La gestión de Mariano Arcioni se ha mostrado incapaz de resolver o moderar la crisis que implica la creciente desocupación en Chubut. Habrá que ver si después de las elecciones quien resulte electo se decide a establecer una política activa destinada a reducir la falta de trabajo. Encarar la generación de empleo en la provincia será uno de los desafíos ineludibles que deberá enfrentar el próximo gobierno chubutense. Se nota en todo el territorio, aunque en la zona del Valle están los peores indicadores provinciales.
En los dos principales aglomerados urbanos de la provincia, Comodoro Rivadavia/Rada Tilly y Trelew/Rawson, se concentra según el último dato oficial del INDEC un total de 9.000 desempleados. A ese número se le debe agregar otros 6.000 subocupados que no logran cubrir una jornada laboral de 35 horas semanales.
La desocupación de Trelew y Rawson duplica a la de Comodoro y Rada Tilly, contando con 6.000 desempleados en el primer aglomerado urbano y con 3.000 en el segundo. El subempleo es 400% mayor en el Valle, ya que fueron contabilizados 5.000 subocupados frente a los 1.000 de la zona sur.
Según los datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación, en marzo se perdieron 1.200 puestos de trabajo en Chubut del sector privado formal a lo largo de un año; si la comparación se extiende a marzo del 2017 la destrucción de empleo asciende a 2.794 puestos y en los últimos tres años el empleo perdido privado provincial perdido fue de 4.455 puestos de trabajo.
La mayor cantidad de afectados se concentra en una zona como el Valle Inferior del río Chubut, que se ha transformado en improductivo como consecuencia de la crisis casi terminal de la industria textil.
Tampoco logra equilibrarse con la actividad pesquera, a pesar de que cuenta con una amplia incidencia del empleo público estatal. Es tan evidente la crisis que frente al ofrecimiento de cualquier empleo -por modesto que sea- se observan largas colas de jóvenes que intentan obtenerlo.
Indudablemente la tremenda recesión productiva y económica en la que puso el gobierno de Mauricio Macri a todo el país es una de las principales causales que impacta de lleno en las ciudades del norte provincial y en el conjunto de los pueblos del resto chubutense.
También es cierto que desde la gestión de Arcioni no se han sabido generar ni desarrollar estímulos para actividades productivas adicionales y complementarias que posibiliten contrarrestar los embates de la crisis nacional.
Números estables en Comodoro
En Comodoro no están resueltos del todo -ni mucho menos- los problemas de desocupación. No obstante en los últimos tres años los indicadores se mantuvieron estables, anclándose en los 3.000 desocupados.
En el conglomerado Trelew-Rawson la cifra creció 50% desde el cuarto trimestre de 2016 hasta el mismo período del año pasado, subiendo de 4.000 a 6.000 mil trabajadores sin empleo.
En lo que respecta a la subocupación, Comodoro mostró un fuerte decrecimiento de los indicadores pasando de 5.000 ocupados parciales a finales de 2016 a los 1.000 en el cierre del año pasado.
En tanto, las ciudades de Trelew y Rawson pasaron de 4.000 subempleados en 2016 a 3.000 en 2017, para aumentar a 5.000 personas con empleos precarios a fines de 2018.
Empleo en negro
El trabajo en negro es otro de los problemas graves que debería ser atendido y resolver a través de los organismos con los que cuenta el Estado provincial. El empleo sin aportes jubilatorios en Trelew y Rawson fue el año pasado el más elevado de toda la Patagonia con un 23,4% de trabajadores en negro. Esa cifra afortunadamente descendió respecto del 28,8% que había en el 2016, pero igualmente sigue siendo muy elevada.
En Comodoro Rivadavia el trabajo en negro se mantiene relativamente estable y con algunas pequeñas variaciones al alza en el final del 2018, pasando de 17,7% en 2016 a 18,9% del año pasado.
Mujeres, más perjudicadas
En cuanto al reparto por géneros, las mujeres son las más perjudicadas en el Valle ya que el desempleo en el Trelew y Rawson alcanzó en el cuarto trimestre del año pasado 8,2%. Fue casi cuatro veces mayor al de Comodoro, que llegó al 2,7%.
Peor todavía la pasan las mujeres jóvenes -menores de 29 años- del norte provincial que suman 25,2% de desocupación en las ciudades de Trelew y Rawson, frente al 8,3% medido en Comodoro durante finales de 2018. Debe prestarse especial atención este indicador porque creció notablemente respecto del 2,4% medido en el cuarto trimestre de 2016.
Entre los varones menores de 30 años la brecha entre el Valle y Comodoro se amplía mucho más, ya que en la ciudad petrolera el desempleo es de solamente el 2,5% mientras que en Trelew y Rawson la desocupación se mantuvo en 25,9%, habiéndose casi triplicado luego de ubicarse en 8,7% durante el cierre del año 2016. En Comodoro descendió del 11% registrado en ese mismo período.
Producción insuficiente
Sostener y profundizar el actual perfil productivo de Chubut es uno de los desafíos esenciales que tendrá el próximo gobierno, pero al mismo tiempo tendrá que poner en marcha esquemas de desarrollo que posibiliten ampliar el ámbito productivo para de esa manera provocar la generación de empleo que ayude a resolver buena parte de los problemas ocupacionales que padecen los chubutenses.
Las salidas a la crisis del empleo no pueden concentrarse exclusivamente en el extractivismo minero -además, sin licencia social-, la generación de obra pública, la entrega de planes asistenciales o el impulso del monotributismo.
Chubut necesita de plan integral de desarrollo productivo expansivo, complementario y sustentable que sirva para generar empleo genuino y de calidad para de esa manera comenzar a romper la inercia claramente diferenciada entre el Valle y Comodoro.
Lamentablemente estas propuestas no fueron de ninguna manera el epicentro de la campaña electoral sino que prácticamente estuvieron ausentes del discurso de los principales candidatos.
Predominó el cruce de denuncias y acusaciones, mientras la población chubutense sigue padeciendo la tremenda crisis generada por el macrismo y le pelea diariamente a la desocupación, la pobreza o la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
