Política

El cisne negro: Cigudosa y el Ministerio de la corrupción

Por Lola Romano

El 31 de octubre de 2017 moría Mario Das Neves. Hasta ese momento, Chubut -que atravesaba una crisis significativa- todavía huía hacia adelante gracias a la figura de un caudillo que lentamente iba desvaneciéndose en el poder.

Para ese entonces, Arcioni ni siquiera era bienvenido en Fontana 50 y la corrupción del caso Embrujo era un secreto a voces que todavía confiaba en su invisibilidad.

Todo cambió con la muerte de Das Neves. Ante el rey desnudo, una crisis de deuda gigantesca se llevó puesta a la cuarta provincia exportadora en dólares.

Gustavo Castán estuvo al frente del Ministerio de Educación hasta enero del 2018 y fue el antecesor de Cigudosa. La ministra fue una de las primeras jugadas del actual gobernador, quien puso en puestos claves a gente de su confianza.

La gestión de Cigudosa, hoy denunciada e investigada por presuntos actos delictivos en la refacción de escuelas, no fue la primera denuncia de irregularidades en el Ministerio de Educación.

Ya el entonces ministro Menchi había denunciado la falta de rendición de fondos del Instituto Nacional de Educación Técnica. Y 2016 el exministro Zárate fue procesado por presunta administración fraudulenta, aunque luego resultó absuelto.

El caso Cigudosa remitiría a un modus operandi que siempre funcionó en el Ministerio de Educación con o sin aval de distintos ministros.

Docentes y auxiliares precarizados

En detrimento de los casos que la Justicia investiga en la cartera educativa, el proceso de precarización docente -que incluye a los auxiliares de la educación- ha sido devastador en los últimos años.

En 2017 y 2018 la inflación licuó prácticamente el 70% del salario docente mientras la propuesta de aumento de la ahora despedida ministra Cigudosa era de menos del 10%.

Así nació uno de los mayores conflictos docentes que la provincia recuerde, con un paro de más de dos meses y un episodio de represión injustificable que derivó en un paro nacional proclamado por Ctera.

Mientras se desarrollaban maniobras de presunta corrupción que la justicia está investigando ahora, se les decía a los docentes que no había plata para aumentos.

Por otra parte, la precarización del Estado en los auxiliares docentes se incrementaba: muchos de ellos son monotributistas contratados sin ningún tipo de estabilidad laboral.

Por si fuera poco, todavía se cobra el salario desdoblado y siempre hay "errores" del sistema que impiden que todos los agentes públicos cobre en tiempo y forma.

Ni hablar del incentivo docente, que es girado por Nación en los primeros días del mes pero la provincia los deposita recién en la segunda quincena.

El desguace de la educación

El conflicto en inversión educativa no solo repercute en el salario de los profesionales de la educación y en los auxiliares, sino también en la infraestructura y en el presupuesto educativo.

Por estos días, hay 12 escuelas en Comodoro que no pueden dar clases por problemas con el gas. Y el número de establecimientos asciende a 20 si contamos los edificios que no cuentan con aulas en condiciones.

En Puerto Madryn el problema se repite. El jardín 475 fue cerrado por problemas con el gas. También la escuela secundaria 213 fue alertada por el mismo problema, como así también la 110. La escuela 219 sufrió la caída de parte del techo de sus aulas afortunadamente sin que se lamentaran heridos ni víctimas.

Sin dudas, el caso emblemático de la ciudad portuaria es el Instituto de Formación Docente 803. Allí los docentes que dictaban materias cuatrimestrales fueron dados de baja, obligándolos a que tomen los exámenes sin recibir remuneración, como una especie de carga simbólica. El Estado muestra así su peor cara de explotación laboral.

Las condiciones del Instituto de Formación Docente son paupérrimas. Desde su comienz funciona en la escuela 42 con bancos y escritorios pensados para niños donde cursan los futuros docentes, con horarios que van desde las 18 a las 23; sin transporte público para los últimos módulos y con aulas donde "entran" hasta 65 estudiantes.

Trelew no dista mucho de esta realidad. Una inspección del área de energía de la Cooperativa Eléctrica de Trelew advirtió textualmente: "30 de 40 escuelas inspeccionadas permanecen en grave riesgo de seguridad para estudiantes, docentes y la comunicad educativa en general, riesgo que los equipos técnicos calificaron en Grado 4, el más alto del escalafón".

Las condiciones de hacinamiento y precarización son cotidianas en la mayoría de las escuelas de la provincia. Lo mismo sucede con la formación docente.

Que los Estados provincial y nacional den la espalda a la educación no es novedad. Lo que lastima es ver cómo Argentina fue hace décadas ejemplo en materia educativa y hoy solo se destacan ex ministros investigados por la justicia.

Cigudosa, ¿un nuevo caso Embrujo?

Mientras la política todavía deambula en una dimensión y el pueblo en otra, el destape de la presunta corrupción de algunos funcionarios podría convertirse en un cisne negro en las próximas elecciones.

Tal como lo fue el caso Embrujo, que desnudó un entramado de enriquecimiento ilícito por medio de la obra pública, lo que sucedió con Cigudosa reaviva el efecto bronca en el sector educativo y buena parte del electorado, que perciben la impunidad de la corrupción en el Estado. Quizá eso explique el tercio de votos en blanco que tuvieron las últimas PASO en la provincia.

Sin embargo, el "caso Cigudosa" toca un nervio mucho más sensible, porque atañe a la educación de los niños.

Fue el propio fiscal del caso Alex Williams quien afirmó que hubo sobreprecios del 500%.

Toddo esto en medio de escuelas que se caen a pedazos, condiciones de precariedad y ausencia de políticas educativas a mediano plazo. Un cóctel peligroso para unas elecciones que no soportan sorpresas.