Patagonia

El nieto 114 fue declarado visitante ilustre de Cañadón Seco

El nieto restituido N° 114 por las abuelas de Plaza de Mayo, Ignacio Hurban (Guido Montoya Carlotto) llegó a la localidad en que vivió su papá, Cañadón Seco, y fue declarado visitante ilustre por la Comisión de Fomento. Expresó que “todos me recibieron de una manera tan agradable que me llevo el mejor de los recuerdos, y ahora nos vamos, pero mantenemos la firme promesa de volver”.

Su presencia en aquella localidad fue emblemática, ya que allí vivió su niñez, adolescencia y parte de su juventud su padre Oscar Walmir “Puño” Montoya, quien fue fusilado durante la última dictadura militar en La Plata, donde cursaba sus estudios universitarios.

Durante la conferencia de prensa que brindó acompañado por el comisionado de fomento Jorge Soloaga, su tío Jorge Montoya, su esposa Celeste Madueña y sus amigos Valentín Riners y Paula Badagrian, la sola presencia de Ignacio hizo emocionar hasta las lágrimas a Antonio González y Mario Basiglio, quienes fueron íntimos amigos de “Puño”.

El primero de ellos fue su compañero, ya que también se desempeñó como piloto de aviación civil, en tanto que Basiglio integró junto a Oscar la legendaria banda de rock “Nosotros”.

Ignacio recibió varios presentes recordatorios del comisionado, incluyendo la resolución por la cual se lo declaró “visitante ilustre” y una copia de otra normativa por la que en 2013 se había impuesto el nombre de su padre a la Sala de Música.

Previo a la rueda de prensa, Soloaga dio la bienvenida al nieto recuperado y expresó que “es un día histórico para esta localidad; contamos con la presencia de un visitante ilustre que nos sorprendió con su grata visita y recorrió algunos de los lugares que son emblemáticos para la historia, tanto de él como de Cañadón Seco”, entre ellos la Sala de Música y la Plaza de la Memoria.

La oportunidad fue propicia para que lo invitara a participar el 24 de marzo al 5º aniversario de la creación de la Plaza de la Memoria, Verdad y Justicia, tanto a Ignacio como a sus familiares y su gente, junto a Mario Basiglio y Antonio González.

Asimismo dio lectura a una poesía que escribió hace algunos años y que cada 24 de marzo es leída en el acto por el Día de la Memoria, Verdad y Justicia que expresa: “¿A dónde están los de tu vientre, a dónde el cóndor los llevó, por qué senderos del odio, si entregaron tanto amor?”.

“Hoy encontramos la respuesta: aquí está Guido con todos nosotros. Bienvenido al pueblo de tu papá”, expresó ante el fuerte aplauso de los presentes.

 

Los mejores recuerdos

 

Posteriormente y en el inicio de la conferencia, Ignacio dijo sentirse halagado “por este homenaje que yo considero inmerecido, porque siento que no hice nada para ser receptor de esto, pero agradezco el cariño y las muestras de afecto que en realidad corresponden a mi papá”.

“La sensación es movilizante, soy muy parecido a él y verme ahí en esa foto es una cosa que golpea. Todos me recibieron de una manera tan agradable que me llevo el mejor de los recuerdos, y ahora nos vamos, pero mantenemos la firme promesa de volver”, añadió.

“De ahora en más nos resta reconstruir una línea de afectos que fue suspendida durante mucho tiempo. Eso es motivo para juntarnos de ahora en más, conocernos y continuar afianzando los lazos de afecto que hay que seguir disfrutando”, expresó.

“Tengo mi trabajo y mi vida que voy a seguir manteniendo, pero ahora se me suman dos familias que viven a muchos kilómetros de distancia, pienso viajar seguido. Recién el comisionado me ubicó a Cañadón en el mapa y me di cuenta que realmente estoy muy lejos, porque en el avión tardé dos horas nomás en llegar, pero quiero volver”.

En medio de risas de felicidad bromeó diciendo que “menos mal que vine acá después de saber la noticia, porque hubiera sido un impacto muy fuerte llegar por casualidad meses atrás y encontrarme con esa foto (de Puño), porque el parecido es tan asombroso”.

Por otra parte, debido a que su presencia motivó el llanto de muchas personas que eran familiares o amigos de su padre biológico, trató de calmarlas con una simpática expresión.

 

Fuente: La Opinión Austral