Arcioni confía en resistir hasta el 9J con apoyo de Macri y ruega que los mansos no se rebelenHay al menos un punto en que Cambiemos no miente. Es cierto que jamás le cerró la canilla de fondos al gobernador Arcioni. Prueba de ello es que en los primeros cuatro meses de 2019 le remitió 40% más de recursos que el año pasado, según datos oficiales del Ministerio de Economía.
Sin embargo, el gobernador de Chubut llora miseria, consiente situaciones de inequidad y apuesta a que dentro de cuatro domingos este aspecto de su gobierno tenga escasa o nula influencia, al igual que los escándalos de corrupción que lo salpican.
Además de presentar superávit primario y financiero en 2018, Chubut recibió de Nación 6.451 millones de pesos por los diferentes ítems coparticipados, según cifras que se desprenden del Ministerio de Economía que conduce Nicolás Dujovne y que publicó El Extremo Sur en un informe especial la semana pasada.
La canilla según Tarrío
Por ello se pone en duda aquella afirmación del subsecretario Luis Tarrío, a 72 horas de la realización de las PASO, acerca de que el diputado y aspirante a gobernador, Gustavo Menna, había conseguido que le cerraran la canilla a Arcioni para que no pudiera pagar los sueldos en fecha a los estatales.
En realidad, hoy parece que fue una apertura de paraguas del funcionario de Mariano Arcioni para que los afectados desvíen el foco.
La relación de Arcioni con las primeras espadas de Mauricio Macri siempre ha sido muy estrecha y prueba de ello son los últimos gestos que le ha enviado el Presidente antes de las cruciales elecciones del 9 de junio, como la habilitación de la segunda etapa de las obras en el aeropuerto de Comodoro y la reciente presencia del ministro Dante Sica para alentar de paso un negocio que le interesa particularmente: la minería.
Casi como un gesto de obligación, allí también está presente el candidato propio de Cambiemos para la Gobernación que se resolverá dentro de cuatro domingos, pero Macri ya dejó de estimar -si es que alguna vez tuvo tal sentimiento- a la UCR local, desde donde además su ex funcionario, Mario Cimadevilla, le tira con piedras que ya parecen rocas. "No sé si creerle más a Macri o a Cristina", fue su última provocación, dirigida más hacia adentro del partido en el que alguna vez militó Rafael Cambareri, principal asesor de Arcioni.
Puro cálculo
Lo concreto es que Arcioni gasta solo lo necesario como para no perder la elección. No pierde de vista que en las PASO su partido quedó segundo, a 2.337 votos del Frente Patriótico-PJ de Carlos Linares, y quizás se confió demasiado en la histórica división que hubo en el peronismo luego de una interna. En esta ocasión la ruptura no se verificó, más allá de uno o dos Borocotós que en su partido no movían el amperímetro y que fueron profusamente publicitados por el aparato oficial de prensa del gobernador, desde el cual le dictan títulos a buena parte de los medios provinciales.
En este marco se inscribe el renovado protagonismo del auditor militante, Fernando Alvarez de Celis, quien realizó una temeraria denuncia sobre el viceintendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, que ahora deberá sostener en la Justicia; según advirtió el funcionario de la ciudad petrolera que este jueves tuvo ocasión de decirle en la cara al funcionario de Rogelio Frigerio (n) que ya estaba cansado de reuniones en las que se diagnostican realidades que se palpan a diario y se prometen soluciones inmediatas desde el temporal de 2017.
Por las dudas, y así como luego de las PASO sumó a ignotos del peronismo, el gobernador se cubrió por derecha, incorporando a su gabinete a un integrante de la Fundación Pensar para quien Facundo Jones Huala es "un terrorista de izquierda" y con un radical enojado porque perdió la interna para ser candidato a intendente de Trelew, al que Adrián Maderna le dio lugar como integrante del Organismo Regulador de los Servicios Públicos.
Abajo del colchón
Mientras tanto, Arcioni, Cambareri y Tarrío cuentan la plata que tienen; la que pueden gastar y la que debería llegar, confiando en que los mansos no se rebelen y le generen estropicios antes de la elección. En esta categoría entran los estatales que cobran al filo de los vencimientos y sin aumentos acordes con los índices inflacionarios; los padres de los alumnos que no tienen clases en varias escuelas de Comodoro por pérdidas de gas; los estudiantes y docentes que deben lidiar con las remanidas excusas de los feriados y la caídas del sistema para poder cargar de una vez sus tarjetas para acceder al Transporte Educativo Gratuito (TEG); directamente la falta de frecuencias en la ciudad de Rawson porque a alguien de Provincia o del municipio se le escapa la tortuga a la hora de la transferencia de fondos y los choferes paran porque no cobran; los que no pueden pagar los servicios y son avalados por la Defensora del Pueblo pero enseguida recibe cuestionamientos de funcionarios como el titular del Ente Regulador de Servicios que parece solo cumplen tareas de recaudadores de feudos;
y los que a diario pierden su empleo en Trelew y que en la mira solo tienen a las políticas de ajuste de Macri, sin preguntarse si el gobierno de Arcioni no puede hacer algo para sostener un techo hasta que la casa sea reparada, o se vuele todo.
