Di Pierro: una historia de poder, olfato y socios políticos, desde Guinle y Kirchner hasta ArcioniEl ex intendente de Comodoro y actual director de YPF es un singular personaje que huele como pocos el lugar hacia donde se dirige el poder y cuenta con el adecuado impulso para pegar el salto, acomodarse un poco la ropa e irse silbando bajito como si nada hubiera pasado. Ayer con Guinle, Néstor y Cristina; a veces con Das Neves y hoy con Arcioni, mientras conserva algo de poder en su ciudad.
Hace rato que no pasa más de dos noches en Comodoro, pero Néstor José Di Pierro (63) conserva en la ciudad una porción interesante de leales que si bien no pueden dar pelea por el municipio sí tienen cierta influencia como para incidir un poco en los resultados.
Alejado hace rato de su ex amigo Carlos Linares -con quien se conocieron en las calles mientras uno vendía comestibles y el otro aceites y grasas al por mayor- no pocos de los funcionarios que le legó al actual intendente continuaron a su servicio.
Crónica de un joven solo
Di Pierro es oriundo del partido de San Martín, en la provincia de Buenos Aires. Fanático de Chacarita, llegó a Comodoro a fines de los 80 para dar una mano en la reorganización de la Juventud Peronista y desde allí empezó su carrera.
Su primer referente fue Marcelo Guinle. Con él estuvo en Comodoro Para Todos y en Chubut Para Todos. Fue sus ojos y oídos en la Legislatura provincial, donde pocos recuerdan que Di Pierro fue diputado entre 1991 y 1995. Compartió el recinto con avezados como Juan Mario Pais, Fortunato Rafael Cambareri y Mario Jorge Cimadevilla. Con el segundo se comunica mucho más.
Cuando Guinle fue elegido intendente ocupó la Secretaría de Bienestar Social preparándose para ser el último intendente del siglo XX de la ciudad petrolera, mientras empezaba a mostrar cómo era la calle a jóvenes académicos como Martín Buzzi.
Las elecciones de 1999 no fueron lo que él esperaba, y aún conserva el estigma de ser el único peronista que perdió con un radical. Fue tal su frustración que si no lo persuadía Guinle tampoco pensaba asumir como concejal, tal como entonces preveía la Carta Orgánica Municipal.
Libre pensador
De todos modos, no fue mucho lo que estuvo en el Concejo junto a Javier Touriñan y César "Oso" Herrera -entre otros-. Además de no seducirlo las tareas legislativas que ya había conocido en Rawson, lo agarró de lleno la crisis de 2001. "Si en el Concejo no podemos hacer nada para ayudar a la gente, me voy", dijo en una de sus características ocurrencias, como cuando aseguró estar dispuesto a presentar un proyecto para que los ediles solo cobraran 1 peso de dieta, en forma simbólica. Sus colegas lo miraron de soslayo.
De vuelta con el camión de aceite, Di Pierro retomó la actividad que más le gustaba: el cara a cara con la gente de barrio. Tomar nota en vivo de lo que piensan y sienten.
Con ese renovado bagaje volvió a la función pública, ahora como presidente de Petrominera con el aval de Mario Das Neves. Había roto definitivamente con su mentor Guinle, quien mantuvo su cara de póquer cuando el nuevo gobernador lo consultó sobre los antecedentes del "Tano".
En 2007 contuvo su malestar ante la decisión de Das Neves de designar a Buzzi candidato a intendente, pero no tenía respaldo suficiente para plantársele a quien se había convertido en caudillo provincial de norte a sur y de este a oeste.
Sin embargo, alguien sabía con qué argumento podía motivarlo. Ese fue Néstor Kirchner, quien lo sumó para su causa cuando comenzó la gran batalla contra el grupo Clarín y los terratenientes de la soja.
Di Pierro prácticamente no le dejó alternativas a Das Neves cuando salió públicamente a criticar a Sebastián Eskenazi por la falta de inversiones de YPF, mientras solventaba la carrera artística de su esposa, Analía Franchín. "Me está tratando de prostituta; me está poniendo un precio", dijo la entonces panelista. Y Das Neves echó a Di Pierro desde los estudios de Radio 10, donde el periodista Oscar González Oro hacía su programa.
Era julio de 2009 y Das Neves aún confiaba en que podía ser candidato a Presidente. Por lo tanto, no quería tener como enemigos a gente influyente como los Eskenazi.
