Pistolas de electroshock: cuestan $2 millones, pero hay muchas dudas sobre cómo las usará la policíaEl ministro de Gobierno corre del Concejo Deliberante de Comodoro a la Legislatura para tratar de justificar por qué el gobierno de Arcioni debe adquirir 25 pistolas Taser de electroshock, cuyo costo individual es de 1.700 dólares. Se trata de otra coincidencia entre la política de Chubut con la nacional que tiene a Patricia Bullrich como abanderada.
"Con esa plata pueden arreglar tres o cuatro calderas", dijo el sindicalista de ATE, Guillermo Quiroga, en referencia a la cantidad de escuelas -sobre todo en Comodoro Rivadavia- en las que no se dictan clases por pérdidas de gas.
Por su parte el referente del grupo Pro Derechos de los Niños, Roberto Llaiquel, sumó su voz crítica para pedir que las inversiones se hagan en la prevención y no en la represión. Para él las pistolas Taser son "una herramienta de tortura", tal como ha expresado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Sin embargo, para el ministro de Gobierno de Chubut, Federico Norberto Massoni, "hay que proteger a nuestro personal policial". Con ese fin se comprarán entonces las armas de electroshock que son cuestionadas en otras partes del mundo, como en los mismísimos Estados Unidos de Donald Trump, donde entre 2000 y 2017 murieron más de 100 personas que recibieron descargas eléctricas de las Taser.
"Se prevé que las armas serán utilizadas como último recurso cuando otros medios no violentos resulten ineficaces y que el control y uso de este tipo de armas será cuidadoso para reducir al mínimo el riesgo", acaban de sugerir en medio de la polémica Lucas Lancionti, Germán Kexel y Jorge Benesperi, integrantes del Ministerio de Defensa Pública de Chubut.
Electrificados
Este tipo de armamento fue pensado para disuadir a gente violenta, pero por lo general se lo utiliza frente a manifestantes que desafían la presencia policial para conseguir objetivos que tienen que ver con demandas sociales o económicas.
Las armas pueden descargar sobre una persona 50 mil voltios en 5 segundos, con una velocidad de 190 kilómetros por hora. Provocan diversas consecuencias sobre la salud, ya que provocan dolores intensos, contracciones musculares, espasmos y cambios de ritmo cardiaco, además de aturdimientos. Incluso pueden llegar a causar eventuales amnesias temporales.
Por eso en su documento los miembros de la Defensa Pública exigen que quienes utilicen las armas sean seleccionados mediante procedimientos adecuados. Exige que posean "aptitudes éticas, psicológicas y físicas idóneas" para el ejercicio eficaz y que reciban capacitación profesional continua, completa y periódica.
Massoni no se cansa de ponderar este tipo de armamento desde que mantuvo una reunión con Patricia Bullrich, cuando se mencionaba a la ministra como posible compañera de fórmula de Macri en su intento de ser reelecto en las próximas elecciones presidenciales.
El funcionario provincial habló de las Taser en el Concejo Deliberante de Comodoro cuando le preguntaron por las cámaras de seguridad que vive prometiendo instalar, mientras en la Legislatura también fue convocado por el tema.
Más que un arma
Cada Taser tiene un valor de 1.700 dólares, por lo que adquirir las 25 que pretende el funcionario de Arcioni costaría a los contribuyentes de Chubut un total de 1.955.000 pesos, según la cotización que la divisa estadounidense viene registrando en los últimos días.
Ese no sería el único gasto a asumir, ya que -según expertos como el ex secretario nacional de Seguridad, Sergio Berni- antes de ponerle en la mano un arma de este tipo a un policía hay que capacitarlo, y ello implica prácticas en similares condiciones a las que se vería obligado a usarla.
Es decir que los policías que hoy deben pagar de su bolsillo los proyectiles que usan sus armas comunes, deberían asumir nuevos descuentos. Hay que recordar que también los propios policías son quienes se costean el uniforme.
Por otra parte, si se divide proporcionalmente la cantidad de Taser a adquirir entre las ciudades más pobladas de Chubut, les corresponderían muy pocas a cada una. ¿Quiénes las usarían? Es posible deducir que sería el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), que conforman rudos muchachos acostumbrados a empujar primero y a pedir disculpas después.
También podrían utilizarla miembros de la División Canes, que son los que se apostan con sus animales enfurecidos en cada manifestación sindical.
La polémica por las Taser se produce en un contexto de estrechez económica del Gobierno provincial, que tiene problemas para pagar los sueldos en tiempo y forma a sus empleados; que crea bonos "voladores" para cumplirle a proveedores con los que tiene deudas y que no invierte lo que debiera en educación para que los chicos no resignen su derecho a aprender.
Arcioni declama una situación de estrechez, aunque los ingresos por coparticipación que recibió este año fueron superiores a los de 2018 y ha reducido el déficit a costa de no conceder aumentos salariales por encima de la inflación y de no crear un fondo anticíclico en Trelew que evite que el desempleo y la pobreza generen miseria y necesidades como hace rato no se veían.
