El país

Los ganadores de la era Macri: petróleo, banca y energía hacen dinero pese a la recesión

YPF, Ternium y el Macro ocupan el podio de las empresas más rentables durante el peor año del Gobierno, con ganancias conjuntas por $80.000 millones.

Con una inflación del 47,6%, tasas de interés superiores al 60%, una economía en profunda recesión, un consumo estancado, un dólar difícil de controlar y la producción industrial en sus peores niveles, avanza el peor año de la gestión de Cambiemos en el Gobierno.

La depreciación del peso, la suba de precios y el incremento de las tasas de interés impactaron en casi todos los sectores de la economía y dio paso a una etapa recesiva que generó una fuerte contracción del 2,5% del PBI.

Sin embargo, los balances de una gran parte de las empresas que cotizan en el mercado bursátil no terminan de reflejar en sus resultados el escenario de crisis que muchos sectores atravesaron y que todavía se encuentran atravesando, precisamente por la caída de la producción y de las ventas.

Esto, sumado al daño que hizo la fuerte devaluación a la deuda en moneda extranjera que muchas compañías contrajeron para financiar sus proyectos.

De hecho, 40 de las empresas y bancos que cotizan sus acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires reflejaron ganancias en sus estados de resultados correspondientes al período de 12 meses finalizado el 31 de diciembre del año pasado.

En cambio, otras 21 se vieron afectadas por el estancamiento de la economía, el clima recesivo del consumo y la disparada del dólar frente al peso.

Tanto entre ganadores como perdedores, el ranking muestra una gran disparidad de empresas y de rubros beneficiados o afectados por el contexto negativo que dejó como herencia el tercer año de Mauricio Macri al frente del Poder Ejecutivo Nacional.

Las empresas y entidades del sector bancario que lograron ser rentables el año pasado acumularon una ganancia total de $253.789 millones, mientras que las que sufrieron el escenario recesivo contabilizaron $27.719 millones de pérdidas.

Entre las tres suman $80.040 millones de ganancias y reflejan que los sectores que mejor performance lograron se vinculan con la energía y las finanzas.

En el caso de YPF, es la mayor compañía del rubro hidrocarburos del país y el año pasado logró aumentar en un 204% sus beneficios en relación a 2017 cerrando su balance con $38.600 millones de rentabilidad. El principal motivo se vincula a constantes aumentos en los precios de los combustibles, que terminaron el 2018 con un aumento algo mayor al 70%.

La utilidad operativa fue de $43.780 millones con una mejora del 172%, y los ingresos fueron de $435.820 millones, con un incremento del 72,4%. También pudo encarar un proceso de desendeudamiento.

En cuanto a su producción total de hidrocarburos, disminuyó un 4,5% con respecto a 2017, con un levísimo descenso del 0,2% en petróleo, pero del 4,6% en gas y del 23,1% en GNL.

En este contexto, igualmente encaró inversiones por $95.358 millones, destacándose la incorporación de reservas del no convencional de Vaca Muerta.

Con respecto a Ternium, ganó $25.674 millones el año pasado y actualmente sigue siendo la mayor fabricante de aceros planos y largos de América latina. Es propiedad del Grupo Techint, a su vez controlada por la familia que lidera Paolo Rocca.

La empresa no parece haber sido afectada por el procesamiento del directivo, en el marco de la causa de los cuadernos y en la cual se encuentra imputado por el juez Claudio Bonadio, quien lo identifica como uno de los empresarios que pagó coimas a funcionarios del anterior gobierno kirchnerista.

Entre los factores positivos que mostró Ternium en el 2018 se destaca un mayor resultado operativo, que llegó a los $9.593 millones. También incidió de manera positiva la mejor performance de su controlada en México así como la mayor ganancia de impuesto diferido durante el 2018.

De todos modos, mostró un peor resultado financiero, con una deuda que asciende a los $3.520 millones, lo que implica un ratio de 0,37 con respecto al resultado operativo de 2018 que fue muy baja.

Se observa una mejora en las ventas, que ascendieron a $73.858 millones con respecto a los $62.160 millones de 2017 (un repunte del 19%). En cantidades despachadas mostró una baja del 4%. Un rubro que mejoró considerablemente fueron las exportaciones, que subieron un 60,5% en el año.

El segundo pelotón, con empresas que ganaron entre u$s3.000 y más de u$s800 millones:

Finalmente, las compañías ganadoras que cierran el ranking:

Banca y energía, con resultados positivos

En el tercer lugar aparece el Banco Macro, con ganancias por $15.776 millones en un año en el cual Jorge Brito, su fundador y mentor dejó el control de la entidad financiera luego de 30 años de actividades.

Su balance refleja un incremento del 55% con respecto al resultado obtenido en el ejercicio 2017, mientras que su resultado operativo neto llegó a los $22.475,4 millones y resultó superior en 51% al del año anterior.