Di Pierro encontró trabajo enseguida como titular del Correo Argentino. "Vas a ser mi intendente de Comodoro", le dijo Kirchner, quien siempre sostuvo que una elección presidencial se ganaba con los candidatos indicados en los municipios, más que en las gobernaciones.
El esquivo
En eso tampoco se equivocó Kirchner, aunque él ya no estaba para verlo. Néstor José Di Pierro llegó a ser intendente de Comodoro en 2011, aunque él hubiese preferido serlo 12 años antes. Es que ahora tenía 56 años y sus prioridades no pasaban tanto por lo político. Había formado nueva familia y volvía a ser padre. Además argüía padecer "serios problemas de salud", y sus allegados temían que el estrés propio de la función agravara su situación.
Por eso pasó poco tiempo en Comodoro, delegando el control de la ciudad en su vice, Linares. De todos modos, impulsó leyes que dejaron huella en Comodoro, como la ordenanza de Responsabilidad Social Empresaria y la Ley de Hidrocarburos que distribuyó las regalías petroleras en forma más equitativa para los municipios productores.
Esa plata debía utilizarse solo para obras públicas, no para pagar sueldos como estaría haciendo ahora Mariano Arcioni, según lo denunciaron diputados del Frente Para la Victoria.
Di Pierro recibió varias reprimendas de Cristina Kirchner luego de que a sus oídos llegara lo que pasaba en Comodoro, agravado por el poco énfasis puesto en las legislativas de 2013. En esas elecciones Norberto Yauhar se sintió huérfano en el sur, posibilitando el resurgimiento de Das Neves, a quienes muchos consideraban un retirado que solo iba a cuidar a sus nietos.
Dos años más tarde, Di Pierro tampoco haría mucho por Daniel Scioli, ya que había apostado por Florencio Randazzo. En la lucha por la provincia indirectamente favoreció el regreso de Das Neves, quien apenas asumió lo volvió a convocar para ser parte de su gobierno, esta vez como director provincial en YPF. Ahora sí podría fijar domicilio en su country de Tigre sin tener que dar explicaciones.
Apadrinados
Di Pierro dejó el municipio, donde ejerció a medias con Linares, luego de haber atravesado instancias jurídicas que motivaron allanamientos por parte de la Justicia federal. En un momento la jueza Eva Parcio de Seleme le dio bastante impulso a la causa denominada "Apadrinados", mientras el fiscal Norberto Bellver debió excusarse por el suegro de Di Pierro.
Una vez más, el entonces intendente apeló al rol del perseguido. "Nosotros no tenemos el poder de ver qué hace un juez; ellos sí. El fiscal Bellver tiene una trayectoria y a pesar de tener una relación de pareja con su hija, yo soy respetuoso y no hablo con él de esto. Igual soy muy amigo de don Juan Rosendo Seleme y sin embargo no he ido a golpearle la puerta para decirle qué le pasa a la jueza (su esposa)", le dijo en algún momento a una radio de Comodoro.
Las complicaciones para él no terminarían con el espaldarazo que le volvía a conceder Das Neves, sino que también lo tuvo en la mira Margarita Stolbizer mientras fue diputada nacional.
El 22 de diciembre de 2016 la legisladora del GEN pedía informes a YPF por su designación como director, aduciendo que "el testigo Eduardo José Conde -actual diputado provincial en Chubut por la alianza Cambiemos- declaró que Di Pierro le dijo: "debes ser el único boludo que no cobró. Hubieron 40 palos verdes. Das Neves cobró 27 y el resto se repartió. Cobró Yauhar, cobré yo... que de paso me cagaron y cobraron los diputados".
Di Pierro sigue en su cargo, tan inmóvil como la causa "Apadrinados" y mantiene bajo perfil, una de sus especialidades. Apoya a Arcioni desde que Das Neves buscó en Comodoro un adecuado compañero de fórmula y terminó por decidirse por el actual gobernador luego de que su primera opción -Maximiliano Torraca- le dijera que no.
A Di Pierro suele vérselo cada tanto en algún acto del gobernador, con su imborrable sonrisa y su empatía natural. Evitó involucrarse intensamente en las últimas PASO. Al menos no participó tanto como hace dos años, cuando impugnó al candidato de Linares, Ricardo Fueyo, por no ser afiliado al peronismo. Por eso impulsó la precandidatura de Néstor Hourcade, mientras a nivel nacional volvió a manifestar su respaldo a Randazzo, en detrimento de la propia Cristina Kirchner.