El ministro de Gobierno corre del Concejo Deliberante de Comodoro a la Legislatura para tratar de justificar por qué el gobierno de Arcioni debe adquirir 25 pistolas Taser de electroshock, cuyo costo individual es de 1.700 dólares. Se trata de otra coincidencia entre la política de Chubut con la nacional que tiene a Patricia Bullrich como abanderada.
"Con esa plata pueden arreglar tres o cuatro calderas", dijo el sindicalista de ATE, Guillermo Quiroga, en referencia a la cantidad de escuelas -sobre todo en Comodoro Rivadavia- en las que no se dictan clases por pérdidas de gas.
Por su parte el referente del grupo Pro Derechos de los Niños, Roberto Llaiquel, sumó su voz crítica para pedir que las inversiones se hagan en la prevención y no en la represión. Para él las pistolas Taser son "una herramienta de tortura", tal como ha expresado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Sin embargo, para el ministro de Gobierno de Chubut, Federico Norberto Massoni, "hay que proteger a nuestro personal policial". Con ese fin se comprarán entonces las armas de electroshock que son cuestionadas en otras partes del mundo, como en los mismísimos Estados Unidos de Donald Trump, donde entre 2000 y 2017 murieron más de 100 personas que recibieron descargas eléctricas de las Taser.
"Se prevé que las armas serán utilizadas como último recurso cuando otros medios no violentos resulten ineficaces y que el control y uso de este tipo de armas será cuidadoso para reducir al mínimo el riesgo", acaban de sugerir en medio de la polémica Lucas Lancionti, Germán Kexel y Jorge Benesperi, integrantes del Ministerio de Defensa Pública de Chubut.
Electrificados
Este tipo de armamento fue pensado para disuadir a gente violenta, pero por lo general se lo utiliza frente a manifestantes que desafían la presencia policial para conseguir objetivos que tienen que ver con demandas sociales o económicas.
Las armas pueden descargar sobre una persona 50 mil voltios en 5 segundos, con una velocidad de 190 kilómetros por hora. Provocan diversas consecuencias sobre la salud, ya que provocan dolores intensos, contracciones musculares, espasmos y cambios de ritmo cardiaco, además de aturdimientos. Incluso pueden llegar a causar eventuales amnesias temporales.
Por eso en su documento los miembros de la Defensa Pública exigen que quienes utilicen las armas sean seleccionados mediante procedimientos adecuados. Exige que posean "aptitudes éticas, psicológicas y físicas idóneas" para el ejercicio eficaz y que reciban capacitación profesional continua, completa y periódica.
Massoni no se cansa de ponderar este tipo de armamento desde que mantuvo una reunión con Patricia Bullrich, cuando se mencionaba a la ministra como posible compañera de fórmula de Macri en su intento de ser reelecto en las próximas elecciones presidenciales.
El funcionario provincial habló de las Taser en el Concejo Deliberante de Comodoro cuando le preguntaron por las cámaras de seguridad que vive prometiendo instalar, mientras en la Legislatura también fue convocado por el tema.
Más que un arma
Cada Taser tiene un valor de 1.700 dólares, por lo que adquirir las 25 que pretende el funcionario de Arcioni costaría a los contribuyentes de Chubut un total de 1.955.000 pesos, según la cotización que la divisa estadounidense viene registrando en los últimos días.
Ese no sería el único gasto a asumir, ya que -según expertos como el ex secretario nacional de Seguridad, Sergio Berni- antes de ponerle en la mano un arma de este tipo a un policía hay que capacitarlo, y ello implica prácticas en similares condiciones a las que se vería obligado a usarla.
Es decir que los policías que hoy deben pagar de su bolsillo los proyectiles que usan sus armas comunes, deberían asumir nuevos descuentos. Hay que recordar que también los propios policías son quienes se costean el uniforme.
Por otra parte, si se divide proporcionalmente la cantidad de Taser a adquirir entre las ciudades más pobladas de Chubut, les corresponderían muy pocas a cada una. ¿Quiénes las usarían? Es posible deducir que sería el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), que conforman rudos muchachos acostumbrados a empujar primero y a pedir disculpas después.
También podrían utilizarla miembros de la División Canes, que son los que se apostan con sus animales enfurecidos en cada manifestación sindical.
La polémica por las Taser se produce en un contexto de estrechez económica del Gobierno provincial, que tiene problemas para pagar los sueldos en tiempo y forma a sus empleados; que crea bonos "voladores" para cumplirle a proveedores con los que tiene deudas y que no invierte lo que debiera en educación para que los chicos no resignen su derecho a aprender.
Arcioni declama una situación de estrechez, aunque los ingresos por coparticipación que recibió este año fueron superiores a los de 2018 y ha reducido el déficit a costa de no conceder aumentos salariales por encima de la inflación y de no crear un fondo anticíclico en Trelew que evite que el desempleo y la pobreza generen miseria y necesidades como hace rato no se veían.
