El gobierno de Chubut proyecta el pago de los haberes estatales de julio con una demora sustancial que afectará a empleados y jubilados. Además, el Ministerio de Economía notificó al área de liquidación de sueldos que no se efectivizará el pago de ninguno de los incrementos acordados en las paritarias. La respuesta de los sindicalistas estatales no fue unificada, y se vieron actitudes disímiles, desde la tolerancia a la decepción.
El encuentro con los referentes sindicales de los gremios estatales solamente sirvió para un sinceramiento del que ya todo el mundo estaba enterado. El gobernador admitió que los sindicatos "tienen razón" en sus reclamos, adelantó que "no hay certezas" sobre el pago en agosto y se comprometió a que hará "lo posible por asegurar el pago de salarios para los próximos meses".
El gobierno de Arcioni prepara las liquidaciones del sueldo de julio en días de agosto sin determinar, a lo que se sumará la falta de liquidación de los incrementos por el ajuste inflacionario que se acordaron en las negociaciones paritarias.
Lo que viene
Los propios anuncios de Arcioni y algunas medidas ya adoptadas permiten inferir que en agosto el panorama será igual o más complicado de lo acontecido con el pago salarial de pasivos y activos en este mes de julio.
La primera conclusión es que en agosto se atravesará por un panorama de incertidumbre, y se desprende del anuncio efectuado por el Banco Chubut, entidad bancaria por la que perciben sus haberes los empleados del Estado. El banco notificó que en agosto se volverá a correr a mediados de mes el vencimiento y débito de la tarjeta de crédito Patagonia 365 que poseen los trabajadores estatales.
El directorio del banco informó que "el período de julio cerrará el día 31 y el vencimiento y cobro de la tarjeta será operativo el día 14 de agosto. Al mes siguiente, el período de agosto cerrará el día 30 y su vencimiento y cobro operará el día 13 de septiembre". El anuncio del beneficio constituye un indicio claro de que los sueldos de julio se demorarán en ser depositados.
Otro elemento que se suma a la crítica situación económica es una comunicación que el Ministerio de Economía envió al área de liquidación de sueldos, donde le ordena que concrete los pagos de junio y julio sin los incrementos salariales acordados en las negociaciones paritarias.
Según publicó el diario Jornada, la nota en cuestión revela que "en la liquidación del mes de junio y julio del 2019 no deberán aplicarse los aumentos pactados en todas las paritarias, leyes y convenios colectivos de trabajo, por lo que deberán liquidar con los sueldos establecidos a mayo de 2019".
Gremios disociados y respuestas disímiles
Ante las demoras en los pagos, los sindicatos que conforman la Mesa de Unidad Sindical no respondieron de la misma manera, reflejando cierta efectividad de la estrategia de escalonamiento en los pagos que implementó el gobierno; más allá de que todos los trabajadores estatales se ven afectados por la suspensión de los servicios de la obra social SEROS.
El Jefe de Gabinete del Chubut, Federico Massoni, expresó que "le pedimos a los trabajadores que no haya paro, que demos la pelea todos juntos, que seamos todos gestores para que Chubut vuelva a ser una Provincia pionera, tenga empuje y no tengamos estas situaciones"; a lo que algunos sindicalistas respondieron con acciones en consonancia.
Una parte del sindicalismo respondió dubitativamente, como buscando darle un poco de aire o desentendiéndose del problema generado por un gobierno que se desploma sobre sus propias incapacidades y demoras.
Otros sindicatos informaron que las decisiones serán tomadas por los propios trabajadores estatales en asambleas y parecen esperar que llegue el plazo del pago en agosto para intervenir en la conflictiva situación.
Duros y blandos
Algunos gremios redoblaron la apuesta con la profundización de medidas como en el caso de ATE que encabeza Guillermo Quiroga y seguirá de paro hasta fin de mes. La agrupación amagó con alejarse de la Mesa de Unidad Sindical por su falta de acciones coordinadas. Los viales en casi toda la provincia y algunos sectores estatales en la Cordillera estuvieron entre los que respondieron con mayor virulencia la semana pasada a la falta de pago.
Con bastante rezago y luego de 19 días de atraso en el pago de los sueldos se sumó casi por obligación y sin margen de maniobra el gremio judicial, decretando dos días de paro con asistencia a los lugares de trabajo pero sin ingresar a los despachos. Algo similar sucedió con los empleados legislativos a quienes los diputados les solicitaron una especie de tregua para poder sesionar.
La estrategia gubernamental de pagar primero a los docentes en julio tuvo cierto éxito, ya que una vez terminado el receso invernal ATECh llamó a dos días de paro por las obras en las escuelas y el retraso del FONID, luego retomó normalmente las actividades sin convocar a ninguna otra medida de fuerza. Docentes autoconvocados desbordaron a la dirigencia y reclamaron por su cuenta especialmente en Trelew, cuestionando a la directiva del gremio de los educadores.
El gremio de Salud, UPCN y otros de menor cuantía siguieron más o menos los mismos pasos de disociación; marchando con sus pares en el mejor de los casos o concretando alguna olla popular para expresar su repudio a la situación generada con los salarios.
Los que hicieron más ruido -aunque con menor capacidad de movilización- fueron los jubilados, quienes quedaron casi al final de la fila a la hora de cobrar en los cajeros automáticos. De no ser por algunos grupos que le pusieron al hombro el reclamo e ingresaron a las oficinas del Instituto de Seguridad Social y Seguros (ISSyS), posiblemente hubiesen pasado desapercibidos reclamando por las redes sociales o haciendo alguna presentación a la Justicia, ya que buena parte de la prensa los ignora.
Agosto no será una fiesta
Falta una semana para que concluya el mes de julio y todavía hay empleados estatales que no cobraron sus salarios. Se trata de un sector minoritario. Sin embargo, nadie percibió los incrementos paritarios, ya que solamente cobraron los sueldos sin los ajustes correspondientes.
El panorama para agosto será igual y probablemente peor, porque se sumarán nuevas demoras, los recargos punitorios por los atrasos en las cancelaciones de las deudas -que en el caso de las tarjetas de crédito ronda el 7% mensual- y habrá que ver cuál es el esquema de escalonamiento de pagos que el gobernador Arcioni decide junto a su ministro de Economía, Luis Tarrío.
En julio arrancaron pagándole a los docentes y dejaron para casi el final de la lista de cobros a los jubilados y judiciales. Agosto es una pesada incógnita y podría profundizarse la conflictividad social junto al resquebrajamiento de la cadena de pago; y podría proyectarse la crisis hasta septiembre.
La respuesta de los sindicatos estatales puede torcerle el brazo al plan de escalonamiento de Arcioni o darle aire hasta lograr obtener transitoriamente fondos de Nación para salir del ahogo que generan los gastos corrientes mensuales y abrir la perspectiva de renegociar los vencimientos de la deuda pública.