Hoy está en la embarcación de Arcioni, a la espera de nuevos horizontes.
El ex intendente de Comodoro y actual director de YPF es un singular personaje que huele como pocos el lugar hacia donde se dirige el poder y cuenta con el adecuado impulso para pegar el salto, acomodarse un poco la ropa e irse silbando bajito como si nada hubiera pasado. Ayer con Guinle, Néstor y Cristina; a veces con Das Neves y hoy con Arcioni, mientras conserva algo de poder en su ciudad.
Hace rato que no pasa más de dos noches en Comodoro, pero Néstor José Di Pierro (63) conserva en la ciudad una porción interesante de leales que si bien no pueden dar pelea por el municipio sí tienen cierta influencia como para incidir un poco en los resultados.
Alejado hace rato de su ex amigo Carlos Linares -con quien se conocieron en las calles mientras uno vendía comestibles y el otro aceites y grasas al por mayor- no pocos de los funcionarios que le legó al actual intendente continuaron a su servicio.
Crónica de un joven solo
Di Pierro es oriundo del partido de San Martín, en la provincia de Buenos Aires. Fanático de Chacarita, llegó a Comodoro a fines de los 80 para dar una mano en la reorganización de la Juventud Peronista y desde allí empezó su carrera.
Su primer referente fue Marcelo Guinle. Con él estuvo en Comodoro Para Todos y en Chubut Para Todos. Fue sus ojos y oídos en la Legislatura provincial, donde pocos recuerdan que Di Pierro fue diputado entre 1991 y 1995. Compartió el recinto con avezados como Juan Mario Pais, Fortunato Rafael Cambareri y Mario Jorge Cimadevilla. Con el segundo se comunica mucho más.
Cuando Guinle fue elegido intendente ocupó la Secretaría de Bienestar Social preparándose para ser el último intendente del siglo XX de la ciudad petrolera, mientras empezaba a mostrar cómo era la calle a jóvenes académicos como Martín Buzzi.
Las elecciones de 1999 no fueron lo que él esperaba, y aún conserva el estigma de ser el único peronista que perdió con un radical. Fue tal su frustración que si no lo persuadía Guinle tampoco pensaba asumir como concejal, tal como entonces preveía la Carta Orgánica Municipal.
Libre pensador
De todos modos, no fue mucho lo que estuvo en el Concejo junto a Javier Touriñan y César "Oso" Herrera -entre otros-. Además de no seducirlo las tareas legislativas que ya había conocido en Rawson, lo agarró de lleno la crisis de 2001. "Si en el Concejo no podemos hacer nada para ayudar a la gente, me voy", dijo en una de sus características ocurrencias, como cuando aseguró estar dispuesto a presentar un proyecto para que los ediles solo cobraran 1 peso de dieta, en forma simbólica. Sus colegas lo miraron de soslayo.
De vuelta con el camión de aceite, Di Pierro retomó la actividad que más le gustaba: el cara a cara con la gente de barrio. Tomar nota en vivo de lo que piensan y sienten.
Con ese renovado bagaje volvió a la función pública, ahora como presidente de Petrominera con el aval de Mario Das Neves. Había roto definitivamente con su mentor Guinle, quien mantuvo su cara de póquer cuando el nuevo gobernador lo consultó sobre los antecedentes del "Tano".
En 2007 contuvo su malestar ante la decisión de Das Neves de designar a Buzzi candidato a intendente, pero no tenía respaldo suficiente para plantársele a quien se había convertido en caudillo provincial de norte a sur y de este a oeste.
Sin embargo, alguien sabía con qué argumento podía motivarlo. Ese fue Néstor Kirchner, quien lo sumó para su causa cuando comenzó la gran batalla contra el grupo Clarín y los terratenientes de la soja.
Di Pierro prácticamente no le dejó alternativas a Das Neves cuando salió públicamente a criticar a Sebastián Eskenazi por la falta de inversiones de YPF, mientras solventaba la carrera artística de su esposa, Analía Franchín. "Me está tratando de prostituta; me está poniendo un precio", dijo la entonces panelista. Y Das Neves echó a Di Pierro desde los estudios de Radio 10, donde el periodista Oscar González Oro hacía su programa.
Era julio de 2009 y Das Neves aún confiaba en que podía ser candidato a Presidente. Por lo tanto, no quería tener como enemigos a gente influyente como los Eskenazi.
