Opinión

Las PASO son perniciosas; los dirigentes más destacados son los hermanos Sastre y Linares

Por Jerónimo García*.

Este sistema de las PASO vino a cubrir el problema de que los partidos políticos no eran muy afectos a ejercer la democracia interna ni permitir dentro de sus estructuras que las voces consideradas minoritarias -siempre por quien conduce el aparato de cada partido-, tuvieran representación.

Esta forma de Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO) posibilita que todos los partidos diriman en forma pública y con el voto de todos los ciudadanos quiénes deben ser los candidatos.

Sin embargo, eso llevó a que los partidos políticos se reduzcan a una mera actuación administrativa, transformándose solamente en una herramienta necesaria para presentarse a las elecciones. Además, contribuyó a que no existan más debates políticos, no haya más cohesión ideológica o posiciones unificadas ni se hable más de plataformas políticas.

Hoy todo pasa por el coaching de los candidatos, cómo se visten o cómo se peinan; levantar la mano izquierda porque impacta en el sector derecho, tener una sonrisa gardeliana y que no se te caiga por más que estés en un velorio. Todo ese tipo de cosas que son meramente superfluas.

Cualquier papanatas

Todos estos elementos convergen en la posibilidad cierta de convertir a cualquier papanatas en gobernador o presidente del país. El problema es qué hacemos el día después y eso no lo puede resolver el coaching o una consultora.

Necesitamos salir de este sistema porque convierte a la política en un espectáculo más, tipo relato televiso o de programa periodístico con paneles, con estrellitas fugaces que nadie sabe qué piensan o que mienten descaradamente con lo que van a hacer porque saben que el electorado está preparado y banalizado para aceptar que se miente. El dicho de "mentiroso como político en campaña" ya es parte de lo habitual.

Las PASO, perniciosas

Las PASO a esta altura de nuestro devenir político son perniciosas y debería darse un debate profundo sobre si es conveniente seguir haciéndolas. Los partidos que dirimen sus candidaturas en las PASO terminan siendo comparados con otros partidos que van con lista única y todo se transforma en una elección para ver quién es el más votado. Todo termina siendo un juego de abalorios donde con los números se puede hacer cualquier cosa.

En cuanto a lo sucedido específicamente en Chubut hay dos cosas para destacar porque fueron importantes por las consecuencias que pueden provocar.

Si se toma la no asistencia al comicio junto con el voto en blanco y el impugnado se observa que más del 40% del electorado no asistió o no votó por ningún candidato en el acto comicial. Es un dato muy grave que debe ser analizado con mucho detenimiento, porque la gente se está dando cuenta de que esto finalmente no sirve para nada, no satisface y además de ir contra el sistema de las PASO se manifiesta una insatisfacción respecto de los candidatos que se presentan.

El segundo dato a tener en cuenta es la enorme pérdida de caudal electoral que sufrió la alianza Cambiemos, porque se debate internamente si la UCR es diferente al PRO y si el gobierno nacional de Cambiemos es una pesada carga electoral. Ese debate sin zanjar hace que la gente no vea una imagen política neta y uno de los principales motivos de que Cambiemos haya perdido la mitad de su caudal electoral en tan solo dos años.

El peso de los dirigentes

El PJ hizo una buena elección superando a la alianza Chubut al Frente y el candidato de esa fuerza política, que no dirimía ninguna interna, se impuso individualmente.

Creo que en Chubut al Frente se nota claramente la presencia de un tractor político como el que constituyen Ricardo Sastre y su hermano Gustavo, que se impusieron en Puerto Madryn tanto en la categoría de intendente como con la fórmula provincial. Ellos tienen una visión muy fuerte para hacer política, muy cercana a la gente; tienen un mensaje claro y son cuidadosos de no herir a nadie. Creo que (Mariano) Arcioni fue muy favorecido por la participación de los Sastre.

El PJ tiene por delante un desafío muy grande, que consistirá en mantener su cohesión para no perder votos. Ahora Carlos Linares ya es el candidato peronista que buscará llegar a la Gobernación y tendrá que decir qué hacer con el destino de Chubut.

Linares tendrá que conseguir llevar adelante esas dos tareas a fondo, pero él no es ningún advenedizo porque dos veces gobernó la ciudad más grande de Chubut, una como vice y otra como intendente. Eso no es menor, porque se trata de una ciudad compleja, conflictiva y que está en permanente movimiento y crecimiento; es un profesional en esto y es un gran candidato.

*Diputado provincial. Ex jefe de Gabinete del gobierno de Chubut.