Política

Los ingresos por Coparticipación de Chubut subieron un 45% en septiembre, pero nada alcanza para los sueldos

A lo largo del recientemente finalizado mes de septiembre, los ingresos de Chubut por la Coparticipación Federal de Impuestos fueron un 45% mayores a los del mismo mes del año pasado. La suba fue significativa aunque quedó un 10% por debajo de la variación inflacionaria. Las mejoras en los ingresos provinciales deberían estar 10 puntos por encima de la inflación gracias a la suba de las regalías, pero para el gobierno de Arcioni nada es suficiente para pagar los salarios en tiempo y forma.

El Extremo Sur accedió a los datos publicados por la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales, que depende del Ministerio de Hacienda de Nación, revelaron que durante el pasado mes de septiembre Chubut recibió transferencias nacionales por 2.044 millones de pesos en concepto de Coparticipación. La suma percibida por el Estado chubutense fue un 45% superior a los 1.405 millones de pesos que había recibido en el mismo mes del año pasado.

Si bien la inflación patagónica de septiembre aún no se conoce y habrá que esperar diez días para que el INDEC publique el dato, puede estimarse un promedio inflacionario regional que estaría rondando los 55 puntos porcentuales; lo que permite concluir que las transferencias estuvieron alrededor de un 10% por debajo de las variaciones inflacionarias interanuales.

Durante los primeros nueve meses del año, Chubut recibió por Coparticipación un total de 17.487 millones de pesos; cifra que resultó un 45% superior a los 12.034 millones de pesos ingresados en el mismo período del 2018.

El año pasado esos 12.034 millones de pesos transferidos por Nación a Chubut habían sido un 42% superiores a los 8.488 millones distribuidos por Coparticipación en los primeros nueve meses del 2017. Como la inflación regional había sido medida en el 40,7%; las transferencias habían superado en un 1,3% a las variaciones de los precios. Ese panorama favorable para Chubut del año pasado ahora se afectado en este 2019 por una distribución de fondos porcentualmente inferior a la inflación.

La regalías tiran para arriba

Con los salarios provinciales atados con cláusulas gatillos a la inflación, la variaciones de la Coparticipación por debajo de la variación de precios se podría inferir que pone en jaque la cobertura de la masa salarial chubutense.

No se puede perder de vista los datos publicados recientemente por el EES y que demostraron que los ingresos de las regalías petroleras fueron un 84% superiores a las del año pasado; por lo que el desequilibrio del 10% negativo generado por la Coparticipación claramente debería haber sido cubierto y equilibrado de manera positiva por la fuerte suba de las regalías.

Por ahora no se pudieron obtener las variaciones de los ingresos provinciales generados por los impuestos de recaudación propia, pero hasta el primer semestre del año habían sido un 58% superiores a los del año pasado y se posicionaron levemente por encima de la inflación regional para ese período.

Hasta la primera mitad del año, los ingresos por regalías y los generados por la recaudación de impuestos provinciales representaban el 50% de ingresos totales del Estado chubutense (26% de regalías y 24% de impuestos provinciales); mientras que los fondos de la Coparticipación incidían con el 32,5%.

Esto significa que la pérdida del 10% por Coparticipación se debería haber emparejado con el aumento del 29% de las regalías por encima de la inflación; por lo que los ingresos provinciales deberían haber terminado el tercer trimestre con un mínimo de 10 puntos porcentuales por arriba de la variación de los precios.

Ese panorama favorable por la fuerte incidencia de fondos propios debería poder equilibrar las cuentas provinciales y posibilitar el pago de los salarios en tiempo y forma, así como también la cancelación a los prestadores y los servicios que brinda el Estado (incluyendo la obra social SEROS).

El desmanejo de la actual administración de Mariano Arcioni y la pesada carga de la deuda chubutense -la que en dólares aumenta cada vez que se deprecia el peso- generan un descalabro que aún se padece con el pago escalonado de los salarios y la respuesta traducida en una altísima conflictividad de los empleados estatales.