Cultura

Moira Millán: "muchos apellidos que están escrachados en mi novela detentan hoy el poder en nuestro país"

Por Jorge Lewinger.

"Hay un poco de esperanza por lo menos para que la política represora pueda mermar", dijo Moira Millán sobre el impacto de las elecciones de las PASO tras la presentación de su primera novela, que cuenta historias de sus pueblos mapuche y tehuelche. "Es muy triste saber que ningún candidato recogió la agenda indígena, que no aparece en la campaña de ningún partido", afirmó.

"Eso nos lleva a pensar que vamos a seguir en la lucha, pero en un escenario más favorable donde el derecho a la manifestación, al reclamo no sea reprimido con balas y muerte", afirmó.

Millán señaló que "también fue aleccionador el voto en contra de este gobierno porque me parecía muy peligroso seguir alimentando tanta impunidad".

"También es bueno saber que esa actitud soberbia, arrogante y necia del presidente, de todo su gabinete y de esa derecha que subestima mucho al pueblo argentino, se topó con un pueblo crítico, con coraje, capaz de decir ?esto ya no más, no lo queremos'; esto me da esperanza, creo mucho en la unidad de los pueblos", precisó.

La dirigenta también sostuvo que ve "difícil", la posibilidad de que se pueda avanzar en la recuperación de las tierras de sus pueblos que les fueron arrancadas. "Pero bueno, vamos a seguir dándonos apoyos entre nosotros. Habrá que ponerse firme entre todos y todes para impulsar dentro de las propias estructuras partidarias el derecho de los pueblos indígenas", acotó.

Acompañada

En la presentación de su novela, editada por Planeta, participaron Víctor Hugo Morales, Charo López y María Urquizo, quienes leyeron fragmentos del trabajo de Moira Millán.

"Este trabajo ha sido un gran desafío: no soy escritora, no soy novelista, pero quería contar un pedacito de la historia de mi querido pueblo mapuche", dijo por su parte la dirigente indígena.

Explicó que necesitó informarse mucho de lo que pasó en la Patagonia entre 1900 y 1940 en que transcurre la novela. "Muchas personas me ayudaron, en la historia del ferrocarril. Que fue muy impactante para el pueblo, sobre todo cuando se estatiza el ferrocarril, y eso será una segunda novela", anunció.

Millán explicó que el ferrocarril le permitió al pueblo mapuche reconciliarse con el progreso, así como ahora, por el contrario, su falta dejó muchos pueblos fantasmas.

"En el pueblo mapuche hay mucha poesía, hay quienes me están haciendo una devolución de la novela y me dicen que tiene mucho realismo mágico. Ojalá pueda acercar a ustedes un poquitito de este mundo que defendemos", dijo, y contó que se peleó con gente de la Sociedad Rural de la provincia de Chubut, "porque muchos de los apellidos que aparecen escrachados en la novela, detentan hoy el poder en nuestro país, y muchos de estos personajes dijeron que van a salir a boicotear el libro. Al principio me asusté porque hicieron eso, por ejemplo y hace años, con Liborio Justo".

"Pero después pensé que este es otro tiempo. Es un tiempo que le está diciendo a estos déspotas, estos criminales, a estos aristócratas que nunca habían vivido la justicia, la verdad, ejecutada por nuestros pueblos oprimidos, ?Basta'".

Lecturas

El fragmento del "Tren del Olvido que le tocó leer a Víctor Hugo decía:

"Los mayores recordaban el tiempo en que mis tatarabuelos se casaron como un período de efímera paz, que les permitió superar el hambre con buenas cosechas y una excelente temporada de parición. El Estado argentino siempre intervino en la vida de mi pueblo, anunciaba con engañosos títulos los programas de gobierno que legitimaban nuestra muerte.

"Desarrolló un programa de administración demográfica por el que decidían de manera arbitraria qué número de jóvenes y familias debían conformar las comunidades, la cantidad de animales que se permitían y el tipo de siembra que podían tener. Cuantificó nuestros bienes y mediante ley se encargó de que todas las familias mapuches no tuvieran la prosperidad económica suficiente, justificando su política en la prevención de una amenaza al poder y la soberanía del nuevo Estado.

"Si las pariciones traían un importante número de animales, los cuadros de las fronteras con fusil en mano llegaban hasta nuestras tierras para matar los nuevos corderos y terneros. Nuestros jóvenes eran arreados como animales hacia las estancias y los poblados en los que las familias wingkas (blancas) necesitaban mano de obra esclava, se valían de nosotros como si fuéramos cosas de las que podían adueñarse. Fuimos subastados y repartidos. La aristocracia no nos consideraba seres humanos, estábamos al mismo nivel que los animales".

María Urquizu, entre otros fragmentos de la novela, leyó el siguiente:

"Mi abuela nació en la primavera del año 1900. Mi tatarabuelo la llamó Pirenrayen, porque fue la primera flor de una primavera nevada. Su nombre significa "flor de nieve". Por esos años la aristocracia británica en nuestro territorio se hallaba en el apogeo económico. Durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca, los ingleses ejercieron sobre el gobierno argentino un tutelaje en asuntos internacionales y comerciales. Roca fue acérrrimo enemigo de nuestro pueblo. Les debía a los banqueros ingleses su apoyo económico durante la campaña militar llamada Campaña del Desierto. Fue pagado con tierras, extensiones inmensas de territorios pasaron a manos de los británicos.

"A mi abuela le tocó crecer en una atmósfera de tensión contínua con el gobierno. Las reducciones territoriales continuaban, las obligaciones arbitrarias se ejecutaban sobre nuestros bienes, hasta nuestras propias vidas, pero ningún derecho era reconocido a nuestro favor. Mi tatarabuela se juró a si misma cuidar a Pirenrayen de todos los peligros, fundamentalmente del mayor de todos: el vingka.

Fuente: Resumen Latinoamericano.