Pueblos originarios

Caso Buenuleo: los jueces no tuvieron intención de hacer justicia

Duras críticas del lonko Mauro Millán hacia el fallo judicial contra el lof Buenuleo, aduciendo "negacionismo" hacia los pueblos originarios y que los jueces "Sergio Pichetto y Marcos Burgos en ningún momento tuvieron la seria intención de hacer justicia".

Por Mauro Millán.

San Carlos de Bariloche, 17 de octubre 2019

Tribunal de Impugnación

Sr. Presidente Dr. Adrian Fernando Zimmermann

Con copia a:

Dr. Miguel Angel Cardella

Jueza Dra. Maria Rita Custet Llambi

Secretario/a a/cargo Dra. Virginia Soledad Sastre

S / D

Ref: Restricción de libertades y derechos a 36 años de la apertura democrática

De mi consideración:

Quiero expresar con contundencia y con la mayor claridad posible las palabras que emergen de mis pensamientos. Soy lonko del lof Pillan Mahuiza (provincia de Chubut), autoridad tradicional del Pueblo Mapuche, mandato que he recibido de mis propios antepasados, rol que me he comprometido a no declinar nunca, fundamentalmente cuando veo sometido y en proceso de exterminio no solo a mi gente sino al territorio. No me puedo negar jamás a un pedido de ayuda, de acompañamiento. Entiendo que estos pedidos de mis peñi, lamgien (hermanos y hermanas mapuche) representan también las demandas de las entidades existentes en mi territorio. ¿Cuáles son las demandas de pu ngen, pu newen (fuerzas de la naturaleza)? Que dejen de mutilar el bosque, que paren con la contaminación de las aguas, que dejen de extraer de sus entrañas el halo de vida que aún queda de este territorio ya casi devastado.

El lof Buenuleo decide dejar de desoír esta demanda y emprende una acción de resguardo en su propio territorio. Ellos saben perfectamente que la desforestación de su territorio es irrecuperable en un corto y mediano plazo, pero también que lo que viene será catastrófico, ya que el negociado inmobiliario jamás toma en cuenta el impacto sobre la naturaleza. Si bien, a 36 años de democracia, las normativas se fueron adecuando a un proyecto de sociedad más justa, esta adecuación nunca se hizo tangible en la práctica. La desarmonización entre leyes y cumplimientos se debe a un planteo completamente negacionista por parte de los funcionarios políticos y judiciales. En el plano político jamás hubo una intervención sabia para evitar conflictos, es más, para evitar procesos judiciales perpetuos e inclusive para evitar la muerte. La justicia --como suele satirizarse: "ciega, sorda pero no muda"- se ha expresado de manera categórica omitiendo sistemáticamente cualquier posibilidad de aplicar el derecho indígena. Derecho que nos costó gran parte de nuestra vida, derechos excepcionales y especiales por nuestra condición de Pueblo preexistente al Estado.

Los jueces, en primer término Sergio Pichetto y Marcos Burgos, en ningún momento tuvieron la seria intención de hacer justicia. Un boleto de compra y venta, con evidencia firme para sospechar de su carácter fraudulento, se antepuso a nuestra existencia milenaria en el territorio, a las experiencias centenarias de los Buenuleo en el lugar, a las propias toponimias que indican ocupación ancestral mapuche, así como también, ni más ni menos, a artículos constitucionales, convenios internacionales, leyes nacionales, leyes provinciales y normativas de un municipio intercultural.

Los jueces solo tuvieron oídos para el planteo de los fiscales y de la querella, y la respuesta fue imputar y pedir el desalojo. Ocho hermanas y hermanos quedamos imputados. Me pregunto ¿Cuáles serán los cargos que pesan sobre mí? ¿Me prohibirán continuar levantando ceremonia como lo hice aquella mañana del día 10 de septiembre? ¿Quizás pretenden que seamos solo espectadores pasivos de la desaparición de nuestra cultura? ¿Quizás por eso nos imputan cuando reaccionamos frente al avasallamiento y la omisión por parte de las instituciones?

Dijo el jefe de fiscales, Martín Losada, que el derecho "no se toma por asalto". ¿Qué debo entender con esta frase? ¿Qué nadie puede ejercer libertades y garantías? ¿Qué debemos esperar? ¿Qué alguien nos autorice a ser gente de la tierra? Nada, señor presidente, hubiese cambiado en esta humanidad si la libertad y el derecho hubiesen estado supeditados a la lógica interpretativa de un puñado de individuos.

Entiendo que la democracia se construye día a día, año tras año. Si nosotros ejercemos nuestros derechos es para recordarles que estos existen, y cuestionar a aquellos funcionarios que solo aplican la doctrina del negacionismo.

Solicito la impugnación de las decisiones tomadas por los jueces mencionados, la suspensión del desalojo y brindarnos el tiempo necesario para que esta disputa planteada en Tribunales sea pareja y justa.

Que sea justicia.

Lonko Mauro Millan, Lof Pillan Mahuiza