Política

Correa seguía "de joda" y con vida VIP en la cárcel: lo cazaron y echaron al comisario

El secuestro de elementos tecnológicos y de comunicación en la celda que Diego Correa -principal imputado de liderar una asociación ilícita en los últimos meses de Das Neves- habitaba en la Alcaidía de Trelew solo tuvo menciones menores en los medios de comunicación tradicionales. Tras el secuestro de celulares, chips y hasta una Tablet, el ex capo fue trasladado y despedido el comisario que lo apañaba.

Aunque es cierto que la información se manejó con mucho criterio en cuanto hace a filtraciones que nada tienen que ver con la causa, esta vez el "allanamiento" a la celda de Correa tuvo algunos ribetes dignos de destacar.

Uno de ellos se destaca por sobre todos los demás: el hallazgo de elementos prohibidos para una persona privada de su libertad en establecimientos carcelarios mereció la remoción de toda la cúpula de seguridad de la Alcaidía de Trelew, entre los que figura nada menos que su jefe, el comisario mayor Pedro Muñoz.

El comisario, eyectado

Años de carrera de Muñoz quedaron sepultados en poco menos de algunos minutos, exactamente el tiempo que duró el operativo que secuestró celulares, chips y hasta una Tablet en el lugar de detención de Correa.

Cabe recordar que Correa está preso, procesado por haber cometido delitos contra la administración pública, lo que en la jerga callejera se llama "corrupción". Es el principal sospechoso de liderar una asociación ilícita en la que se pedían coimas para otorgar obra pública sobre todo a empresarios de la construcción, algunos de los cuales también fueron procesados y encarcelados -que en su mayoría goza del beneficio de la probation o de la prisión domiciliaria-. Correa está preso junto a otros funcionarios que formaron parte del gobierno del fallecido Mario Das Neves. En poco tiempo más comenzará uno de los tantos juicios orales a los que será sometido Correa por sus supuestos actos de corrupción.

Una vida VIP

Pero -siempre hay un "pero" cuando se trata de este tipo de detenidos- la vida en la cárcel de Correa no parecía ser tan desagradable, o al menos no era como piensa la mayoría respecto de alguien que está privado de su libertad.

Correa gozaba de numerosos privilegios, amparado por algunos jefes policiales que ahora ya no están en funciones y fueron echados de la fuerza.

Correa tenía celulares con los cuales mantenía contacto casi permanente con el mundo exterior, lo que está expresamente prohibido. Solamente pudo lograrlo con la connivencia de algunos encargados de la seguridad dentro de penales o alcaidías, algo que había logrado el exfuncionario provincial.

Al parecer, había tejido buenas migas con sus vigiladores, pero además se encargaba de recordarle a numerosos destinatarios de sus llamadas y mensajes todos los "favores" que habrían recibido de él durante su época de "funcionario libre". En realidad, en apariencia lo único que había cambiado es la palabra" libre", porque Correa se movía dentro de la Alcaidía como si aún siguiera siendo funcionario.

Cazado

Correa tenía un celular que -según creía- había burlado la atención de quienes lo investigan. Comentarios de pasillo aseguran que no era así. Las llamadas de Correa al exterior eran seguidas con atención por quienes tienen la responsabilidad de investigarlo. Esto es, sabían qué y con quien hablaba.

A través de información extraoficial -que fue debidamente chequeada por EL Extremo Sur- obtenida en los pasillos de Tribunales se supo que la gota que rebalsó el vaso fue un pedido de Correa a la dueña de un hotel en Puerto Madryn. Se trata de una mujer que supo recibir varios favores del ahora detenido funcionario y que muchas veces se encarga de fustigar duramente en público el accionar de la Justicia y la clase política.

Al parecer, a la hora de hacer algunos negocios con buenos beneficios, los ataques de moral de la empresaria hotelera pasan a mejor vida. En una charla clandestina desde su celular, Correa pidió a la dueña del hotel de Puerto Madryn que "hospede durante una semana al jefe de seguridad de la Alcaidía con quien había tejido una buena relación".

La charla ocurrió durante el verano pasado, mientras el mencionado funcionario policial gozaba de sus vacaciones anuales. La mujer preguntó si debía "hacerle precio al hombre durante su estadía con su familia" en el hotel ubicado muy cerca de la playa de la ciudad del Golfo. Pero Correa habría sido categórico: "No, no le cobres ni un peso". La mujer se deshizo en elogios hacia Correa y hasta le habría hecho una pregunta que suscitó algunas ironías entre los investigadores que oyeron las llamadas. "¿Vos cómo estás Dieguito, hace mucho que no te veo?". Claro, cómo iba a verlo si el hombre está preso.

Allanamiento y después

Más allá de estas cuestiones tragicómicas, una vez secuestrados los celulares de Correa y puesta al descubierto esta maniobra y las numerosas comunicaciones ilegales, la Justicia realizó un allanamiento sorpresa al hotel mencionado y en los registros efectivamente figuraba el jefe de la Alcaidía con su familia. Había disfrutado de una estadía de aproximadamente una semana. Claro, sin costo alguno. El jefe policial había recibido "el abrazo del oso" de parte de Correa; aunque en ese momento no lo sabía.

Por estos hechos, todos los años de carrera de Muñoz quedaron sepultados en pocos segundos. Tanto el mencionado oficial como otros que cumplían funciones de vigilancia en la Alcaidía de Trelew fueron despedidos de la fuerza por la connivencia con Correa. Además, el "dueño de los teléfonos" ya no se encuentra en la Alcaidía. Fue trasladado a otro lugar de detención para evitar que siga "tejiendo buenas relaciones" con quienes deben custodiarlo.

Dicen que en las llamadas hay otras conversaciones dignas de una novela turca. Pero como no hacen a la causa nadie las conoce. Dicen también que las mismas podrían agregarle un nuevo capítulo a la exitosa "Mil y una noches" o a otras tantas que con un toque romántico desde hace tiempo pululan en las grillas de los canales de la televisión porteña.