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Al fin irá preso el pastor con "delirios místicos": violó y embarazó a su hija adoptiva de 13 años

Después de siete años de fallos a favor y en contra, finalmente un pastor deberá cumplir una condena de 8 años de prisión por haber violado y embarazado a su hijastra, una nena de 13 años en 2012.

Así lo confirmó la Cámara Penal de Trelew integrada por los jueces Roberto Adrián Barrios, Hernán Dal Verme y Gillermo Alberto Müller. Se trata de José Genaro Catalán, un supuesto pastor evangélico que se hacía llamar "David", que no tenía iglesia fija donde predicar y que se aprovechó de la hija de su pareja con quien compartía la vivienda e incluso la habitación.

"Delirios místicos" como coartada

El pastor fue condenado el 28 de agosto de 2012, pero tres meses después de la sentencia el 4 de diciembre de ese año, la Cámara Penal de Trelew -conformada por Mónica Rodríguez, Florencio Minatta y Martín Montenovo- revocó la sentencia y absolvió a Catalán haciendo cesar además la prisión preventiva en forma inmediata. El motivo: dijeron que en las pericias se comprobó que sufría de "delirios místicos" y lo declararon inimputable.

A todo esto, el 21 de octubre de 2014 el Superior Tribunal de Justicia del Chubut confirmó la sentencia absolutoria. No conforme con ese resultado, el procurador general Jorge Miquelarena interpuso un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que fue presentado el 6 de febrero de 2015.

La Corte ordena una nueva sentencia

El 27 de febrero de 2018 los miembros de la Corte Suprema hicieron lugar a la queja y declararon procedente el recurso extraordinario dejando sin efecto el pronunciamiento apelado y ordenando que vuelva todo lo actuado al tribunal de origen a fin de que, por medio de quien corresponda, se proceda a dictar una nueva resolución.

De ese modo, el 25 de abril del año pasado se conformó la Sala Penal con los ministros Vivas, Donnet y Spoturno, quienes desde el 2 de mayo de 2018 cursaron reiteradas citaciones a José Genaro Catalán. El imputado jamás respondió.

Finalmente, el acusado fue detectado y detenido en la localidad de Zapala, provincia de Neuquén, y trasladado a Trelew en noviembre de ese año. La solicitud la realizó la fiscal general jefa Silvia Pereira y autorizada por el juez José García.

De esta forma, la Sala Penal revocó la sentencia de la Cámara y ordenó reenviar la causa a la Cámara Penal, para que con otra integración lleve a cabo una nueva revisión ordinaria de la sentencia condenatoria en la cual se impuso una pena de ocho años de prisión.

El 2 de octubre pasado se realizó la audiencia de impugnación de acuerdo al artículo 385 del Código Procesal Penal, donde intervinieron el imputado José Genaro Catalán junto a su abogado Lisandro Benítez y por el Ministerio Público Fiscal asistió la fiscal general jefa Silvia Lucía Pereira.

Ocho años de prisión

De acuerdo a todo lo expuesto y en una resolución fundamentada en 50 carillas, los jueces Barrios, Del Verme y Müller decidieron rechazar la impugnación ordinaria deducida por el defensor oficial en representación del acusado y confirmar la sentencia número 2403/2012 dictada el 28 de agosto de 2012, imponiendo las costas del proceso al acusado.

De esta manera se confirmó la sentencia que condenó a José Genaro Catalán a la pena de ocho años de prisión de efectivo cumplimiento, en orden al delito de abuso sexual agravado en perjuicio de una menor de edad.

"Esto que me pasó son cosas del diablo".

Así declaró a través de una Cámara Gesell la nena que quedó embarazada y luego tuvo al bebé, tras ser violada por Catalán. Las pruebas de ADN también lo incriminaban y no dejaban lugar a dudas . Sin embargo en aquel momento la Cámara Penal lo liberó con un argumento polémico: "Tiene delirios místicos" , dijeron los jueces, y lo declararon inimputable .

Los supuestos "delirios místicos" del pastor tienen su origen en los resultados de una pericia realizada por la entonces psiquiatra forense Carola Luguercho. Lo hicieron propio los abogados defensores. Y después los jueces Mónica Rodríguez y Omar Florencio Minatta lo utilizaron como argumento para la absolución .

Un tercer juez, Martín Montenovo, votó en disidencia. La violación se produjo en 2010, en una precaria casa del humilde barrio de Primera Junta, en Trelew. Fue en la misma pieza y en la misma cama que el pastor compartía con la mamá de la nena. La chica, de 12 años, cursaba el sexto grado en la escuela 173 del barrio Planta de Gas.

Ante los primeros síntomas del embarazo, la madre pidió en la escuela que la nena no concurriera más a Educación Física. Cuando el embarazo se hizo visible, los tres se mudaron a Paso del Sapo, una localidad de 500 habitantes ubicada en el noroeste de Chubut. Allí vivieron primero en una carpa y después en un edificio que alguna vez perteneció al Automóvil Club Argentino. El aspecto de la nena ya no dejaba dudas.

El policía que descubrió el abuso

Una tarde, tras un conflicto vecinal, un policía se dio cuenta. Y preguntó si la nena estaba embarazada y quién era el padre . Le contestaron con evasivas. Lo mismo le pasó a la maestra de la escuela cuando hizo la misma pregunta. La menor ya tenía un embarazo de 7 meses . Seguro de estar ante una situación de abuso, el policía comunicó la situación a la Justicia. El pastor, que también trabajaba de albañil, no actuó como un delirante: armó un bolso con ropa, un par de zapatillas y un cepillo de dientes para esperar su arresto .

Enseguida le dieron prisión domiciliaria. El bebé (una nena) vive con su mamá y su abuela en la misma casita de Paso del Sapo. Ahora, el pastor de los delirios místicos pasará una larga temporada en la cárcel condenado por la justicia terrenal.