Di Pierro encontró trabajo enseguida como titular del Correo Argentino. "Vas a ser mi intendente de Comodoro", le dijo Kirchner, quien siempre sostuvo que una elección presidencial se ganaba con los candidatos indicados en los municipios, más que en las gobernaciones.
El esquivo
En eso tampoco se equivocó Kirchner, aunque él ya no estaba para verlo. Néstor José Di Pierro llegó a ser intendente de Comodoro en 2011, aunque él hubiese preferido serlo 12 años antes. Es que ahora tenía 56 años y sus prioridades no pasaban tanto por lo político. Había formado nueva familia y volvía a ser padre. Además argüía padecer "serios problemas de salud", y sus allegados temían que el estrés propio de la función agravara su situación.
Por eso pasó poco tiempo en Comodoro, delegando el control de la ciudad en su vice, Linares. De todos modos, impulsó leyes que dejaron huella en Comodoro, como la ordenanza de Responsabilidad Social Empresaria y la Ley de Hidrocarburos que distribuyó las regalías petroleras en forma más equitativa para los municipios productores.
Esa plata debía utilizarse solo para obras públicas, no para pagar sueldos como estaría haciendo ahora Mariano Arcioni, según lo denunciaron diputados del Frente Para la Victoria.
Di Pierro recibió varias reprimendas de Cristina Kirchner luego de que a sus oídos llegara lo que pasaba en Comodoro, agravado por el poco énfasis puesto en las legislativas de 2013. En esas elecciones Norberto Yauhar se sintió huérfano en el sur, posibilitando el resurgimiento de Das Neves, a quienes muchos consideraban un retirado que solo iba a cuidar a sus nietos.
Dos años más tarde, Di Pierro tampoco haría mucho por Daniel Scioli, ya que había apostado por Florencio Randazzo. En la lucha por la provincia indirectamente favoreció el regreso de Das Neves, quien apenas asumió lo volvió a convocar para ser parte de su gobierno, esta vez como director provincial en YPF. Ahora sí podría fijar domicilio en su country de Tigre sin tener que dar explicaciones.
Apadrinados
Di Pierro dejó el municipio, donde ejerció a medias con Linares, luego de haber atravesado instancias jurídicas que motivaron allanamientos por parte de la Justicia federal. En un momento la jueza Eva Parcio de Seleme le dio bastante impulso a la causa denominada "Apadrinados", mientras el fiscal Norberto Bellver debió excusarse por el suegro de Di Pierro.
Una vez más, el entonces intendente apeló al rol del perseguido. "Nosotros no tenemos el poder de ver qué hace un juez; ellos sí. El fiscal Bellver tiene una trayectoria y a pesar de tener una relación de pareja con su hija, yo soy respetuoso y no hablo con él de esto. Igual soy muy amigo de don Juan Rosendo Seleme y sin embargo no he ido a golpearle la puerta para decirle qué le pasa a la jueza (su esposa)", le dijo en algún momento a una radio de Comodoro.
Las complicaciones para él no terminarían con el espaldarazo que le volvía a conceder Das Neves, sino que también lo tuvo en la mira Margarita Stolbizer mientras fue diputada nacional.
El 22 de diciembre de 2016 la legisladora del GEN pedía informes a YPF por su designación como director, aduciendo que "el testigo Eduardo José Conde -actual diputado provincial en Chubut por la alianza Cambiemos- declaró que Di Pierro le dijo: "debes ser el único boludo que no cobró. Hubieron 40 palos verdes. Das Neves cobró 27 y el resto se repartió. Cobró Yauhar, cobré yo... que de paso me cagaron y cobraron los diputados".
Di Pierro sigue en su cargo, tan inmóvil como la causa "Apadrinados" y mantiene bajo perfil, una de sus especialidades. Apoya a Arcioni desde que Das Neves buscó en Comodoro un adecuado compañero de fórmula y terminó por decidirse por el actual gobernador luego de que su primera opción -Maximiliano Torraca- le dijera que no.
A Di Pierro suele vérselo cada tanto en algún acto del gobernador, con su imborrable sonrisa y su empatía natural. Evitó involucrarse intensamente en las últimas PASO. Al menos no participó tanto como hace dos años, cuando impugnó al candidato de Linares, Ricardo Fueyo, por no ser afiliado al peronismo. Por eso impulsó la precandidatura de Néstor Hourcade, mientras a nivel nacional volvió a manifestar su respaldo a Randazzo, en detrimento de la propia Cristina Kirchner.
Hoy está en la embarcación de Arcioni, a la espera de nuevos horizontes.