Política

"Buenos muchachos" desde 1983 hasta hoy: Cambareri, Cimadevilla, Sala, Paz y Lorenzo

¿Qué tienen en común Rafael Cambareri, Osvaldo Sala, Mario Cimadevilla, Marcial Paz y Carlos Lorenzo? Que los cinco forman parte del elenco estable de la política chubutense desde la restauración misma de la democracia, hace 36 años. La vigencia permanente no es fácil de lograr, pero tampoco es patrimonio de ningún partido en especial; como puede apreciarse.

Antes de 1983 el nombre de Fortunato Rafael Cambareri era conocido por la gran audiencia radial que en esos años se limitaba a LU4, donde se lo mencionaba a diario por el ser el distribuidor exclusivo de determinados productos. Por su condición de comerciante, "el Rafa" tenía armado un circuito en Comodoro con contactos de toda índole. Ello lo ayudaría en su posterior carrera política, cuando al triunfar el radicalismo fue designado delegado en la ciudad petrolera del PAN (Programa Alimentario Nacional), que consistía en el reparto de cajas con comestibles para los sectores más necesitados.

Nacido el 24 de marzo de 1945, Cambareri estudió en el colegio Perito Moreno y su biografía oficial resalta que "comencé a militar en el partido desde la juventud, en el año 63, activamente hasta la fecha. Era uno de los tantos jóvenes que pensaba que la UCR era un partido popular y no de la clase media para arriba; fueron muchas luchas lindas en varias internas".

A los 74 años, "el Rafa" sigue en los primeros planos, aunque ya no como militante radical, sino con Mariano Ezequiel Arcioni en Chubut Somos Todos. Es -en temas puntuales que hicieron y harán mucho ruido- el principal asesor del actual gobernador, quien hace política activa desde hace menos de 4 años.

Arcioni tenía 40 años cuando aceptó ser el compañero de fórmula de Mario Das Neves, aunque ello lo obligara a no dedicarle tanto tiempo a su gran pasión: las motos.

Después de haber sido diputado provincial por la UCR entre 1991 y 1995, Cambareri saltó al Congreso nacional, donde permanecería hasta 2007.

Es -junto con José Corchuelo Blasco- quien más tiempo permaneció en una banca de diputado nacional: 12 años. Fue en la lista de Carlos Maestro primero, y luego dos veces en la de José Luis Lizurume.

Dallas y Dinastía

Se le atribuye a Cambareri ser el principal responsable de la escandalosa interna radical del 7 de septiembre de 2003, cuando Lizurume derrotó a Maestro por un puñado de votos y así pudo ser el candidato a gobernador que perdería con Das Neves.

Es que cuando todo indicaba que el ganador era Maestro surgió de la nada la urna 303 que dio vuelta el resultado y se convirtió en una leyenda de la picaresca política. Uno de los más iracundos a la hora de señalar a Cambareri en ese momento fue un joven radical, hijo de quien ganó la interna a senador y que hoy comparte con su enemigo de entonces reuniones de gabinete: Federico Massoni.

Aquel hecho dejó profunda huella en el radicalismo local, que se quedaría sin representación parlamentaria nacional durante una década.

En aquel año "el Rafa" jugaba a otra cosa. Se había hecho, por ejemplo, muy allegado al nuevo Presidente de la Nación, Néstor Kirchner. Es que era vicepresidente segundo de la Cámara y debía negociar a diario con el oficialismo. Por gestiones suyas, Kirchner vino a Chubut antes de las elecciones a gobernador y no solo no respaldó claramente al candidato de su partido, sino que elogió la gestión del radical que buscaba la reelección y que llevaba a Cambareri en su lista.

Concluido su mandato como diputado nacional en 2007, Cambareri siguió haciendo política, pero alejándose de a poco de su histórico partido, del cual fue representante en el directorio de Petrominera, mientras atendía sus propios negocios vinculados con la actividad agrícola.

Al dejar el radicalismo fue uno de los fundadores de Chubut Somos Todos, junto a Das Neves, Máximo Pérez Catán y otro ex radical que supo ser intendente de Trelew y diputado nacional: Gustavo Di Benedetto. Su tercer hijo, Favio, fue en la lista de candidatos a diputados provinciales del partido en 2015, pero no ingresó. Hoy es el administrador del puerto de Comodoro, mientras otro de sus hijos, Fernando, funge como secretario y chofer de Arcioni.

