Política

Sentado sobre la plata: Chubut tuvo superávits en 2018 pero aplicó un brutal ajuste a los estatales

El 2018 estuvo marcado por lógicas contrapuestas. El gobierno de Marino Arcioni buscó recortar brutalmente el gasto público apuntando a los empleados estatales, con un intento de "paritaria cero" y la aplicación del pago salarial escalonado. Los trabajadores del Estado lo enfrentaron con más de 100 días de huelga. Tal como reveló El Extremo Sur desde mediados del año pasado, la Administración de Arcioni tenía superávits gemelos y terminó 2018 con un saldo primario favorable de 3.696 millones de pesos y 2.106 millones en lo financiero. Todo el conflicto podría haberse evitado. El ajuste, tal como lo encaró el gobernador que busca ser reelecto, no tenía ninguna justificación.

Un semestre después de finalizado el ejercicio fiscal 2018 de la provincia de Chubut, el gobierno publicó oficialmente en su página datos "provisorios" sobre las cuentas públicas al 31 de diciembre del año pasado.

Esos datos oficiales publicados con inmensa demora coinciden con las investigaciones que viene publicando El Extremo Sur desde hace un año. Se iniciaron en medio del conflicto con los trabajadores estatales y la gestión arcionista desmintió sistemáticamente los datos durante casi todo un año. Solo cuando resultaron inocultables y ante la proximidad del proceso electoral divulgó que había conseguido una "buena administración" de las cuentas públicas.

El intento de Arcioni por imponer un fuerte ajuste fiscal sobre los gastos públicos en Chubut, pero presentado de manera encubierta como Reforma del Estado, fue enfrentado con virulencia por los trabajadores estatales de toda la provincia. Las huelgas, piquetes, tomas de edificios y multiplicidad de manifestaciones de los gremios estatales se desplegaron por más de tres meses y finalmente hicieron retroceder al menos parcialmente las políticas de ajuste del gobernador, que contaban con el más amplio apoyo de la gestión nacional de Cambiemos con el presidente Mauricio Macri a la cabeza.

Docentes y estatales en las protestas del año pasado.

Aunque los estatales no consiguieron frenar el pago escalonado en los salarios, el gobierno debió abrir paritarias y se acordaron aumentos salariales con porcentajes cercanos a la inflación galopante de la Patagonia.

Sin embargo, el daño social y económico ya se había hecho, ya que el ajuste de Arcioni hizo perder largos meses de clases, deterioró el funcionamiento del Estado y especialmente le arrancó por la fuerza una porción mensual de los sueldos estatales que con el atraso en los pagos padecieron la pérdida de buena parte del poder adquisitivo.

Sin chances de llevar adelante una política similar, en el fracasado proyecto de Presupuesto 2019 el Poder Ejecutivo había previsto aumentos en el gasto de personal similares a los niveles inflacionarios; pero para los próximos dos años previó subas que podrían desencajarse de la inflación y se podrían traducir en nuevos conflictos con los estatales.

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Los superávits gemelos

Los números revelan que durante todo 2018 el gobierno de Arcioni cerró las cuentas públicas con superávits gemelos, tanto primario como financiero. Esa situación fiscal demuestra claramente que el altísimo nivel de conflictividad del año pasado podría haberse evitado y que todo se desató por la política de ajuste y baja en las paritarias salariales que el primer mandatario intentó aplicar durante el año pasado.

A lo largo de 2018 el superávit primario de Chubut ascendió a 3.696 millones de pesos y el superávit financiero (luego del pago de deuda y empréstitos) se posicionó en los 2.106 millones de pesos. El recorte en el gasto público provincial, las paritarias a la baja y el pago salarial escalonado solamente se justificaron por una clara política de ajuste aplicada por la gestión de Arcioni.

Elaboración propia sobre datos publicados por el Gobierno de Chubut.

El primer trimestre de 2018 cerró con 304 millones de saldo positivo primario y 1.053 millones de pesos de superávit financiero. En el segundo trimestre el resultado primario fue de 952 millones de pesos favorable para la provincia y el superávit financiero descendió por el pago de los vencimientos de la deuda a solamente 501 millones de pesos.

Así transitó financieramente el gobierno de Chubut la primera mitad del año pasado, cuando ya había decidido aplicar el ajuste y se había desatado el reclamo de los trabajadores estatales con paros, tomas de edificios públicos y cortes de ruta.

Para el tercer trimestre de 2018 el superávit primario había ascendido a 2.213 millones de pesos. Como consecuencia de los vencimientos de la deuda -que en su gran mayoría fue tomada en dólares por el gobierno del fallecido Mario Das Neves y el propio Arcioni- el resultado financiero terminó siendo negativo en 1.034 millones de pesos.