"La administración provincial es como un barco dañado y a la deriva: entra agua por todas partes y nos dicen que vamos por buen camino. Jubilados, empleados públicos, comerciantes, maestros, empresarios; todos intentando sobrevivir mientras el gobernador se saca fotos sonriendo como si nada pasara", sintetizó Gustavo Mac Karthy, trazando de paso una semejanza entre Arcioni y Felisa Miceli, aquella ministra de Economía a la que no se le quitaba la sonrisa de los labios.
Los escándalos
Por otra parte, el blindaje mediático del que goza Arcioni le ha permitido disimular los escandalosos alejamientos de sus últimos ministros. La de Educación, Graciela Cigudosa, sigue inamovible en la lista de candidatos a diputados provinciales, pese a que está comprobado que en su gestión se abonaron sobreprecios en obras escolares.
De ello pareció tomar conciencia el intendente de Trelew y socio de Arcioni cuando anunció que devolvía los fondos que le había depositado Cigudosa y que ya vería cómo arreglaba las escuelas en su ciudad, una de las más golpeadas en todo el país en materia económica y social. Tanto que según las últimas cifras oficiales ya cuenta con un 35% de pobres y un 4,3% de indigentes.
Si todo depende de Nación, esos números crecerán de aquí a fin de año, cuando podría comenzar una nueva mirada hacia lo que pasa con los habitantes de la Argentina.
Por otra parte, Raúl Chicala dejó el Ministerio de Infraestructura acosado por denuncias de una psicóloga social que tenía como socia en un emprendimiento conformado tras su paso como gerente de la cooperativa de servicios de Comodoro Rivadavia.
En este tema no ha trascendido intervención de los fiscales de la unidad que depende del procurador Jorge Miquelarena, siempre ágil para activar algunos hechos, mientras las grandes causas de corrupción empezarán a ser ventiladas recién después que se aclare el futuro político de Chubut.
Hay al menos un punto en que Cambiemos no miente. Es cierto que jamás le cerró la canilla de fondos al gobernador Arcioni. Prueba de ello es que en los primeros cuatro meses de 2019 le remitió 40% más de recursos que el año pasado, según datos oficiales del Ministerio de Economía.
Sin embargo, el gobernador de Chubut llora miseria, consiente situaciones de inequidad y apuesta a que dentro de cuatro domingos este aspecto de su gobierno tenga escasa o nula influencia, al igual que los escándalos de corrupción que lo salpican.
Además de presentar superávit primario y financiero en 2018, Chubut recibió de Nación 6.451 millones de pesos por los diferentes ítems coparticipados, según cifras que se desprenden del Ministerio de Economía que conduce Nicolás Dujovne y que publicó El Extremo Sur en un informe especial la semana pasada.
La canilla según Tarrío
Por ello se pone en duda aquella afirmación del subsecretario Luis Tarrío, a 72 horas de la realización de las PASO, acerca de que el diputado y aspirante a gobernador, Gustavo Menna, había conseguido que le cerraran la canilla a Arcioni para que no pudiera pagar los sueldos en fecha a los estatales.
En realidad, hoy parece que fue una apertura de paraguas del funcionario de Mariano Arcioni para que los afectados desvíen el foco.
La relación de Arcioni con las primeras espadas de Mauricio Macri siempre ha sido muy estrecha y prueba de ello son los últimos gestos que le ha enviado el Presidente antes de las cruciales elecciones del 9 de junio, como la habilitación de la segunda etapa de las obras en el aeropuerto de Comodoro y la reciente presencia del ministro Dante Sica para alentar de paso un negocio que le interesa particularmente: la minería.
Casi como un gesto de obligación, allí también está presente el candidato propio de Cambiemos para la Gobernación que se resolverá dentro de cuatro domingos, pero Macri ya dejó de estimar -si es que alguna vez tuvo tal sentimiento- a la UCR local, desde donde además su ex funcionario, Mario Cimadevilla, le tira con piedras que ya parecen rocas. "No sé si creerle más a Macri o a Cristina", fue su última provocación, dirigida más hacia adentro del partido en el que alguna vez militó Rafael Cambareri, principal asesor de Arcioni.