Aquel diligente funcionario

Cambareri y Carlos Alberto Lorenzo estuvieron décadas en la misma vereda, pero recién en 2015 el primero recordaría un momento especial del dirigente del Valle. "Yo a Lorenzo lo conocí cuando volvía la democracia y como dirigentes partidarios íbamos a ver al gobernador militar, Niceto Echauri Ayerra, y Lorenzo era su director de Ceremonial".

Nunca desmentido aquel hecho, Lorenzo mantuvo el cargo ya con Atilio Oscar Viglione como gobernador democrático. Luego se convertiría en el funcionario más leal de Carlos Maestro. "Lamparita" (como lo apodan) fue su secretario privado y ministro de Bienestar Social. También sus ojos y oídos en la Legislatura provincial, donde permaneció 12 años.

Son históricas las tenidas que allí mantuvo con el peronista Carlos Gómez por temas petroleros, o con otros dirigentes por ciertas irregularidades, como la desaparición de durmientes en las olvidadas vías que supieron transitar los trenes en la provincia.

"Le hice 27 denuncias penales a Das Neves", llegó a enorgullecerse Lorenzo, quien a los 62 años está próximo a jubilarse como empleado jerárquico de la administración pública, a la que nunca dejó de pertenecer.

Siempre supo dedicar tiempo a su gran pasión, el rugby. Presidió el club Bigornia, ya que reside en Playa Unión pese a que accidentalmente nació en Camarones.

Fruto de numerosas chanzas cuando alentó la creación de un impuesto a quienes lucran con la energía eólica, hoy Lorenzo sonríe viendo pasar el cuerpo de sus enemigos, externos e internos, ya que uno de los que impulsa el negocio en la actualidad ha reaparecido en una importante función desde la que orienta políticas en sintonía con los objetivos nacionales de Cambiemos.

Los conflictos de intereses han sido variados en la carrera de Lorenzo. Una vez derrotado como candidato a gobernador de Macri en 2015, fue designado asesor en la Legislatura, mientras en simultáneo asumía la presidencia de la Federación Empresaria de Chubut (FECh), desde donde le exigían ponerse al frente de los reclamos de las empresas perjudicadas por las políticas de Macri. Renunció al cargo el año pasado.

Este 2019 lo encuentra metido de lleno nuevamente en la política, donde fue precandidato a diputado provincial en la lista de Menna, a quien comenzó a elogiar hace un par de años. "Si yo ganaba en 2015, iba a ser mi ministro de Gobierno", ha dicho. Tal vez por eso, en una envenenada devolución de gentilezas, el candidato radical-macrista lo ubicó en el puesto 15 de la boleta.

La voz del Golfo

Un año mayor que Cambareri es Osvaldo Rubén Sala, el hombre que nació en Tres Arroyos el 3 de julio de 1944 y que llegó a la intendencia de Puerto Madryn en 1983. Tenía un pasado que hubiera sido tentador para las redes sociales, ya que fue asesor del gobierno de Chubut apenas se recibió de ingeniero electricista en la Universidad del Sur (Bahía Blanca). Ello fue entre 1969 y 1973, plena dictadura militar de Onganía y Lanusse.

Sin embargo, se reivindicó cuando llegó al gobierno Benito Fernández en 1973, de la mano del voto popular. En este periodo, "el Pelado" trabajó en un programa de las Naciones Unidas para el desarrollo de la Patagonia, cargo del que lo echaron cuando volvieron las botas.

Electo intendente de Puerto Madryn en 1983, quiso ser candidato a gobernador en 1987, al igual que el comodorense Mario Morejón. Iban a ir en una misma fórmula, pero César Mac Karthy los boicoteó y el candidato fue Néstor Perl, ex yerno de Benito Fernández.

Reelecto como jefe comunal en su ciudad, en 1991 sí compitió para ser gobernador y venció en la interna peronista a Marcelo Guinle; pero no pudo en segunda vuelta con Carlos Maestro. Se recicló entonces como delegado provincial del PAMI. Tenía buenos contactos en el menemismo. Entre 1995 y 2001 fue senador nacional, cuando a estos los designaba la Legislatura.

