Sociedad
El clima ha influido en la creación de idiomasUna cuestión interesante sobre el origen de los sonidos de las palabras, muy debatida por los lingüistas, es si el clima asociado a una determinada zona geográfica afecta al diseño del lenguaje.
La entonación es un elemento fundamental de comunicación en todos los lenguajes, pero más en unos que en otros. El español, el inglés o el alemán, por ejemplo, siguen siendo comprensibles incluso si todas las palabras son entonadas en el mismo tono idéntico por un robot. En cambio, otros idiomas utilizan el tono para otorgar significado adicional a sus palabras.
Esas lenguas se valen de tres o más entonaciones para dar el significado deseado a ciertas palabras. Por ejemplo, en chino mandarín, que es uno de los idiomas tonales más conocidos, la entonación puede cambiar por completo el significado de una palabra. Ma con un tono estable significa madre, mientras que ma con un tono descendente y a continuación ascendente significa caballo.
Solo quienes generan con eficiencia la entonación correcta pueden expresarse bien en lenguajes tonales. Sin embargo, el clima puede convertirse en un problema para los hablantes de los lenguajes tonales, ya que las cuerdas vocales en la laringe pueden sufrir como resultado de ello.
El efecto del clima sobre las cuerdas vocales es mayor de lo que suele creerse; incluso un incremento temporal en la humedad tiene una influencia notable sobre ellas, dado que la humedad mantiene húmedas a las membranas mucosas y las hace más elásticas. También cambia el equilibrio iónico dentro de las membranas mucosas de las cuerdas vocales. Con una buena humedad, las cuerdas vocales pueden oscilar lo bastante y producir el tono adecuado.
A partir de ahí, ha surgido la hipótesis de que los lenguajes tonales son menos habituales en las regiones áridas debido a que su amplio rango de entonaciones es difícil de producir bajo esas condiciones, aumentando las probabilidades de que se produzcan malos entendidos.
Caleb Everett, de la Universidad de Miami en Florida, Estados Unidos, Damián E. Blasi, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y Seán G. Roberts, del Instituto Max Planck de Psicolingüística en la ciudad de Nimega (Nijmegen), Países Bajos, investigaron la correlación entre la humedad y la importancia de la entonación en más de 3.750 idiomas de diferentes familias lingüísticas.
La gran mayoría de los 629 lenguajes tonales contabilizados procede de regiones tropicales, en África y el Sudeste de Asia, pero también en algunas regiones húmedas de Norteamérica, Amazonia y Nueva Guinea. Los resultados de su estudio confirman que los lenguajes tonales son muy raros en regiones áridas.
Por tanto, todo apunta a que el clima ha influido de manera importante en la creación de los sonidos de las palabras. Incluso efectos pequeños pueden resultar amplificados con el paso de las generaciones hasta generar un patrón global. Si el Reino Unido hubiera sido una jungla húmeda, el inglés podría haberse desarrollado también como un lenguaje tonal, apunta Roberts.
Fuente: Noticias de la Ciencia
Una cuestión interesante sobre el origen de los sonidos de las palabras, muy debatida por los lingüistas, es si el clima asociado a una determinada zona geográfica afecta al diseño del lenguaje.
La entonación es un elemento fundamental de comunicación en todos los lenguajes, pero más en unos que en otros. El español, el inglés o el alemán, por ejemplo, siguen siendo comprensibles incluso si todas las palabras son entonadas en el mismo tono idéntico por un robot. En cambio, otros idiomas utilizan el tono para otorgar significado adicional a sus palabras.
Esas lenguas se valen de tres o más entonaciones para dar el significado deseado a ciertas palabras. Por ejemplo, en chino mandarín, que es uno de los idiomas tonales más conocidos, la entonación puede cambiar por completo el significado de una palabra. Ma con un tono estable significa madre, mientras que ma con un tono descendente y a continuación ascendente significa caballo.
Solo quienes generan con eficiencia la entonación correcta pueden expresarse bien en lenguajes tonales. Sin embargo, el clima puede convertirse en un problema para los hablantes de los lenguajes tonales, ya que las cuerdas vocales en la laringe pueden sufrir como resultado de ello.
