El país

Del debate político a la realidad: las marcas "pindonga" y "cuchuflito" crecen en ventas y se instalan en el mercado

El debate político sobre el reciente crecimiento en el consumo de marcas más económicas -desatado cuando la ex presidenta Cristina Kirchner se refirió a ellas como "Pindonga" y "Cuchuflito"- estuvo hasta ahora centrado en los productos del supermercado. Sin embargo, el fenómeno está lejos está de limitarse a esas góndolas, aunque se visibiliza sobre todo en las grandes ciudades y especialmente en Buenos Aires.

A fuerza de propuestas básicas, poco marketing y un mayor uso de tecnología, marcas low cost con precios hasta 50% más bajos han proliferado en los últimos años en varios rubros clave del gasto diario, desde la comida preparada hasta distintos servicios.

En alimentos preparados, la tendencia se evidencia en la expansión de cadenas con formatos de autoservicio o kiosco: locales chicos con poco personal, sin delivery y contadas opciones que, para quien busca ahorrar, ofrecen calidades aceptables.

Mientras el kilo de pan ya supera los $ 100 en muchas panaderías, en las de la cadena Fan de Pan, que crece en el oeste porteño y del Conurbano, lo venden a $ 70. Costumbres Argentinas lo tiene a $ 79,50; ofrece además medialunas recién horneadas a $ 99 la docena (o a $ 80 en días de promo) y a $ 108 la de facturas.

A mediados de 2017 Costumbres Argentinas tenía 45 tiendas en Capital y el GBA. Hoy ya cuenta 55, prevé abrir otras 15 antes de fin de año y llegar a 100 en 2020, dijo a Clarín Fernando Arosio, jefe de Expansión y Franquicias de esa firma, que logra costos bajos produciendo a gran escala.

"Este año el contexto llevó a muchos a probarnos, y en general superan sus expectativas. Sumamos muchos clientes de clase media y alta, que antes quizás no teníamos. Y en el primer semestre, vendimos 10 a 15% más que un año atrás", contó.

En empanadas, mientras cadenas top venden la docena a entre $ 420 y $ 570, crecen opciones low cost que, con un menú chico y entrega sólo por mostrador, reducen el precio a la mitad.

Quiero Empanadas genera colas en la vereda con su docena a $ 228. Igual que Tienda de Empanadas, que en un año pasó de 4 locales a 7. Kiosco de Empanadas, la low cost de Morita, vende las 12 unidades a $ 280 y pasó de 56 locales en 2017 a 75 hoy.

En helados, en tanto, el modelo en avance es el de Nicolo, que expende helados de calidad por ventanilla. En mayo, por Facebook, pidieron "disculpas" por haber subido su kilo a $ 250, cuando otras heladerías premium ya lo tienen a $ 590. A $ 250 también lo ofrece Grido, que sigue sumando locales y se aproxima a los 1.500 en el país.

Los restaurantes tampoco son ajenos al fenómeno. "En años de crisis, en gastronomía, todo lo que ofrezca experiencias ?con onda' y a bajo precio funciona, porque la gente busca seguir saliendo sin que se note que tiene menos plata. Así surgieron muchas hamburgueserías y cervecerías, que dejan comer a precio de fast food. O restaurantes de pastas muy lindos, que con una carta acotada permiten cenar por $ 600", analizó Martín Blanco, director de Moebius Marketing, agencia especializada en gastronomía.

Entrenamiento

En gimnasios, lo que crece es un modelo low cost basado en ofrecer buenos aparatos, con menos profesores que cadenas top, un menú de clases más limitado, vestuarios con lockers y rutinas que vienen predefinidas según perfiles, para seguir desde el celular. Logran así cobrar entre $ 790 y $ 1.110 al mes, cuando los pases de las redes líderes cuestan el doble o más.

La pionera fue On Fit, que arrancó el año pasado: hoy tiene 6 sedes, con 12 mil socios, y está por abrir 2 más. En julio de 2018 se sumó Fiter, marca low cost de Megatlón, que hoy ya tiene 6 gimnasios y abrirá otros 2 antes de octubre.

"Buscamos alcanzar a otro público y la respuesta superó las expectativas. Llegamos a diciembre con 8.700 socios y hoy son 17.100, la mitad menores de 30 años", contó a Clarín Facundo Esteves, gerente de Marketing y Servicios de Megatlón.

Servicios financieros

En el rubro bancario, las marcas low cost reducen gastos al no tener sucursales: todo es por la app. Logran así bonificar los costos de sus cuentas y tarjetas, tener tasas más atractivas y pagar altos intereses por los saldos que sus clientes tienen sin uso.

Con ese modelo, en 13 meses, Wilobank, primer banco 100% digital, captó 60 mil clientes, a los que ofrece tasas del 51% anual por plazos fijos, del 20% sobre el saldo diario de la caja de ahorro y del 55% en préstamos personales. "Más del 70% de los clientes tienen hasta 50 años", contó Guillermo Francos, presidente del banco, que dejó de ser el único de su tipo tras la reciente apertura de Brubank.

También 100% online y sin costos, la billetera virtual Ualá superó en 21 meses el millón de tarjetas de débito recargables entregadas, administrables desde su app.

Y Mercado Pago, la billetera de Mercado Libre, suma usuarios con el atractivo de poder invertir el saldo de la cuenta al 47,6% anual, sin que deje de estar disponible para hacer pagos.

Seguros y movilidad

Nuevas marcas también crecieron al permitir, sumando tecnología, gastar menos en viajes, desde los más largos en avión hasta los urbanos que se hacen en auto.

Pese a no estar regulada la modalidad, Uber, marca casi desconocida hasta 2016, no deja de expandirse como opción económica al taxi o el remís. En Buenos Aires, Uber conecta ya a más de 1 millón de usuarios con 55 mil choferes dispuestos a llevarlos en sus coches particulares, según datos proporcionados por la compañía.

Otras empresas, como Awto o MyKeego, permiten desde el año pasado, viajar hasta a mitad de precio alquilando autos con tarifas por minuto, y un sistema como el de las bicis naranjas porteñas: ya consiguieron 11 mil usuarios.

Para quien usa auto propio, en tanto, surgió también un seguro 100% digital, que se contrata y opera integralmente desde el celular, y que ofrece valores en general más accesibles que los de mercado.

Iúnigo, marca low cost del Grupo San Cristóbal, se lanzó en septiembre del año pasado en Capital y el Conurbano. Desde entonces alcanzó los 15 mil clientes, de los cuales 3 mil se sumaron en el último mes (junio). El 70% de sus asegurados, según detallan, tiene entre 30 y 50 años.

Fuente: Clarín