personas enfervorizadas que saludaban con aplausos a los expositores, se proyectaron videos apócrifos y se escuchó enumerar una larga lista de trabajos de misteriosos personajes desconocidos para la comunidad científica internacional; es decir, para decenas de miles de investigadores que trabajan en colaboración en todo el planeta para llegar a consensos sobre qué evidencias son válidas y qué significan para la salud pública.
Pero sin duda uno de los momentos culminantes de la jornada fue la presentación del "hombre imantado". De profesión, jardinero. Lo hicieron subir al escenario y sacarse la remera para mostrar que supuestamente se le pegaban objetos de metal al cuerpo.
"¡Dos dosis de Astra-Zeneca!" -exclamó ampulosamente, como quien quiere hipnotizar al público con un pase de magia, la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, mientras el señor se adhería al pecho plaquitas de metal y hasta un celular que cada tanto se le caían. "A mí esto antes no me pasaba", confirmaba el "hombre imán".
Diblasi basó su presentación en un trabajo en el que dice haber "analizado" todas las vacunas contra el Covid disponibles en el mercado y haber encontrado por lo menos 55 elementos químicos no declarados. "Se publicó en una revista creada en 2020, abiertamente antivacunas y cuyo editor, un tal John Oller, no sólo no es experto en vacunas, sino que ni siquiera es médico, bioquímico, ni biólogo. Es experto en lingüística", apunta Rodrigo Quiroga, doctor en ciencias químicas y profesor de bioinformática en la Universidad Nacional de Córdoba.
El trabajo en cuestión fue revisado por especialistas en química analítica del Conicet, cuyas apreciaciones llevaron a iniciarles un sumario a los autores. "En primer lugar, no interesan los elementos, sino los compuestos químicos -explicó Roberto Etchenique, investigador del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae), del Conicet, presente en la reunión de las comisiones de Ciencia y Tecnología, y de Salud-. El carbono es fundamental para la vida y el nitrógeno es el principal constituyente del aire. Si yo detecto carbono y nitrógeno, no parece que esté detectando nada peligroso. Sin embargo, cuando un carbono se une a un nitrógeno, que se escribe CN en el lenguaje químico, eso es cianuro, y puede matar en minutos. Lo que importa es cómo están unidos los elementos químicos y no qué átomos hay. Este trabajo estudia qué átomos hay. Pero además los mide mal. Tengo acá recopilado lo que midió de elementos químicos presentes en las vacunas. Uno de ellos es el sodio y otro el potasio, elementos muy conocidos que están en todo análisis de sangre, de orina, de lo que sea. La mitad de las muestras le dan cero de potasio, lo cual es imposible. Hay otras que dan números que equivalen a una salmuera de 150 gramos por litro. Es más o menos seis veces más de lo que se utiliza para hacer análisis de dolor agudo inyectando soluciones de cloruro de sodio muy concentradas a voluntarios. Una locura. En la mitad de las muestras no encuentran ningún elemento... Eso es lo que les tendría que haber llamado la atención. ¡Tendrían que encontrar 70! Se ve que en alguno de los pasos de la manipulación las muestras perdieron toda capacidad de ser analizadas. Cuando uno ve este tipo de trabajos, el problema está en que las personas que los hacen no son profesores de química analítica. Y entonces leen esto y se lo creen. Es grave, porque está en juego la vida de la gente. Por leer estas cosas pueden morir chicos, adultos o adultos mayores. Es un trabajo que si se hubiera presentado en mi facultad no me hubiera llegado, porque lo hubieran eliminado en los trabajos prácticos".
En fin, ver para creer.
Fuente: El Destape