El nuevo siglo lo encontró en diversos cargos públicos, como integrante del Ente Nacional Regulador de Gas (ENaRGas) durante el kirchnerismo y ahora como administrador del puerto de Madryn, donde también dedica tiempo a aconsejar al intendente Ricardo Sastre. El hombre tiene su experiencia. "Veo siniestro el futuro de Buzzi", dijo en 2014, por ejemplo.

Mario y Marcial

Mario Jorge Cimadevilla y Marcial Paz son nyc. Uno de Trelew y el otro de Comodoro Rivadavia. Nacieron en 1954 y 1956, respectivamente, y coincidieron en la Legislatura provincial en el periodo 1987-91. Antes habían empezado a hacer política desde abajo, militando en comités y unidades básicas.

Cimadevilla fue titular del partido cuando gobernaba Viglione y después ministro de Bienestar Social de Maestro. Pero nunca tuvo mucha paciencia y fue el primer funcionario de jerarquía que renunció cuando vio algo que no le gustó. ¿Qué? El estrecho vínculo que iba formando su jefe político con el presidente Carlos Menem.

Volvería luego a ser diputado provincial, donde como presidente del bloque de la mayoría le encargaron sondear la posibilidad de convencer a un par de diputados opositores para promulgar una ley especial que posibilitara una segunda reelección de Maestro, pero no le puso mucho empeño al asunto.

También se anotó para ser candidato a gobernador en 2003, restándole votos en el Valle a Maestro, lo cual contribuyó a la victoria de Lizurume. Luego le tocarían años duros en los que no rehuyó el cuerpo para intentar reconstruir el radicalismo, aunque convirtiéndose en eterno titular del mismo. Así llegó al Senado de la Nación en 2009 y formó parte del Consejo de la Magistratura.

En Chubut, en tanto, se ocupó a través de sus leales de ponerles piedras en el camino a los que intentaran hacerle sombra: Pedro Peralta, por ejemplo. Su círculo íntimo lo conformaban Roberto Carlos Aquilino Risso y Marta Ethel Raso en el sur y -hasta no hace mucho- Manuel Pagliaroni y Jacqueline Caminoa, en el Valle y la Cordillera respectivamente.

Designado en la Unidad AMIA por el ahora desprestigiado ministro de Justicia, Germán Garavano, Cimadevilla también dejó ese cargo como funcionario de Cambiemos dando un portazo, molesto por la protección que el gobierno de Macri les dio a dos fiscales que no investigaron debidamente el atentado a la mutual judía.

Hoy convertido en crítico de las políticas neocolonialistas, Cimadevilla dará pelea para ser candidato a diputado nacional en las elecciones de agosto y octubre.

Peronista de cuna

Marcial Paz es peronista de cuna. Su padre fue un reconocido dirigente de la UOCRA y él siempre estuvo activo en el partido, más allá de ocupar algún que otro cargo público como el de diputado provincial entre 1987 y 1991. Fue asesor en diversas áreas y nunca ocultó su aspiración de ser intendente de su ciudad en un futuro cercano.

En los últimos años fue delegado de Trabajo en Comodoro y secretario del área, ya con Mariano Arcioni, de quien luego sería ministro de Gobierno, cuando se fue Pablo Durán. Ahora es ministro Coordinador de Gabinete, puesto al que llegó tras la fugaz e inefable gestión del hoy asesor de Petrominera Sergio Mammarelli.

A esta pléyade de vigentes políticos podrían agregarse algunos más, pero suelen desaparecer del mapa por largos lapsos y se dedican a cuestiones de índole privada.

Por ejemplo, el arquitecto Juan Martín Iparraguirre, quien con el retorno a la democracia militó en Rada Tilly con Pedro Peralta, a quien sucedió como intendente en 1991 tras ser diputado provincial. Le llevó años quitarse el sambenito de haber sido el único radical que perdió ese municipio tan conservador. Fue en 1995 con otro arquitecto, Miguel Mendivil, quien tenía historia como dirigente del Partido Intransigente de Oscar Alende, pero luego se fue corriendo a la derecha y terminó armando un partido vecinal que en los últimos años estaba en cuarteles de invierno, reapareciendo este año como aliado de Mariano Arcioni.

Iparraguirre, en tanto, es el actual delegado en Comodoro del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), el mismo cargo que supo tener Abel Reyna, hoy condenado por pedir coimas y otros favores.