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Los "súper pediatras" de Esquel recorren orfanatos de Haití dando asistencia médica

A instancias de la Asociación Por Nuestra Infancia (APNI) un grupo de médicos pediatras del Hospital Zonal de Esquel viajó la semana pasada a Haití para realizar a lo largo de un mes tareas solidarias en orfanatos y escuelas.

Realizan jornadas extenuantes de sol a sol, revisando hasta un centenar de niños por día, sin cobrar un peso y durmiendo en escuelas o lugares prestados.

La asociación APNI, creada para ayudar a la infancia en situaciones desfavorecidas por medio de proyectos de cooperación, así como para informar de los procesos de adopción internacional a todas aquellas personas que estén interesadas, calificó de "súper héroes" a los doctores y doctoras a cargo de este proyecto solidario, entre los que sobresalen los pediatras de Esquel, Anelen Benítez, Ezio Tracanna, Andrea Saglimbeni y Cynthia Urtasun.

"Es impresionante ver a estos superhéroes en acción, porque no sólo se organizan para trabajar con pocos elementos, en ámbitos ajenos e idiomas ajenos, haciéndose entender a fuerza de gestos de mezclas de palabras, sino que no pierden la sonrisa un solo segundo y se están enfrentando también a casos difíciles, duros y desafiantes", destacó a través de su página en Facebook la APNI.

"Sin ir más lejos en este momento (a cuatro horas de haber regresado y luego de cenar) están todos reunidos frente a una mesa llena de papeles realizando fórmulas, discutiendo casos, realizando interconsultas por skype con especialistas de Esquel, compartiendo con otros profesionales con la misma pasión con que arrancaron el viaje mientras planean futuras acciones".

Tras desembarcar en el segundo orfanato, Maison des Anges, donde debieron afrontar una larga jornada donde pudieron revisar más de 70 chicos, Anelén Benítez comentó que la decisión de viajar a Haití surgió de los mismos médicos. "Empezamos a tener un poco más de contacto con la realidad de Haití y con el trabajo de la APNI, una organización española que nuclea distintos orfanatos en Haití y esponsorea también niños aquí para ayudarlos en los estudios".

La jefa de los residentes de Pediatría del Hospital de Esquel subrayó que de esos contactos "surgió la necesidad de una atención médica integral de los niños, tanto en los orfanatos como en un pueblo en las cercanías de Jeremy, donde APNI esponsorea y subvenciona una escuela a través de Bresma (Asociación Haitiana de Orfanatos y Escuelas) por lo que decidimos sumarnos a este proyecto".

En diálogo con EL CHUBUT explicó que la idea "es estar un mes visitando orfanatos y una escuela de Puerto Príncipe, y luego iremos a la escuela de Castaches. Y además, para poder otorgarle un marco legal y formativo, creamos un contacto con el hospital del Cite de Solei, uno de los barrios más pobres de Puerto Príncipe, en el cual también realizaremos trabajos de atención médica".

Por lo pronto, adelantó que "la semana que viene tenemos planificado viajar a Castaches en donde la jornada de trabajo seguramente será distinta. Entre otras cosas porque dormiremos ahí mismo en la escuela".

TRABAJO SOLIDARIO

Ante la consulta por la fuente de financiación de tamaña tarea que están realizando, aclara que no cuentan con ningún tipo de ingresos. "No nos financia nadie y nosotros tuvimos que pagarnos los pasajes y todos los gastos para venir aquí con un fin solidario y de aprendizaje fundamentalmente. Haití es una de las poblaciones más pobres de América Latina y el mundo. Al llegar acá te das cuenta de la ausencia de infraestructura que existe, por ejemplo electricidad en las calles solo hay hasta las cinco de la tarde y a partir de ahí solo cuentan con energía aquellos lugares que cuentan con un generador propio. Desde ahí todas las falencias que uno pueda pensar, en un lugar que constantemente se ven a simple vista los contraste entre los que más tienen, que son muy pocos y aquellos que tienen muy poco".

Benítez reconoce que el día a día es duro e intenso. "Nos levantamos cerca de las 7 de la mañana y trabajamos todo el día en los orfanatos, que cuentan entre 50 y 100 chicos, realizando controles de salud y también atendiendo las situaciones de enfermedad de ese momento. Luego volvemos a la noche comemos, realizamos el análisis de la historia clínica, dormimos y arrancamos nuevamente. Trabajamos en lugares muy pequeños, en alguna habitación de los orfanatos, con muy poca infraestructura, los materiales de trabajo la mayoría los trajimos nosotros en las valijas. Igual está realidad a veces no difiere de nuestras zonas rurales, donde nosotros tenemos un rol activo como pediatras y donde muchas veces acomodamos los recursos y solucionamos todo con lo que disponemos".

Fuente: El Chubut