Puro cálculo
Lo concreto es que Arcioni gasta solo lo necesario como para no perder la elección. No pierde de vista que en las PASO su partido quedó segundo, a 2.337 votos del Frente Patriótico-PJ de Carlos Linares, y quizás se confió demasiado en la histórica división que hubo en el peronismo luego de una interna. En esta ocasión la ruptura no se verificó, más allá de uno o dos Borocotós que en su partido no movían el amperímetro y que fueron profusamente publicitados por el aparato oficial de prensa del gobernador, desde el cual le dictan títulos a buena parte de los medios provinciales.
En este marco se inscribe el renovado protagonismo del auditor militante, Fernando Alvarez de Celis, quien realizó una temeraria denuncia sobre el viceintendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, que ahora deberá sostener en la Justicia; según advirtió el funcionario de la ciudad petrolera que este jueves tuvo ocasión de decirle en la cara al funcionario de Rogelio Frigerio (n) que ya estaba cansado de reuniones en las que se diagnostican realidades que se palpan a diario y se prometen soluciones inmediatas desde el temporal de 2017.
Por las dudas, y así como luego de las PASO sumó a ignotos del peronismo, el gobernador se cubrió por derecha, incorporando a su gabinete a un integrante de la Fundación Pensar para quien Facundo Jones Huala es "un terrorista de izquierda" y con un radical enojado porque perdió la interna para ser candidato a intendente de Trelew, al que Adrián Maderna le dio lugar como integrante del Organismo Regulador de los Servicios Públicos.
Abajo del colchón
Mientras tanto, Arcioni, Cambareri y Tarrío cuentan la plata que tienen; la que pueden gastar y la que debería llegar, confiando en que los mansos no se rebelen y le generen estropicios antes de la elección. En esta categoría entran los estatales que cobran al filo de los vencimientos y sin aumentos acordes con los índices inflacionarios; los padres de los alumnos que no tienen clases en varias escuelas de Comodoro por pérdidas de gas; los estudiantes y docentes que deben lidiar con las remanidas excusas de los feriados y la caídas del sistema para poder cargar de una vez sus tarjetas para acceder al Transporte Educativo Gratuito (TEG); directamente la falta de frecuencias en la ciudad de Rawson porque a alguien de Provincia o del municipio se le escapa la tortuga a la hora de la transferencia de fondos y los choferes paran porque no cobran; los que no pueden pagar los servicios y son avalados por la Defensora del Pueblo pero enseguida recibe cuestionamientos de funcionarios como el titular del Ente Regulador de Servicios que parece solo cumplen tareas de recaudadores de feudos;
y los que a diario pierden su empleo en Trelew y que en la mira solo tienen a las políticas de ajuste de Macri, sin preguntarse si el gobierno de Arcioni no puede hacer algo para sostener un techo hasta que la casa sea reparada, o se vuele todo.
"La administración provincial es como un barco dañado y a la deriva: entra agua por todas partes y nos dicen que vamos por buen camino. Jubilados, empleados públicos, comerciantes, maestros, empresarios; todos intentando sobrevivir mientras el gobernador se saca fotos sonriendo como si nada pasara", sintetizó Gustavo Mac Karthy, trazando de paso una semejanza entre Arcioni y Felisa Miceli, aquella ministra de Economía a la que no se le quitaba la sonrisa de los labios.
Los escándalos
Por otra parte, el blindaje mediático del que goza Arcioni le ha permitido disimular los escandalosos alejamientos de sus últimos ministros. La de Educación, Graciela Cigudosa, sigue inamovible en la lista de candidatos a diputados provinciales, pese a que está comprobado que en su gestión se abonaron sobreprecios en obras escolares.
De ello pareció tomar conciencia el intendente de Trelew y socio de Arcioni cuando anunció que devolvía los fondos que le había depositado Cigudosa y que ya vería cómo arreglaba las escuelas en su ciudad, una de las más golpeadas en todo el país en materia económica y social. Tanto que según las últimas cifras oficiales ya cuenta con un 35% de pobres y un 4,3% de indigentes.
Si todo depende de Nación, esos números crecerán de aquí a fin de año, cuando podría comenzar una nueva mirada hacia lo que pasa con los habitantes de la Argentina.
Por otra parte, Raúl Chicala dejó el Ministerio de Infraestructura acosado por denuncias de una psicóloga social que tenía como socia en un emprendimiento conformado tras su paso como gerente de la cooperativa de servicios de Comodoro Rivadavia.
En este tema no ha trascendido intervención de los fiscales de la unidad que depende del procurador Jorge Miquelarena, siempre ágil para activar algunos hechos, mientras las grandes causas de corrupción empezarán a ser ventiladas recién después que se aclare el futuro político de Chubut.
