Política

Servicoop bordea la quiebra y lanza festival de subsidios

"Ius primae noctis" significa en latín vulgar: "derecho de la primera noche" y es conocida en la teoría jurídica como el "derecho de pernada". El mismo consistía en una potestad del señor feudal de pasar la primera noche con aquella mujer que fuera a contraer matrimonio. Mientras el señor feudal hacía uso de esta norma no escrita, los caballeros ponían unos cuernos de cierva en la puerta. Y era motivo de orgullo, del futuro esposo, mostrar ese distintivo. De ahí surge la denominación "te pusieron los cuernos", haciendo alusión al adulterio en nuestros días.

Ya en pleno siglo XXI, llama la atención -entre otras tantas prácticas sociales- ese sentimiento de orgullo del esposo al mostrarse "elegido" por el señor feudal, en un pequeño gesto de reivindicación para un ego muy denostado por esos tiempos.

Sin embargo, la praxis social, en muchos aspectos, todavía encuentra habitus o naturalización que, si nos proyectásemos algunos siglos hacia el futuro, podrían imaginarse con el mismo asombro que hoy nos genera esa práctica medieval.

Ejemplo de este asunto lo dio Servicoop en Puerto Madryn, con un anuncio inquietante en cuanto a lo discursivo, porque hace uso de una concepción paraestatal que deja entrever una serie de consideraciones, sociales y económicas, al menos, preocupantes e irresponsables.

Orgullosos de subsidiar

La propia prensa de la entidad anunció el plan para subsidiar a 1425 vecinos que se encuentran con conexiones irregulares de luz y agua. La propuesta es que esos vecinos pasen a ser "socios" de Servicoop y que abonen solo una tarifa social. Para ello, la entidad, remarca principios del cooperativismo que dejan entrever cierto orgullo con la decisión: "reivindicando los valores del cooperativismo de ayuda mutua y compromiso con la comunidad".

Sin embargo, lo que no se dice es que esas 1425 conexiones nuevas representan, con una tarifa promedio de 3500 pesos, casi 5 millones de pesos. Este número deberá descontarse de lo que entrará como tarifa social, si es que ello realmente se cumple. Resulta dudoso que una familia que no pagaba antes lo haga ahora, en este contexto de extrema crisis, aun siendo una tarifa social.

Pareciera ser que el Consejo de Administración tiene dificultades para entender que Servicoop es una entidad privada que tiene el monopolio de los servicios de luz y agua y que los subsidios impactarán, ineluctablemente, en el bolsillo del resto de los usuarios.

Lo inquietante del anuncio fueron dos frases. La primera afirma: "Ante la ausencia del estado nacional, provincial y municipal como sostén del subsidio a la tarifa social en Puerto Madryn, y considerando las dificultades para asumir el costo de la energía sin subsidio por parte de muchos asociados/as, el Consejo de Administración de Servicoop continúa otorgando esta ayuda de manera solidaria reemplazando en su rol al Estado". La noticia termina con la lapidaria explicitación de intenciones: "Servicoop dice presente dónde el estado se retira" (La tilde incorrecta es original; las negritas, nuestras).

No requiere mayor análisis fraseológico. La cuestión es explícita y perturbadora porque la entidad se asume como un reemplazo del estado, como una forma de suplir las deficiencias de un estado que históricamente tuvo ausencias en los asuntos más básicos de sus ciudadanos.

Asumir un rol que debería ocupar el Estado con la financiación de una entidad privada no solo es contradictorio sino escandaloso. Servicoop no está para cubrir las deficiencias del Estado, no es ese su objetivo y probablemente no esté dentro de su estatuto. Ni siquiera la misma Servicoop pudo ordenarse financieramente, con una deuda que se paga y repaga y que nunca se termina como para tener suficiente autoridad política, económica y moral para semejante irresponsabilidad.

Por si fuera poco, esta aplicación de la doctrina paraestatal, la incorporación de "nuevos socios" no puede leerse fuera de este contexto y podría interpretarse como la posibilidad de aumentar el espectro de votantes para el sostenimiento del poder de turno. Todo esto financiado por el aporte de socios privados que ven mes a mes cómo su factura de luz aumenta desproporcionadamente.

Deuda de 300 millones de pesos

Según confirmó el propio Álvarez, presidente del Consejo de Administración de Servicoop en Puerto Madryn, la deuda con CAMESSA (mayorista energético) alcanza los 300 millones de pesos. No solo fueron embargadas cuentas de la entidad, sino que también se corre el riesgo de cortes en el alumbrado público para disminuir el consumo.

En este contexto, Servicoop anuncia felizmente a pocos días de las PASO que subsidiará a 1425 "nuevos" socios que se incorporarán a la tarifa social.

La irresponsabilidad del anuncio resulta tan escandalosa como los argumentos anunciados. El estado financiero de la entidad está al borde del colapso, lo que sugiere dos reflexiones: ¿hacia dónde apunta este gesto demagógico?

Evidentemente no se propone la regularización financiera. La política parece estar metida en las entrañas de la nueva administración y el costo de su irresponsabilidad significara, posiblemente, más aumentos que castiguen al flaco bolsillo de los usuarios.

Resulta paradójico si se piensa que muchos son los mismos que critican esta concepción de que la crisis la debe pagar el trabajador. Y más paradójico aún, los que alientan mostrando los "cuernos" de esta gestión mientras las Pymes y la clase media sufren la lógica del empobrecimiento.