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Rita Segato en Neuquén: "Las mujeres ayudamos a los hombres a desmarcarse"

La antropóloga y referente internacional del feminismo habló, en un auditorio colmado, al concluir la Feria del Libro neuquina. Ante una pregunta sobre "extractivismo" y "patriarcado", dijo que "donde hay trabajo petrolero está rodeado de burdeles". El público hizo varias horas de fila para conseguir entrada.

Al hablar en el cierre de la Feria del Libro de Neuquén, en una sala colmada por un público que debió aguardar largo rato hasta asegurarse un lugar, la reconocida antropóloga Rita Segato afirmó que el movimiento feminista argentino "tiene vida propia", y aseguró que "nosotras las mujeres estamos ayudando a los hombres a que se desmarquen" para que "dejen de subordinarse, dejen de obedecer al mandato de masculinidad que los tritura".

"El patriarcado no es una cultura sino un orden político muy arcaico, fundacional, es el primer orden de desigualdad, de expropiación de valor, de tributación del cuerpo femenino", indicó la intelectual argentina y referente internacional del feminismo al comenzar su exposición, ante un auditorio repleto que más de cinco horas antes hizo fila para conseguir una entrada.

"Se encuentra por detrás de todas las culturas conocidas hasta hoy. Se disfraza de religión, se disfraza de mitos, se disfraza de narrativas míticas o de moralidad pero en el fondo es un orden político, es el primer orden de la desigualdad", de modo que "no será posible atravesar esta era hacia una era mejor con el patriarcado adentro", disparó.

Perteneciente a la corriente de pensamiento decolonial que plantea Aníbal Quijano, Segato resaltó que hasta el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que es visto como "un héroe revolucionario", violó entre los 10 y los 24 años a Zoilamérica (Zambrano Sandino), una niña que había adoptado como hija. Agregó que hay que "sospechar que por ese tipo de cosas nuestras revoluciones no han caminado", de modo que "ningún patriarcón hará la revolución. Es imposible porque ¿cómo va a hablar de desmoronar un orden de poder si está sustentando otro?", se preguntó la autora.

"Hoy tenemos un momento diferente" porque "identificamos ese papel del patriarcado en la estructuración de la sociedad" y "estamos frente a un cambio de era", aseguró, para destacar que "nuestro país tiene un gran protagonismo en el mundo". En ese sentido destacó que este año se realiza el 34º Encuentro Nacional de Mujeres, que se caracteriza por "el no vanguardismo", es decir, es un movimiento plural "sin un comando, sin un verticalismo y sin nada que se parezca a un centralismo democrático, que fue una de las abominaciones de la política de la insurgencia de la política de los años ?60 y ?70".

Como contrapartida, señaló que "en 10 años nos han implantado en las calles y nos han implantado en las iglesias algunas fórmulas para intentar frenar nuestro avance". Indicó que consignas como "con mis hijos no te metas" quiere decir que "mis hijos son mi propiedad", y por ello la consideró "una frase inaceptable". Amplió que la idea de la propiedad de la familia es una idea del derecho romano antiguo, del mundo clásico, en el que el páter familia era el dueño de su familia e incluso podía matarlos a los hijos. "¿Queremos eso? No", enfatizó la reconocida intelectual.

Resaltó además que "una democracia que no es pluralista es una dictadura de la mayoría. La meta tiene que ser el plural, donde todos los deseos, todas formas de felicidad sean posibles. Ningún deseo debe ser abolido", indicó. Señaló que "nuestros antagonistas son monopólicos" porque plantean "una única manera correcta de existir, una única moral", y para ellos "el diferente es un problema, y por lo tanto se plantea autoritario y después violento".

Una nueva forma de politicidad

"Yo creo en ese movimiento de las calles que tiene una forma nueva, una politicidad nueva, y uno de nuestros esfuerzos es determinar en qué consiste, en qué es diferente una polticiadad femenina de una politicidad como fue siempre, masculina, burocrática, principista... de Estado", reflexionó Segato. Añadió que "no es que haya que abandonar el Estado (como ámbito de disputa), pero volcar todas las fichas y todos los esfuerzos en el campo estatal es un error porque al contrario de lo que hemos pensado, no es el Estado el que va a transformar la realidad" sino que "es la transformación de la sociedad la que será capaz de generar un nuevo Estado".