El efecto del clima sobre las cuerdas vocales es mayor de lo que suele creerse; incluso un incremento temporal en la humedad tiene una influencia notable sobre ellas, dado que la humedad mantiene húmedas a las membranas mucosas y las hace más elásticas. También cambia el equilibrio iónico dentro de las membranas mucosas de las cuerdas vocales. Con una buena humedad, las cuerdas vocales pueden oscilar lo bastante y producir el tono adecuado.
A partir de ahí, ha surgido la hipótesis de que los lenguajes tonales son menos habituales en las regiones áridas debido a que su amplio rango de entonaciones es difícil de producir bajo esas condiciones, aumentando las probabilidades de que se produzcan malos entendidos.
Caleb Everett, de la Universidad de Miami en Florida, Estados Unidos, Damián E. Blasi, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y Seán G. Roberts, del Instituto Max Planck de Psicolingüística en la ciudad de Nimega (Nijmegen), Países Bajos, investigaron la correlación entre la humedad y la importancia de la entonación en más de 3.750 idiomas de diferentes familias lingüísticas.
La gran mayoría de los 629 lenguajes tonales contabilizados procede de regiones tropicales, en África y el Sudeste de Asia, pero también en algunas regiones húmedas de Norteamérica, Amazonia y Nueva Guinea. Los resultados de su estudio confirman que los lenguajes tonales son muy raros en regiones áridas.
Por tanto, todo apunta a que el clima ha influido de manera importante en la creación de los sonidos de las palabras. Incluso efectos pequeños pueden resultar amplificados con el paso de las generaciones hasta generar un patrón global. Si el Reino Unido hubiera sido una jungla húmeda, el inglés podría haberse desarrollado también como un lenguaje tonal, apunta Roberts.
Fuente: Noticias de la Ciencia
La entonación es un elemento fundamental de comunicación en todos los lenguajes, pero más en unos que en otros. El español, el inglés o el alemán, por ejemplo, siguen siendo comprensibles incluso si todas las palabras son entonadas en el mismo tono idéntico por un robot. En cambio, otros idiomas utilizan el tono para otorgar significado adicional a sus palabras.
Esas lenguas se valen de tres o más entonaciones para dar el significado deseado a ciertas palabras. Por ejemplo, en chino mandarín, que es uno de los idiomas tonales más conocidos, la entonación puede cambiar por completo el significado de una palabra. Ma con un tono estable significa madre, mientras que ma con un tono descendente y a continuación ascendente significa caballo.
Solo quienes generan con eficiencia la entonación correcta pueden expresarse bien en lenguajes tonales. Sin embargo, el clima puede convertirse en un problema para los hablantes de los lenguajes tonales, ya que las cuerdas vocales en la laringe pueden sufrir como resultado de ello.
El efecto del clima sobre las cuerdas vocales es mayor de lo que suele creerse; incluso un incremento temporal en la humedad tiene una influencia notable sobre ellas, dado que la humedad mantiene húmedas a las membranas mucosas y las hace más elásticas. También cambia el equilibrio iónico dentro de las membranas mucosas de las cuerdas vocales. Con una buena humedad, las cuerdas vocales pueden oscilar lo bastante y producir el tono adecuado.
A partir de ahí, ha surgido la hipótesis de que los lenguajes tonales son menos habituales en las regiones áridas debido a que su amplio rango de entonaciones es difícil de producir bajo esas condiciones, aumentando las probabilidades de que se produzcan malos entendidos.
Caleb Everett, de la Universidad de Miami en Florida, Estados Unidos, Damián E. Blasi, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y Seán G. Roberts, del Instituto Max Planck de Psicolingüística en la ciudad de Nimega (Nijmegen), Países Bajos, investigaron la correlación entre la humedad y la importancia de la entonación en más de 3.750 idiomas de diferentes familias lingüísticas.
La gran mayoría de los 629 lenguajes tonales contabilizados procede de regiones tropicales, en África y el Sudeste de Asia, pero también en algunas regiones húmedas de Norteamérica, Amazonia y Nueva Guinea. Los resultados de su estudio confirman que los lenguajes tonales son muy raros en regiones áridas.
Por tanto, todo apunta a que el clima ha influido de manera importante en la creación de los sonidos de las palabras. Incluso efectos pequeños pueden resultar amplificados con el paso de las generaciones hasta generar un patrón global. Si el Reino Unido hubiera sido una jungla húmeda, el inglés podría haberse desarrollado también como un lenguaje tonal, apunta Roberts.
Fuente: Noticias de la Ciencia