Opinión

La inocencia de no ser un inocente

En "Las sombras de las jugadas", Edwin Morgan narra la historia de dos reyes enemigos que juegan ajedrez mientras en el valle sus respectivos ejércitos combaten a muerte.

Uno de los reyes patea el tablero porque ha perdido el juego. Justo en ese momento llega un jinete ensangrentado diciendo que su ejército huye y que han perdido la batalla.

El relato trabaja esa dependencia vertical entre el líder y sus súbditos y la dependencia que estos tienen para con él. Es una forma medieval de concebir el poder como algo cárnico: poder y sujeto son una misma cosa. El ejemplo histórico más utilizado se atribuye a la frase "l'etat, c'est moi" ("el estado soy yo"), atribuida a Luis XIV en el contexto de la monarquía absoluta.

Esta construcción del poder en nuestro país no resulta llamativa. Todo lo contrario, es un prototipo bastante utilizado. De ahí que devengan los "ismos" para representar una fuerza política: "Peronismo", "Alfonsinismo", "Menemismo", "Delarruísmo", "Kirchnerismo" y "Macrismo" entre los más recordados. En nuestra provincia esta tendencia se identificó con el "Dasnevismo" y siempre cumple el mismo principio: el poder se construye no a partir de ideas sino de la figura cárnica de un representante político. Al caer el poder del sujeto cae casi simultáneamente su estructura, como en el relato que citamos al principio.

No resulta descabellado atribuirle este híperpresidencialismo argentino a viejos resabios del virreinato, como una forma encubierta de práctica social que nos ata y nos devuelve a cierta dependencia colonial en términos de conciencia colectiva.

Cristina y la filosofía oriental

Existe un antiguo proverbio chino que dice: "siéntate en la orilla de un río y el cadáver de tu enemigo verás pasar".

El silencio de su figura hizo crecer las expectativas de una militancia fiel y de desencantados que habían comprado la idea del progreso pero terminaron acorralados por el hambre, la miseria y la desesperación.

La estrategia de Cristina fue callar. Callar ante las causas de corrupción -reales o no- que emergían por doquier. Callar ante la necesidad de una oposición que nunca encontró en el peronismo federal un verdadero antagonista. Callar ante una economía ahogada de mala praxis y callar ante sus fieles, que construían ilusiones a partir del deseo de recuperar aquello que habían perdido. A esta sensación de sus militantes Serrat la vuelve poesía en su canción "Lucía": "No hay nada más bello/Que lo que nunca he tenido/Nada más amado que lo que perdí/Perdóname si hoy busco en la arena/Una luna llena que arañaba el mar".

El efecto del balde de cangrejos

Hay un efecto que ha sido estudiado en la psicología y en la sociología: el cubo o balde de cangrejos. El experimento es sencillo: si se pusiera un cangrejo adentro de un balde saldría sin problemas. Sin embargo, si se pusieran muchos cangrejos, no podrían escapar porque se atraparían unos a otros.

Este pareciera ser el síndrome perfecto para explicar la Argentina de hoy, y evidencia la imposibilidad de avizorar un futuro inmediato por fuera de la grieta.

Ya no se trata de la lucha entre macristas y cristinistas, sino de la obsesión de unos y otros para destruirse como una forma de supervivencia de ambos.

En el medio, un país con niveles de pobreza estructural insoportable y con una deuda externa que terminará en una reestructuración o default preventivo.

Denuncia de abuso afecta el "Plan V"

Se conoció por estas horas una gravísima acusación de abuso sexual sobre un hombre cercano a María Eugenia Vidal, Manuel Mosca, titular de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y aliado estratégico de la gobernadora.

La víctima sería una militante del PRO, y la denuncia fue presentada en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El dato político es que esta denuncia fue acompañada por la diputada Silvia Lospenatto, el rabino Bergman, el secretario de Cultura Pablo Avelluto, Laura Alonso, el asesor de Macri Alejandro Rozitchner, y "Peter" Robledo (líder de la juventud del PRO), todos leales a Macri.

Según se pudo saber, existen al menos dos lecturas ante esta situación. Algunos aseguran que la denuncia permite un aprovechamiento político que esmerila la figura de Vidal a través de un hombre clave.

Otra lectura posible es que se trata solo de la punta del iceberg, ya que habría media docena más de mujeres dispuestas a denunciar a Mosca por abuso sexual. De ahí que muchos funcionarios del PRO anticipen la jugada y quieran desprenderse de este escándalo que estalla justo en un momento delicado en la credibilidad del oficialismo.

El denunciado Manuel Mosca, esposo de la senadora Gladys González, no es solo un personaje de la mesa chica de Vidal, sino uno de sus principales armadores en la provincia; por lo que esta gravísima denuncia pega directamente sobre la gobernadora. Por ahora, el titular de la Cámara de Diputados tomó licencia y presentó una denuncia por extorsión al fiscal Álvaro Garganta.

Chubut como una sombra de la jugada nacional

El acercamiento del macrismo a Mariano Arcioni no es casual. El Ejecutivo nacional necesita una victoria ante el derrotero que viene sufriendo en las elecciones nacionales. Por este lado, Arcioni suma sin criterios todo aquello que le permita una potencial victoria. En plena crisis del oficialismo se mostró con Massa. Ahora que Macri retoma el timón político lo hace con uno de sus ministros. En campaña no existen desperdicios.

Por otro lado, Linares quiere capitalizar la aparición de Cristina por fuera del contexto de Tribunales, quien como si fuera una rockstar, presentó su libro "Sinceramente" bajo un manto de miles de devotos que rogaban por su bendición a la espera de que ella diga: "sí, voy a participar".

Eso tendrá que esperar, aún es temprano para mostrar las cartas aunque esa demora le cueste a sus "sombras" por la ansiedad de saber que ese gesto puede ser tardío.

Linares sabe que el impulso de Cristina es fundamental para una provincia desencantada con el último caudillo. También sabe que el retraso de ese gesto puede impedir que el justicialismo gane la elección de junio.

Son las reglas del juego: la grieta convirtió a toda la población en esa sombra que espera que sus reyes jueguen la partida. No se sabe el final, pero será muy parecido a los últimos versos del poema "El juego en que andamos" de Juan Gelman: "Si me dieran a elegir, yo elegiría/esta inocencia de no ser un inocente, esta pureza en que ando por impuro/Si me dieran a elegir, yo elegiría/este amor con que odio/esta esperanza que come panes desesperados/Aquí pasa, señores/que me juego la muerte".