Destacó el "pragmatismo de la politicidad femenina", en referencia a las cocinas, ese "lugar donde las mujeres sustentan la vida todos los días de una forma práctica, pragmática, no en relación a principios sino con relación a la sustentabilidad de la vida y su continuidad". Sostuvo que "el cuidado, la gestión de la vida para que la vida sea posible y encuentre sus formas de continuidad aún en las escenas más adversas es trabajo político y ahí está un embrión de politicidad de las mujeres que nos enseñaron a ver como no político. Nos robaron la politicidad de nuestra gestión de la vida y creo que a eso hay que volver y en eso hay que concentrarse y creo que eso está en la calle".

La antropóloga advirtió que "existen dentro del feminismo algunos grupos, algunas líneas, que pretenden que se inviertan los poderes, tomar el poder de los hombres", y agregó que "debemos examinar si es eso lo que queremos o nos proponemos algo más interesante que es imaginar otro mundo, desestructurar el orden del poder y ver si podemos caminar en la dirección de un mundo donde no haya poder, donde no haya apropiación de vidas, de cuerpos, donde no haya esa actitud monopólica, y creo que es el esfuerzo que debemos hacer".

"Yo no me identifico, no me afilio con ninguna intención de un matriarcado, no me interesa el matriarcado, sino pensar un mundo totalmente distinto, más benigno en todo sentido", afirmó.

"Las mujeres estamos ayudando a los hombres"

La referente feminista consideró luego que "los hombres no nos están ayudando a nosotras. El movimiento feminista va, ya está puesto, ya tiene vida propia. Nosotras las mujeres estamos ayudando a los hombres a que se desmarquen, a que dejen de curvarse, dejen de subordinarse, dejen de obedecer al mandato de masculinidad que los tritura, que los hace morir antes de tiempo en todas partes, que los hace tener que probar de la forma más terrible que son hombres, porque ni no lo prueban no lo son. Es terrible, es tener que dar examen todos los días", argumentó,

Aseguró también que "sin mandato de masculinidad el mundo cambia. La guerra no existe más porque no hay más una necesidad de mostrar potencia. Y la potencia bélica es una de esas potencias y una de las formas más simples en el mundo de hoy de mostrar que se es hombre".

Segato también advirtió que "uno de los grandes riesgos es transformar al feminismo en una política del enemigo", porque "toda política del enemigo es una estrategia fascista". Amplió que "la característica de la estrategia fascista es apuntar a un enemigo común para mancomunarse en contra de ese enemigo común: el extranjero, el enemigo, el inmigrante, las mujeres. Entonces, las mujeres no podemos replicar eso. No podemos hacer de nuestro feminismo una política del enemigo, es un error", señaló.

"El enemigo es del orden patriarcal. El feminismo tiene que ser un movimiento antisistémico, en el sentido de luchar contra una estructura que nos oprime a todos, a los hombres y a las mujeres. A los hombres también los oprime el patriarcado, les exige cosas que acaban con su vida. Y hay mujeres que son patriarcales, es duro decirlo pero no tengo la menor duda de que es así. Todos somos programados por el chip patriarcal. (...) Es necesario luchar contra él, descubrir cada vez que nos hace actuar de una forma o de otra, e intentar desimplantar ese chip".

Extractivismo y patriarcado

Luego de la exposición, el público participante del cierre de la Feria del Libro tuvo la oportunidad de realizar preguntas. Una de ellas se refirió a la relación entre extractivismo y el patriarcado. Sobre este tema, la expositora disparó que "donde está el trabajo de los petroleros está rodeado de burdeles. Ustedes lo deben saber mejor que yo".

Apuntó que "el prostíbulo es la gran escuela de la pedagogía de la crueldad, porque ese concepto habla de todo aquello que nos adiestra, que nos programa para aprender a ver la vida como cosa. El prostíbulo es el lugar donde un hombre aprende a ver el cuerpo de una mujer como una cosa. Entonces, es absolutamente funcional a la actividad extractivista porque enseña a ver el paisaje, la vida de ese paisaje, el lugar como cosa".

Explicó que "la naturaleza pasa a tener un papel totalmente instrumental, como la mujer en el burdel. Esa instrumentación de la vida es una pedagogía y a eso yo le llamo la ?pedagogía de la crueldad'" (N. de la R: Así se llama su último libro, editado por Prometeo, 2019). Dijo que "es absolutamente funcional al extractivismo la cosificación, la instrumentalización de la vida que se aprende en el cuerpo de las mujeres. Por lo tanto el patriarcado, en esta fase contemporánea, es funcional al extractivismo como nuevas formas de acumulación", finalizó Rita Segato.

Fuente: Va Con Firma