Ya con los efectos de la tremenda devaluación de la segunda mitad del año pasado, las cuentas públicas chubutenses se recuperaron fuertemente por los ingresos en regalías petroleras y por los mayores flujos de fondos nacionales. De ese modo Chubut llegó a finalizar 2018 con los superávits gemelos mencionados que le facilitaron a Arcioni cerrar el año con resultados positivos a pesar de no haber podido aplicar el ajuste que había proyectado. Pese a esos resultados ampliamente positivos, el gobernador mantuvo el pago escalonado a los empleados públicos y recién los liberó -pagándolos caprichosamente con atraso- cuando se acercaron las anticipadas elecciones que convocó para el próximo domingo 9 de junio.

Los ejes del ajuste fracasado de Arcioni

El ajuste de las cuentas públicas que lideró Arcioni fue descripto con precisión por la consultora y calificadora de la deuda pública Fix Scr, a la que el propio gobierno contrató. La consultora reveló en su informe del 11 de abril de 2018 todos los mecanismos de ajuste que el gobierno provincial se había propuesto llevar adelante durante el año pasado, y el modo en que los desarrollaría también en 2019.

Los datos revelados por Fix Scr dieron cuenta de una serie de medidas que vinculaban el ajuste entre la planta de personal provincial y las aspiraciones gubernamentales para subir el total de la masa salarial muy por debajo del techo paritario del 15% establecido a nivel nacional.

Uno de los principales recortes que proyectaba realizar el Gobierno provincial se vinculaba a los gastos en sueldos. La consultora dio a conocer que la actual gestión de Arcioni "estima incrementar la masa salarial de 2018 en un 6,6% y en un 5% para 2019".

Para cumplir esa meta en el gasto salarial, el Ejecutivo debía recortar sobre el conjunto de la masa salarial y firmar paritarias que como máximo llegaran al tope del 15%, o inclusive por debajo de dicho porcentaje. En la reducción del gasto salarial y el achatamiento de los aumentos salariales radicaba uno de los principales ajustes que se propuso concretar Arcioni en 2018. Fix Scr reveló que "La intención oficial es la de mantener nominalmente constante el gasto en personal en 2018 en relación a 2017".

En consonancia con ese concepto, el gobernador se refirió a fines de enero a las negociaciones paritarias con los gremios estatales chubutenses y aseguró que "convocamos a todos para que se entienda y colaboren, cada uno tiene que ceder un poquito" y agregó que "les pedimos un poquito de sacrificio y esfuerzo".

Fix Scr estimó en el rubro salarial que el incremento del gasto provincial sería del 15,7%, elevando los cálculos de la expansión del gasto corriente provincial en un 18,8%; mientras que la gestión de Arcioni proyectaba una suba del gasto de solamente el 9,8%; mostrándose una diferencia de casi el doble.

Las revelaciones no fueron solamente las mencionadas, sino que la consultora adelantó que el gobierno se proponía "fijar incrementos salariales en base a pautas de productividad", aunque no se especificaba en qué iba a consistir; pero ahí se engendró el masivo conflicto con los estatales que se diseminó por toda la provincia.

En lo referido al achicamiento de los gastos provinciales en el rubro del personal, Fix Scr dio a conocer que Chubut "busca mejorar la flexibilidad presupuestaria y contener la expansión del gasto a partir del Decreto 1.338/17 y 170/2018. Se establece un fuerte control en la contratación de bienes y servicios, la privatización de los servicios de reconocimiento médico, congelamiento salarial y reducción de la planta política del Poder Ejecutivo, jubilaciones a empleados en condiciones de acceder al beneficio y un plan de jubilaciones anticipadas para aquellos que le restan tres años o menos para acceder al beneficio".

Salario en cómodas cuotas

El Decreto 1.338/17 fue el que estableció el Censo Provincial de Personal que integra la planta de empleados provinciales y el Decreto 170/2018 impuso el famoso y sufrido pago escalonado de los salarios de los agentes estatales chubutenses; estipulando que quienes cobraban hasta 30 mil pesos percibirían sus sueldos el 10 de cada mes, los de 30 a 50 mil pesos lo harán los días 17 y quienes percibían por encima de los 50 mil pesos los 24 de cada mes.

No conforme con esos recortes, Arcioni proyectó las "jubilaciones anticipadas" para los empleados a quienes les restan tres o menos años para retirarse, como así también la "privatización de los servicios de reconocimiento médico" que hasta ahora era realizada por médicos contratados por el propio Estado y que desde hace varios años intenta traspasarse al sector privado.

Fix Scr indicó también que el actual gobierno determinó "un congelamiento de la planta de personal, eliminación de horas extra, horas cátedra, horas guardia, un programa de retiros voluntarios", a lo que se suma la suspensión de las licencias gremiales.

Como otra forma de achicar el déficit que finalmente no consiguió imponer, la gestión provincial intentó reducir los fondos enviados a los Municipios de Chubut. Así lo reflejó el informe de Fix Scr, detallando que "proyecta reducir las trasferencias a Municipios en un -2,8% en 2018".

La lucha de trabajadores estatales hizo fracasar en buena medida la avanzada de ajuste de Arcioni, pero nadie puede afirmar que los proyectos de recorte feroz del gasto público que tuvo el año pasado el actual gobernador no serán reflotados si obtiene un triunfo en las elecciones del próximo domingo.