Con respecto a los ingresos netos por servicios, totalizaron $11.133 millones, siendo superiores en un 31% a los obtenidos en el 2017. Además, continuó mostrando un adecuado nivel de liquidez, con un ratio de cobertura de activos líquidos sobre el total de depósitos del 57,1%. La performance del Banco Macro refleja el buen año que lograron la mayoría de las entidades del sistema financiero local, que se beneficiaron de mejores resultados por tenencia de títulos públicos e ingresos por operaciones que ajustan por CER y CVS.

De hecho, el Grupo Financiero Galicia y el Santander Río aparecen en el cuarto y quinto lugar del ranking, con ganancias por $14.789 millones y $13.971 millones, respectivamente.

Luego les siguen tres grupos vinculados a los negocios energéticos y de hidrocarburos, como son Transportadora de Gas del Sur (TGS), Pampa Energía y Tecpetrol, que ocupan desde el sexto al octavo puesto y acumularon beneficios por $32.580 millones entre las tres.

En el caso de TGS, su rentabilidad fue de $11.415 millones contra los $5.752 millones que había ganado en el 2017. Se trata de la mayor transportadora de gas del país que, como el resto de las empresas del sector, se vieron beneficiadas por la recomposición de los cuadros tarifarios.

En el ranking también aparecen Transportadora de Gas del Norte (TGN), las distribuidoras Edenor, Edesur y Edelap; además de Transener, con ganancias grupales por $30.000 millones si se contabilizan las presentadas además por Naturgy BAN (ex GasBAN) y las distribuidoras de Gas del Norte y Cuyana, entre otras.

Todas informaron estados contables positivos, precisamente gracias a ese proceso de recomposición de las tarifas y que, según los datos del Indec, entre el 2015 y el 2018 acumulan subas del 600% para la electricidad, y del 250% para el gas.

En el caso de TGS, en su explica que logró mayores ventas por $14.109 millones y un incremento en los ingresos provenientes de los segmentos de transporte, producción y comercialización.

Los accionistas de la transportadora, con Marcelo Mindlin a la cabeza, también llevaron a cabo el año pasado un proceso de blindaje de las acciones frente a los coletazos de la corrida cambiaria y de la inestabilidad del mercado bursátil local.

La razón esgrimida por el dueño de Pampa Energía y mayor accionista tanto de TGS, como también de Edenor, se debió a que la valuación de sus compañías, medida por sus actuales negocios y los proyectos de inversión a futuro no se están reflejando en las cotizaciones de las sociedades que controla a través de su holding energético.

De hecho, la propia Pampa Energía esquivó también los coletazos de la crisis, reportando ganancias por $11.000 millones el año pasado. Mientras que en el caso de Tecpetrol obtuvo beneficios por $10.164 millones.

En tanto, en el noveno lugar aparece otro banco: el BBVA Banco Francés, que ganó $9.686 millones el año pasado, mientras que Tenaris se ubica décima con $9.492 millones de rentabilidad. Como Ternium y Tecpetrol, es otra compañía propiedad del Grupo Rocca, líder en la provisión de tubos y servicios relacionados para la industria energética.

El ranking de los perdedores

Por su parte, entre las empresas que perdieron dinero el año pasado se destacan las de consumo masivo, por ser las más afectadas por la recesión y la caída del consumo interno.

Si bien el ranking lo lidera IRSA, con un rojo de $5.230 millones, se trata de una cifra generada por temas contables, ya que en lo operativo, el holding desarrollador inmobiliario mantuvo ratios positivos.

En segundo lugar se encuentra la empresa San Miguel, la principal productora de cítricos del país, con pérdidas por $5.118 millones generadas en gran parte por la devaluación. Le sigue Compañía Latinoamericana de Infraestructura (CLISA), propiedad del grupo Roggio, con un rojo de $3.832 millones.

En agosto del año pasado, Aldo Roggio renunció a la conducción de Benito Roggio y de Clisa tras convertirse en uno de los arrepentidos en la causa sobre las presuntas maniobras de corrupción durante los años kirchneristas, conocida como el caso de los cuadernos.

Luego se destacan los casos de la desarrolladora inmobiliaria TGLT, que se encuentra en un proceso de grave crisis financiera y buscando reorganizar su deuda. La empresa perdió el año pasado $1.516 millones como consecuencia del impacto que en el negocio del real estate viene teniendo la retracción de las ventas, la suba del dólar y el aumento de los precios de los inmuebles.

En séptimo lugar se encuentra Tarjeta Naranja, con un rojo por $1.242 millones, mientras que en el octavo puesto aparece Arcor, con un déficit de $1.011 millones, que representa el segundo balance negativo en toda su historia.

El noveno puesto quedó para el Grupo Clarín, que presentó un balance negativo por $897 millones y datos que reflejan el mal momento que atraviesan los medios gráficos del país.

Según su estado de resultados, la compañía de medios más grande de la Argentina, tuvo ingresos por $19.254 millones, con una caída del 16% con respecto al 2017, principalmente debido a menores ventas en los segmentos de impresión y publicación y producción y distribución de contenidos.

En este marco, su EBITDA cayó 29,2%, alcanzando los $1.288 millones, mientras que su pérdida de $882 millones representa una caída del 141,7% con respecto a los $2.113 millones reportados en 2017, cuando incluyó además los resultados de Cablevisión.

Fuente: iProfesional