Petróleo

Los anuncios de inversiones chocan con las suspensiones en Vaca Muerta

Mientras algunas petroleras anticipan que aceleran su actividad, las empresas de servicios aplicaron preventivos de crisis para paliar la espera y unos 150 operarios fueron suspendidos. La reducida cantidad de áreas en desarrollo intensivo imposibilitan la rápida rotación del personal.

La semana que terminó ayer comenzó con un polémico reclamo en contra de las empresas "golondrina" que desde otras provincias buscan trabajar en los hidrocarburos neuquinos. Continuó con una protesta de los obreros de la Uocra por la derivación de trabajos para Vaca Muerta hacia otras latitudes del país y finalizó con la difusión de una serie de acuerdos preventivos y desvinculaciones en empresas de servicios que en síntesis dejaron a cerca de 150 personas suspendidas o sin trabajo.

Si Vaca Muerta es vista como tierra de oportunidades estos eventos devuelven, como un espejo, la verdadera imagen del estado de desarrollo de la formación no convencional.

Vaca Muerta tiene una enorme cantidad de hidrocarburos en su interior, pero más allá del tamaño de la vaca lo que hoy se ve es que el corral es aún chico, pues apenas son un puñado los bloques que están en la fase de desarrollo masivo.

A pesar de que el gobierno provincial entregó 34 concesiones no convencionales sobre Vaca Muerta -y se prepara para sumar dos más en poco tiempo- sólo 4 de esas concesiones están en la etapa de desarrollo industrial y son llevadas adelante por sólo dos empresas, YPF y Tecpetrol.

Las suspensiones aplicadas, junto a algunas cesantías de personal no agremiado, reavivaron el fantasma del 2016 cuando terminaron en despidos.

Esta es la razón principal por la que una empresa de servicios internacional como es Schlumberger haya pautado con el sindicato de Petroleros Privados un acuerdo para la suspensión rotativa de 100 de sus trabajadores.

Según trascendió, Schlumberger pautó su pedido para abonar sólo cerca del 60% del salario bruto de los empleados en una merma en la actividad de algunos de sus clientes. La firma posee en la Cuenca Neuquina un sólo cliente estable, Tecpetrol, pues en forma alternada prestó servicios en los últimos meses también para Vista Oil&Gas.

"No es que hay una crisis general en el sector sino que Tecpetrol paralizó un poco más su actividad de lo que tenía previsto por lo que hizo Nación con los subsidios al gas y estas son empresas que trabajan con Tecpetrol", explicó el secretario administrativo del sindicato petrolero, Marcelo Rucci.

La advertencia de Rucci radica en que antes del recorte en los subsidios a la producción la petrolera de Paolo Rocca ya tenía programado un descenso de su actividad pues ya alcanzó su producción proyectada.

La firma, que llegó a operar con 6 equipos de perforación en agosto del año pasado, estaba trabajando en enero con cuatro torres y las iba a reducir a dos, pero con el achique de subsidios lanzado por Nación resolvió bajar un equipo más.

Pero Schlumberger no es la única firma que decidió suspender personal preventivamente. Halliburton, otra empresa internacional de servicios petroleros, también aplicó un esquema de suspensiones para al menos 40 de sus trabajadores con asiento en Neuquén.

Según se supo las medidas aplicadas por las empresas apuntan a reducir hasta un 40% sus compromisos salariales pero sin llegar a despedir al personal, pues se aguarda que se concreten los anuncios de mayores inversiones realizados por otras firmas, como Shell.

Las pymes locales también sienten el impacto de los cambios

Las primeras señales de alarma por la merma en la búsqueda de gas la tuvieron las pequeñas y medianas empresas locales que les brindan servicios.

Desde las firmas encargadas de transportar al personal, pasando por las que llevan las viandas y hasta por las que les proveen piezas a los proveedores de las petroleras tuvieron en febrero los primeros coletazos de un freno en la actividad que se potenció por el recorte de subsidios dispuesto por el gobierno nacional.

A diferencia de las firmas internacionales en las pymes la cancelación de un contrato o su no renovación llevan casi en forma directa a la necesidad de despedir personal, en especial entre las empresas que trabajan para pocos clientes.

Este desgranamiento es difícil de cuantificar pues son pocos puestos perdidos pero en muchas pymes.

Fuente: Río Negro